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Capricornio (KaiSoo) por EXOticWuFAN

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Notas del capitulo:

Holaaaaaaaaaaa.

Yo sé que tardé mucho X'D

¡A leer!

Capricornio (23 diciembre – 21 enero)

Tal parece ser que cosas buenas están por pasar. No tengas miedo de algunas situaciones; deben pasar porque son una clave de tu futuro. Como consejo, aléjate de lo rojo. Al menos por hoy.

 

Ya había pasado aproximadamente un mes desde que Kyungsoo trabajaba en el café. A decir verdad, todo iba muy bien. Gracias a la administración que llevaba a cabo, había muchas más ganancias que inversiones, y eso tenía encantado al dueño. Pese a que Kyungsoo se encontraba muy feliz y motivado todos los días, no podía dejar a un lado un elemento bastante molesto.

 

— Jongin, ¿en verdad no puedo tener tu número? –una chica le guiñó el ojo.

— Ya se lo he dicho, no puedo otorgarle esa información –Jongin sonrió.

— Oh, vamos. Al menos una cita –la chica cruzó sus piernas frente a él, en lo que servía sus bebidas.

— Lo siento, tengo planes –y con cortesía, Jongin se retiró.

 

Aunque Jongin siempre tuvo ideas para zafarse de los muchos cortejos que recibía a diario, Kyungsoo no lo soportaba. No es como si Kyungsoo pudiera decidir por otros, pero en verdad no sabía cómo Jongin podía soportar todas aquellas acciones de ese tipo. Ahora que lo pensaba, alrededor del 60% de la gente que consumía en aquél café era por él. Por supuesto que había una que otra clienta que se interesaba en otro de los meseros. Baekhyun era uno de ellos. Sin embargo, en su caso eran más hombres.

Cuando Kyungsoo volteó a ver el reloj, ya casi marcaba las 9:00 de la noche, por lo que debía de ir rápido a su casa. Normalmente él se iba más temprano que los meseros y trabajadores en general de aquél establecimiento, por mandato del señor Kim. Kyungsoo sólo suspiró y tomó sus cosas. Apagó la luz de la pequeña oficina en la que se encontraba y, al salir, cerró la puerta tras de él.

 

— ¿Ya te vas, Kyung? –preguntó Baekhyun.

— Sí –Kyungsoo sonrió–. Nos vemos.

— Hasta mañana.

 

Kyungsoo volteó a ver dónde se encontraba Jongin, pero no lo vio por ningún lado. Sin fijarse, comenzó a caminar sin ver hacia enfrente y chocó con alguien, provocando que aquella persona tirara lo que llevaba en sus manos, manchando sus piernas y el pantalón de Kyungsoo. Al darse cuenta, quiso ayudar, pero aquello que cayó era un pastel. De nada serviría querer levantarlo. Al alzar la mirada, Kyungsoo notó que la chica frente a él estaba furiosa. Su blusa roja parecía haberse reflejado en su cara.

 

— Y-yo… –Kyungsoo intentó hablar.

— ¡Estúpido! ¡Mira lo que has hecho!

— N-no fue mi intención…

— ¡¿Acaso piensas que voy a creer eso?!

— ¿Qué ocurre? –Jongin llegó–. ¿Estás bien, Kyungsoo? –lo ayudó a levantarse.

— S-sí…

— ¡Jongin! –la chica, al verlo, se abalanzó a él sin pensarlo dos veces, empujando a Kyungsoo en el camino.

 

Kyungsoo no lo podía creer. Todo lo malo le pasa al instante y ahora ella lo empuja sólo para abrazar a Jongin… Un momento, ¿por qué la sangre le hervía tanto? Kyungsoo no era nada más que un conocido y compañero de trabajo para él, así que, ¿por qué molestarse? Es más, ¿por qué Kyungsoo estaba molesto?

 

— Y-Yoona, por favor, me estás ahorcando…

— Ay, sí; lo siento.

— ¿Qué ocurrió? –preguntó Jongin al alejarse de ella.

— Sucede que este tipo –señaló a Kyungsoo– tiró el pastel que te iba a dar.

— ¿Ah?

— ¡Fue sin querer! –Kyungsoo se defendió con un sonrojo en sus mejillas.

— ¡Sin querer o no, debes pagar por lo que has hecho!

— Yoona, deja de gritar. Kyungsoo, no te preocupes. Yo lo limpio, tú vete a casa.

— ¡¿Vas a dejarlo ir así como así?! –Yoona se exaltó.

— Guarda silencio, por favor.

