-Me mando llamar, Odin padre de todo-
Un musculoso rubio entró en la sala del trono encontrando a Odin sentado con pose solemne. Hizo una reverencia inclinandose sobre su rodilla, aunque era su padre, no dejaba de ser el rey de todo Asgard, tenía la obligación de mostrarle el respeto debido.
-Thor...- habló el hombre mayor indicandole a su hijo que se pusiera de pie ante su presencia -Debes saber que tu hermano... Loki... Ha estado frecuentando Midgar, cada mes humano viaja al reino de los mortales, pero ese no sería un problema si tan solo Heimdall pudiera ver todo lo que hace, donde va, con quien se reune, sin embargo, sus ojos que todo lo ven no pueden seguir esas importantes acciones de Loki, así que tendrás que viajar a Midgar, encontrar a tu hermano y averiguar que es lo que planea, detenerlo de ser necesario- Cuando Odin daba una orden su voz sonaba absoluta y sin pizca de duda y esta vez no fue la excepción, Thor escuchó las palabras de su padre con total respeto, pero había algo que no cuadraba en la situación.
-Padre, ¿Porqué piensas que Loki esta tramando algo? ¿No fuiste tú mismo el que le dio el perdón real, dejandolo pasear con libertad por los nueve reinos? Además, padre, Loki no tiene magia ¿Cómo podría representar un real peligro?- Entendía que su hermano podía ser realmente desastroso cuando quería, pero con la magia que a penas le quedaba era tan peligroso como un hamster hambriento, o sea, con dificultad podía causar un daño menor a todo un planeta.
-Thor, puedo ver que todas las experiencias con tu hermano no te han enseñado nada... Loki tiene un don increíble que hasta yo Odin, padre de todo, envidio-
-Y ese don sería....?- Preguntó el rubio príncipe con su ceño fruncido intentando adivinar lo que su padre quería decir.
-¡Por amor a.... Mi!, hijo, ¿Qué tan lento puedes ser?- Frustrado Odin se pasó una mano por el rostro intentando no darle un coscorrón a su hijo -Loki es el mejor en engatusar a cualquier ser mortal o inmortal, ¿Qué no tú mismo le llamas lengua de plata?, podría engañar a cualquiera y conseguir cualquier cosa si se lo propusiera-
-¡Ooooooh!- a Thor se le iluminó el rostro al escuchar la aclaración, Odin rodó los ojos, es que a veces su hijo podía ser muy despistado -Entiendo padre, iré ahora mismo a detener a Loki, si es que planea algo...- Sin decir nada más salió del salón tenía que averiguar que planeaba su hermano lo antes posible.
Pero antes de marcharse debía pasar a hablar con su buen amigo Heimdall.
-Mi amigo, el padre de todo me dijo que tu ojo que todo lo ve no ha podido seguir las acciones de mi hermano ¿Cómo es eso posible?- Thor armado con martillo en mano estaba parado frente a las puertas del bifrost.
-Tu hermano, aún sin magia conoce varios trucos que escapan a mi vista. La última vez que lo vi estaba entrando a ese monumento al ego de un mortal que podría ser grande si fuera un poco más humilde- Thor esperó algo más que tuviera que decir su moreno amigo, y al no recibir respuesta pensó un poco en sus palabras. Pensó un poco más y.. Un poco más, cuando por fin dio con la respuesta.
-¿Qué está haciendo Loki en la Torre Stark?- Preguntó con asombro.
-Creí que tu padre te había mandado a investigar eso...- ¿Heimdall sarcástico? Eso no era de todos los días.
Thor bufó un poco molesto y por fin se encaminó por el puente arco iris hasta Midgar.
Mientras tanto en Midgar...
-¡Mi amigo cuernitos!, ¿Tan pronto te toca tu sesión de placer?- Tony Stark recibía con total agrado a su visita asgardiana.
-No empieces Edward, ya te he dicho que mis sesiones no son solo de placer también son de belleza...- Loki lejos de molestarse sonreía con agrado ante la presencia de ese castaño, aunque no lo pareciera había congeniado muy bien con ese egoísta millonario.
-Sí, lo que digas cariño, voy a fingir que no conozco tus verdaderos motivos para venir aquí mes a mes- Con una sonrisa pícara Stark rodeó con su brazo los hombros de Loki y lo condujo hasta una habitación apartada -Tu hombre ya está aquí, lo llamé de emergencia pues hoy no te tocaba cita, pero como siempre aceptó gustoso tratandose de ti- Tony arqueó las cejas en un gesto que pretendía ser malicioso, pero contrario a eso al pelinegro le pareció chistoso.
