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Lazos Rotos por Crazy Fujoshi

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Notas del fanfic:

Los personajes no son mios, pertenecen a Masashi Kishimoto.

 

La historia es 100% original.

 

Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

Capitulo: 1 No fue un accidente

 

Aun lo recuerdo, no, mejor dicho, es el mejor recuerdo que tengo de mi infancia. Ese día me había levantado como de costumbre bien temprano para ir ayudar a las monjas, en realidad no era amigo de ellas, siempre fui muy reservado y me la pasaba sin hablar, pero siempre ayudaba por las mañanas aunque no les dirigiese la palabra a menos que fuese realmente necesario, luego volvía a mi cama y me quedaba allí viendo como cada uno de los niños se iban despertando, solo uno de ellos llamaba mi atención, era un niño como cualquier otro, con su cabello rubio alborotado y esos ojos azules como el cielo, incluso esa tonta alegría que solían tener los niños en ese lugar…aunque este simplemente era un idiota.

 

–Sasu-chan otra vez te despertaste y no me llamaste–se quejó mientras saltaba corriendo de su cama a la mía

–Y yo te dije que dejaras de llamarme así–murmure evitando su mirada

–Eres tan aburrido…bueno ya da igual, mejor vamos a desayunar y a reunirnos con Sakura–me tomo de la mano y me llevo corriendo hacia la cocina

 

En realidad le conozco desde que tengo uso de razón, y siempre ha sido el mismo idiota, incluso le costó aprender el ir al baño, recuerdo que Sakura se reía de el todo el tiempo hasta que aprendió; yo en cambio, siempre he sido el inteligente entre todos los niños, tengo buena memoria e incluso podía leer la biblia en latin cuando cumplí los 7 años, Sakura era una niña muy inteligente también, pero no sabía quedarse callada un minuto, lo cual la hacía insoportable.  Ella y Naruto eran para mí un horrible dolor de cabeza.

 

Suspire al recordar que ese día era mi cumpleaños, esperaba que no se les hubiese ocurrido alguna tontería como el año pasado que junto a mi hermano hicieron la fiesta más desastrosa del mundo, incluso el pastel de cumpleaños exploto porque sabrá Dios que clase de cosa le habrá puesto Naruto mientras las monjas no veían. Mire con poco entusiasmo a Naruto el cual aún me llevaba de la mano con rostro emocionado ya que hoy era día de desayunar ramen cosa que a este cabeza hueca le encantaba.

 

–Buenos días Sasuke–comento Sakura saliendo de la nada

–Hola Sakura–dijo Naruto soltando mi mano y arreglándose el cabello.

 

Yo…no, mejor dicho, sé que todos incluso Sakura éramos conscientes de que Naruto respiraba por Sakura, simplemente su rostro brillaba al verla, cosa que me enfermaba ¿amor? Por Dios solo somos unos niños, que tontos son, ese sentimiento aunque la biblia hable de él, sé que es mentira…la cosa llamada amor no existe…solo existe el que te tiene lastima y el que te respecta, nada más.

 

–Naruto calla que no te hablaba a ti

 

Esas eran las discusiones de todos los días, ya que Sakura como casi todas las chicas, solo se fijaban en mi pero yo simplemente les ignoraba, no me interesaba estar con ninguna de ellas y menos con Ino, la cual era la única del grupo que no había estado aquí desde pequeña y la cual no era japonesa, cosa que a Sakura le molestaba mucho a saber por qué. Naruto en cuanto a su cabello era diferente, tenía rasgos japonés, pero como su cabello era rubio se sospechaba que alguno de sus padres tuvo que ser extranjero.

 

Cuando llegamos a la cocina nos encontramos con las monjas sonriendo mientras cantaban y preparaban el desayuno, los niños comenzaban a despertarse y se dirigían al comedor, Naruto que estaba más emocionado que de costumbre me tomo del brazo y me saco al patio. Las monjas no se percataron debido a que por la mañana no teníamos permiso de salir fuera.

