Era 31 de Diciembre en la Torre Avengers, era muy temprano en la mañana y todos se movían de un lado a otro para tener todo listo y no tener que andar apurados en la tarde, además que cuando dieran las 00:00 hrs. Para comenzar el 1 de Enero todos se encontrarían en Time Square para ver como caía la bola de luces.
Algunos de los Vengadores se encontraban limpiando el lugar, otros habían salido a comprar cosas faltantes, los demás arreglaban los detalles de decoración y demás, las únicas que no estaban en el lugar eran Natasha y Pepper que debían de hacer otras cosas, esa noche hasta Fury, Coulson, Hill y la Dra. Cho asistirían a la velada.
Pero alguien que estaría en la celebración no se encontraba ayudando, más bien estaba en el sillón, sentado con lápiz y cuaderno en mano muy concentrado en lo que escribía, al acabar dio un gran suspiro de satisfacción contemplando la lista finalizada.
-Hey Sam, ¿Te quedaras hay todo el día o harás algo por la vida?- Pregunto Stark golpeándole la pierna con un escobillón.
-Ah, que… Oh claro, ya los ayudo.- Sam dejo el cuaderno en el sillón y empezó a ordenar con los otros. Ya pasado un buen rato Bruce y Clint volvieron de la tienda con una sorpresa más.
-¡Hola, mis queridos Vengadores!- Saludo efusivo el platinado que venía con ellos, detrás de él venía Wanda junto a los otros dos.- ¿Qué están haciendo?
-Estamos haciendo chocolate, ¿Tu qué crees Maximoff?- Respondió Tony con el ceño fruncido, ya que la velocidad del chico al llegar había hecho volar todos los papeles que recién había dejado sobre la mesa.
-Lo siento Tony, pero no los dejare solos por más que lo quisieras.- Afirmo Clint provocando en la cara del castaño una mueca de desagrado pero con un “está bien, pero que no desordenen mucho que me costó”.
-Estamos limpiando para el año nuevo Pietro.- Le dijo de mejor manera el Capitán America al menor.
-¡Genial! ¡Adoro el Año Nuevo!- Grito sin delicadeza el mayor de los gemelos.
-Sí, aunque hace tanto que no lo celebramos que ya no recuerdo a que venía todo esto de celebrarlo.- Dijo un poco melancólica Wanda, recibiendo un abrazo de hombros de su “padre”.
-El año nuevo celebra un nuevo comienzo, poder olvidar tus errores pasados, reiniciar tu vida si quieres, o muchas cosas más, depende de la persona o de lo que quiera hacer.- Le recordó Sam sacándole una sonrisa a ambos hermanos.
-Asi es, luego en la tarde iremos a Time Square a ver la bola caer a la medianoche, es muy hermoso, después de eso vendremos de vuelta aquí para la cena y todo eso.- Informo Bruce dejando su parca en una silla.
Ya había pasado mucho tiempo, todo estaba listo y en su lugar, la cena estaba hecha pero guardada para después, cada quien fue a arreglarse para preparar la salida pero Pietro al sentarse en el sillón sintió como aplastaba algo, se levantó un poco para ver que era y pudo notar un cuaderno con una lista escrita.
-Propósitos de Año Nuevo.- Leyó para sí mismo.- ¿Qué es esto?- Se preguntó en voz alta justo cuando Falcon pasaba por ahí.
-¡Ah eso!- Dijo arrebatándole el cuaderno de las manos.- No es nada, solo unas cosas para después.- Cerro el cuaderno y lo tiro a la mesa.
-¿Esos son tus propósitos para el nuevo año?- Apunto el cuaderno en la mesa.
-Eso, pffttt, no claro que no.
-Sí, si lo eran, eso son.
-No, no sé a qué te refieres.- Se encogió de hombros restándole importancia.
-Oh, vamos, no te pongas asi, yo te ayudo a hacerlos si quieres.
-¿Tu?
-Sí, será divertido, ¿Por qué no?- Le hablo emocionado, nunca antes había hecho eso y nunca tuvo propósitos para el año nuevo, seria genial poder ver y ayudar a otra persona con los suyos.
