Momentos antes de que llegara el magi caído a ver a Sinbad…
-¿Qué quieres decir con eso Yunan?
-Ya te lo dije, no confió en ti
-Pero si antes era tu candidato favorito…¿o ya se te olvidó que fuiste tú quien me convenció de tomar mi primer laberinto?
-Jamás voy a olvidar eso, he vivido con arrepentimiento desde ese día, he tratado de creer en ti
-Pues sigue haciéndolo
-No puedo-dijo el rubio con expresión de tristeza-cada día te reconozco menos, los métodos que usas para mantener tu pueblo en paz, me hacen pensar…que te has corrompido en un punto en el que ya no tienes salvación…
-No digas eso-decía el peli morado al tiempo que sonreía-todo lo que hago es por el bien de otros, jamás he hecho algo para mi beneficio, ¿ o acaso no vez que toda la gente que habita mi reino es feliz?
-¿Esa es felicidad?
-¿Qué quieres decir?
-¿Qué crees que pensarían, si supieran como es tu verdadera personalidad? Estoy seguro de que los tienes bien engañados, así como cada uno de tus sietes generales.
-Yo no los estoy engañando
-¿Entonces qué me dices de Aladdin?
-¿Qué hay con él?
-También le tienes engañado, por un lado le dices a su candidato que le ayudas con lo sucedido en Balbad, pero por otro lado no haces nada por alejarlos de tu lado…¿es que acaso quieres utilizarlo?
-Claro que no
-¿Entonces que son esos chicos para ti?
-Aliados
-¿Lo ves? Has cambiado mucho, no puedes ver a las personas con afán de protegerlas, o que sean amigos, tu solo los vez como herramientas a las cuales usar, por eso no puedo confiar en ti, solo quería que supieras que desde este momento…
Pero el rubio se quedo en silencio unos momentos, en lo que desvió su mirada al cielo, había sentido algo, o más bien a alguien entrar en la barrera de Sindria, ni siquiera la maga que la creaba había notado algo, pero él era un magi después de todo…
-¿Judal?
-¿Judal?-Repitió el peli morado, que aprovechando un momento de descuido del magi de la gran falla se equipo a Zepar, para lanzar un hechizo en el rubio, que sin poderlo evitar quedo bajo su control, solo habían sido unos cuantos segundos, pero el oji miel había sido muy astuto…
-Quiero que te escondas, cuando te dé la orden quiero que ataques a Judal con todo lo que tienes, un ataque certero, pero que no haga ruido, no quiero que nadie se dé cuenta de lo que está pasando, me da igual si lo lastimas, no creo que se muera, después de todo es un magi, y gracias a ti, por fin, podre tenerlo bajo mi poder…-había dicho esto con una sonrisa bastante perversa…
El rubio siguió sus ordenes, y se escondió, fue entonces cuando el sol negro llego al lugar…pero justo cuando el joven iba a cumplir con su cometido…
<<-Ahora>>
Le había ordenado el menor, lastimando al azabache que había caído al suelo inconsciente…el rey lo había tomado en sus brazos para llevarlo a un lugar en donde no pudiera escapar, haciendo que Yunan le siguiera, pues necesitaba otro favor…
Así caminaron hasta llegar a un lugar desolado, parecían calabozos, el rey se dispuso a encadenar al magi de las manos, las cadenas eran tan largas que permitían que el chico se sentara en el suelo, claro con las manos levantadas, pues tampoco eran tan largas, el chico un estaba inconsciente, así que no se dio cuenta de todo lo que estaba haciendo Sinbad…
-Yunan-dijo con voz seria-quiero que crees una barrera en la que Judal no pueda usar su magia, después de todo, es un magi, y ha sido cuestión de suerte el atraparle, no quiero que se escape
El magi, que no tenia control de sí mismo, solo obedecía como marioneta lo que le pedía el peli morado, así que realizo el hechizo sin mayores inconvenientes, y luego acompaño a Sinbad, quien se dirigía al lugar en el que estaban anteriormente, después de todo, con los preparativos realizados, el menor estaba seguro de que Judal no iba a escapar…
Cuando llegaron al lugar donde estaba platicando, el rey de Sindria quito el hechizo, Yunan le miraba confundido, pero no dijo nada…
-¿Entonces?-dijo el peli morado
-¿Eh?
-¿A caso se te olvidó? Me dijiste que no podías confiar en mí, y que desde este momento…
El magi tuvo una extraña sensación, acababa de decirle justo eso al oji miel…pero era extraño…casi podía asegurar que había pasado mucho tiempo desde que lo dijo, estaba muy confundido, pero no podía permitirse que el menor se diera cuenta, después de todo, no podía confiar en el…
-Desde este momento…te desconozco como mi candidato-había dicho seriamente-te permití muchas cosas, por los viejos tiempos, porque siempre tuve la esperanza en que volvieras a ser esa persona llena de buenos sentimientos, y que solo piensa en los demás, pero ya no puedo engañarme…la próxima vez queme de cuenta de que intentas algo, y con esto incluyo a Aladdin, prepárate…
-¿Qué podrías hacerme? Después de todo eres unamago de la creación…
El rubio le miraba con una expresión sombría…
-Si tengo que caer en la depravación con tal de asesinarte, lo haría con gusto…
Esas palabras no le habían agradado para nada al peli morado, y pensar que Yunan también tenía su carácter, bueno aunque eso ya lo sabía…
Y así el magi de la gran falla se marcho, aunque en el camino sentía una sensación muy incómoda en su pecho, como si hubiera hecho algo malo, pero no sabía que era…
…………………………..
