Harry recibió una nota de la profesora Aprilynne por medio de una lechuza, les pedía reunirse ya en la sala de los menesteres. El moreno tomo su capa no muy convencido era hora de su humillación. Al salir se encontró con Draco esperándole detrás de una armadura, le cubrió con la capa y fueron al lugar de encuentro trataron de ser precavidos para que nadie los viera, en varias ocasiones se encontraron con la señora Norris y el conserje.
Sintieron como el aire dejaba de ser pesado cuando llegaron por fin a su destino, la puerta se abrió por si sola y un par de manos los metieron en la habitación. Harry se quitó la capa de encima y miro a su profesora para después observar el cuarto, estaban en una especie de sala de confección lleno de telas y maniquíes, espejos y quien sabe que más.
-¿Listos?- pregunto ella.
Ambos chicos asintieron nerviosos.
-Bien, empecemos- dijo Nikoláyevna- pónganse esto y cuando terminen arreglaremos los detalles.
Sin más empujo a los dos al otro lado de un pequeño vestidor, aunque en realidad era una simple cortina la que hacía de puerta, ambos chicos pensaron en desnudarse, cuando se dieron cuenta de algo.
-¡No voy a vestirme frente a él!- dijeron ambos al mismo tiempo al verse dentro del mismo vestidor.
-No sean nenas y vístanse- dijo Nikoláyevna- ambos son hombres, no tienen nada diferente de lo usual, ambos tienen un pe…
-¡Ya lo sabemos!-exclamo Draco avergonzado- ¡Aun así no pienso cambiarme frente a él!
-¡Yo tampoco!
April suspiro, pero esto estaba siendo muy divertido.
-Solo cámbiense, si quieren pónganse de espaldas- menciono- pero no tenemos tiempo.
-Pero…
-¡Si no se visten les cumplo lo de vestirlos con vestido y estar con él por toda una semana!- exclamo Aprilynne algo molesta.
-No importa- menciono Harry- pero no pienso vestirme estando con él.
-¡Por amor a Merlín! ¡¿O se visten o los visto yo?!
¿Qué había dicho?
¿Vestirlos ella?
Ella era una mujer no se atrevería a hacerlo o eso pensaron, pues April entro al simulado vestidor y se abalanzó sobre los menores, con una mano desabotonaba la camisa de Harry y con la otra la de Draco, casi parecía que les arrancaba los botones para desnudarlos.
-¡No haga eso!-grito Harry.
-¡Vale, Vale ya nos vestimos!- exclamo el rubio rendido.
La mujer sonrió victoriosa, y se levantó, ya les había ayudado un poquito al quitarles la camisa y desabrocharles los pantalones.
-Recuerden esto, cuando digo algo lo cumplo, ahora cámbiense.
Potter y Malfoy asintieron rápidamente, la profesora salió del lugar y espero a que terminaran de cambiarse, había sido divertido verlos asustados mientras los desnudaba, tenía que hacerlo nuevamente, pero eso ya sería en el futuro.
-¿Pasa algo Harry?- escucho que decía Draco por el otro lado de la cortina.
-No es nada- dijo el moreno algo dudoso.
-Te ayudare.
-No es necesario.
-Pero parece que tienes problemas, tratare de que sea rápido ¿Listo?, voy a empezar.
-¡Auch!, eso duele- dijo Harry.
-Lo siento, pero no entra esta estrecho.
-No seas tan brusco, duele.
Aprilynne estaba algo consternada por lo que escuchaba.
¿Qué era lo que no entraba?
…
….
¡Por amor a Merlín! ¿Qué estaban haciendo esos dos ahí dentro?
-Vamos a intentarlo una vez más Potter- decía Malfoy- ¿Listo?
-Sí, pero no seas tan brusco, ya no siento esa parte- menciono Harry.
-Fue culpa mía, empuje con mucha fuerza.
Aprilynne estaba algo asustada y decidió entrar, abrió la cortina con fuerza esperando que no fuera lo que había estado pensando.
