Jazmine no se despegó de Harry en ningún momento, desde que habían llegado de Hogsmade, Draco se había marchado a su sala común, con la excusa de que necesitaba estar a solas para comprar el regalo de su “compañero secreto”. La chica de cabellos plateados notaba a Harry muy distraído y algo nervioso.
-¿Pasa algo?- pregunto una vez que ambos estuvieron solos en la sala común.
-No es nada- mintió.
Ella lo miro a los ojos, para tratar de sacarle la verdad, pero el chico miro a otro lado de la habitación, Jazmine mejor no insistió y abrió el libro que Harry le había regalado el día anterior por su cumpleaños.
-Me ire a dormir- dijo Harry- no me siento muy bien hoy.
-Descansa Pott... Harry- dijo la chica.
El ojiesmeralda le sonrio.
-Nos vemos más tarde- menciono antes de subir a los dormitorios.
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-¿Cuánto más vas a esconderte?- pregunto un pelirrojo burlón.
-¿Sabías que te espiaba?- pregunto Sebastián saliendo de su escondite.
-Solo tu mirada me causa escalofríos- dijo el otro tomándolo de la cintura para besarle de manera poco delicada llegando a cortarle el labio inferior al platino.
Sebastián se relamió los labios antes de quitarle la prenda a su querido amante dejándolo expuesto.
-Estamos algo desiguales- dijo el pelirrojo- musito antes de arrancarle la ropa a Wolan.
-Ese conjunto era nuevo- se quejó el otro.
-Ya no es necesario.
-¿Y ya me tienes mi regalo de navidad?- pregunto de manera inocente Sebastián.
-¿En serio tienes que hablar tanto cuando tenemos sexo?- pregunto el pelirrojo.
-Sabes como soy- menciono el otro.
-Si, además se cómo callarte.
-¿Así?, ¿Cómo?
El más alto sonrió de medio lado exitando más al platino quien no dudo en soltar una carcajada, que termino a medias cuando una venda le cubrió los labios y un par de sogas terminaron en sus muñecas.
-Una vez te dije que no te convenía jugar con fuego- dijo el pelirrojo- ahora ya te has quemado, mi pequeño dragon.
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Al día siguiente, Harry cito a Jazmine y a Draco en el baño de niñas del segundo piso, no había podido pegar el ojo anoche y ya no sabía qué hacer.
-¿Para qué nos llamaste, cara rajada?- pregunto Malfoy- más vale que sea importante.
Jazmine se mantuvo callada esperando a que el moreno hablara.
-Sé que esto va contra las reglas, pero ya no sé qué hacer- dijo al borde de una crisis nerviosa- y necesito su ayuda.
-¿Es sobre el regalo?- pregunto.
-Sí- dijo Harry.
-No podemos ayudarte con eso- dijo Jazmine- está prohibido mencionar quien nos tocó.
-Lo sé, pero…pero…
-Ya te dije que no podemos- interrumpió la chica nuevamente.
Draco iba a decir algo pero fue callado por la fría mirada de Vurnil.
-Lo sentimos Harry, en esta ocasión no podemos ayudarte.
Harry suspiro derrotado, sabía que esa había sido una pésima idea.
-Ahora apresurémonos, escuche a la profesora Nikoláyevna que iríamos a Hogsmade después del desayuno, la tormenta se detuvo en la noche y ahora podemos ir- menciono Jazmine.
El de ojos verdes bajo los hombros, ya no sabía que más hacer.
“Vuelve cuando quieras”
Recordó cuando entro en la tienda de antigüedades, posiblemente ahí pudiese encontrar algo. Corrió tras sus compañeros para subir al carruaje, esperaba poder estar solo para poder entrar a ese lugar, estaba seguro de que ni Jazmin ni Draco querrían entrar.
En Hogsmade, Jazmine lo dejo encargado con los profesores, principalmente con Aprilynne, de ese modo la chica podría comprar su regalo. El moreno claramente no se quedó con April, se separó de ella en un momento dado cuando nadie se dio cuenta. Sebastián sonrió satisfecho, esa era su oportunidad, fue tras Harry esperando acorralarlo.
