Después de la batalla que sostuvieron el magi caído y su candidato favorito a rey contra la bruja de Al Thamern, el primero ha estado muy pensativo, se le mira en todo momento extraño, el oji celeste trata de hablar con él, pero le evita, y en definitiva, no entiende que es lo que le ha puesto en ese estado…
-Judal
-¿Qué sucede Hakuryuu?
-¿Qué tienes?
-¿A qué te refieres?
-¡No te hagas el idiota! ¿Por qué rayos estas tan serio?
-¡Óyeme bastardo nada te da derecho a hablarme de esa manera!
-¡Tú tienes la culpa, estoy preocupado!
-¿Preocupado por…mi?
-¿Vez a alguien más aquí?
Definitivamente esos dos se habían hecho cómplices después de tantas cosas vividas, pero la forma en la que a veces se hablaban dejaba mucho que desear, parecía que ninguno podía ser sincero con sus sentimientos, sabían que podían confiar en el otro, pero había ocasiones en las que mejor decidían guardarse sus sentimientos, después de todo no es como si estuvieran acostumbrados a hablar con la gente y platicarles todas sus dolencias, habían pasado demasiado tiempo solos, sufriendo, y era bastante lógico que a ambos chicos, les costara trabajo desahogar sus sentimientos…
-No pasa nada…es solo que…
El cuarto príncipe le miraba curioso, sabía que algo pasaba, pero si el oji rubí no quería decirle, tampoco le iba a obligar, es obvio que a veces las personas quieren guardar para sí mismas sus pensamientos, a él le pasa bastante seguido…después de todo, desde que asesinara a su madre con ayuda de Judal, había estado pensando en qué hacer con el imperio, que hacer para quitar a Koen de su camino, había pensado en asesinarlo también, con la ayuda el oráculo, pero viéndolo tan distraído, pensaba que no era el momento indicado, y vaya que eso le causaba molestia, pues el chico es una persona bastante infantil y le gusta hacer todo rápido, por lo que no tenía la paciencia para esperar a que el magi estuviera de mejor humor, pero tampoco es como si ahora pudiera hacer algo, pues sabía que si lo intentaba solo forzaría la situación, suspiro mirando con fastidio al mayor, quien volteo a mirarlo directo a los ojos…
-No tienes que mirarme así -había dicho con molestia el mayor-es solo que estoy aburrido
El menor se le quedo mirando con una expresión de completa incredulidad y sorpresa
-¿Aburrido?
-¡No repitas como cotorra lo que digo!
Esas palabras habían causado mucha gracia en el menor, de verdad que no era el único que solía ser infantil…
-Es que lo que me acabas de decir-decía al tiempo que reía-es ridículo, ¿Por qué estarías aburrido?
-Es obvio, después de que matamos a la vieja, nos hemos quedado encerrados aquí, no ha habido más guerra, no ha habido más muerte mi destrucción, es mi único pasatiempo, es normal que este aburrido, tengo ganas de destruir…
El menor se le quedo mirando con una expresión de sorpresa, y vaya que le había sorprendido lo que le dijo, no importa que el mayor le hubiera ayudado a deshacerse de un enemigo formidable y peligroso, aun solía ser ese niño inmaduro que él veía, aunque tenía unas maneras de divertirse que no terminaban por convencer al príncipe, quien continuaba mirándolo…
-¿Y porque no sales? Nadie te obliga a quedarte en el imperio, ya no está la organización que te tenia prisionero, eres libre de hacer lo que quieras, pero eso sí, no tardes mucho, tenemos que hacer planes para acabar con Koen, y sus hermanos, los odio, siempre han sido unos traidores, jamás voy a perdonar que hayan dejado morir a mis hermanos sin siquiera haber intentado protegerlos, voy a hacer que paguen con su sangre, todo el dolor que ellos sufrieron-decía al tiempo que hacia la expresión más aterradora que se le haya visto a alguien jamás, pero que era un deleite para el magi, le encantaba esa expresión de odio y locura que el menor solía poner, era tan parecido a él, por eso siempre había sido su candidato favorito…
-Te voy a tomar la palabra
-Solo no mates a nadie…¿de acuerdo?
