Es horrible, una catástrofe, el fin del mundo ¿Por qué?. Porque en este día tuvo que pasar esto. Hubiera preferido un gato, una rata, alguna araña, lagartija, un pez dorado si querían pero... ¿PORQUE UN MALDITO PERRO? Aun así, su novio no podía saber que odiaba a los perros, o si no sería su fin. Estaba claro el amor que el peli celeste sentía hacia los perros, y si le llegara a decir que odia a su amada mascota (a todos el realidad) no sabe que es lo que llegaría a pasar. Jamás odio tanto el tener que ir a la casa de su novio, al contrario, amaba ir, pero ahora se lamentaba por haber aceptado la invitación. ¿Cómo se le puedo haber olvidado de aquella mascota?, su mente pervertida solo había pensado en lo que haría una vez que llegara, al no estar sus suegros, se imaginó lo más inimaginable posible para una mente pervertida, ¡AL CARAJO TODO! Gracias al perro, todo se fue a la mierda.
Y ahora, se encontraba sentado en el sofá frente a ese endemoniado ser peludo. Ambos se miraban fijamente, sin apartar la mirada uno del otro, solo hasta que Kuroko regreso de la cocina con dos vasos de limonada.
-Kagami-kun ¿Qué haces?-entregando el vaso
-N-nada, solo veo a tu “lindo” cachorro.. em….
-Nigou…su nombre es Nigou, ya te lo había dicho.
-Lo siento, lo olvide…
-No te preocupes-sentándose a un lado de su novio-y ¿Qué quieres hacer? Ver una película, algún videojuego…
-Tengo una mejor idea…
-¿Así?
Sin esperar más, el beso se hizo presente, comenzando débil, ambas lenguas jugaban entre si, brindándole placer a ambos muchachos. Kagami recostó a Kuroko en el sofá sin dejar de besarle, con sus manos levanto la camisa del más pequeño tocando su piel en el proceso. Llego a sus pezones los cuales comenzó a jalar despacio dando como resultado que su lindo novio dejara salir unos pequeños gemidos de entre sus bocas. El beso fue cortado por falta de aire de parte de ambos chicos. Kagami comenzó a besar y mordisquear la blanquecina piel del cuello de Tetsuya, el cual gemía por el contacto. Siguió bajando dando besos hasta llegar a su ombligo el cual mordió levemente, metiendo su lengua simulando penetraciones. Regreso al rostro de su novio dando besos de mariposa en el camino, volvieron a besarse con pasión sin dejar de tocarse. El pelirrojo bajo su mano hasta la entrepierna de Kuroko y presiono levemente causando un gran gemido en el más bajo, desabotono el pantalón metiendo la mano el en pantalón de Tetsu y tocando el miembro de Tetsuya.
-Ka-kagami….kun
-Shhhh
Puso sus manos en el borde de su pantalón cuando sintió un peso en sus piernas.
-Guau!
Busco de donde provenía el ladrido alertado de donde se encontraba, gran sorpresa fue encontrarlo en sus piernas dando un grito y saltando del sofá.
-¡AHHH!
-Kagami-kun ¿estas bien?
-Este si, solo que me dio un calambre….
-¿Un calambre?
-Si si ¿jamás te han dado?
-Pues si...algunas veces
-Ya vez, no es nada de qué preocuparse…
-Bueno… entonces viendo interrumpido lo que hacíamos, será mejor que valla a traer la comida
-¡Yo te acompaño!
-No es necesario, de hecho, me gustaría que cuidaras a Nigou en lo que vengo
-¿Qué?
-No me gusta dejarle solo, podría pasarle algo, así que por favor te lo encargo, no me tardo nada.
-Pe-pero…Kuroko yo….
Demasiado tarde, Kuroko ya había salido de la casa. No le quedo más que aceptar eso, dándose cuenta de la situación en la cual se encontraba, comenzó a buscar al perro el cual no se veía por ningún lado. Le busco en la cocina, nada, el baño, nada. Subió al segundo piso y entro a la habitación de su novio, sentándose en la cama, resignado a que cuando Kuroko llegara, el perro aparecería. Se recostó en la cama, y cerro lo ojos. Estaba frustrado, a punto, a punto de tener sexo con Kuroko después de no haber tenido nada de intimidad con él desde hace dos semanas –que para él fueron años- y ese perro tuvo que arruinarlo todo.
-Guau!
Abrió los ojos de repente, sobresaltado, se levantó de la cama subiéndose por completo en ella, revisando toda la habitación en busca del causante de ese ladrido nuevamente. Sin mucho éxito, bajo lentamente de ella, yendo hacia la puerta semi abierta el baño que se encontraba en la habitación. Tomo la perilla y lentamente abrió la puerta cuando una sombra negra le salto en cima, tirándolo al suelo.
-¡AHHH! ¡ME VA A COMER! ¡QUITENMELO DE ENCIMA! ¡ME COMERÁ! ¡AHHH!
Cerro fuertemente sus ojos, he intento quitar al pequeño perrito que estaba arriba de él, dándole lamidas en toda su cara- seguía retorciéndose en el suelo, cuando dejo de sentir la pequeña lengua del can. Abrió lentamente sus ojos encontrándose con un par de zafiros viéndole con extrañeza.
-Ku-kuroko….
-Kagami-kun ¿Qué haces en el suelo gritando como loco?
-Yo-yo em… solo jugaba con Nigou…
-Pero…te escuche gritar que te lo quitaran de encima porque te iba a comer…
-¿eh? No solo jugábamos….
-Kagami-kun… tu ¿le temes a los perros?
-¿Qué no yo solo…
-¿Por qué no me lo dijiste?
-Pues porque… no quería que te avergonzarse de mi…..
-¿avergonzarme? ¿Por qué abría de estarlo? Mira Kagami-kun, a mi no me importa si le temes a los perros, gatos, caballos u lo que sea, te amo y eso nada lo cambiara.
-Kuroko….
-Si me lo hubieras dicho antes, no te abría dejado solo con Nigou
-Siento el no haberte dicho la verdad
-Ya no te preocupes, ahora será mejor que vallamos hacer la cena pero…. Kagami-kun
-¿Si?
-Que tal si nuestros hijos quieren tener un perro ¿los dejaras?
-¿Hi-hijos?
-Claro Kagami-kun… quiero 5…
-Pe-pero….. bueno, no les podre negar nada….
-Kagami-kun… Te Amo
-Yo Igual…..
Lo que no saben, es que los hombres no pueden tener hijos, pero con la tecnología de hoy en día, quien sabe, tal vez si se cumpla.
FIN
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