-Muy bien, ¿Qué quieres?- Se cruzó de brazos el mayor.
-¿Qué quiero de qué?
-Vamos, te ofreciste de la nada, es obvio que quieres algo a cambio.
-Mmmmm… digamos que, quiero ser mejor persona para el siguiente año, propósito de año nuevo amigo.- Mintió, pues hace mucho tenía una idea guardada pero nunca lo había tomado como propósito, hasta ese día.
-Ya bueno, tu ganas, me ayudaras si quieres, pero si te aburres lo dejas y ya, ¿Okey?
-Bueno, bueno. Ahora déjame ver, sino no puedo lograr nada.
Sam tomo de nuevo el cuaderno, lo abrió y se lo entrego al platinado.
-Wow, son muchas cosas.- Comento sorprendido. “Sera complicado” pensó.
-Ves, dámelo no importa.- Le iba a quitar el cuaderno pero rápidamente se lo aparto.
-¿Qué? No, te ayudare igual, será complicado pero lo lograre o ¡me dejo de llamar Pietro Barton Maximoff!
-No te llamas asi.
-Bueno es al revés, pero no le digas a nadie que lo uso, nadie lo sabe.- Susurro al moreno, recibiendo una mirada de confusión.- ¿Qué? Mi hermana y yo vivimos con él, me acostumbre a que me trate como a un hijo ¿sí? Es como mi padre, pero no le cuentes a nadie.- Amenazo.
-Bueno ya, pero ¿no debería ser Banner como tu padre? Digo, él es el que “da” de la relación…
-Ugh, ya, basta, si pasare la tarde contigo no me hables de eso. Sino no te ayudo.
-Bueno ya, ya.- Rio por la actitud del otro.
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-Bueno Pepper, ya casi llegamos, falta poco.- Dijo la pelirroja saliendo del ascensor y ayudando a su novia a hacerlo, obviamente le costaba hacer las cosas con una panza de 9 meses.
-No puedo creer que ya sea tiempo.- Dijo emocionada Pepper sobándose la panza.
-Ni yo lo creo.- Sonrió la pelirroja.- Hola ¿Disculpe?- Se dirigió a la recepcionista que se encontraba detrás del mostrador.
-Sí, ¿Qué necesita?- Sonrió amable la recepcionista.
-Desearía internar a mi novia para el parto, ya tiene cumplidos los 9 meses.
-Claro, pero primero debe hacerse un chequeo para confirmar que esta lista…
-Oh créame, esta lista.- Sonrió Natasha ante la respuesta de la recepcionista.
-Está bien, pero es por razones de seguridad, hay veces que aun teniendo los 9 meses la mujer no está lo suficientemente preparada…
-Pero ella sí lo está.- Dijo la pelirroja sonriendo forzadamente ya perdiendo la paciencia.
-Natasha...- Susurro Pepper.
-¡Oiga! Ella si está lo suficientemente lista, hoy nacerá nuestro hijo o hija y quiero que la interne para el parto.
-Escuche, quizás ese bebe no nazca hoy o quizás sí, pero debemos estar seguros para poder internarla, podría ser una falsa alarma y no habría espacio para quien si lo necesita, asi que por favor pase a la sala 203 para poder revisarla.
-Natasha deja de discutir, haz caso ¿sí? No habrá nada de malo en eso.- Casi suplico la ojiazul.
-Bien, vamos a la sala 203 para la revisión.- Dijo no muy contenta la espía.
-Tenga, llene esto y el señor Lee las atenderá.- Le paso una tablilla con un formulario para llenar. Natasha al terminar ayudo a Pepper a llegar a la sala 203 donde un hombre de edad, con anteojos, bata, bigote y cabello blanco las atendió.
-Buenas tardes señoritas, mi nombre es Stan Lee y las ayudare en lo que necesiten.- Dijo recibiendo el papel que le extendió Natasha.
Ya había pasado cerca de media hora, el señor Stan hacia el ultimo ultrasonido por si acaso, para verificar que todo estuviera bien allí dentro.