 

Me preguntaba que quería Naruto, no era normal en el ser tan reservado, lo normal al menos es que estuviese Sakura también. Naruto me llevo tras unos arbusto lugar donde no podrían vernos incluso si hubiese gente en el patio. Quizás me había llevado para darme un regalo especial o algo, no sé, era Naruto de quien estábamos hablando.

– ¿Qué pasa Naru…?

 

No pude terminar la pregunta, sus labios cubrieron los míos de manera torpe, fueron unos segundos, pero eso fue suficiente para poner todo mi cuerpo en guardia, mi corazón comenzó a latir como nunca había latido y la sensación extraña de mis labios nunca la había experimentado. Me costó unos segundos el darme cuenta de lo que estaba pasando, cuando lo entendí le empuje, pero al ver su cara de miedo me arrepentí. Entonces con nerviosismo admitió que quería regalarme algo diferente y que Itachi le había dicho que me hubiese gustado un beso de él. Mi hermano siempre iba de graciosillo.

 

Le pase la mano en la cabeza a Naruto y le dije que no se preocupara, todo se trataba de una broma de mi hermano. Un poco más animado Naruto movió la cabeza mientras dejaba ver una leve sonrisa. Por mi parte, fui corriendo a los dormitorios de los chicos mayores y tome un zapato para lanzárselo a mi hermano. Entre por la parte de atrás y subí las escaleras. Por norma general los pequeños no debían entrar en la habitación de los mayores, pero no era prohibido si nadie se enteraba.

 

El muy tonto dormía plácidamente en su cama, tome el zapato con fuerza (desconozco ahora de donde lo tome) lance el zapato en su cabeza y de un salto se levantó de la cama. Sabía bien porque lo había hecho ya que quitando su susto inicial, al verme simplemente me sonrió. Dijo que solo quería tomarle una pequeña broma a Naruto y quitarle su primero beso y de paso el mío. Obviamente eso del primer beso me tenía sin cuidado, a mí me molestaba la broma en sí, a Sasuke no se le hacían bromas, NUNCA.

 

Aun así, quitando el incidente de la mañana, curiosamente fue un cumpleaños mejor de lo deseado, bueno quizás porque Naruto estaba un poco tranquilo, quizá por eso fue un buen cumpleaños, el mejor que recordaba. No sé, estaba de mejor humor, todo salió como lo deseado. Por desgracia solo ese día fue bueno, el día siguiente fue el peor que pudiese recordar.

 

 

Después del cumpleaños de Sasuke todos jugamos hasta caer dormidos. Yo por mi parte me había quedado algo pensativo, Itachi me la había jugado, era listo, debía admitirlo. Pero por una parte quería robar eso que todas las chicas aquí deseaban, era un beso de Sasuke, obviamente no podía decirlo por ahí, la biblia dice que eso es malo, al menos eso dicen las monjas. Yo ya tenía pocos amigos como para perder los pocos que me quedaban. No me di cuenta cuando me quede dormido, pero al despertar Sasuke ya no estaba en su cama, que típico de él.

 

El día fue tranquilo, tuvimos clases, yo no preste atención y por ello como de costumbre me castigaron fuera de clase con baldes de agua en ambos brazos mientras los chicos que pasaban se reían de mí. Para mí esto era costumbre así que no me preocupaba, sobre todo porque Sakura a pesar de pelear mucho conmigo solía preocuparse y luego siempre me ponía venditas. Sasuke en cambio no me hacía caso, bueno, eso también era algo muy normal.

 

A la hora del almuerzo fui a mi habitación a buscar a mi rana. Hacia una semana me había encontrado una rana y había decidido quedarme con ella aunque estaba prohibido entrar animales, así que solía atrapar moscas para ella y darle de comer. En el dormitorio todos sabían que la tenía pero no decían nada, aunque secretamente esperaban que me atraparan con ella y me castigaran. Saque el vaso de debajo de mi camiseta naranja. No había conseguido muchas moscas pues el otoño estaba llegando, pero esperaba que esto fuese suficiente.