 

Kyungsoo no lo soportaba más. Regresó en sus pasos, aventó su portafolio a la oficina así como su saco y corbata. Arremangó sus mangas, fue al cuarto de limpieza y tomó una escoba, un trapeador y un recogedor; todo en un abrir y cerrar de ojos. Yoona estaba sorprendida, pero eso no significaba que no estuviera sonriendo por dentro al ver al chico humillarse. Sin embargo, su sonrisa se cayó inmediatamente cuando Jongin abandonó su lugar al lado de ella y fue a ayudar al otro.

 

— ¡Jongin!

— ¡Ya te dije que no grites!

— Está bien, pero, ¿por qué lo ayudas?

— Porque si algo pasa aquí, me involucra. Ve a tomar asiento o vete, pero deja de estar armando alboroto.

 

Kyungsoo no dijo nada cuando las manos de Jongin lo ayudaron a secar el piso. La gente que entrara podría resbalar si no lo hacía. Por un leve momento, Kyungsoo no sabía qué sentir. ¿Agradecimiento? Tal vez, pero lo que más abrumaba su cerebro era entender cuál era la relación entre ellos dos. No dejaba de inquietarlo, y sin razón alguna, una pequeña lágrima se asomó por sus ojos. Rápidamente la limpió, pero no pasó por desapercibido por Jongin.

 

— Devolveré los utensilios al cuarto de limpieza –habló Kyungsoo con seriedad.

— Kyungsoo –Jongin lo sostuvo del brazo.

— Estoy bien. Tú atiéndela.

 

Kyungsoo tomó todo de vuelta. Tardó un rato en lavar el trapeador por todo el pastel embarrado que tenía, pero lo dejó limpio. Lavó sus manos y trató de quitar los restos de pastel que se encontraban en su pantalón, pero fue en vano. Resignado, suspiró y fue por sus cosas a la oficina, pero no contó con la presencia de Jongin, quien inmediatamente se puso de pie al verlo entrar.

 

— Kyungsoo.

— ¿Todo ya está en paz?

— Sí. Yoona se ha ido.

— Ya veo –Kyungsoo pasó de largo y tomó sus cosas.

— Kyungsoo.

— Dime –su rostro denotaba tranquilidad.

— Lamento que haya pasado eso.

— No te preocupes. Aun cuando no hubieras aparecido, iba a limpiar de todos modos.

— Sí, pero ella no sabía que trabajas aquí.

— No iba a dejar todo el desastre y huir por beneficio propio.

— Lo sé, y eso es lo que me gusta de ti.

 

El corazón de Kyungsoo comenzó a latir muy fuerte. Probablemente aquella confesión podía significar unas simples palabras para otros, pero para él significaba demasiado. Después de toda la controversia, Jongin sabía cómo hacerlo sentir mejor y sonrojarlo, dicho sea de paso. Sin poder decir algo, Kyungsoo se dispuso a irse, pero al dar la vuelta, Jongin lo abrazó por detrás, dejando su cabeza recargada en su hombro.

 

— No puedo pedirte que la disculpes, porque ni yo lo hago, pero ella es así.

— Me alegra que me des consejos en base a cuánto sabes de ella…

— No la conozco del todo. Desde hace tiempo, pero no del todo.

— Desde hace tiempo…

— Sí. Éramos amigos de preescolar.

— Entiendo…

— Lamentablemente, por unas palabras que dije cuando era niño ella se enfrascó por completo…

— ¿A qué te refieres?

— En un arranque de tontería le dije que nos íbamos a casar en un futuro… Y ahora quiere hacerlo…

— A-ah… –Kyungsoo comenzó a sudar frío–. ¿Y tú… quieres?

 

El cuarto se volvió silencioso, y ese aspecto estaba volviendo loco a Kyungsoo. ¿Por qué preguntó aquello? ¿Por qué quería saber? ¿Por qué su pecho retumbaba con tanta fuerza al sentir el de Jongin contra su espalda? La carencia de palabras por parte de Jongin le hicieron pensar cosas incorrectas, asimilando que la respuesta era “sí”, por lo que se zafó del agarre y tomó sus cosas rápidamente. Jongin se veía sorprendido.

 

— B-bueno, creo que me tengo que ir. Ya es tarde y tú todavía debes regresar a trabajar, así que…

— Kyungsoo, no malentiendas.

— No malentiendo. De verdad me tengo que ir.

— …

— Nos vemos, Jongin.

