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僕の歪な生活 por Flyrennite

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Notas del capitulo:

Pues, este fic tambien es un tanto antiguo, pero espero que lo disfruten tanto como yo. Tuve que ver muchas cosas para poder escribirlo O////O Sin más les dejo el primer capitulo, este fic en realidad es corto! y ya lo tengo terminado, pronto les daré la continuación, nos vemos!!!

Mi nombre es Kiba Inuzuka, tengo 27 años, soy un gran empresario de Japón, mi vida la tengo resuelta y nada podría estar saliendo mejor que ahora. Tengo una hermosa familia, mi hermana es veterinaria, yo amo y adoro los perros. Mi enamorada se llama Hinata, la heredera del gran clan Hyuuga. Hace poco nos hemos comprometido, y para ser sincero no podría estar más seguro de querer casarme con nadie más que solamente ella. La boda se realizará dentro de 2 meses y con Hinata hemos decidido viajar un poco con el fin de estrechar más nuestros lazos, si saben a lo que me refiero jejeje. Mi vida es perfecta y no le puedo pedir nada más al destino, soy en todo sentido el hombre más afortunado de la vida, pero…

Hinata había decidido viajar a Hawái y a mí me pareció una idea estupenda, rentamos un  cuarto en un lujoso hotel con vista al mar y cerca de la playa. Aquel día… lo recuerdo perfectamente… porque fue ahí cuando mi perfecta vida se desmoronó o mejor dicho… ese chico me hizo dar cuenta de cuan falsa era mi tan “perfecta vida”.

Yo estaba sentado en la arena, acababa de salir del mar y quería broncearme junto con mi bella prometida, Hinata me pidió que le pasara la loción bronceadora por la espalda a lo que accedí con mucho gusto. Pude ver como una tira de tipos ubicados en diferentes lugares de la playa me  miraban con envidia a mí y a mi prometida, bueno y no los culpo… es que Hinata a veces tiende a ser tan… candentemente tierna.

Había un grupo de chicos revoltosos que estaban jugando al vóley de arena, supuse que tendrían entre 18 o 20 años, tenían aspectos demasiado…  digamos rústico…por lo que pude observar eran mochileros divirtiéndose, la verdad no podía estar seguro. Yo estaba untando la loción en el cuerpo de mi amada cuando… lo vi. Jamás me había ocurrido algo así, pero aquel tipo… hasta el día de hoy lo odio por lo que me hizo… su belleza logró embrujar cada aspecto de mi cuerpo. Un chico que acababa de salir del mar, tez clara, cabellera tan brillante y hermosamente dorada como el mismo sol, sus ojos… sus ojos eran la clara expresión del mar y el cielo compactados en dos orbes azules que tenía por ojos; su cuerpo era perfecto, trabajado, pero no marcado, después de todo aún tenía el cuerpo de un adolescente totalmente proporcionado; lo que lo hacía ver totalmente irresistible eran esas 3 marquitas a cada lado de su cara, lo que le daba un aire tierno y fresco, y su sonrisa tan fresca, cínica y burlona, típica de un adolescente, en conclusión el tipo era totalmente irresistible, su sonrisa, su risa, su cuerpo, su caminar, todo él era totalmente perfecto.

El chico rubio se unió al partido de vóley con los que serían sus amigos y amigas, después de unos minutos terminaron el partido y las chicas se fueron al mar, mientras que los chicos iniciaba un partido de fútbol de playa. Sin darme cuenta, quedé mirando al chico rubio durante todo el partido; Hinata estaba acostada bajo el sol bronceándose y yo bajo la sombrilla mirando al rubio.

Supongo que el rubio habría sentido que lo miraban, porque cuando yo lo estaba mirando volteó y nuestras miradas se cruzaron, él sonrió burlonamente y continuó jugando, yo al verme descubierto me sonrojé como una nena de 15 años que acababa de ver al chico de sus sueños, y sin querer continué observando fijamente a ese sexy rubio. Una vez más nuestras miradas se cruzaron, nuevamente sonrió y esta vez también le devolví la sonrisa… pasaron unos minutos más y nuevamente nuestras miradas se encontraron… pero esta vez el rubio no solo sonrió, sino que me guiñó un ojo y se relamió, yo solo pude sonrojarme hasta más no poder… mi mente comenzó a volar… era la primera vez que me sucedía esto con un varón… pero imaginarlo desnudo me provocaba un morbo, talque, no pude evitarlo y mi mente viajó hasta pensar las cosas más sucias y oscuras.

