Notas: Este fic lo publiqué originalmente en mi cuenta de Mundo Yaoi (Satanic Cotton, too) con las mismas etiquetas y dando los respectivos créditos al autor original en AO3, donde lo pueden encontrar en su versión inglesa (Cold).
¿Por qué escogí una concepción fluff de los nenes emo?
1.- Porque desde hace tiempo voy sintiendo que al fandom le encanta maltratar a Frank (y no lo negaré que a mí también, pero hombre, démosle un respiro al pobre chico).
2.- El fandom me ignora. Aquí. En otros foros. Siempre. Me doy las libertades que quiero, entonces. Si no me vienen a putear o a intentar joder me seguiré riendo. Y si lo hacen igual, dah.
3.-Febrero. Algo tan cliché como eso y, que sin embargo, le da el toque. Aunque yo prefiera el Angst. está bien variar un poco. Mis Gramon, por ejemplo, son Angst. prácticamente en su totalidad. Why not.
4.-Son adorables. La gorda sassy y el enano me llenan de feels. Y de tanto recorrer AO3 el sentimiento se me queda pegado. Tenía qué.
Por otro lado, maldigo al servidor y al hecho de que, si un fic no tiene como mínimo 500 palabras no puede ser publicado. Cantidad NO es sinónimo de calidad.
Frío
El entrevistador le dice algo sobre cómics, y Frank sabe que Gerard estará hablando durante un tiempo. Sale de la conversación cuando gira rápidamente en torno a Umbrella Academy; no porque no le importe –lo hace, mucho-, sino porque ha oído todo antes, aproximadamente un millón de veces. Sabe más de cómics que muchas personas que llegasen a preguntar.
El viento es frío y mordaz a su lado, y Frank se cruza de brazos bajo sobre su estómago. Entonces aparece la mano de Gerard en la parte baja de su espalda, sólo toque rápido y una pregunta: ¿estás bien?
Frank presiona de nuevo la mano de Gerard, pero ya se ha ido, ondeando en frente de ellos con el muchacho haciendo gestos expansivos sobre algo. Gira ligeramente hacia Gerard, porque el viento está golpeando su espalda. Casi puede sentir su calor desde unas pocas pulgadas de distancia, y entonces quiere acurrucarse más cerca. Gerard, aún parloteando, ni siquiera prestar atención a Frank, y tampoco el entrevistador. Supone que podría salirse con la suya.
Da un paso más cerca, hasta que su antebrazo choca con la cintura de Gerard. Gerard coloca su cuerpo automáticamente para dejar espacio, y Frank se desliza fácilmente en su lugar. Es muy cálido y su sudadera es suave y peluda, y Frank lo abraza tanto como le sea posible. Su mejilla se apoya en el hombro de Gerard cuando el entrevistador finalmente lo mira expectante.
— Uh. — dice Frank. No había estado escuchando.
Gerard sonríe y el chico repite la pregunta: todavía estaban hablando de cómics, al parecer. Frank frota su mejilla en la sudadera con capucha y murmura una respuesta, y luego Gerard, por suerte, se hace cargo de nuevo. Esta vez, su mano se acerca por la espalda de Frank, y la deja allí, debajo del suéter, con sus dedos enguantados presionando suavemente sobre la piel fría.