El rey de Sindria, estaba molesto, pero el coraje le duro poco, es verdad que Yunan le había amenazado, pero ahora tenía un hermoso trofeo, el cual se disponía a visitar…lo mejor de todo, es que era solo para el…nadie podía si quiero verlo…jamás lo permitiría…
……………………….
Judal despertó, le dolía muchísimo la espalda, hubiera dado un grito de dolor, pero era tan intensa la sensación que ni eso le permitía…
<<¡MALDICION! ¿Quién carajo me ataco? Quien haya sido se paso, si no fuera porque soy un magi me hubiera matado>>
El joven comenzó a abrir lentamente los ojos…
-¿En dónde estoy?
El sol negro se dio cuenta de que estaba encadenado y en una especie de…¿prisión? Sin quererlo, se puso a temblar, eso le traía muy malos recuerdos de la organización…no sabía desde cuando, pero desde que tenía uso de razón, era obligado a hacer cosas que no quería, y si se reusaba, le castigaban, muchas veces lo dejaron severamente lastimado, casi al punto de la muerte, y también le habían encerrado…¿Cuántas veces no quiso que en verdad un día le mataran? Pero vaya que esos malditos sabían que tanto aguantaba, porque apenas lo dejaban vivo, pero aun así, aquí estaba…no podía dejar de aterrarse, y pensar que en un descuido, Sinbad le había tomado prisionero…se quedo un momento pensando…le había mentido a Hakuryuu, no había forma de que fuera en su ayuda, quiso realizar un hechizo, si bien no tenia su varita al alcance, podría usar magia con sus manos, aunque no fuera igual de poderosa…se dispuso a hacerlo, cuando se dio cuenta de que el rukh no llegaba a él.…no podía hacer nada, de pronto se asustó…¿era que se iba a quedar por siempre encerrado? ¿Qué tenía pensado hacerle el rey idiota? ¿Acaso le iba a hacer lo mismo que le hacía la organización?
Tenía cada vez más miedo, de pronto, de pronto, se veía a sí mismo como un niño indefenso, respiraba cada vez más rápido, pero por más que lo intentaba no podía regularizar su respiración, comenzaba a marearse, y no pudo evitar desmayarse una segunda vez…
…………………………
El rey de Sindria llego a donde estaba su hermoso trofeo, cuando abrió la puerta, se dio cuenta de que este aun estaba inconsciente, por lo que pensó que a lo mejor el ataque de Yunan si le había hecho un daño grave, por lo que se acerco a revisar su estado…
Pero inmediatamente se dio cuenta que no corría ningún peligro, solo estaba desmayado, pero el mayor se había acercado tanto que no pudo evitar mirar esos labios tan suaves y rosados del joven, así que acerco sus labios a los del menor, probando esos suaves labios con sabor a durazno, sonrió al notar que no había ninguna clase de resistencia del azabache, pues aun estaba inconsciente…continuo besándole, que gusto le daba que el oji rubí fuera tan dócil, deseaba tenerlo desde hace mucho en su poder, y por fin lo había conseguido, ahora era todo suyo, así que lentamente se dispuso a quitar las joyas del menor, mientras contemplaba esa blanca piel, que parecía porcelana, continuo besando su cuello, inspirando tan delicioso aroma…lentamente le dio otro beso…mientras metía lentamente su mano por debajo de su top, acariciando al chico, que continuaba sin oponer resistencia, pero de pronto se quedo parado…
-¿Qué estoy haciendo?-Decía confundido el peli morado al tiempo que veía al chic frente a él, se veía que sufría mucho, y eso hizo entristecer al mayor…no recordaba que había pasado, y tampoco recordaba cómo había llegado ahí, y peor aún, no sabía porque el magi caído estaba encadenado, pero no podía dejarlo así, se puso de pie con la intención de soltarle las esposas cuando el joven dijo algo…
-H-hakuryuu…
El mayor no supo la razón, pero el que mencionara el nombre del cuarto príncipe, le saco de sus cabales, quería que el menor solo pronunciara su nombre y no el de alguien más, estaba seguro de que su le soltaba iría corriendo a los brazos del oji celeste, y el no iba a disfrutar a ese chico, por lo que se arrepintió, y le dejo como estaba…
Nuevamente de acercó al joven para besarle, pero este despertó, mordiéndole el labio, y haciendo que sangrara, el mayor se limpio la boca con la mano mientras le miraba divertido…
-¡¿Qué RAYOS HACES MALDITO?! ¿ACASO QUIERES TENERME PRISIONERO COMO AL THAMEN?!
El mayor sonrió diabólicamente…
-Claro que no, ellos te daban libertad, pues te dejaban caminar en el imperio libremente, además de que podías visitar otros países sin que te lo impidieran…pero yo… no te dejare salir de esta habitación, conocerás otro tipo de cautiverio conmigo-decía al tiempo que sonreía, jamás volverás a ver la luz del sol…
Esas palabras habían asustado terriblemente al joven…¿peor que con la organización? ¿Puede algo así existir? Y sus pensamientos quedaron en blanco, sin importar cuanto lo intentara no tenia forma de escapar…