-¿Qué están haciendo?- pregunto sonrojada.
Harry y Draco la miraron desde donde estaban, el primero sentado en el suelo y el otro de rodillas con una bota en las manos.
-Creo que el calzado es algo chico- dijo Malfoy- o Potter tiene el pie muy ancho, la bota no queda, lo lastima.
-Debieron decirme- dijo la profesora algo más aliviada, ella chasqueo los dedos e hizo que las botas de Harry fueran del número correcto.
-Profesora, esta roja ¿no tiene fiebre?- pregunto Harry terminando de ponerse el calzado.
-No es nada, estoy bien- dijo algo nerviosa- bueno ahora, salgan no hemos terminado.
Los chicos obedecieron encontrándose con un enorme espejo en la pared, ambos quedaron impresionados.
Sus trajes eran algo complicados, con hilera de botones en la espalda, esta parecía ser una parecía ser una túnica de gala la de Harry era color verde esmeralda adornado con pequeñas perlillas que lo hacían brillar mientras que la de Draco era plateada, sin mangas y cuello similar a los kimonos usados en la antigua china, ajustada apegándose a sus cuerpos que les llegaba a la altura de los muslos, que hacían juego con un pantalón color negro ajustado, botas del mismo color que terminaron por arriba de la prenda, un cinturón negro termino en su cintura. Aprilynne ajusto la ropa además les hizo crecer un poco el cabello hasta la cintura con un hechizo y se los peino en una coleta alta dejando dos mechones sueltos a un lado de su rostro, a Harry le quito los anteojos y le puso lentes de contacto que había logrado conseguir, después a ambos les puso una especie de coronilla, la cual tenía un hermoso cristal dolor esmeralda en el caso de Harry y plateada en el caso de Draco.
-Se ven increíbles- dijo Aprilynne feliz con su trabajo.
-¿Qué somos?- pregunto Draco curioso.
-Bueno, como tu nombre significa “Dragon” y a Harry le fascinan los semidragones, tuve la idea de disfrazarlos como príncipes de esa especie.
-¿Príncipes Semidragones?- cuestiono Potter asombrado.
-Si, estas galas son usadas principalmente en fiestas, tienen un diseño similar a los ropajes que usan los elfos nobles- explico ella trazando con su varita una serie de símbolos que quedaron impresos en la piel de los chicos- solo que tienen algunas diferencias, las túnicas de los elfos no son tan brillantes y sus colores suelen camuflarse con los del bosque.
-¿Hay príncipes Semidragones?- pregunto Malfoy.
-Claro que los hay, cien años en el último del año, los semidragones escogen a dos príncipes, uno que los guíe de manera diplomática y otro que haga frente en el campo de batalla.
Draco miro a la profesora, sabía demasiado de semidragones era algo que le tenía inquieto, pero a pesar de eso era de confianza, sus azules ojos resplandecían de honestidad y sinceridad.
-Listo- menciono- lo que dibuje en sus brazos son runas, ya deben conocerlas.
Sobre el vendaje del brazo de Harry había una tela que la cubría, color esmeralda, era como si tuviese algún protector en vez de una venda.
-Muchas gracias- dijo Harry.
-No hizo mal trabajo- menciono Draco.
La mujer sonrió, coloco sus manos sobre su vientre e hizo una leve reverencia al inclinar su cuerpo un poco hacía el frente.
-Ha sido un honor para mí, sus altezas- finalizo con una sonrisa- ahora vamos, estamos retrasados.
-Adelántense- dijo Harry.
-Mejor te esperamos afuera- dijo Draco- no te retrases cara rajada.
-.-.-.-.-.-.-.-.
-Profesora, ¿puedo hablar con usted?- pregunto Draco una vez que salieron.
-¿Sucede algo?- pregunto ella algo preocupada.
El rubio suspiro y miro a los lados de que no hubiese nadie que los escuchara.