-Por una vez en la vida te voy a hacer caso, pero eso sí, voy a destruir algún pueblecito, será muy divertido ver como corre la gente aterrada sin que puedan hacer nada, sin que entiendan si quiera que les paso…
-Tú nunca cambias-decía suspirando el oji celeste
A lo que el magi caído le dirigió una bella sonrisa, como si de un niño con juguete nuevo se tratase…
-Solo recuerda volver antes de dos semanas, que tenemos que hacer planes para destruir el imperio, y sabes que eres parte fundamental en el plan...
El mayor estaba muy emocionado de escuchar esa palabras, era por eso que apreciaba tanto al cuarto príncipe, después de todo, sin familia y siendo controlado por la organización, siempre se había sentido como una marioneta, como basura que nadie quería ni necesitaba, pero ahí siempre estaba el azabache, para decirle una y otra vez que era indispensable en algo…
-Está bien, tú confía Hakuryuu, jamás te fallaré
-Más te vale,¿ y a todo esto a dónde vas?
-¿Qué eres mi mamá?-Decía el magi al tiempo que sonreía retadoramente
-No seas idiota, pero si algo pasa, es mejor saber en donde estas…
-Pues pienso ir a algún lugar cerca de Balbad, hay muchos pueblecitos por ahí, y aunque haga muchos destrozos no van a recibir ninguna ayuda, además que con mi magia de transferencia, me es más fácil llegar ahí…
-¿No estás feliz de que te haya hecho aprenderla?
-¡Eres un maldito! ¿Tienes idea de cuánto me costó dominarla?
-Jajaja, no te quejes, que gracias a eso tienes muchas comodidades ahora
El mayor le miro con desprecio, pero no podía llevarle la contra al más joven, después de todo tenía razón, es gracias a que aprendió esa magia, que ahora podrá lograr su objetivo con tanta facilidad, pero el que el oji celeste casi siempre tuviera razón, le molestaba, por lo que se dispuso a levitar para marcharse rápidamente del lugar, pero en lo que estaba en el cielo…
-¡RECUERDA QUE TIENES QUE VOLVER! ¡TENEMOS MUCHAS COSAS QUE HACER JUNTOS! ¡ERES IMPORATANTE!
Esas palabras le hicieron sonrojar, vaya que su candidato algunas veces podía ser un estúpido, y así, se fue un rato levitando, es verdad que si hubiera utilizado su magi de transferencia, hubiera podido llegar más rápido a su destino, pero no lo había hecho, porque aun tenía que ordenar algunas pensamientos en su cabeza…
<<-Tal vez no fue tan buena idea haberle mentido a Hakuryuu, pero tenía que hacerlo, si le decía la verdad es muy probable que estuviera de entrometido, y este problema solo me con cierne a mí, estoy preocupado por el enano…después de haber visto lo que paso en Alma Toran, estoy seguro de algo que siempre sospeche, al observar el rukh del rey idiota, me di cuenta de que hay un rukh oscuro que habita en el, estoy casi seguro que es ese bastardo de David, y se por la forma en la que mira al enano que no tiene buenos planes para él, la verdad no es que me interese mucho en las personas, pero se lo debo, el cambio mi vida, después de que me mostrara que yo tuve alguna vez padres, y que estos fueron asesinados por Al Thamen, me dio la fuerza necesaria para odiarlos, para levantarme contra ellos, para destruirlos, y así vengar a mi familia, es por eso, que al menos esta vez, destruiré a la persona que quiere dañarlo, ya luego de eso arreglo cuentas con el enano…>>
Esas últimas palabras las había dicho con una sonrisa muy sincera, en verdad le gustaba destruir cosas, pero también era muy cierto que esperaba tener un nuevo enfrentamiento con Aladdin, sabia qua aunque fuera un enano, en verdad era muy poderoso, no por nada era el príncipe de Alma Toran e hijo del gran rey Solomon, solo él le daba diversión a sus días, solo con él podía gastar el rukh que solo se acumulaba en el, solo esa persona era capaz de soportar toda la destrucción que había dentro de su ser…