 

Kyungsoo salió rápidamente del lugar y tanto Baekhyun como Jongin se miraron confusos. Algo dentro del segundo lo hizo sentir mal. ¿Y si Kyungsoo malinterpretó las cosas? ¿Y si Kyungsoo de verdad piensa que se casará con Yoona? ¡Por supuesto que no! Ni en sus más horribles pesadillas. Sin embargo, había una gran posibilidad de que Kyungsoo en verdad pensara eso… Y ahora que Jongin lo pensaba, ¿por qué se preocupaba tanto? Estaba seguro que no sentía amistad por Kyungsoo, ¿acaso eso era?

Por otra parte, Kyungsoo estaba envuelto en sus cobijas, mirando al techo de su cuarto con una sola idea en mente…

 

— ¿Por qué no dejas de latir? –mencionó Kyungsoo, tocando su pecho.

 

En realidad, no comprendía del todo bien. De un tiempo para acá se había encontrado a sí mismo viendo a Jongin hacer sus diferentes actividades. Limpiando, atendiendo a los clientes, pero sobre todo sonriendo. Kyungsoo ya se había quedado en ese sitio de confort con respecto a Jongin. Incluso su hora de comida era al mismo tiempo. Salían a diferentes partes a comer, realmente eran buenos, sin embargo…

 

— Oh, por favor, basta –Kyungsoo le rogó a su pecho, acurrucándose en posición fetal.

 

Tal vez no eran las salidas en sí. Tal vez Jongin en sí era el que hacía los encuentros agradables. Tal vez todas aquellas pláticas se habían convertido en un bonito hábito para Kyungsoo y no se había dado cuenta del todo. Tal vez ese tipo de cosas eran las que le hicieron sentir una especie de atracción hacia Jongin. Y tal vez, justo cuando había encontrado las oportunidades perfectas para acercársele más, recibe la noticia de que está compretido… Vaya suerte la suya, ¿cierto?

 

— Alguien como él no podría estar soltero –Kyungsoo resopló, con el sonrojo disminuido–. Aunque hubiera querido… Probablemente hubiera recibido un golpe más duro con su rechazo…

 

Diciendo eso, y con una pequeña lágrima deslizándose sobre su mejilla, decidió dormir.

 

***********

 

Capricornio (23 diciembre – 21 enero)

Tal vez tus sentimientos estén confusos últimamente, pero, recuerda, no hay mal que por bien no venga. De hecho, ten por seguro que pasarán cosas buenas. Más bien dicho, llegarán personas buenas. Algunas para ayudarte, pero otras pondrán a prueba algunas cosas de tu vida.

 

Al siguiente día, Kyungsoo no estaba de buen humor, y lo pudo notar de inmediato Baekhyun cuando lo vio entrar. Kyungsoo durmió sólo 3 horas, tenía unas ojeras terribles y ojos semi-rojos gracias al llanto que ni siquiera él podía entender. Cuando Baekhyun lo vio entrar lentamente a su oficina, escuchó la campanilla de la puerta sonar y pudo notar a un Jongin en el mismo estado, o incluso peor.

 

— Oye –Baekhyun tocó el hombro de Jongin–. ¿Qué les pasó?

— ¿Ah? ¿Acaso estás viendo doble?

— ¿Qué?

— ¿Por qué hablas en plural?

— Me refiero a que Kyungsoo y tú tienen un aspecto similar. ¿Qué ocurrió entre ustedes?

— ¿Kyungsoo…? –Jongin tenía una mirada preocupada.

— Sí. Creo que deberían hablar, ¿sabes?

 

Jongin lo sabía. Sabía que tenía que aclarar las cosas, sin embargo, se sentía un poco impotente. La noche le sirvió para pensar y reflexionar sobre su trato con Kyungsoo, y le hizo darse cuenta que, sin rodeas, le gustaba Kyungsoo. ¿Pero qué sentía él? No lo sabía y eso lo hacía sentirse inseguro. Así que, antes de arreglar las cosas, debía averiguar si Kyungsoo sentía lo mismo por él. Y ahora que lo pensaba…

 

— Baek, necesito tu ayuda.

— ¿Eh?

— Ven, rápido.

 

Baekhyun y Jongin entraron juntos a los vestidores y el primero no entendía nada. Mucho menos cuando Jongin se aseguró que no hubiera nadie alrededor y le puso el seguro a la puerta. Muy dentro de Baekhyun se sentía asustado, pero cuando Jongin le empezó a contar sobre sus sentimientos hacia Kyungsoo se vio a sí mismo más y más emocionado al respecto. Así que, con gusto, accedió a investigar por Jongin.

 

— Con una condición –Baekhyun sonrió.

— ¿Cuál?

— Hay un chico… que vino el día de ayer…

— …

— Bueno, vino en la tarde, cuando ustedes dos habían ido a comer, pero…

— ¿Te gusta?