-Hay algo que me tiene inquieto desde hace tiempo, ¿es usted…una semidragón?- pregunto sin preámbulos.
Aprilynne abrió los ojos por la sorpresa, sinceramente nunca se había esperado esa pregunta y menos por parte de un alumno, ante el silencio establecido, el rubio continuo hablando.
-Usted sabe mucho sobre ellos, algo realmente extraño, para conocer de ello se necesitan años y años, pero usted es muy joven y sabe de ellos mejor que nadie, lo único que se me ocurre es que usted es una de ellos.
-¿Y que si lo soy?- dijo ella con una media sonrisa- ¿Qué harás si lo que dices es cierto?
-Solo una cosa- menciono el chico- tenga cuidado.
-¿Eh?
-¿Sabe porque mis padres me pusieron Draco?- pregunto mirando a la nada- por un semidragón que les salvo la vida, por esa persona me llamaron así, los semidragones son temidos por los magos y por eso son cazados pero mi familia no es así, ella les tiene respeto y admiración por haberlos salvado, por eso le recomiendo que tenga cuidado con lo que hace.
-Draco…- dijo ella quedándose muda por un momento.
-Tengo dos preguntas más.
-Hazlas, responderé.
-¿Por qué vino aquí?- menciono- ¿Sebastian Wolan es uno de los suyos?
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Harry salió de la sala de los menesteres, Draco y Aprilynne lo esperaban. Los tres fueron rumbo al gran comedor iban con retraso. Durante el camino, el moreno sintió el aire algo incómodo y a Malfoy demasiado serio.
¿Qué había ocurrido?
En el Gran Comedor todos disfrutaban, algunos bailaban y otros comían; cuando Aprilynne entro al lugar todo el mundo se quedó callado, por su repentina intromisión.
-Lo siento- dijo antes de correr al comedor de los profesores.
Detrás de ella entraron Draco y Harry; Ginny por poco deja caer la copa que tenía en sus manos, Ron se atraganto con la golosina que tenía en la boca en ese momento y Hermione simplemente se quedó con la boca abierta.
Severus miro a Nikoláyevna con sospecha, ella solo se encogió de hombro, Harry y Draco resaltaban de sobremanera, ambos parecía brillar ante la tenue luz del salón. El moreno se sintió algo cohibido cuando todos le miraron, inclusos bajo la mirada, avanzo lentamente hacía sus amigos arrastrando a Malfoy con él.
La música empezó a escucharse nuevamente y Harry se sintió un poco mejor, miro a sus amigas estaban realmente hermosas. Hermione vestía como un ángel, las alas las había incrustado en su espalda con magia, tenía un vestido blanco que le llegaba a las rodillas y el cabello perfectamente acomodado. Ginny en cambio, parecía estar vestida como princesa de un cuento muggle, el largo vestido color azul y la pequeña tiara en sus rojos cabellos. Ron iba vestido como un jugador de Quidditch profesional, mientras que Dean, Seamus y Neville iban como los tres mosqueteros; diviso a Luna un poco más lejos ella tenía un vestido hecho con varios retazos de tela y en su piel estaban cortadas, como si las partes de su cuerpo hubiesen sido unidas con aguja e hilo.
-¿Qué hace el hurón aquí?- pregunto su mejor amigo.
-Compórtate Ronald- le regaño Hermione, no quería problemas-¿Qué se supone que son?
-Somos semidragones- dijo algo nervioso Harry.
-Príncipes, de hecho- aclaro Draco.
-¿Príncipe semidragón?- pregunto la pelirroja ignorando al rubio.
-Si eres un príncipe, ahí están tus mosqueteros- se burló Ron señalando a Neville, Dean y Seamus.
Vaya mosqueteros le habían tocado.
-Te ves muy guapo Harry- dijo Ginny- el cabello largo te queda.
-Gracias.
Harry sonrió pero noto que su rubio compañero estaba demasiado serio y parecía mirar a la profesora Nikoláyevna con insistencia.
Realmente… ¿qué es lo que había pasado?