Sentía los labios de Grimmjow atacándome, inclusive casi sofocandome.
Trate de alejarlo de mi pero me era imposible, y como dicen por allí "Si no puedes con él enemigo, unetele".
Y por lo que algunas me entendieron, trate de corresponderle pero se me dificulto mucho ya que no todo los días te besas con alguien de tu mismo sexo ¿cierto?
Haciendo una ligera comparación, sus labios son más gruesos y raposos que los de una mujer, aunque no me resultaba incomodo, si no, mas placentero.
Esperen.
Que se pare él mundo por favor ¿si?, Gracias.
¿Es acaso que estoy diciendo que los labios de un hombre me gustan?
No podría ser que yo sea gay ¿verdad?
—Pero... ¿que?.- escuchó una voz familiar sacarme de mis pensamientos, por supuesto, le agradezco internamente por que la verdad, ya lo que pensaba se volvía realmente confuso a mi lógica.
Al escuchar la voz, los labios del peliazúl se alejaron al igual que mis raros pensamientos, dejandome ver a...
—Shirosaki.- pronunció sorprendido.
¿Que mas puede pasar? ¿que estos dos tipos se den de golpes por mi?
Y como si mis preguntas fueran él futuro (muy ridículo a mi parecer), mi hermano se acerco a nosotros a un paso apresurado mientras que uno de sus brazos se acercaba con rapidez a la quijada de Jaegerjaquez.
Oh, eso debió doler, y mucho.
El golpe hizo que él peliazúl se moviera mínimo cuatro pasos.
—¿Que carajos te pasa?.- exclama con una notable furia.
Pero mi adorable hermano lo ignora olímpicamente y se acerca a mi, y por él acto que acabo de presencias me preparó para mínimo, una cachetada.
Pero a cambio de eso, nada llegó. Mejor dicho, me sugeto fuertemente de la muñeca y me saco de aquel baño pronunciando con enojo un;
—Vamonos.-
Antes de salir de aquel local logro ver a Nelliel entre la multitud, y en su cara de veía una gran preocupación al vernos.
(....)
—Shiro, por favor, me lastimas.- me queje ante su fuerte agarre.
Habíamos llegado a la "pequeña" casa que comparto con mi hermano, él se acerco a la puerta después de bajar del coche y simplemente abrio la puerta de pura suerte (por que sus movimientos no eran muy precisos que digamos).
Y hací llegamos a esta hermosa situación.
Y justamente, antes de abrir la boca antes de reclamar algo respecto a su agarre y su enojo, él se para en seco en en sillón del salón y me aventó en él de un brusco movimiento.
—¡Oye....!- y no me dejo terminar, ya que se acerco cual depredador hacia mi, no sabia con exactitud que quería conseguir con esto.- ¡Shirosaki!.- grite con todo él aire de mis pulmones.
Y parece que con aver gritado su nombre basto para que mantuviera en recto, como una estatua.
Pero lo que realmente me sorprendió, fue que me abrazo.
Y con ganas por que sentía que aquel abrazo costaria él aire de mis pulmones.
—No te le acerques.- ¿le había escuchado bien?.-¡No te le acerques!.- y me volvió a repeter la frase pero con una notable subida de voz.
Pero sin saber a quien se refería, se quedó dormido y encima de mi.
Trate de moverme pero me fue inútil, haci que lo moví a un lado, y fui a mi habitación a pensar en todo lo que ha sucedió, fue un día común y corriente ¿cierto?
(....)
Una semana.
Son 7 días en que paso todo lo anterior.
Y esos son los días donde mi hermano me ha encerrado en sus casa, y yo solo le hago de comer.
En algunas ocasiones trato de convencerle para que salgamos a un restaurante, pero no, se excusa en "que tiene mucho trabajo" pero no soy estúpido. Unas semanas antes de lo sucedido me había comentado que faltaran mínimo un mes para que se pusieran a grabar la canción que escribió.
Pero últimamente esta algo extraño, me evita y me sostiene la mirada por bastante tiempo.
Termino de amarrar me las agujetas de los tenis para finalmente pararme, ¿que estoy haciendo?, dirán.
Finalmente me decidí a salir, quize aprovechar la oportunidad del trabajo que le surgió a mi hermano para escapar de él por unas horas.
Tome todo lo necesario, llaves, dinero, celular, etcétera, etcétera.
Ya afuera, mire todas las casas y los negocios, todo era algo mas diferente de Japón, creo que eso era obvio.
Me encontraba admirando un cartel que era perteneciente de una cafetería, era un pastel de chocolate con fresas, se veía bastante bueno.
Entre y con lo poco que se de inglés se lo pedí al chico que atendía a la caja registradora.
(...)
Fui a bastantes lugares, es un lugar muy lindo.
Veía a los niños jugar con los juegos de los que disponían, me gustaban los niños.
Pienso que seria lindo tener a uno entre brazos, o inclusive en él vientre, reí por mi pensamiento, ¡vamos! Yo, un hombre pensando como seria estar en cinta, ¿común? ¿no?
Me pare de la banca en la que estaba y ya decidido a regresar a casa, se veía como él cielo estaba oscureciendo, si quiero que Shirosaki no noté mi ausencia tenia que llegar rápido.
Camine varias calles creyendo que son por las que había llegado, eso hice.
Camine, camine, moví mis pies hasta encontrar algo por lo que me pudiera ubicar, pero, nada.
Y lo peor de todo es que no tengo dinero como para pagar un taxi, o siquiera me se la dirección de donde vivo.
Por la histeria que estaba sintiendo y los nervios que llenaban mis venas, corrí.
Corrí como pude, como si mi vida dependiera de ello. Algo muy estúpido realmente, pero estoy nervioso, entiendan que ahora mismo mi cerebro no funciona correctamente.
Pero pare, no, me corrijo, me pararon.
Había chocado con algo en mi intento de huida, ¿de que huía? No lo se, quizás de... ¿mi sombra?
Se había oscurecido, y había chocado con un tipo algo alto, era más alto que yo, eso era claro.
Levante la mirada para ver con quien fue la suerte con la que choque y vi a...
¿¡Grimmjow?!
—Hola fresita.- y si característica sonrisa gatuna apareció.
O no, esto no es bueno, para nada.