-¿Ya tienen el nombre para su bebe?- Pregunto retirando el aparato y limpiando el gel del vientre de la rubia.
-No aun, no queremos saber el sexo, será sorpresa.- Respondió Pepper.
-Bueno, esa es su decisión.- Sonrió a las chicas.- Okey, según los resultados- Menciono ya en su escritorio.- No esta lista.
-¿Qué? ¿Cómo que no está lista? Claro que lo está.- Reclamo Natasha parándose de su asiento.
-No, los exámenes dicen otra cosa, tal vez en un día o dos puedan volver, hasta entonces no tendrán a su bebe.
Ambas chicas estaban sorprendidas ante la respuesta, no podían hacer nada más, solo salieron de allí sin cambiar su expresión hasta llegar a su departamento.
-No puedo creerlo, se suponía que tendríamos al bebe hoy.- Dijo Natasha saliendo de la consternación.
-No siempre es exactamente como uno lo quiere, además… me pasas la miel- La pelirroja saco de la alacena un frasco de miel y una cuchara y se los paso a Pepper.- Gracias, además no podemos forzar al bebe para que salga.
-Forzar al bebe.- Hablaba Tasha en voz baja.- Forzar al bebe… para que salga… forzar… para que salga.- Se decía una y otra vez para sí misma.- ¡Pepper! ¡Qué gran idea!
-¿Idea? ¿Qué idea, que dije?- Miro extrañada a su pareja con la cuchara en la boca.
-¡Podemos forzar al bebe para que salga!- Exclamo entusiasmada.
-Wow, espera, espera, yo dije, que “no” podemos forzar al bebe.
-¿Quién lo dice?
-Yo Natasha, yo lo digo, no podemos.
-Claro que sí, mira.- Natasha se acercó a donde Pepper estaba sentada y se agacho a la altura de su vientre.- Bebe, debes salir de ahí ahora, con tu mami Pepper queremos verte y tenerte ya.- Decía con voz autoritaria al vientre.
-Natasha…
-Sshh Pepper, los bebes reconocen las voces de sus padres, me hará caso.- Pero nada.
-Nat, no siento nada, no lo siento salir. Pero me pateo.
-Diablos, no resulto.- Se rindió cayendo sentada al piso.
-No pero lograste que me pateara, aunque creo que iba para ti.- Dijo divertida sacando más miel.
-Osh.- Se quejó la ojiverde desplomándose por completo en el suelo.
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-Muy bien, empecemos con esto.- Dijo el alterado ojeando la lista fuera de la Torre, estando bajo la nieve.
-1- Quiero estar en mejor forma. Eso no te sirve, yo te veo y que bien que estas.- Comento de manera suelta y sin pudor alguno.
2-Visitar las 8 maravillas del mundo. Okey, no creo que eso se pueda hacer en una tarde.
3- Superar mi peor miedo. No sé cuál es, debes decirme para poder hacerlo.
4-Salvar una vida y protegerla para siempre. Oye eso lo haces siempre con los Vengadores…
-Bien, bien, deja de quejarte, dame eso.- Extendió su mano para tomar el cuaderno, pero no pudo hacerlo pues el otro se corrió rápidamente y se puso a sus espaldas.
-Tranquilo, solo estoy viendo cual es mejor hacer primero y asi, te ayudare no te amargues. Siguiente…
5-Visitar los 5 distritos de New York. Esa es fácil, tengo contactos.- Elevo sus cejas en 1313.
6-Salir en una película. Wow no quieres nada.
7-Hacer algo bueno por alguien todos los días. Eso se consigue con fuerza de voluntad.
8-Ir al espacio. Hermano, te juro, hare todo lo que pueda pero no te puedo llevar al espacio.
9-Tener un hijo. ¿De verdad crees que vas a tener un hijo a estas alturas?
-Déjame, no digo que tenga que ser hoy la última, pero me gustaría que pasara en un futuro cercano.
-Muy bien, la más fácil. ¿Cuál es tu miedo?
-¿Qué? ¿Empezaremos con esa? Y si…
-No, no, tú pediste mi ayuda asi que lo hacemos como yo diga.
-Yo no…
-¿A que le temes?