-Y recuerda, ni una palabra de esto a nadie, quiero que parezca lo más natural posible- Loki tomó el pomo de la puerta dispuesto a entrar.
-Lo que digas querido, pero no sé cuanto tiempo más puedas continuar con esto sin que ricitos de oro, tu hermano, se de cuenta- El castaño se cruzó de brazos esperando que el otro entrara en el saloncito, no pretendía acompañarlo, ya Loki sabía muy bien lo que tenía que hacer.
-¿Tienes apodos para todos? ¿Como le dices al capitán cuando estan solos?- Y al ver la expresión descolocada del castaño rió un poco.
-Loki, prometí ayudarte con la condición que no dijeras nada del capitán y yo...- Stark habló casi en un susurro apretando los dientes.
-Tranquilo Edward, no diré nada, pero no creo que sea un secreto de todas formas- El pelinegro no esperó más respuesta y entró en la habitación. Tony por su parte hizo una mini rabieta y se marchó en busca del capitán, solo ese rubio podía calmar su ataques de enojo.
Steve descansaba comodamente en un sofá mientras se dedicaba de lleno a su pasatiempo favorito: dibujar a Tony. No es que tuviera ese hábito desde hace mucho, sino más bien lo había adquirido unas semanas atrás desde la primera vez que se besaron, un beso tan dulce que sentía le darían caries si lo repetían o al menos eso dijo Tony con un muy muy notable sonrojo, cosa que Steve tachó de la cosa más adorable del mundo y en seguida lo plasmó en papel ganándose en el acto un lindo puchero por parte del menor, expresión que sin dudarlo, Steve dibujó en un boceto y entre otros demás gestos que no pudo dejar de dibujar, ahora ese era su hobby.
Tony, que llegaba en ese momento se dejó caer pesadamente sobre el sofá a un lado de su pareja. Bufó bastante molesto y echó su cabeza hacia atrás en el respaldar.
-¿Loki?- Preguntó el rubio intentando adivinar, el castaño asintió con la cabeza afirmando lo que ya sospechaba su novio -Llegó antes de lo habitual esta vez- El cap dejó a un lado su libreta de dibujos y se dedicó a prestarle atención a su pareja, pues sabía que aunque Tony no lo aceptara Loki a veces podía sacarle canas verdes.
-Sí, solo han pasado dos semanas, está obsesionado con esto- Comprendía la necesidad de Loki por sentirse bien con él mismo, después de todo él era igual ne narcicista egocéntrico que el dios del engaño, pero Loki se estaba pasando del límite y eso lo exasperaba -Además sigue molestando con que le dirá a todos de lo nuestro si no le ayudo- Steve torció el gesto que antes era una sonrisa, por primera vez el capitán se mostraba más abierto a una situación muy poco convencional para él como lo eran las relaciones homosexuales, no entendía el porqué Tony se negaba a aceptarlo públicamente, quizás por consideración a él o tal vez solo se avergonzaba de salir con un soso anciano, ese último pensamiento lo tenía seriamente preocupado y en cierta forma muy decepcionado.
-Tony, hablando de eso, yo creo que lo más conveniente sería hablarlo con el grupo ¿No lo crees?, es decir, yo no tengo problema con aceptar que tengo una relación contigo, que te quiero y que además estoy profundamente enamorado de ti, dime ¿A caso te avergüenza decir que soy tu pareja?- Steve tomó entre sus manos las de Tony que evidentemente se había quedado sin habla, la sinceridad del capitán era algo que al castaño aún lo tomaba desprevenido. Stark abrió la boca intentando decir lo que realmente pensaba de la situación, pero fue interrumpido por una oleada de truenos provenientes de su pista de aterrizaje. Ambos vengadores se pusieron alerta esperando lo que ya se les volvía obvio. Ver a Thor entrar por uno de los ventanales destruidos por uno de los truenos.
-¡Amigo Steve! ¡Amigo se metal! Saludos- Un sonriente y efusivo Thor alzó su mano en señal de saludo, se acercó a la pareja y abrazó fuertemente al capitán que un poco confundido correspondió el saludo.
-Así estoy bien amigo risitos de oro destruye ventanas- Se apresuró a decir Stark viendo que el asgardiano se acercaba con claras intenciones de abrazarlo también.
-Siento lo del frágil vidrio- se disculpó el rubio mayor.
