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Tus deseos, mis deseos. por xShawtyDreyarx

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Notas del fanfic:

¡Muy buenas a todos los que se encuentran leyendo esto!

Este es el primer fanfic que subo a la página, así que de antemano disculpen si hay errores mínimos.

Decidí hacerlo de Laxus y Natsu porque tengo una severa obsesión con ellos. Igual es su culpa por ser tan jodidamente perfectos.

Aún no sé si subiré más fics, por ahora veré que tal me va con este así que espero que les guste.

Notas del capitulo:

Fairy Tail y sus personajes son propiedad de Hiro Mashima.

Tercera noche de los Grandes Juegos Mágicos en cierto bar de la ciudad de Crocus el gremio Fairy Tail celebra la gran participación que habían hecho. No había ni un solo miembro que no tuviera una sonrisa en su rostro, parecía que al fin lograrían ser de nuevo el gremio más fuerte de Fiore.
 
El ambiente era bastante parecido a cuando se encontraban en el gremio. Cana bebiendo su cuarto barril de alcohol junto con los Raijinshuu, Gray y Natsu peleando mientras Lucy hacía lo posible por separarlos, Gajeel haciendo una que otra broma, Erza comiendo un pastel de fresas, había que admitir que era ya una escena bastante conocida. De cierta manera gran parte de los miembros se encontraban en estado de ebriedad o estaban cerca de estarlo, uno de ellos era nada más y nada menos que Laxus.
 
Después de su aclamada victoria contra toda la élite de Raven Tail se había sorprendido de recibir tantas felicitaciones, en especial de parte de su abuelo. Igual no se asombraba tanto, al fin y al cabo lo único que había hecho ese gremio era solo causarle molestias a Fairy Tail y con ellos fuera del camino sería mucho más fácil el lograr ganar el festival. En su mente corrían distintos pensamientos, en especial acerca de lo que le había dicho su padre: Lumen Historie. Era algo en lo que llevaba pensando desde que terminó la pelea, razón por la cual decidió beber para olvidarse de todo ello.
 
-¡Natsu!- Gritó el maestro Makarov para lograr llamar la atención del pelirosa, que claro está se encontraba en medio de una pelea con Gray.-¿Que quieres, abuelo?-Se encontraba deseoso de seguir con la pelea, incluso estaba pensando en retar a Gajeel a una ya que llevaban bastante sin arreglar cuentas.
 
-Necesito que lleves a Laxus a la posada del gremio, me empieza a preocupar que golpee a alguien o algo así.-Natsu se sorprendió al escuchar eso y buscó con la mirada al susodicho, asegurandose que el maestro de verdad no mentía y notando como cada vez el estado de ebriedad de este empeza a tomar niveles insospechables.-¿Y por qué tengo que ser yo el que lo lleve?-Preguntó algo enfadado. De todas las personas tenía que ser el que cumpliera con ese mínima tarea, no es que no se le dificultara pero si Laxus se había puesto a beber sin pensar en las consecuencias él no tenía que hacerse responsable de ello.
 
-Simplemente has lo que te digo, ¿está bien?- Dijo finalmente el anciano, alejándose de donde se encontraba el pelirosa sin darle ni un segundo para rechistar. Este mismo suspiró de mala gana, ¿y ahora como lograría convencer al nieto del maestro para que lo acompañara? Podría golpearlo hasta dejarlo inconsiente pero aún ebrio Laxus era mucho más fuerte que él y haría lo posible por contrarestar el golpe. Natsu se acercó al rubio el cual ya se encontraba pidiendo otra ronda de alcohol sin perder tiempo alguno.- Laxus, nos vamos. El abuelo me pidió que te llevara a la posada.- Sabía que con eso no conseguiría una respuesta definitiva, más bien ya veía venir lo que respondería el rubio.- Porque mejor no te metes en tus propios asuntos y me dejas en paz.- Y ahí estaba la respuesta que estaba esperando, sin duda no había cambiado casi nada desde que se había integrado de nuevo al gremio.- Es una orden del maestro, ¿acaso piensas ignorarla? Eso podría hacer que te expulsen, piénsalo.
 
El mayor se quedó en silencio. Ese maldito de Natsu llevaba algo de razón, podía haber logrado haber sido aceptado de nuevo en el gremio pero sabía que el anciano no confiaba del todo en él por lo que no acatar cualquiera de sus órdenes podría llevarlo a otra expulsión, cosa que no quería de nuevo. Se levantó con algo de dificultad y al hacerlo un fuerte mareo hizo aparación en su cuerpo haciendo que perdiera un poco el equilibrio. El pelirosa rápidamente tomó uno de sus brazos poniéndolo alrededor de sus hombros para que se apoyora en el y así empezar a caminar a la salida del bar. Ningún miembro del gremio dijo nada acerca de esto, todos se encontraban bastante ebrios por lo que este suceso no les importó en lo absoluto.
 