Después de un rato de mucho meditar, termino por pensar que lo mejor era matar a Sinbad, es verdad que en algún momento había pensado en que fuera su candidato, le había rogado mucho por ello, vaya que a sus candidatos a rey favoritos, les gustaba hacerse del rogar, cuantas veces le había pasado lo mismo con Hakuryuu, aunque eso era asunto del pasado, pues el cuarto príncipe del imperio, había terminado por caer en sus redes, si en verdad se lo proponía, el magi caído, podía ser en verdad irresistible, pero con Sinbad, no pasaba lo mismo, ese hombre tenía los días contados, podía tenerlo por seguro…
Después de decidirse a acabar con la vida del rey, utilizo su magi de transferencia, quedando afuera de la barrera de Sindria, la cual le causaba mucha gracias, había escuchado que era una gran barrera, el orgullo de la maga que la creaba, pero para un magi como él, eso no era nada…¿Cuántas veces la había destruido con la más completa facilidad?
Así que rápidamente se dispuso a hacer un agujero en ella, y cerrarla con su propia magia, haciendo imperceptible el que hubiera entrado, sonreía muy divertido, y pensar que los idiotas de Sindria eran tan arrogantes como para pensar que su país tenía las mejores defensas, después de todo, las defensas de Kou y Al Thamen son envidiables, ¿y cuántas veces no logro salir de ahí?
Y así, dejo de levitar para caminar por el palacio, sin que nadie lo viera, pero con la extrema confianza, con la que siempre cuenta, total si se encuentra alguien siempre podía matarlo…no era que estuviera en ese lugar para disfrutar del clima tropical…y así continuo con su caminata…poco después había visto al rey en un jardín, mientras observaba un hermoso árbol, cosa que le hizo mucha gracias, al menos sus últimos momentos serán pacíficos, pensaba el azabache, se acerco mas a él, y se dispuso a hablarle, después de todo, no había nada que le hiciera más feliz que el rey se diera cuenta de quién era quien acaba con su vida…
-¡Rey idiota!
-¿Judal? ¿Qué rayos haces aquí?
-Vine a matarte-dijo con la expresión más siniestra que hubiera puesto nunca…
El mayor solo le miraba completamente sorprendido, mientras veía, como se acercaba el joven frente a él, en su cara podía darse cuenta de que no era una broma lo que le estaba diciendo…el magi tomo su varita lentamente, estaba realmente fascinado con la expresión del mayor, estaban tan sorprendido que ni siquiera había intentado defenderse o escapar, y así se dispuso a realizar un hechizo, pero antes de que pudiera hacer algo... sintió un gran impacto que le dio por la espalda, fue tan fuerte que el magi no alcanzo a cubrirse o esquivarlo y le dio de lleno, haciendo que se desmayara en el momento, no estaba gravemente herido, por fortuna era un magi, pero parecía que ese ataque había sido lanzado con toda la intención…
El magi no supo mas, pero el rey de los siete mares le tomo en sus brazos completamente inconsciente, y haciendo una sonrisa bastante perversa…
-No puedo creer que te hayas entregado tan fácilmente Judal-kun…no tengo idea de lo que planeabas, pero no te voy a dejar ir, desde este momento eres mi prisionero… esas fueron las únicas palabras que menciono el peli morado, el oráculo había hecho todo mal, no le había dicho la verdad a Hakuryuu, y por lo tanto no había nadie que diera salvarle de esa situación, pues no tenían manera de saber en donde estaban, esta vez para desgracia suya, esta completamente a mercede del perverso rey de los siete mares…