-¡¿Fragil?! Ese vidrio estaba reforzado contra los ataques del teseracto, y tú facilmente lo rompes en mil pedazos- Tony trataba de no descargar su frustración con el rubio, pero sencillamente estaba llegando a su límite, con esos dos semi dioses tendría que tener doble sesión de sexo con su capitán para bajar el estrés, tal vez, no era tan malo después de todo...
- Sí, bueno, creo que entonces no estas haciendo muy buen trabajo con eso del refuerzo...- comentó Thor con total inocencia. El castaño solamente rodó los ojos, era suficiente para un día....
-Y... ¿Porqué estás aquí?- Preguntó el capitán desviando el tema de los ventanales.
-¡Oh sí! Verán, Heimdall vió por última vez a Loki cuando entraba en esta choza que llamas edificio- Con una afable sonrrisa Thor explicó la situación.
-¡¿Choza?! Steve, ¿Escuchaste como llamó a mi Torre?-
-Sí Tony, lo escuché, descuida para los mortales esto no es una choza- Ni con las palabras del capitán Tony detuvo su rabieta, es que nadie se podía meter con su preciada torre. El rubio menor suspiró y presionó el puente de su nariz con sus dedos indice y pulgar, Tony era un niño mimado -Escucha Thor, Loki no está aquí por lo que crees él solo...-
-¡¡¡Auch!!!- Gritó Tony a todo pulmón antes que su novio revelara el secreto que tenía bien guardado con el pelinegro.
-¡¿Que sucede?!- El asgardiano se puso en guardia alzando su martillo. Steve que conocía las mañas de su pareja ni se inmutó -¡¡Amenaza invisible, aparece y deja de lastimar al amigo de metal!!- Thor estuvo a dos segundos de arrojar su mjölnir a la nada cuando escuchó un gemido bastante audible y muy lleno de placer a su parecer -¿Qué fue eso?-
Tony que se congeló sin saber que explicación dar, era un gemido que no podía pasar desapercibido para nada, el castaño abrió la boca un par de veces pero no se le ocurría que decir, sin esperar más Steve decidió intervenir.
-Ves ese pasillo de ahí- señaló con su índice -Sigues al fondo y a la derecha hay una puerta de madera, entras y encontrarás lo que buscas- Sonrió el rubio menor satisfecho por quitarse un peso de encima.
-¡El baño!- se apresuró a decir Tony empujando a un lado a su novio a un lado -Todos saben que al fondo a la derecha está el baño, regla básica...- No podía dejar que el nórdico se diera cuenta de lo que escondía.
-¡No es cierto, ve ahora mismo!- Steve tomó al castaño por la cintura levantandolo un poco y tapándole la boca para que no continuara.
Thor más que confindido siguió las instrucciones del soldado dejando a la pareja peleandose como si de dos niños se tratara.
Thor llegó a la puerta indicada y antes de abrir escuchó un nuevo gemido.
-¡Oh sí, así!-
Enseguida supo de quien se trataba esa aterciopelada voz que tanto conocía, sin delicadezas arremetió contra la pobre puerta partiendola en pedazos.
Steve y Tony que seguían peleando como niños al escuchar la madera crujir corrieron al lugar.
Thor quedó pasmado con lo que vió al interior de ese cuartito.
En el cuartito iluminado tenuemente en un ambiente muy romántico se encontraba Loki, su hermanito, su indefenso hermanito, recostado sobre una cama completamente desnudo, cubierto solo de la cadera hacia abajo con una simple sábana blanca, sudoroso, jadeante... Y justo detras de él un hombre de largo y rubio cabello atado en una coleta, alto, de ojos azules, fornido, aunque no tanto como él, era casi como ver su reflejo. Estaba tocando a su Loki, sí, SU Loki, lo tocaba de una manera tan indesente...
-¡Tú!- gruñó el asgardiano mientras alzaba su martillo por encima de la cabeza dispuesto a lanzarselo al depravado ese.
-¡¡Thor!!, ¡imbécil!- Loki se levantó de inmediato al escuchar el sonido estruendoso de la voz de su hermano -¡¿Qué demonios haces aquí, gandisimo idiota?!- Tomó la sábana que apenas lo cubría y se envolvió completamente entre ella.
Dos segundos más tarde el capitán, con escudo en mano, y Tony, armando con un guante y una botita de su armadura, se hicieron presentes en la escena.
-¿Dónde es la pelea?- Iron Man rompió el incómodo silencio.
-¡Edward, se suponía que esta barbie barata no se enteraría de nada!- Loki estaba histérico a éstas alturas y el pobre tipo que lo acompañaba no salía del shock aún.