-Pues…
Ya luego de la respuesta, ambos se dirigieron a un insectario, había todo tipo de insectos, mariposas, arañas, mariquitas, lombrices y… ciempiés. Los temibles y mortíferos ciempiés.
-Oye, ¿sabes algo? No importa, puedo dejarlo para el otro año, no son apresurados.- Se dio media vuelta para irse pero fue detenido por el menor.
-Nop, lo haremos ahora, mientras antes lo hagas, mejor.
-Okey, okey, si lo hare, después de esto no tendré que acercarme a otro de nuevo.
Se acercaron al mostrador donde se hallaba el encargado, le preguntaron si podría mostrarles un ciempiés y este accedió, se dirigió a una caja y se las paso.
-Muy bien Sam- Dijo Pietro sacando el insecto de la caja.- Ten, haz lo tuyo.
-Muy bien, muy bien, si puedo, si puedo.- Decía con los nervios a flor de piel, tenía un miedo más que notorio.
Extendió la mano cerrando fuertemente los ojos mientras Pietro le ponía el bicho en la mano, sentía en su palma sus patas moviéndose y lentamente empezó a acostumbrarse al cosquilleo.
-No es tan malo.- Dijo, pero luego el ciempiés comenzó a caminar por su brazo.- Oye ya, Pietro quítamelo, se está moviendo.- Luego de lo dicho el insecto comenzó a levantarse.- ¿Qué hace? ¿Por qué hace eso?- Preguntaba con miedo ante lo que hacía el bicho, hasta que este cayo.
-¡Dios mío se cayó!- Grito con miedo saliendo corriendo del insectario.
-Gracias.- Dijo sonriendo el menor al encargado saliendo a buscar a Sam.
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-Mira Pepper querida, traje algo para comer.- Decía emocionada Natasha sin parar de sonreír.
-Uy, qué bien ¿Y qué trajiste?- Llego Pepper a su lado muy feliz.
-Anchoas.- Dijo de lo más normal sin sacar su sonrisa de los labios.
-Ugh, que asco, no comeré eso.
-Pepper, oí que inducen el parto, no es excelente y justo hoy tenía ganas de comerlas.- Dijo fingiendo total sorpresa y poniendo un puño en su cadera.
-Natasha, que asco, no.-Pepper frunció el ceño.- Hasta el olor me produce nauseas.
-Pero Pepper, si están deliciosas. Ten come.- Sonrió Natasha extendiéndole la lata.
-¿A si? Pues come una.- Desafío la rubia cruzándose de brazos.
La cara que puso Natasha valía un millón, jamás volvería a verla asi y eso le causo gracia pero la pelirroja no conocía la palabra perder, asi que respirando profundo saco una de la lata y la metió en su boca.
-Ves, no es tan malo.- Decía tratando de no saborear la anchoa, le daban pequeños espasmos por lo asqueroso del sabor provocando que se doblara un poco pero no la escupía, de tanto tiempo tenerla en la boca comenzó a lagrimear.
-Uy sí, me doy cuenta que esta deliciosa.- Sonrió con satisfacción la rubia.
-Puag.- Escupió Natasha el pez a la alfombra.- Esta asquerosa, no lo soporte. Ugh que asco.
-Y querías que yo lo comiera.
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-Okey, superar tu peor miedo, listo. ¿Qué sigue?- Se dispuso a leer la lista buscando cual sería lo siguiente más fácil.- Esta, aquí vamos, sígueme.
Después de un rato de caminata llegaron a donde Pietro quería, entraron y hablaron con la persona a cargo y más tarde Sam salió con un cachorrito que habían rescatado de la calle y llevado a ese alberge.
-Ya tiene sus vacunas puestas y está limpio, llene estos papeles y podrá llevárselo ahora mismo.- Dijo la chica entregándole los papeles.
-¿Seguro que quieres hacer esto?
-Sí, estoy listo, podre con ello.- Respondió Sam firmando el papel con el cachorrito en brazos.
-Salvar una vida y protegerla para siempre, listo. Ahora… ya se, espera.
Se alejó un poco para hacer una llamada.