Harry sitió que lo seguían y apuro el paso, encontrado la tienda del día anterior, entro con prisa notando como Wolan pasaba de largo, se le notaba en el rostro que estaba confundido.
-Bienvenido- la voz de una mujer lo hizo saltar de su lugar.
Detrás de una mesa desgastada de madera estaba una mujer joven, de cabello rubio y ondulado, ojos castaños y labios rojos.
-¿Buscas algo en especial?- pregunto.
-Bueno…yo…
-¿Un regalo para una persona difícil?
-¿Eh?
-Acerté, ¿verdad?-sonrió ella.
-¿Cómo lo supo?
-Lo vi… en tu desesperación y ansiedad, se te nota en el rostro- respondió- acércate.
El chico obedeció, las piernas le temblaban como gelatina, pero aun así se acercó.
-Tienes un pasado extraño- dijo ella luego de analizarlo- viviste gran parte de tu vida siendo atormentado por un ser cruel y sanguinario.
-Esos todos lo saben- dijo Harry, después de todo era conocido como el salvador del mundo mágico.
-Muchos piensan que buscas llamar la atención, otros que no eres más que un mentiroso- continuo ella sin inmutarse por la interrupción del chico- sueles meterte en varios problemas, en pocas palabras tu vida siempre esta agitada y no tienes ningún momento de tranquilidad.
Harry trago grueso, esa mujer empezaba a darle miedo, ella le tomo de la muñeca y le miro la palma, luego de un rato se la soltó, esa persona ahora tenía una extraña sonrisa en el rostro, algo que alerto al jovencito.
-Espera aquí- dijo.
Ella desapareció por entre los estantes que estaban detrás de los edificios y regreso con una polvorienta la cual le entrego.
-¿Qué es esto?- pregunto dudoso.
-Lo que viniste a buscar- dijo ella simplemente encogiéndose de hombros.
Harry abrió la caja y obervo el contenido, quedándose sorprendido por lo que había dentro, la mujer sonrio satisfecha al parecer había acertado nuevamente.
-¿Cuánto es?- pregunto el chico.
-El precio que yo pido no es dinero- dijo ella- para poder pagar, debes entregarme algo que tenga el mismo o más valor que lo que te estoy entregando.
-¿Qué?
-Es un intercambio, te doy lo que necesitas pero me das algo a cambio.
Harry se mordió el labio inferior y se miró, no tenía nada de gran valor, fue entonces que recordó algo, de su bolsillo del pantalón saco un viejo reloj, regalo de sus padres, era antiguo y había pertenecido a su bsabuelo.
La mujer lo analizo y lo tomo.
-Puedes llevarte la caja- dijo.
-Gracias.
A Harry le dolió dejar tan preciada reliquia, pero era por una buena causa, suspiro y salió de la tienda encontrándose con Draco y Jazmine.
-¿Dónde estabas?- pregunto la chica con los brazos cruzados.
-En la tienda.
-¿Qué tienda?- pregunto Draco.
-La misma a la que entramos ayer- dijo.
-¿De que hablas?- dijo Jazmine.
El muchacho se quedó extrañado… ¿acaso ellos no recordaban?
-La que entramos ayer, acabo de salir de ella…
Harry se sorprendió, pues al girarse no se encontró con nada más que un enorme hueco donde estaban algunos árboles secos y bañados en nieve, y de la tienda no parecía haber rastro alguno.
-Bueno, parece que encontraste un regalo- menciono Draco mirando la caja que tenía el chico en las manos.
-Ehh si
-Es hora de regresar- dijo Jazmine- vámonos.
El moreno miro una vez más el hueco donde se suponía que debía estar la tienda de antigüedades, encontrándose con la mujer rubia, sonriéndole y despidiéndose de él agitando la mano.
“Vuelve cuando quieras”
Le dijo, Harry cerro los ojos y sacudió la cabeza, miro nuevamente y la mujer no estaba, ahora sabía que esa mujer tenía razón su vida no tenía ningún momento de tranquilidad. Fue tras los chicos que lo esperaban para volver al castillo.
¿Qué había sido todo eso?
Se preguntaba mientras miraba la caja tenía en las manos, por ella sabía que no había sido un sueño el de esa mujer y su tienda de antigüedades.