Fuera del local los dos Dragon Slayers empezaron a caminar hacia la posada donde se encontraban hospedado el equipo B, ninguno de los dos dijo palabra alguna. Natsu notaba el fuerte olor a licor que desprendía Laxus y también la cercanía de este, su fuerte brazo alrededor de sus hombros, que por algún extraño motivo empezaba a ponerlo nervioso. ¿Pero que diablos le sucedía y desde cuando se ponía nervioso al estar cerca del rubio? Tenía que dejar de pensar en eso o sino su mente se haría un enorme lío.- ¿Sabes, Natsu? Me gusta como hueles -Dijo de repente el mayor y sin motivo alguno, las palabras salieron a borbotones apenas sintió como el aroma de Natsu invadía sus fosas nasales, un olor a fuego y tierra, un olor exótico que hizo que pensara eso y lo dijera al instante de hacerlo. Notó como un leve sonrojo empezaba a aparecer en las mejillas del menor y como este hacía lo posible para esconderlo.- D-deja de decir estupideces.- ¿Acaso había logrado ponerlo nervioso? Eso era algo que no se veía todos los días y le alegraba haberlo logrado. El pelirosa se veía adorable e inocente con ese rubor en sus mejillas, espera, ¿por qué de un pronto a otro el mayor tenía esos pensamientos? Debía de ser el alcohol, no había duda, pero de igual manera a este desde hace bastante tiempo se le hacía adorable ver como el pelirosa era un ser tan inocente y que supiera esconderlo tan bien detrás de esa faceta de "chico busca pelea".
 
Después de unos cuantos minutos caminando en silencio y cada uno metido en sus propios pensamientos llegaron a su destino. Subieron las escaleras en un silencio total y al llegar al segundo piso Natsu abrió la puerta de la habitación, entrando junto con el mago eléctrico y ayudándolo a acostarse en la cama. Por simple cortesía le quitó los zapatos, por nada del mundo lo ayudaría a desvestirse, suficiente ayuda le ofreció con llevarlo hasta ahí e incluso ayudarlo a llegar hasta la habitación. Notaba como la mirada del rubio estaba centrada en él, lo que hizo que por el nerviosismo durara más en su tarea de quitarle los zapatos.- N-nos vemos mañana, L-Laxus.- Y ese maldito tartamudeo lo seguía acompañando, de seguro ese idiota de Laxus pensó que se veía como un completo idiota. El pelirosa salió con rapidez de la habitación, sintiendo como la mirada del otro Dragon Slayer lo seguía, cerró la puerta a sus espaldas pero su cuerpo no respondió, haciendo que se quedara de pie en medio del pasillo.
 
¿Desde cuándo Laxus lo ponía nervioso y porque tartamudeaba de esa manera tan estúpida? Debía admitir que siempre había sentido una muy ligera atracción hacia el rubio. No solo por el hecho de que fuera un mago de clase S y uno de los más poderosos que había visto, sino que también era atractivo. Desde su cicatriz en forma de rayo hasta el tatuaje que cubría gran parte de su abdomen, todo en él era sumamente atractivo. El menor movió su cabeza de un lado a otro tratando de alejar esos pensamientos tan absurdos, si continuaba así podría meterse en problemas o quien sabe qué.
 