-¿Diga?
-Clint, hola, oye necesito una ayudita.
-¿Si? ¿Con que?
-¿Podrías conseguirme unos pases para el museo?
-Pietro, a esta hora ya nadie está trabajando.
-Si, por eso te lo pido. Por favorrrrrr.- Rogo.
-Ya bueno, espera un poco yo te aviso.
-Muy bien, adiós. Listo sigamos.
-¿Qué hiciste?
-Mis contactos.- Sonrió orgulloso.- Mientras esperamos hagamos otra cosa, saldrás en una película.
Mientras Pietro y Sam esperaban la llamada del contacto fueron a un estudio local en donde estaban haciendo la primera escena para una película de crimen en donde Sam seria el testigo del homicidio, salió en pantalla solo 8 minutos, pero salió.
Mientras hacia sus escenas Pietro recibió la llamada.
-¿Y bien?
-Ya está listo, estas en una lista especial, debes decir tu nombre y que vas de parte de Nick Fury.
-Wow, te lo agradezco.
-No hay porque.
Al colgar noto como Sam se acercaba a él.
-¿Cómo salió?
-Perfecto. Salir en una película, listo. Ahora ven…
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-Muy bien Pepper, si queremos que ese bebe nazca hoy, debes llorar.- Sentencio Natasha.
-¿Perdón? ¿De qué hablas?
-Leí en internet que llorar puede liberar la tensión en tu cuerpo, ayudándolo a relajarse lo suficiente como para inducir el parto. Esta etapa del embarazo puede ser muy estresante, así que bríndate la oportunidad de llorar.
-Wow, sí que eres…
-Lo sé, lo sé. Stark no es el único genio.
-Claro, también esta Banner.- Natasha solo pudo poner su mejor Poker Face.
-Gracias Pepper, también te amo.- La ojiazul solo le lanzo un beso como “perdón, te amo”.- Pero bueno, hagámoste llorar, esta película es bastante triste, ten.
-¿No se aceptan devoluciones? No la conozco.
-Es mexicana y me dijeron que es de comedia pero que tiene un final que haría llorar a cualquiera.
-¿Llorar llorar o llorar de risa?
-No sé, pero nada perdemos con intentar.
115 minutos después…
-Natasha *snif* ¿Por qué me haces ver estas cosas?- Lloraba Pepper por el final de la película.
-Te prometo *snif* que no lo vuelvo a hacer.- Lloraba también la Viuda Negra. ¿Y si damos un paseo?
-Está bien. Accedió Pepper.
Más tarde…
-Qqquuueee bbuuueennn pppaaassseeeoo, ¿Nnnnoooo ccccrrreeeeessss?- Pregunto con voz temblorosa la pelirroja al pasar en auto por un camino de piedras.- Lllleeeiiii qqquuuueee eeesssstttoooo ppppuuuueedddeee sssaaaaccccuuudddiiiirrr aaaallll bbbeeeebbbbeee ppppprrrrooovvvooocccaaaaannndddooo qqquuuueeee dddeeesssscccciiiieeennndddaaa ppppooorrrr ttttuuuu ccccuuuueeeerrrrppppoooo.
-Nnnnnnaaaaatttttaaassshhhaaa, mmmmmeee eeessstttooooyyy mmmaaarrreeeaaaannndddooo.
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-¡Los 5 distritos de New York, es trampa pero los estas visitando!- Grito Pietro desde arriba mientras Sam observaba el modelo a escala de la ciudad de New York y sus distritos.- ¡Listo! Vamos entonces a las 8 maravillas del mundo.- Dijo lo último para sí mismo mandándole un mensaje a Clint.
-“¿Me haces otro favorcito? Tiene que ver con las 8 maravillas del mundo”
-“¿Pero qué haces? Que cosas me estas pidiendo, recuerda que debes estar en Time Square para antes de medianoche”
-“Si, si ya se, solo ayúdame con esto, porfaaaaa.”