— ¡Sí! Es muy guapo, alto y se viste demasiado bien. Así que… Te ayudaré si consigues su número.

— ¿Estás bromeando? Es más probable que te lo dé a ti que a mí. ¿Qué tal si piensa que yo soy el que voy tras de él?

— ¡Por supuesto que no! Puesto que me gusta sé que me pondré nervioso cuando esté con él así que hazme ese favor o no te ayudo –Baekhyun hizo un puchero.

— Resultaste convenenciero…

— Sólo un poquito –Baekhyun le sacó la lengua, sonriendo–. Entonces cuento contigo.

 

Baekhyun salió del cuarto y Jongin sonrió para sí mismo. Su seguridad había vuelto, además, una ayudadita extra no hacía ningún daño, ¿cierto? Así que, con ese pensamiento, salió igualmente de aquél cuarto y se fue a hacer sus actividades.

Kyungsoo de repente tallaba sus ojos para combatir la falta de sueño y seguía escribiendo los ingresos en su computadora. No era difícil, pero necesitaba concentrarse. Un error pequeño de su parte podría ser fatal, por lo que salió de su oficina y fue a refrescar su cara al baño. Cuando salió, Baekhyun lo vio y se acercó a él. Kyungsoo se sentía un poco mejor, por lo que ahora sí saludó a Baekhyun.

 

— Hola, Soo –Baekhyun sonrió–. ¿Puedo… hablar contigo?

— Claro, ¿sobre qué?

— Ehm, es algo privado. ¿Podemos ir a tu oficina?

— Eh… de acuerdo.

 

Ambos caminaron y entraron a la oficina de Kyungsoo. Tomaron asiento en el sillón de la derecha y Baekhyun puso sus manos entre sus piernas, denotando nerviosismo.

 

— Eh, pues, verás… Hay un chico que me gusta.

— …

— Y… no sé realmente cómo actuar cuando lo veo. Trato de hacer lo que normalmente hago, pero si me le acerco resulta difícil…

— Comprendo…

— ¿Qué crees que debería hacer?

— Bueno, cuando alguien te gusta lo que más quieres es estar con esa persona, así que… tal vez deberías encontrar puntos para conversar. Aunque también depende del lugar en el que te encuentres. ¿Lo conoces?

— En realidad, es un cliente.

— Oh. Eso complica las cosas… Bueno, supongo que tienes que intentar acercarte amablemente. Que se alegre porque tú lo atiendes.

— Sí… Esa es una buena idea…

— De esa forma te comenzará a ver. Además, podrías tratar que alguien más lo atienda un día y al otro que venga tú lo atiendes. Tal vez te extrañe.

— ¡Sí! Qué buena idea, Soo.

— Jaja. Es sólo lo que pienso…

— Gracias. Oye, por cierto…

— ¿Mm?

— ¿Tú no tienes a alguien que te guste? –Baekhyun se veía curioso.

— Ah, pues… yo… –Kyungsoo se sonrojó.

— No te avergüences –Baekhyun sonrió.

— Ah… –Kyungsoo suspiró–. Sí, hay alguien que me gusta…

— ¿En serio? ¿Puedo saber quién es?

— Pues… no vale la pena, Baek. Puesto que… no soy correspondido…

— Ouh… ¿Y cómo lo sabes? ¿Te rechazó?

— Peor aún. Me enteré que va a casarse…

— Ay… Lamento haber preguntado, Soo…

— No te preocupes. Debo volver a trabajar. Te deseo lo mejor, Baek.

 

Kyungsoo se levantó del sillón y se volvió a sentar frente a su computadora. Baekhyun podía decir que lo vio triste, y por un momento se sintió mal en contarle sus esperanzas sabiendo que él no podía tener ninguna… Además, tal vez esa información iba a desesperanzar a Jongin de igual modo… Baekhyun no sabía qué hacer, por lo que, al salir de la oficina de Kyungsoo, evitó lo más que pudo a Jongin.

Cuando dieron las 9:00 de la noche, Kyungsoo guardó los archivos que estuvo haciendo todo el día y apagó su computadora. Tomó sus cosas y se detuvo un momento. Ese día no había visto a Jongin todo el día, ni siquiera comieron juntos, por lo que se sentía un poco vacío. Sabía que quería arreglar las cosas, no tener un ambiente hostil entre ellos dos, pero era demasiado pronto para su corazón el resignarse a perder a Jongin. Era muy duro…

Después de unos minutos de reflexión, Kyungsoo salió de la oficina y la cerró con llave. Al darse la vuelta, lo único que importaba era salir por la puerta a unos pasos de él, pero alguien en particular lo hizo detenerse antes de llegar a ella. Un hombre alto y de cabello negro le proporcionaba una sonrisa muy grande. La conocía muy bien.