Cuando pensaba en irse sintió como la puerta de la habitación tras de él se abría y como una mano lo arrastraba al interior, sin darle tiempo a reaccionar. Cuando sus ojos se acostumbraron a la oscuridad notó el rostro de Laxus a unos cuantos centímetros del suyo, al punto de notar como un débil olor a alcohol salía de su boca. Las manos del mayor se encontraban rodeando la cintura del pelirosa, haciendo que sus cuerpos estuvieran peligrosamente unidos.-¿Q-qué crees que estás haciendo? -Preguntó aún con más nerviosismo el menor, sintiendo como las manos del mayor se dedicaban a acariciar su cintura. El mayor ignoró su pregunta y sin decir nada acercó sus labios a su cuello empezando a depositar pequeños besos en este. Natsu se sobresaltó, sentía como si miles de corrientes eléctricas recorrieran su cuerpo cada vez que sentía como los labios del rubio hacían contacto con la sensible piel de su cuello.- Laxus, apártate. E-estas ebrio. -Dijo esto mientras hacía intentos en vano de alejarse ya que mientras más lo intentaba más presión hacia el mayor con sus manos en su cintura, logrando más bien que sus cuerpos se apegaran más.- Deja de negar la realidad, Natsu. Quieres esto tanto como yo, tu voz y hasta tu cuerpo me lo demuestran.-Susurró cerca de su oído, haciendo que un estremecimiento recorriera la espina dorsal de Natsu. ¿Acaso se encontraba en lo cierto? Su cuerpo cada vez más estaba cayendo en los encantos del Dragon Slayer del rayo, pero tenía que mantenerse firme, no podía dejarse vencer por la lujuria.-Además... Si estuviera ebrio, no creo que sería capaz de hacer esto.-Al terminar de decir esto el rubio unió sus labios con los del menor, sintiendo como este se sorprendía ante ese contacto. Creyó por un momento que el mago de fuego no correspondería ante su contacto pero fue todo lo contrario, sintió como sus brazos rodeaban su cuello y como tímidamente correspondía a su beso. Sus labios creaban una fricción increíble, Natsu sentía como si los labios de Laxus lanzaran descargas eléctricas mientras que por otro lado Laxus sentía como si los labios de Natsu quemaran, haciéndolo querer mucho más. Con lentitud el mayor introdujo su lengua el la cavidad bucal del menor, comenzando así una furiosa batalla con la lengua del menor sobre quien llevaría el control, cosa que estaba más que clara ya que el mayor notaba bastante la inexperiencia del menor.
 
Parecía como el calor en la habitación había aumentado, a pesar de que se había dicho que se mantendría firme a Natsu ya no le importaba en lo absoluto eso. Estaba tan embriagado por la danza que su lengua hacía junto la de Laxus que no se enteró cuando este había desabrochado su cinturón y se había desecho de su chaleco, quedando semidesnudo frente a este. Se sorprendió al sentir la erección del mago eléctrico y como este cada vez tomaba más el control, no pensaba que estuviera del todo mal pero tampoco quería quedarse atrás. Se separó del rubio para tomar aire no sin antes recibir una ligera mordida en su labio inferior y notó como su respiración se había vuelto más pesada. Cegado ya por la lujuria al menor no le importaba nada más y para no quedarse atrás sus labios atacaron el cuello del mayor, dando lamidas y pequeños mordiscos, oyendo como unos cuantos suspiros escapaban de los labios del mismo. No quería ir tan rápido, quería disfrutar de ese momento por lo que se arrodilló haciendo que ya la notable erección del mago eléctrico quedara frente a él.
 
Su mirada subió hasta encontrarse con la del rubio notando como este lo miraba con lujuria, deseando aquello que estaba apunto de hacer. Sin apuro Natsu desabrochó el pantalón del rubio y junto con sus boxers los bajó quedando frente a él la erección del menor, haciéndole ver lo excitado que ya se encontraba. El Dragon Slayer de fuego acercó una de sus manos al miembro del mago eléctrico empezando a hacer movimientos con esta y notando como un leve gemido escapa de los labios del mismo. Sus movimientos se fueron haciendo cada vez más rápidos y para brindarle más placer al mayor se llevó su miembro a su boca, comenzando también a hacer movimientos con su boca. El Dragon Slayer del rayo se sentía como en el cielo, la boca del pelirosa en su miembro era una sensación demasiado estimulante y que sin duda lo estaba haciendo sentir un placer que desde hace mucho no sentía. Algunos cuántos gemidos y suspiros lograban escapar de sus labios pero era claro que estaba disfrutando de eso, no tenía ni idea que ese chico fuera tan bueno con su boca. Enredó sus dedos en el puntiagudo cabello de Natsu, haciendo que llevara el ritmo que el mismo quería, logrando que viera las estrellas e incluso más. Cuando sintió que se encontraba cerca del clímax obligó al pelirosa a parar y sin tiempo a nada lo levantó del suelo, volviendo a unir sus labios en un desesperado pero apasionado beso.
 
Laxus lo obligó a caminar hacia atrás sin separar sus labios de los suyos, al sentir el borde de la cama Natsu se acostó en la cama haciendo que Laxus quedara sobre él. En un momento el cuello del pelirosa volvió a quedar al descubierto por lo que el rubio aprovechó esta oportunidad para abalanzarse sobre este, dejando marcas y mordidas por donde sus labios pasaban. Varios suspiros escapaban de los labios de Natsu terminaba de desabrochar la camisa del mayor, haciéndolo quedar completamente desnudo. Sus manos recorrieron la espalda y el abdomen bien trabajado del mayor, sintiendo como su cuerpo se estremecía ante el tacto de sus manos, algo que sin duda le encantó.
 