-“Bien, bien, yo te aviso, esto es difícilL”
-“Gracias ^o^. Bueno esto es…”
Más tarde…
Sam y Pietro se encontraban en una sala obscura, que de momento a otro se ilumino por completo primero con Chichen Itza en México, luego el Coliseo Romano en Italia, La Estatua Del Cristo Redentor en Brasil, La Gran Muralla China en China, Machu Picchu en Perú, la Ciudad de Petra en Jordania, Taj Mahal en India y por ultimo La Gran Pirámide De Giza en Egipto. Ambos estaban más que maravillados, miraban todo su alrededor y parecía que si estaban allí, sus manos se rozaron y se separaron rápidamente al sentir el tacto.
-Ajmmm, ¿Qué sigue?- Pregunto un poco nervioso el mayor.
-B-bueno este… Las 8 Maravillas del mundo, listo. Ahora iremos al espacio…
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-¡Pepper! ¡Volví!- Grito Natasha con más bolsas de víveres, se extrañó de no recibir respuesta asi que dejo las bolsas en la mesa y fue al living.- Pepp…
-Hola.
-Pepper ¿Qué haces?
-Leí que el yoga ayuda a la inducción del parto.- Dijo de cabeza contra la pared haciendo la postura Sirshasana con las piernas contraídas.
-Si ya lo creo, pero estas mandando al bebe en la dirección contraria.
Después de eso Pepper se bajó lentamente de su posición y fue a sentarse al sillón tomando de un vaso con agua.
-¿Algo nuevo?- Pregunto.
-El aceite de castor, eso creo que ayuda, toma un poco.
-¿Por qué me traes cosas asquerosas? Sabes bien que no probare nada si tú no lo haces primero.
-Ya, entonces me rindo, no podemos forzar al bebe, creo que habrá que esperar.
-Diablos, creo que mi vaso tiene una fuga.
-¿Si?
- Si, me estoy mojando… Oohh, claro.
-¿Qué?
-Natasha… rompí fuente, va a nacer.
-No es verdad, no juegues conmigo Potts.
-No es juego, va a nacer.- Decía Pepper secándose la ropa con unos pañuelos que tenía al alcance.
-Oh Dios Pepper, no te alteres, estarás bien solo hay que ir al hospital y tendrás al bebe, todo tranquilo no hay que entrar en pánico.- Decía Natasha caminando de un lado a otro recogiendo el bolso o ropa.
-¿Quién? ¿Tú o yo?
-Pues tú, daa.
-Dame el buzo.- Pidió Pepper.
-Ten. – Se lo lanzo Natasha.
-No me lo tires.
-¡Vamos Pepper corre!- Grito Natasha desde afuera del departamento.
-Si claro iré corriendo, ¡No se te olvida algo!
-Cierto, ven cariño.- La pelirroja se devolvió para ayudar a su novia a levantarse y caminar hasta la salida.- Apresúrate.
-Voy tan rápido como puedo.
A en el estacionamiento ambas subieron a su auto y Natasha partió tan rápido casi alcanzando la velocidad de Pietro cuando corría, y asi de rápido llegaron al hospital haciendo el mismo procedimiento que la vez anterior solo que ahora si la internaron apenas llegaron y la trasladaron rápidamente al quirófano.
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-Wow, ese simulador de anti-gravedad fue muy divertido.
-Ir al espacio, listo. Bueno no fue el espacio pero fue algo parecido.
-Asi fue.
-Bien, tu primer propósito de estar en mejor forma no resultara, ya estás bien y mejor quédate asi.- Eso provoco que el moreno se sonrojara un poco.- Ahora…
-No podremos terminar.- Dijo observando su reloj.- Ya falta poco para la medianoche, debemos ir a Time Square.
-No hay problema, estaremos ahí en muy poco tiempo. Agárrate.
-¡¿Queeeeeeeeeee?!- Se alargó su grito ya que Pietro lo subió a su espalda y se puso a correr, dentro de poco ya estaban en Time Square.
-Llegamos.
-Wow, eso fue… Dios, nunca más hagas eso.
-Lo siento, y también perdón por no poder cumplir todos tus propósitos.
-Tranquilo, ya podré hacerlos después, gracias por ayudarme con los otros. Iré a buscar a los otros.
