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Always por fannigram24

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Notas del fanfic:

Desde ya hace un tiempo he estado pensando en crear una historia de esta pareja, tengo que admitir que soy nueva en ello. Nunca he publicado una historia. Espero no hacerlo tan mal.

Notas del capitulo:

Okey, por el momento no Habrá mucho Hannigram, ya que las edades no lo permiten. Así que el hannigram empezara cuando nuestro Will crezca, almenas cuando no sea ilegal. Espero que les guste.

Hannibal Lecter.

– Bien, no toques nada. Solo quédate quieto. Crawford regresará por ti mañana por la mañana. –  Informo el mayor, mirando al pequeño enfrente a él.

– ¿Dormiré aquí? – Will se refería así pasaría a noche en esa casa, casa desconocida.

– Así es, ahora vuelvo.

El pequeño niño se quedó allí en la sala mirando para todos lados, era una casa muy grande. A Will le llamo la atención aquel venado de madera que estaba en la repisa junto a muchos libros, rápidamente pensó en ir y verlo de cercas, pero recordó lo que Hannibal le había dicho. Bufo y se quedó allí parado. Pero aun así seguía viendo todo con curiosidad, desde su lugar todo era muy grande. Su casa era más pequeña y colorida, aquí solo había colores aburridos. Bajo la mirada, Jack le había dicho que él lo cuidaría de ahora en adelante. Nadie le quería decir que pasaba con sus padres, incluso evitaba el mencionarlos. Miraba sus pequeños zapatos, un poco sucios por la tierra. Jack era solo un conocido de sus padres, lo había visto cuando su mama lo invitaba a comer

Dio un corto recorrido por la sala, empezaba a aburrirse. Hannibal no regresaba. Los sillones eran de cuero, enfrente de ellos na pequeña mesita con un libro entre abierto. No sabía leer, pero empezaba a aprender, su madre le estaba enseñando.

Se acercó y con las yemas de los dedos toco la página. Sobre la esquina se veía claramente algo que sobre salía, tal vez una fotografía. Will busco con la mirada indicios de Hannibal no estuviera y al confirmarlo regreso la vista a l libro. Con sus pequeñas manitas intento sacar completamente lo que sobresalía del libro. Antes de poder ver lo que era, una voz lo asusto y se alejó un paso de la mesita tropezando con el sillón, era Hannibal.

– Creí haberte dicho que no tocaras nada. 

Se acercó, pensó que lo regañaría y cerró los ojos esperando los gritos… pero no pasó nada, los abrió lentamente y miro como Hannibal tomaba el libro y lo colocaba en lo alto, en una de las repisas fuera de su alcance. El mayor se volteo y miro al niño a los ojos y el pequeño desvió la vista.

– William, quédate allí sentado. Preparare la cena. 

Will obedeció y se sentó en el sillón, donde segundos atrás había tropezado. Hannibal se dirigió a la cocina. Will tímidamente miro en lo alto aquel libro, había acomodado la fotografía dentro del libro para que Will no la viera ¿Qué era? Pero eso no era de incumbencia para el niño y bajo la vista. Hannibal parecía una persona muy seria y que no le gustaban las visitas, menos de una pequeño niño de seis años. Se aburriera muy rápido allí. Solo esperaba que Jack se lo llevara pronto, pero eso no pasaría hasta dentro de unas horas.

Enfrente de él, justo en la pared, una gran televisión pasma, se encontraba apagada y en el reflejo de la pantalla podría ver su pequeña silueta. Aun lado de la televisión, un pequeño buró donde había algunos adornos extraños para Will, nunca los había visto. Y el resto eran repisas llenas de libros, claro sin contar que en ciertas partes había algunos adornos extraños. Pero estaba aquel venado, más bien la cabeza y sus cuernos.

Se preguntó si podría encender la televisión, busco con la vista el control remoto por alguna parte. No logro encontrarlo. ¿Qué aria? Moriría de aburrimiento. En casa se la pasaba jugando con sus perritos, eran muy lindos. Después de que su madre dijera un rotundo “No” al ver a los caninos en su casa, Will rogo por adoptarlos y con ayuda de su padre consiguió quedarse con ellos. Papa empezaba a enseñarle a pescar, nunca lograba conseguir pescar algún pez, pero seguía intentando. Hace unos meses había entrado a primer grado de primaria, pero para Will el hacer amigos no era su fuerte. Aun siendo tan pequeño, le era difícil hacer amigos. Eso a él  le importaba.

– William. – la voz de Hannibal a sus espaldas lo saco de  su ensoñación, dirigió su vista al mayor. – La cena esta lista, ve a lavarte las manos. – Hannibal le indico donde estaba el baño y Will con pasos inseguros fue. El pasillo era u tanto oscuro y para él era tenebroso. Llego a la puerta indicada y al ponerse de puntitas tomo con sus manos el pomo y abrió la puerta. Prendió luz y se acercó al lavamanos no sin antes curiosear.