En toda la habitación se escuchaban únicamente sus respiraciones agitadas, acompañadas de algunos suspiros y gemidos. Laxus se dedicó a quitar la ropa que aún estorbaba en el cuerpo del Dragon Slayer de fuego y al verlo completamente desnudo se maravilló ante tal visión, más aún cuando notó como un fuerte sonrojo cubría las mejillas del pelirosa. Sus manos recorrieron su cuerpo entero, deleitándose con la suavidad de su piel, deseando que ese momento jamás se acabara. El menor rodeó su cuello con sus brazos y se acercó a su oído solo para susurrar una palabra: "Hazlo". Laxus sabía lo que esto significa, este chico que llegó a odiar por algún tiempo y el cual con el que jamás se imaginó tener una relación más que la de "compañeros" ahora se encontraba ahí, debajo de él, ofreciéndole su virginidad, ofreciéndole el hacerlo suyo, sin ninguna objeción.
 
El mayor acarició la mejilla del menor para después depositar un dulce beso en esos labios que en muy poco tiempo ya se habían vuelto su perdición.- Te prometo que haré lo posible por no dañarte, al igual que también te prometo cumplir tus deseos y los míos.-Susurró este para ver como el pelirosa sonreía en la oscuridad, dándole a entender que todo estaría bien. Para distraerlo de lo que se aproximaba el mago eléctrico volvió a unir sus labios en el profundo beso mientras colocaba su miembro erecto en la entrada del mago de fuego. Con mucha lentitud entró en su interior, sintiendo la estrechez del mismo y como el menor gemía del dolor ante esto. El mayor depositó cortos besos en sus labios para hacerlo olvidar el dolor mientras su miembro seguía entrando en el interior del menor. Al estar adentro del todo, el mayor esperó a que el pelirosa se acostumbrara a la sensación de tener su miembro dentro de él. Después de unos momentos sintió como este movía sus caderas, dando a entender que ya se encontraba preparado.
 
Natsu sintió como Laxus comenzaba a moverse de manera lenta, cuidando en no causar molestia o dolor alguno en él, algo que le pareció bastante dulce de su parte. Sus gemidos de dolor fueron volviéndose de placer. El vaivén que provocaban sus caderas y las de Laxus lo estaban empezando a llevar a la gloria, más aún cuando sintió como el mago eléctrico subía la intensidad de sus embestidas provocando más gemidos de su parte mientras mordía su labio inferior para no dejarlos escapar. Sus manos se aferraron a la espalda del rubio, sintiendo tanto placer como nunca antes lo había sentido, gemía el nombre de este pidiéndole cada vez, pidiéndole que cumpliera sus deseos y si que lo hacía. Laxus estaba embriagado de la lujuria y el placer, ver a Natsu debajo de él gimiendo su nombre era algo hermoso, pero algo aún más hermoso era saber que era el primero en hacerlo sentir el placer que proporcionaba ese acto al cual llamaban sexo. Empezaba a dejar de importarle si le hacía daño o no, la estrechez y los gemidos del pelirosa lo tenían en el paraíso, haciendo que sus embestidas fueran rápidas y descontroladas.
 
Sintió como el final estaba cerca por lo que volvió sus movimientos más profundos, tocando ese punto que llevó al mago de fuego al placer máximo y a pedir por más. Unas cuántas embestidas más y juntos llegaron al climax, el rubio llenando el interior de Natsu con su esencia, y por otro lado el pelirosa llenando parte del abdomen de Laxus y el suyo con la de él. Con lentitud y con la respiración agitada el Dragon Slayer del rayo salió del interior del menor para acostarse a su lado, sintiendo como este se acercaba a él y apoyaba su cabeza en su pecho. Sus respiraciones empezaron a calmarse, asimilando por lo que acaban de pasar y lo bien que lo habían pasado.-Laxus...-Susurró un pelirosa con las mejillas rojas a más no poder, disfrutando de estar rodeado de los fuertes brazos de ese hombre.- Dime.-Respondió este mientras en su mente seguían reproduciéndose imágenes del placer que había sentido.-Gracias por cumplir mis deseos y por haberme dejado cumplir los tuyos.-Al decir esto una pequeña sonrisa se formó en su labios porque sabía perfectamente que esa no sería la última vez que decidieran cumplir de nuevo sus deseos.
Notas finales:

¡Espero que les hubiera gustado!

Sus reviews es algo que agradecería para así conocer sus opiniones acerca de este pequeño "experimento".

¡Nos veremos después!


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