Mi cuerpo tiembla después del orgasmo que me acabo de dar. Me siento como un pervertido. Me atreví a fantasear con mi jefe y sé que eso está totalmente mal. Sé que muchos fantasean con él, pero yo me maldigo por hacerlo. Estoy dejando que su hermosa figura y su ego me seduzcan.
Trato de quitarme la culpa justificando su belleza, Bruce es un hombre realmente atractivo, aunque dije lo contrario en la entrevista. Y sé que no debió pasar eso en la entrevista, no debió besarme y no debí tocarme pensando en él. Me siento como un adolescente. No sé lo que es, pero pensar en Bruce Wayne me hace sentir demasiadas cosas. Muchas más cosas de las que sentí alguna vez por mi amiga Lois Lane.
Me cuesta recomponer mi cuerpo. Fue un orgasmo increíble. Intento relajarme y dejar de cuestionarme. No quiero malograr el momento. Nunca pensé que usar mi imaginación sería tan satisfactoria. Más tranquilo me apuro en terminar de ducharme. Lo hago rápidamente tratando no volver a pensar en Bruce Wayne.
Salgo de la ducha y enrollo en mi cintura una toalla. Me miro en el espejo de mi lavabo y me doy cuenta que aún hay preocupación en mi semblante. Creo que tengo un rostro muy expresivo. No como el de Bruce, tiene una linda sonrisa y bellos ojos, pero un rostro casi inexpresivo, muy serio. Me pregunto porque ese hombre será así. Sé que perdió a sus padres, pero tiene todo lo que quiere, mucho dinero y mujeres y… ¿a mí? ¡¿Qué estoy pensando?! Trato de reprimir mis pensamientos. Un beso no puede significar algo para él. Siempre se besa con mujerzuelas que lo acompañan a sus lujosas fiestas de caridad. Además, ¿en serio le interesaría un simple reportero?
Mi vista sigue fija en el espejo. Me veo frustrado, triste. No debería estar pensando así en él. Él y yo no pudiéramos tener algo. Estar en una relación con otro hombre destruiría su reputación. Y, estoy seguro que Bruce no se fijaría en alguien como yo, un simple reportero con bajo salario que no le podría dar lujos, no se fijaría en alguien de Villa Chica, no se fijaría en alguien como yo.
La ira me invade. Estaba a punto de destruir de un solo golpe y espejo, pero me detuve. Esta situación no debe salirse de control. Aun así, es cierto que nadie se fijaría en mí, nadie se fijaría en Clark Kent… pero, ¿acaso en Superman sí?
Me dirijo rápidamente a vestirme. Recordé que Bruce Wayne sabe que soy Superman. Debo averiguar cómo lo sabe. Debo ponerme mi traje, esta es una misión más.
Primero debo localizarlo. Es obvio que debe estar hospedado en el hotel más caro y lujoso de Metrópolis y obviamente debe estar acomodado en la suite más costosa. Abro una de las ventanas de mi departamento y salgo volando. Me apresuro por llegar al hotel. Tengo que averiguar todo lo que puedo sobre Bruce Wayne. La suite más grande está en el último piso. Supongo que Bruce debe estar ahí. Hay una ventana abierta y es por donde ingreso sin problema.
¡Es enorme! Esta suite es totalmente grande y hasta creo que es el lugar más lujoso en el que he estado. Doy un vistazo rápido al lugar con mi visión de rayos X. Nadie, nadie está en el lugar. Aun así debo confirmar si en esta suite se queda Bruce. Me dirijo al dormitorio, creo que puedo encontrar algo por ahí. Veo unas maletas en un costado de la habitación y varios archivos en la cómoda. Esos archivos me pueden dar una pista. Decido acércame a leerlos hasta que escucho unos pasos en la suite, lo que me frena mi camino hacia los archivos y me escondo dentro del closet de la habitación. ¡¿En serio?! Me maldigo, ¡soy un completo torpe! Es otra de mis peores ideas, pude haber salido volando por la ventana de frente, aun así me metí al closet. Me doy cuenta de que el closet está vacío. Eso claramente indica que el hospedado no deshizo sus maletas y no buscará nada aquí. Me siento a salvo.
Los pasos se escuchan más cerca y a través de pequeños espacios puedo ver claramente de quién se trata ¡Es Bruce Wayne! Sabía que lo encontraría aquí. Aún lleva el traje de la tarde y se ve alterado y cansado ¿Qué pudo haber pasado en LexCorp? Se sienta en la cama y veo como suspira quitándose el saco y lo deja a un lado. Su rostro vuelve a la normalidad, su semblante serio ha vuelto mi mira directamente hacia el closet ¡Creo que me ha pillado! No puede ser, me siento nervioso y más aún cuando se levanta de la cama. ¡Estoy perdido! Me vuelvo a sentir a salvo cuando veo que solo se dirige al ventanal de la habitación. Es realmente hermoso, desde ahí se puede ver toda Metrópolis.
Nuevamente se acerca a la cama y esta vez viene quitándose la corbata. Se ve totalmente sexy haciendo eso y más aún cuando se quita la camisa. No puedo evitar sentirme nervioso viendo eso. Tiene un torso bien trabajado, al parecer a Bruce le gusta hacer ejercicios. Pero también tiene muchas cicatrices y marcas ¿Qué le pudo provocar eso? Algunas parecen recientas, otros de hace bastante tiempo ya. Aun así eso no le quita que se le vea realmente sexy.