Era un baño grade, mas grade que le de su casa. ¡Tenía una enorme tina! Bueno, para Will todo era enorme. Dijo eso de lado e intento abrir la llave para que el agua corriera, no lo logro. Su madre le lavaba las manos, pero Hannibal no tenía la misma intención y dudaba que él quisiera hacerlo. Con todo su esfuerzo logro rosar con sus manos la llave y logro salir solo un chorrito de agua, suficiente para que el pequeño se lavara las manos. Así lo hizo y nuevamente cerró la llave. Un nuevo logro. Salió del baño y fue al comedor donde Hannibal estaba colocando los platos. Lecter lo miro de pies a cabeza, luego regreso a lo que estaba haciendo. 

El mayor, corrió una silla y le indico a Will que se sentara allí. La comida ya estaba servida. Frente a Will un platillo nuevo para él. Hannibal comento algo sobre el platillo. Dio como empezada la cena y Will comenzó a comer.

Hannibal le dio un sorbo a su vino y lentamente cerro los ojos y olio la fragancia. Will lo miro, él no tenía ese extraño color carmín en su vaso, al contrario tenía simple agua. ¿Qué era eso que el mayor tomaba tan tranquilamente? Se preguntaba el menor. Will fue descubierto, Hannibal había notado que el menor lo miraba. Este bajo la mirada y continuo comiendo.

– Y dime, William. ¿Cuántos años tienes?

Hannibal empezó la conversación, solo para no estar en silencio y no es que le molestara, pero tenía curiosidad por el niño.

– Seis, en unas semanas cumpliere siete.

– ¿Qué te gusta hacer?

– Papa me esta enseñado a pescar.

– Pescar. ¿Has conseguido pescar alguno?

– No… – bajo la mirada – Pero pronto lo lograre y papa estará orgulloso.

Hannibal, observo al pequeño. Al parecer este no sabía lo que paso con sus padres. Y tampoco le correspondía a él decírselo, solo era un niño y ocupaba de tiempo el decírselo.

– Ya lo veo.

 

– William, ven. – Hannibal al acabar de cenar llevo al pequeño a lo que sería su habitación. Jack solo le pidió cuidarlo una noche, y es que Jack tenía un caso que resolver, el trabajo había aumentado y sin nadie más -su esposa estaba e n viaje de negocios-, acudió a su viejo amigo Hannibal, un psiquiatra muy conocido.

Will se quedó a vivir con Jack Crawford. Después de la tragedia que ocurrió con sus padres Will estaba destinado a ir a un orfanato, si es que no encontraban a algún familiar. Al ver que ningún familiar reclamaba la custodia de Will, el pequeño fue directamente al orfanato. Will solo paso dos horas allí dentro, el no entendía lo que pasaba y preguntaba por sus papas, Jack al enterarse de lo ocurrido fue a donde el niño. Sabía que sus amigos el señor y la señora Graham no estarían de acuerdo con que el pequeño se quedara solo en un orfanato. Jack averiguo la dirección de dicho orfanato y fue par haya, no dejaría al menor de los Graham solo en un orfanato. Junto a su esposa decidieron adoptar al pequeño. Claro, Will eso no lo sabía. Él pensaba que estaría viviendo temporalmente con Jack y su esposa, mientras que sus padres estaban de vacaciones o en otra ciudad.

Solo lleva viviendo con Jack dos días.

Hannibal lo guio por el pasillo, tenía cuatro habitaciones desocupadas. En la mañana, cuando Jack le pidió en favor de cuidar al pequeño Will por la noche, se había tomado la molestia de acomodar una habitación para su nuevo inquilino, aunque solo fuera por una horas.

– Esta será tu habitación, por esta noche.

Lecter abrió la puerta de una de las habitaciones y dejo que Will entrara. El pequeño Graham observo con curiosidad la habitación. Era amplia, no contaba con muchas cosas lujosas, como lo era en la sala y cocina, pero era a su vez elegante. La cama era individual y las colchas de un tono verde. Las paredes azul marino, casi negro. Will se quitó los zapatos y se acomodó en la cama, se cubrió con la colcha. Hannibal decidió que era hora de retirarse y dejar que el niño se durmiera. Antes de salir hizo ademan de apagar la luz a lo que Will se negó.

– No, no apague la luz.

– Querido William, con luz o sin luz ellos vendrán por ti. – Bromeo el psiquiatra, pero el pequeño no pensó lo mismo y en su rostro se formó una mueca de terror. Hannibal al ver su error hablo nuevamente; – es broma, duerme.

Al terminar esas palabras salió de la habitación.

No estaba acostumbrado a tratar con niños.

Notas finales:

Gracias por leer. Me encantaría saber si les gusto o como lo hice, o si desean que lo continúe.  


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