-Oh, ya se conocieron...- Dijo Tony con una sonrisa ladina -Risitos de oro, te presento a Risitos de oro 2- Movió su mano señalando primero a Thor y luego al otro tipo.
-¿Qué...?-
-A ver... Thor, semidios, o dios del trueno, hijo de Odin, hermano de cuernitos, príncipe de Asgard y todo eso...- El castaño movió su mano de manera desinteresada -Te presento a Chris... Mi estilista- Está vez señaló al otro rubio que solo continuaba quieto en una esquinita del salón.
Loki presionó el puente de su nariz con sus dedos indice y pulgar, su estrés había vuelto.
-Thor, hermano, por favor... ¡LARGATE!- gritó histérico olvidando todo decoro -¡¡Pagué por está maldita sesión de masaje, manicure, pedicure, corte, peinado y alisado y pienso recibir el tratamiento completo!! Y tú... Más te vale que continúes- El pelinegro señaló al estilista y volvió a tumbarse sobre la camilla, esperando que el rubio masajista continuara con la sesión.
En la sala se encontraban Steve, Tony y Thor que por fin salió del shock de haber conocido a su "reflejo mortal" como lo había bautizado él mismo.
-Y... ¿Cómo es que no te pones celoso?- Preguntó el asgardiano a Steve mientras tomaba un sorbo de té de su fina tacita de porcelana -Ese hombre toca también al amigo de metal, y bueno, pues es muy bien parecido...- dió un nuevo sorbo a su té.
-Piénsalo, si nunca le gustaste tú ¿Que te hace pensar que le gustaría ese estilista que es igual a ti?- Sonrió el soldado con bastante confianza.
-Al principio creí que era una bestia cambia forma que intentaba disfrazarse de mi y engañar a Loki, pero no sería lógico que Loki se dejara tocar así por mi... ¿O sí?- La mente de Thor estaba vuelta un caos total desde la escena que vió en el cuartito de masaje.
-Vamos Thor, ¿Porqué crees que cuernitos viene cada mes a que esa bola musculosa lo toque por todas partes?- Tony tomó una galletita de vainilla de una bandeja frente a ellos, disfrutaba de su "tarde de té con tus amigos los vengadores".
-No lo sé, creí que mi hermano me odiaba- El rubio mayor frunció el ceño confundido.
-¿No crees que es todo lo contrario?- El cap se encogió de bombros, ¿Qué no era lógico? Tendría que explicarle con peras y manzanas.
-No lo creo, es decir...-
-¡Edwaaaaaard!-
-Tal parece que la diva termino la sesión- Tony se levantó de su cómoda silla encaminandose a la salita privada de masajes desde donde salió el nada glamoroso grito del pelinegro.
-Thor, si quieres mi consejo, te digo que no pierdas más el tiempo ve con Loki y dile lo que sientes...- Thor pareció meditarlo un poco, en alguna ocasión de borrachera le había confesado a su buen amigo Steve sus sentimientos hacía su hermano, pero nunca pensó que Loki le correspondiera.
-Gracias amigo, pero creo que esperaré hasta volver a Asgard para hablar con Loki-
Un momento después Loki llegó a la salita acompañado del estilista.
El pelinegro llevaba ropas midgardianas y su cabello lucía realmente hermoso, suave y brillante, su piel se veía mucho mas cremosa y se notaba su relajación. La sesión no era del todo mala idea. Ahora entendía el porqué siempre que su hermano regresaba a Asgard después de su visita a Midgar se notaba radiante.
-Así que tú eres Thor... wow... Guapo, cuando quieras llámame te haré una sesión privada de lo que quieras...- le dijo con coquetería el rubio estilista, Thor con inocencia incluida le sonrió y estrechó su mano a modo de saludo.
-Ese es otro nivel de narcisismo- susurró Stark lo suficientemente alto para que Steve escuchará.
-Está vez te superaron, amor- contestó el cap haciendo sonreir a su novio.
-Lo siento Chris, pero este fortachón ya tiene dueño- interrumpió el pelinegro dejando bien en claro que su hermano le pertenecía en más de una forma.
-Pues, que lástima entonces- El estilista se despidió con un guiño dirigido al asgardiano antes de subirse al ascensor -Tony, recuerda que tienes cita dentro de dos semanas y lleva al capitán contigo...- El rubio le lanzó una mirada maliciosa a Rogers que fingió no darse cuenta de eso, pero Tony si que lo notó. Anotó mentalmente no dejar a solas a ese estilista y a su capitán, solo por si las dudas -Bueno, sigan bellos- finalizó lanzando un besito al aire antes de que las puertas del elevador se cerraran.