 

— ¿C-Chanyeol? –preguntó Kyungsoo.

— ¡Soo! –lo abrazó–. No te había visto, ¿vienes a menudo?

— D-de hecho trabajo aquí…

— Oh, ¿en serio? No lo había notado. He venido algunas veces desde la semana pasada, mi departamento está cerca de aquí.

— Y-ya veo…

— ¿Ya te ibas? ¿Te acompaño?

— Eh, no. Está bien…

— ¿Llevas prisa? Me gustaría platicar contigo un rato más.

— Eh, no. No llevo prisa –Kyungsoo pudo ver a Jongin a lo lejos–. ¿Quieres platicar aquí o en otro lado?

— Aquí está bien. Vamos, sentémonos allá.

 

Chanyeol tomó la mano de Kyungsoo y ambos se sentaron en la mesa de la orilla, contraria a la barra. Jongin podía sentir claramente su sangre hervir mientras que Baekhyun estaba con la boca abierta. Jamás creyó que el chico que le gustaba conociera a Kyungsoo, mucho menos que lo tratara tan amigablemente. Baekhyun sabía que Kyungsoo era una buena persona y un muy buen amigo, pero en ese momento no supo que más sentir que envidia…

 

— Jongin, Baekhyun, ¿qué están haciendo? –dijo el señor Kim.

— Oh, lo siento, jefe –Baekhyun regresó a limpiar las mesas.

— Jongin, atiende la mesa de allá.

— ¿Q-qué? Pero…

— Sólo hazlo.

 

Jongin frunció los labios y sacó su libreta. Con las emociones al tope, se acercó a la mesa. Kyungsoo dejó su plática con Chanyeol para dejar que el otro hablara por él. Al parecer, Chanyeol conocía muy bien a Kyungsoo, ya que pidió dos bebidas sin ni siquiera dudar y Kyungsoo sólo asintió con la cabeza. Jongin lo miró por última vez antes de retirarse de ahí. Chanyeol sintió algo extraño, pero no comentó nada y siguió platicando.

 

— ¿Entonces cuál es tu trabajo aquí, Soo?

— Ah, administro las cuentas de la cafetería.

— Genial –Chanyeol sonrió–. Me alegro mucho por ti.

— Gracias. ¿Y a ti cómo te va?

— Ah, pues… bien, jaja.

— Dime la verdad.

— Bien, sabía que me dirías eso… Pues, la vida en solitario es mala… No hay nadie en mi departamento que me reciba o con quién platicar…

— Yo vivo solo desde hace mucho y me es apacible.

— Para ti. Yo quisiera tener un compañero con el cual pasar el tiempo. Al menos el poco tiempo que estoy en mi departamento.

— No debiste de salir de tu casa en primera instancia –Kyungsoo rio.

— Sí… Supongo que no…

— Pues, si sirve de algo, puedes ir a mi casa-

— Aquí están sus bebidas.

— Gracias… Jongin –Chanyeol leyó la placa en su mandil.

— Con permiso… –Jongin se alejó lentamente.

— Oh, y gracias, Kyungsoo. Te visitaré más seguido, lo prometo.

— Está bien –Kyungsoo sonrió.

 

Jongin ya se estaba cansando, pero seguía mordiendo fuertemente su labio inferior. ¿Había escuchado bien? ¿Kyungsoo le había ofrecido al otro chico ir a su casa? Jongin no entendía para nada qué relación tenían el uno con el otro, pero estaba seguro que esa idea no le gustaba para nada. En ese momento, Baekhyun se acercó a él.

 

— Jongin, necesito decirte esto.

— ¿Qué ocurre?

— Kyungsoo me dijo que le gusta alguien, pero que perdió todas las esperanzas porque escuchó que se iba a casar…

— …

— Jongin.

— ¿Qué?

— ¿Y si la persona que le gusta… es él?

 

Jongin volteó a ver a la mesa donde estaba Kyungsoo y él sonreía. Jongin pudo notar una risa genuina y eso solamente le trajo dolor en el pecho. ¿Y si Baekhyun tenía razón? ¿Y si Kyungsoo tenía un amor no correspondido con aquél chico? No lo sabía. Lo único que Jongin sabía era que, al ver salir a Kyungsoo con ese chico, tomándolo del brazo, le dolió. Le dolió mucho.

Notas finales:

Jojojojojo...

Continuación en el siguiente 8D


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