 

Pero al entrar a los dormitorios vi que mi cama y mi escritorio estaban patas arriba entonces lo supe, se habían llevado mi rana. Mire en la cama y vi una nota que decía que si quería volver a verla fuese al baño del segundo piso. Eso no podía ser bueno, ese baño solo era para los mayores. Pero mi rana era lo importante en ese momento, así que deje el vaso en el suelo y Salí corriendo hacia el segundo piso. De camino creo que Ino me vio pero como de normal no le importa nada que tenga que ver conmigo, no me preocupe.

 

Al llegar al baño, mire a mí alrededor a ver si había alguien, al ver que no, entre sigilosamente. Cerré la puerta detrás de mí y me acerque a uno de los lavamanos, lugar donde vi a mi rana felizmente en el agua. Sonreí, quizás solo se trataba de una broma, pues nada le había pasado a mi querida rana. Pero entonces visualice una sombra detrás de mí y todo se volvió negro.

 

 

Después de limpiar la cocina como me habían pedido las monjas, fui al patio a tomar un poco de aire fresco. Al salir me encontré con Sakura la cual se comportaba de manera extraña, de normal al verme, se hubiese lanzado hacia mí, en cambio ni se había percatado de mi presencia, eso me parecía raro. Podría disfrutar de estar sin ella encima de mí, pero quizás algo malo pasaba.

 

– ¿Sakura, Que haces? –me acerque a ella, pero no demasiado.

–Naruto–dijo pensativa–se supone que habíamos quedado para darle clases de repaso

–Quizás huyo para no tener que estudiar–aunque al decir esto, yo también me di cuenta de algo.

 

Naruto, por mucho que odiara estudiar, si era Sakura la profesora no solía quejarse para nada, o al menos nunca faltaba a sus tutorías, a diferencia de cuando las monjas me obligaban a mí a enseñarle. Sin decir nada a Sakura fui corriendo por todo el lugar a ver si le veía, pero nada. Después de un rato de buscar me encontré a Ino mirando unas flores, no me iba a detener hablar con ella.

 

–Sasuke ¿Buscas a Naruto?

– ¿Cómo lo sabes?

–Es que, hace un rato le vi corriendo escaleras arriba, quizás le buscabas.

 

Entonces lo supe, no podía ser nada bueno lo que estaba pasando. De normal no teníamos permitido subir debido al mal comportamiento que tenía los del segundo piso, ni siquiera nos dejaban comer juntos. Unos pocos como mi hermano mayor tenían privilegios debido a su bien comportamiento, pero los demás solían estar encerrado. Y había un grupo en especial que amaba hacer bromas, sobre todo a Naruto, nunca habían llegado muy lejos pero…quien sabe.

 

Pensé por un momento, si había un lugar donde podían hacer bromas sin que los demás se enterasen era en el último baño al final del pasillo. Pude haberle avisado a mi hermano, pero en ese momento no lo pensé…y me arrepentiría de no haberlo hecho. Corrí hasta estar frente al baño, entonces me detuve, esperaba que no le hubiesen hecho nada malo. Pero cuando entre me encontré con Naruto tirado en el suelo sangrando por la cabeza y los ojos cerrado. Estuve a punto de salir corriendo a buscar ayuda, pero un brazo me entro bruscamente al baño.

 

–Miren, si es el hermanito de Itachi–dijo el pelirrojo (nunca aprendí sus nombres)

–Oye, esto es malo, quizás matamos a este mocoso, y el hermano de Itachi lo ha visto, iremos a la cárcel y moriremos–comenzó a llorar uno de cabello castaño que estaba intentando acercarse a Naruto pero no se atrevía.

–No seas tonto, solo tenemos que callarle la boca, para que no le diga ni a su hermano–esta vez hablo alguien fuera de mi campo de visión, pero me erizo la piel.

–Es cierto. La broma se fue lejos, pero ya que la empezamos, acabémosla.