-Nos vemos en un mes, Edward- Se despidió el pelinegro con una sonrisa sarcástica -Capitán, le recomiendo no siga las rabietas de este egoista y se apresure a hacer público lo que es obvio- Le dedicó otra sonrisa al rubio militar -Vamonos Thor- Continuó Loki, no estaba dispuesto a estar un minuto más en tierra mortal, tendría una larga charla con su hermano cuando llegaran a Asgard.
-Adios amigo Steve, Adios amigo Tony- se despidió también Thor.
El rubio principe obedeció a su hermano, lo tomó por la cintura, hizo girar su mjölnir y rompiendo otro ventanal salió volando con su martillo. Ese no era un buen lugar para abrir el bifrost.
-¡Steveeeeee, rompió otra ventana!- Pataleó Tony en su sitió, a veces el capitán dudaba de si su novio era un adulto...
-Y bien Tony, ¿Cómo es que no te molesta que Thor sepa de nuestra relación?- Esa era una muy buena pregunta, ¿Cómo se enteró ese dios nórdico de la relación secreta de ellos? ¡Loki se las pagaría, sin dudas! Lo que no sabía era que ya para nadie era un secreto, es que eran demasiado obvios.
-Bien...- Suspiró el castaño -Escucha, no quería que los demás se enteraran de lo nuestro porque... Odiaría que te dijeran lo mala persona que soy y lo mal que te iría en esta relación porque, ¡hola!, es de Tony Stark del que hablamos, el playboy, que te sería infiel en cualquier momento, pero solo porque ellos no saben como soy realmente y no saben lo que siento por ti- hizo una pausa esperando que Steve dijera algo, al no obtener respuesta continuó -Ok, lo dije, ¿Donde está mi premio?- Tony lucía un hermoso sonrojo, Steve jamás pensó que esa era la razón del porqué mantenerlo todo en secreto. Tony solo estaba asustado de que alguien lograra convencerlo que esa relación no traería nada bueno.
-Tony... Te amo...- Esa sola frase bastó para que al castaño se le acelerara el pulso.
-¿Aunque tenga un amante?-
-Tony...- lo llamó con advertencia.
-Es broma, sabes que contigo a mi lado sería imposible ver otro trasero-
-¿Estas conmigo solo por mi trasero?- Bromeó el rubio.
-No, también porque a pesar de un ser un vejete eres un semental en el sexo- Tony rodeó con sus brazos el cuello de Steve y éste a su vez lo tomó por la cadera acercándolo a su cuerpo.
-Esta bien, te ganaste una doble sesión de sexo esta noche- Rió Steve antes de besar profundamente a su novio. Las cosas comenzaban a mejorar.
En Asgard...
-Entonces... Dices que solo ibas por tus tratamientos para el cabello?-
-Pues claro tonto Thor, ¿Crees que sin mi magia podría mantener así de hermoso y sedoso este cabello asabache?- Vanagloriarse era otro de los muchos dones que poseía el pelinegro.
-Pero si era eso ¿Porqué escoger a mi reflejo mortal para que te tocara de forma libidinosa, yo podría haberlo hecho gratis hermano-
-Thor porqué eres tan... Tan... Tan... ¡Rubio!- Loki trató de verdad trató de buscar un adjetivo que calificara bien a su hermano, pero sencillamente no lo encontró y estaba seguro que de haber estado ahí el capitán habría hecho alarde de haber entendido la referencia... Rubios...
-Hermano, padre es rubio, madre es rubia, por ende yo Thor hijo de ambos tuve que ser rubio- Explicó el dios del trueno con total paciencia. Loki rodó los ojos ya exasperado.
-Entonces, hermano, déjame dejarle en claro a tu cabeza rubia porqué busqué a tu "reflejo mortal" para que me tocara tan decaradamente-
Loki tomó por el cuello de forma brusca a su hermano atrayéndolo hacía sí y planteándole semejante beso que en seguida fue correspondido de manera un tanto salvaje.
Thor tomó a Loki por las caderas levantandolo del piso, por reflejo el pelinegro rodeó la cintura de su hermano con sus propias piernas y Thor lo estampó contra la pared siguiendo con el apasionado beso separándose solo a penas para respirar.
-¿Ya entendiste porque busqué a un mortal que se pareciera a ti?- preguntó el asabache con la respiración agitada.
-No- fue la escueta respuesta de Thor antes de volver a estamparle otro beso.
Bueno, algún día su hermano entendería...