-Bien, yo buscare a mi hermana.- Y asi ambos se fueron por caminos distintos. Pronto Sam encontró a Steve, Tony, Clint y Bruce.
-Sam, hasta que apareciste. ¿Dónde andabas?- Pregunto el castaño al recién llegado.
-Estaba haciendo un par de cosas con alguien.- Sonrió al recordar la tarde que había pasado con Pietro, Clint sonrió ante el gesto pues bien sabía lo que había estado haciendo pues su “hijo” se lo había contado al pedirle su ayuda.
Mientras Pietro buscaba a Wanda se puso la mano en los bolsillos de donde saco una bola de papel, era la lista de Sam, se detuvo a leerla y no pudo evitar darse la vuelta para buscarlo, ya quedaban solo 10 segundos para la medianoche y ya todos empezaban con la cuenta regresiva.
10, 9, 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1, 0… ¡FELIZ AÑO NUEVO!
Se escuchó el grito de todos al descender la bola y en otro lugar a la vez se escuchó el llanto de un bebe, el primer bebe del nuevo año.
Todos empezaban ya con el típico beso de año nuevo, a las reporteras, a los guardias que cuidaban las cercas para que la gente no se pasara, al cantante que en ese momento daba el espectáculo para la gente y demás. Obviamente Bruce y Clint se besaron y Steve tomo de la cadera a Tony atrayéndolo en un beso que el castaño correspondió, jamás se imaginó eso pero paso.
Mientras todos se besaban Sam miraba la escena hasta que sintió un apretón en su mano que lo hizo voltear para recibir un beso de año nuevo por parte del platinado.
-¡Beso de año nuevo, listo!
-Pero no escribí eso en la lista.
-¿Quién dice que es tuyo?- Sonrió Pietro contagiándole esa felicidad al moreno, “asi que por eso era” pensó antes de tomar al menor por la nuca y besarlo nuevamente.
Pronto el cielo se ilumino bajo los insistentes truenos nocturnos, todos los Vengadores sabían de quien venían y desde lo alto, en Asgard veían la celebración Midgariana la familia real, Odín, Frigga, Thor, Loki, Heimdall y la pequeña hija de los dioses, Hell. Thor lanzaba los truenos con su martillo por lo feliz que se veían todos en la Tierra.
Después de un rato Clint recibió una llamada de Natasha avisándole que su bebe ya había nacido, esto solo pudo poner más feliz al arquero para luego avisarles a todos.
-¡Hey chicos! ¡Él bebe de Nat y Pepper ya nació!
-¿Y qué estamos esperando? Vamos a verlas.- Sonrió Bruce ante la noticia. Subieron a los autos y rápidamente todos llegaron, incluidos Wanda y Vision, al hospital, preguntaron por la señorita Virginia Potts y la recepcionista informo su número de sala, se dirigieron allí y en brazos de Pepper vieron un bultito pequeño en una manta color rojo.
-Saluden a León Romanoff Potts, el primer bebe del nuevo año.- Sonrió Natasha haciendo una seña para que se acercaran a ver al nuevo bebe.
-Mira Sam, hay tienes a tu hijo.
-¿Qué?-Pregunto Pepper con una ceja alzada.
-Nada, esta bromeando.- Contesto el moreno.
-Buen sí, pero si hiciste algo bueno por alguien, y de seguro lo harás todos los días.- Le dijo solo a Sam, sonriéndole de manera cálida, obviamente el otro entendió a que se refería.
Al cabo de unos minutos llego una enfermera para chequear como estaban Pepper y él bebe.
-Ambos están muy bien. ¿Todos son familiares?- Todos asintieron.- Que gran familia. ¿Les parece bien si les tomo una foto?
-Adelante.- Respondió la rubia. –Seria lindo.
-Muy bien, todos acérquense.- Dijo la enfermera recibiendo el celular de la pelirroja.- Digan “Feliz año nuevo”
-¡Feliz año nuevo!- Sonrieron. Ahora esa maravillosa foto, recuerdo de esa maravillosa noche, comienzo de ese maravilloso año se encontraba colgada en un gran marco en medio de la gran pared.