 

Intente luchar, juro que lo intente con todas mis fuerzas, pero no pude, eran tres y eran muy fuertes. Uno tomo un pañuelo sucio que había en el suelo y lo metió en mi boca para que no pudiese gritar. El sabor amargo del pañuelo me dio ganas de vomitar, pero no tuve suficiente tiempo de pensar en ello cuando me quitaron los pantalones.

 

– ¿En serio vamos hacerlo?

– ¿Eres tonto? Ya hemos empezado–le grito el de cabello rojo

–Si, como si no lo hubieses hecho con un chico antes–dijo el que no había visto a la cara antes. Este tenía el cabello negro

 

Podría ponerme a pensar en el físico de cada uno, contarle lunares o cosas así, pero mi mente apenas podía memorizar sus colores de cabello. En ese momento me encontraba asustado, muy asustado. Aunque no me hubiesen tapado la boca no hubiese gritado, la voz de todos modos no me saldría. Mi desnudez no me importaba, tampoco el que me estuviesen tocando, no voy a mentir, dolió, dolió mucho en el momento en el que uno sin previo aviso metió su asqueroso pene dentro, pero en ese momento yo solo veía a Naruto en el suelo mientras la sangre que emanaba de su cabeza era cada vez más.

 

Las lágrimas salían de mis ojos, no veía con claridad, la visión de Naruto se veía distorsionada en mis ojos, solo podía ver el color rojo en el suelo, yo no quería dejar de mirarle, era como si me estuviese auto convenciendo de que mirarle me alejaría del dolor que sentía en aquel momento. Había perdido la noción del tiempo, no sabía cuánto había pasado, cuantas embestidas me dieron, cuantas veces se turnaron o echaron sobre mí un líquido blanco. Solo recuerdo que hubo un segundo en el que se descuidó uno y con un trozo de cristal que había al lado mío en el suelo, se lo clave en un ojo haciendo las cosas peores para mí.

 

No recuerdo a quien se lo clave, solo recuerdo que uno de ellos me tomo del cabello y me choco con mucha fuerza contra la pared haciendo que mi nariz comenzara a sangrar. El otro me pego en el estómago. Sé que me gritaban algo, pero no podía recordar de que se trataba, me pegaron tantas veces, me costaba mantenerme consiente…lo último que vi antes de perder la conciencia fue mi propia sangre mezclándose con la de Naruto en el suelo.

 

 

Abrí los ojos pero tuve que cerrarlos nuevamente, había demasiada luz. Lentamente intente abrirlos de nuevo, pero incluso esto me dolía, escuchaba un ruidoso bip constante y algo parecido a un grifo goteando. Intente mirar que había a mi alrededor pero no podía moverme. A mi derecha había una puerta cerrada, y a mi derecha me encontré con la mirada de mi hermano Itachi. Estaba de pie, mirándome con cara de asombro, como si nunca me hubiese visto antes. Un poco confundido intente hablar, entonces me di cuenta que tenía una mascarilla en la cara, trate de quitármela pero me pesaba el brazo. En ese momento entro un hombre vestido de blanco. Por el lugar y el hombre deduje que me encontraba en el hospital.

 

–Doctor ha despertado–Itachi me dio la espalda, así que no sé qué expresión tenía en ese momento.

­–Es bueno saberlo, luego le informare a las enfermeras. Sasuke, si me escuchas por favor cierra y abre los ojos dos veces por favor–hice lo que dijo–Parece que todo está bien, llamare a la enfermera para que venga a revisarle.

 

Después de esto volvió a ponerse todo negro. No sé cuánto tiempo paso, pero al despertar me encontraba en una habitación diferente, a diferencia de la otra, esta estaba a oscuras y tenía ventanas, las cuales estaban abiertas…entonces me di cuenta de que algo no andaba bien, fuera estaba nevando…¿Qué había pasado? ¿Cuánto tiempo dormí? Y antes de que mi cabeza se llenase de más preguntas sobre mí mismo, una más importante cruzo mi mente ¿Y Naruto?...El no murió ¿Cierto?...

 

Continuara…

 


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