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No hay herida que un doctor espartano no pueda curar por Discord Di Vongola Arcobaleno

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Notas del capitulo:

Ehmmm.... potato?

Dolor.

Oscuridad.

Eso era lo único que sentía Reborn. 

Su cuerpo le ardia  y sentía como si su cerebro estuviera palpitando en su interior. Había dejado de sentir sus piernas y casi ambos brazso desde hace rato. Intento abrir sus ojos pero el peso de sus párpados y el dolor de cabeza le complicaban el trabajo. Sentía su cuerpo moverse pero era más bien el ambiente que le rodeaba y que no podía precenciar. Como ciego, sin poder sentir y con los oidos zumbandole olfateó el ambiente. Un olor casi impercetible. Metal. Sangre. Sudor. 

Punto de vista de Reborn

Sentí como caía pesado sobre algo que mo pude distinguir. Me sentía el triple de mal que un alcólico despertando la mañana siguiente. sentía que mi cabeza se partñiria en dos por si misma y aunque se que es imposible el dolor me hace creer lo contrario. 

Después de un tiempo de oir diferentes pasos ir de un lado para el otro fue uno en especial al cual intenté ponerle mi mayori atención. Pasos firmes pero pequeños, casi impercetibles y menos notorios en mis condiciones. Cuando logre percibir mejor aquellos pasos se detuvieron frente a mi.

¿Me estaba observando? Creía que sí pero no lo sabía y realmente no quería saberlo. No quería saber nada, solo que el dolor se detubiera pero el saber que estaba seguro no era lo que quisiera, era lo que necesitaba.

Algo se instaló en mi frente, no supé que era hasta medio minuto después donde mi frente se empezó a congelar y mi cuerpo comenzaba a cobrar nuevamente el sentido del tacto.  Si no me equivocaba, alguien estaba poniendo una bolsa de hielos en mi frente. Tragué saliva y mis oidos dejaron de zumbar paulatinamente para poder escuchar mi alrededor. Unos pasos pesados se acercaron a su dirección y la de la otra persona. A pesar de poder escuchar sus voces hablar no podía entenderles, mi cerebro se negaba a hacerlo, más carga haría lo sobrecargarse y sufriría un derrame cerebral.

Fue por ahí cuando comenzó a disminuir el dolor de mi cabeza, mi cráneo ya no se quería separar y mi cerebro empezó a procesar con excelencia la información. Mi rostro tomó una expresión relajante una vez que todo el dolor es esfumó; ni me había dado cuenta de cuando mi ceño se  habia fruncido.

Abrí mis ojos una vez que las voces se detuvieron. Aún así, tarde en acostumbrarme a la escasa luz del lugar para que al hacerlo, pude notar tres personas frente a mi. Una mujer pelirrosa con unos googles amarillos, un rubio con una paleta en la boca y y un hombre con bata blana de cabello café oscuro, casi al punto de rayar lo negro con un poco de barba en su barbilla. Giré mi rostro para ver como alguien encapuchado me ponía la bolsa de hielo.

-Despertasté. - dijo con una voz monótona. - Que suerte.

-¿Dondé estoy? - pregunté mientras este quitaba la bolsa de hielos de mi cabeza.

-Bien, ya que estas despierto necesito que cures a mis compañeros. - irdenó el de capucha mientras se levantaba. - El de la bata es el doctor Shamal, el te enseñara que hacer y donde dormiras.

-Bien. - acepté mientras volteaba a ver al mencionado, después de todo, no estaba en posición para negarme. 

-Entiende rápido... - murmuró la pelirrosada mientras se relamía ls labios. - Encantador.

-Bianchi. - llamó la atención de la mujer. - Quedate aquí y vijila que nada se salga de control... ni siquiera Shamal.

-¡Oiga! -reclamó el de bata.

-Spanner. - volvío a llamar el encapuchado, ignorando a "Shamal" y llamando la atención del rubio. - Tú vienes conmigo, aún hay cosas de las que necesitamos hablar.

-Si, décimo.

-Hasta luego, chicos. 

Así ambos se alejaronambos de aquí mientras yo me incorporaba lentamente.

-Tenía que ser un hombre, no podía se una bella señorita. - dijo el sujeto después de suspirar con resignación.

-Solo apúrate y muestrale el lugar y lo que hará al Señor Arcobaleno.

-Bien, bien. - dijo antes de comenzar a caminar.

Obviamente le seguí, ignorando la mirada de "Bianchi" que parecía deborarme con los ojos. Aprovechando, observe el lugar en el que me encontraba, primero pensé que era una fábrica abandonda hasta que puse atención en algo obvio que aún así no había notado. Los  cuerpos de hombres y mujeres adultos vendados y heridos. No eran muchos comparados con los que me tocaba atender en el hospital, pero sus heridas eran más graves que raspones comunes o unas gripes. Quemaduras y moretones que hacian ver la piel del portador todo un arcoíris de dolor. 

Continuara.....

Notas finales:

Bueno, esto es lo que se obtiene cuando no tienes tiempo... ni inspiración... pero si ganas de actualizar :v 


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