Mi preocupación empieza cuando veo que comienza a desabrocharse los pantalones no sin antes quitarse los zapatos y el cinturón. Me siento muy acalorado, este closet es muy reducido y no hay ventilación. Se ha quitado el pantalón y se queda solo en bóxer. Tiene gruesas piernas y un hermoso trasero. El calor es abrumador aquí. Me siento deseoso, quiero que se baje la ropa interior, quiero verlo desnudo y así lo hace. Me sonrojo al ver sus partes nobles ¡Sí, realmente soy un pervertido! Dejo de echarle la culpa al tamaño del closet por el calor que siento, sé que soy yo. Mi traje comienza a incomodar y se siente muy apretado en la entrepierna. De pronto el espectáculo se acaba, Bruce coge una toalla y se mete a la ducha.
Doy gracias que se haya ido a duchar. Un momento más creo que no sé qué es lo que habría hecho. Aprovecho el memento para escapar. No me iré sin antes haber encontrado algo de información. Me acerco a leer los archivos. Son de LexCorp. Sí, sabía que Wayne y Luthor planean algo. Veo algo que me inquieta. Son los planos de una armadura.
-Sabía que te escondías en el closet.
He sido descubierto. Maldigo mi torpeza. Volteo y veo a Bruce Wayne empapado y con una toalla puesta. Acababa de salir de la ducha. No sé qué decir solo lo observo con el ceño fruncido.
-¿Qué haces aquí, Clark? ¿No pudiste esperar a vernos nuevamente en la sala de entrevistas? – dice Wayne, parece estar jugando.
-¿Cómo sabes quién soy? – pregunto furioso. Proteger mi identidad era una de mis prioridades.
-… – sonríe de una manera maliciosa – sabes que no debes cuestionar a tu jefe, ¿verdad, Clark?
-¿Deberíamos esperar hasta la siguiente entrevista? – pregunto con sarcasmo.
-No – dice a secas – creo que viniste en buen momento – ahora lo dice con tono seductor y se acerca lentamente a mí.
Se detiene muy cerca de mí. Aún su cuerpo está húmedo después de ducharse. Me mira fijamente y de pronto sus labios están sobre los míos. Respondo el beso con efusividad y permito que su lengua interactúe con la mía. Separamos nuestras bocas para poder respirar. Nos miramos a los ojos mientras yo me deshago de su toalla y el de mi capa y me arroja a la cama. Se sienta sobre mi abdomen y comienza besarme con fuerza. Trato de seguir el ritmo de sus besos.
Abandona mi boca para comenzar a repartir besos por mi cuello. Comienzo a jadear, hace que mi cuerpo vibre. Lentamente va bajándome el traje dejando en ropa interior. Sé que mi figura le impresiona y no pierde tiempo en besar mis pectorales y morder mis pezones. Sigo jadeando, lo que hace es totalmente exquisito y va bajando con besos sobre mi abdomen hasta llegar al borde de mis boxers. Mi miembro excitado sigue atrapado debajo de mi ropa interior y él me ayuda a quitarme la presión.
Veo a mi jefe tomar la base de mi pene con su mano y comienza a moverlo de arriba hacia debajo de forma exquisita mientras da lamidas a mi glande. Luego retira su mano para dar suaves besos a lo largo de todo mi miembro. Hace que mi cuerpo tiemble y lo único que hago es ahogar mis gemidos. Al llegar a la punta de mi miembro engulle toda mi hombría.
-¡Ah!...Bruce… – hace que de un fuerte gemido.
Bruce solo sonríe todavía con mi falo en su boca y comienza moverse chupando, succionando, dando leves mordiscos. Siento que es el paraíso. Me hace temblar de placer, de gozo. Sé que no podré aguantar más así que lo aparto y lo jalo hacia mí, hacia mi boca para poder besarlo. Es muy bueno besando. Le doy la vuelta en la cama quedando yo sobre él.
-¿Quieres sentirme Bruce? – pregunto totalmente excitado.
-Sí… ¡ah! – me responde mientras beso su cuello. Quiero escucharlo gemir.
Acerco mis dedos a su entrada. Tengo que prepararlo antes. Comienzo a introduciendo un dedo. Juego con su ano mientras se iba estimulando y me deja ingresar un dedo más y Bruce jadea fuerte. Muevo mis dedos que están en su interior con más fuerza y rapidez.
-¿Te gusta? ¿Te gusta, Bruce?
-¡Ah! … ¡Sí! … yo – me responde con mucha excitación – ¡demonios Kent, te quiero adentro!
-Como quieras jefe – ronroneo sobre el pecho de Wayne.
Quito mis dedos de su entrada. Alzo sus piernas para tener mejor acceso y lo penetro sin aviso lo que le saca un gemido fuerte. Su expresión parece una mezcla de dolor y satisfacción. Espero un momento a que se acostumbre a la intromisión.
-¡Eres un mal empleado, Clark! – me dice con fuerza.
-Eres un mal jefe – le susurro en el oído.
-¡Muévete ya Clark! – dice Bruce totalmente entregado.
Obedezco rápidamente a mi jefe. Me muevo rápido. Sus gemidos me vuelven loco. Su interior es cálido y sumamente apretado, eso me vuelve mucho más loco. Veo como el cuerpo de mi jefe tiembla y que también necesita atención. Tomo su miembro y comienzo a masturbarlo. Me encanta verlo tiritar debajo de mí. Seguía invadiendo su entrada con fuertes estocadas y no dejaba de estimular su pene. Sus gemidos son fuertes y altos. Sé que el clímax está por llegar. Y terminado entre jadeos, él termina sobre mi mano manchando nuestros abdómenes y yo dentro de él.
-Realmente eres el hombre de acero – dice Wayne tratando de calmar su respiración.
-¿Aún no me dirás cómo sabes mi identidad? – eso me recordó a lo que vine.
-No malogres el momento, Kent.