Creo que mi rubor fue demasiado obvio porque una voz dulce interrumpió mi ilusión y me devolvió al mundo real…

-Qué estas mirando mi amor? –preguntó Hinata intrigada.

-Nada, nada, solo el hermoso horizonte azul –dije al verme descubierto por ver al chico rubio.

-Humm, no sabía que te interesaran los paisajes… da igual, de todas maneras ese toque místico que sacas me hace enamorar más de ti –dijo Hinata

-Y a mí, es esa voz la que me embruja-dije dándole un beso a mi prometida.

Estuvimos un rato más en la playa, cuando Hinata me dice que tiene que ir al servicio higiénico, yo le digo que está bien y que la estaré esperando, Hinata se va y el partido de futbol de arena se acaba; los amigos del rubio se van al mar junto a las demás chicas, pero el rubio no se va con ellos, el rubio se acerca a mí y me dice:

-Vaya mirada que tienes-me dice sonriendo.

-Quien, yo? –respondo con picardía

-Pues quien más?!... crees que no me di cuenta… me miraste todo el partido –dijo el rubio un tanto ruborizado.

-Bueno era inevitable… -contesto yo.

-Pues… ya que no puedes dejar de mirarme…

-NARUTO, venga, entra ya que el agua esta deliciosa!-gritó uno de los chicos que estaba en el mar junto a los demás amigos del rubio.

-Me tengo que ir… Carnaval de los juglares, 4 p.m.; nos vemos – dijo el rubio agitando una mano mientras se alejaba hacia el mar.

Aquella tarde Hinata no se sentía bien por tanto sol que había recibido en la mañana, le dolía mucho la cabeza y me dijo que saliera yo a pasear mientras ella descansaba. Aproveché la oportunidad para ir donde el rubio, no sabía dónde iba a encontrarlo ya que yo no conozco nada de Hawái, así que no sabía dónde encontrarlo o mejor dicho… donde él me encontraría.

Estaba paseando por la plaza donde vi un aviso de “Carnaval de los Juglares” y una flecha que señalaba a la izquierda, más allá logré ver otro cartel con la misma inscripción pero que ahora la flecha apuntaba a la izquierda, doble una calle y  pude llegar a algo así como a un lugar con una feria medieval, algo muy raro y poco usual en un lugar tropical como lo es Hawái. Estuve caminando entre las tiendas de los diferentes atractivos de la feria, pero ni rastro del rubio.

Continúe caminando cuando una voz juguetona que se encontraba tras mío dijo:

-Me buscabas?

Voltee a ver y ahí estaba, radiante y fresco como siempre, el rubio alegre y sonriente.

-Vaya que eres escurridizo –le dije

-Vaya que eres ciego, estuve observándote en varios puntos, supongo que como estabas buscando  frenéticamente no te diste cuenta que estaba muy cerca de ti –respondió el rubio en tono burlón.

-Bueno… y para qué me citaste? –pregunté inquisitivo

-Bueno… en realidad no es para qué… el que debería de preguntar soy yo… para qué viniste y por qué? Esa pregunta me parece más interesante que lo que acabas de decir…

-Pues… yo… yo…

No sabía qué decir… el rubio me había agarrado desprevenido… “para qué viniste Kiba  y por qué?”

-La verdad no sé por qué vine, solo sé que nunca falto a una cita –dije admitiendo mi carencia de argumento.

-Jajaja… bueno… qué te parece si comenzamos por lo básico? –dijo el rubio con tono sereno y risueño.

-Bueno, como quieras –dije haciendo un gesto con las manos.

-Bueno, mi nombre es Naruto, tengo 19 años … mmm nada mas.

-Nada más eh?... Bueno mi nombre es Kiba Inuzuka, soy un empresario de Japón y tengo 27 años.

-Vaya!... o sea eres un tipo importante y aburrido de esos que no tiene tiempo ni para ellos mismos?

-Para nada!, siempre me doy mi tiempo para todo –dije orgulloso de mi mismo.

-Y Kiba… no me mentiras verdad?

-Porqué dices eso?-pregunté extrañado.

-Bueno, aun no comprendo qué haces detrás de un crío cuando tienes una prometida tan bonita como esa ojiperla.

-Pues… para serte sincero… eres la primera persona en este planeta que… me ha conquistado con solo la mirada; no sé que demonios hago acá, pero quiero estar acá… me siento tan idiota… –admití con rubor en las mejillas.

-Vaya… eso me sorprende… gracias por el halago pero yo… no estoy seguro… de hecho me pareces atractivo y me gustas pero… bah nada, te parece si vamos a jugar en los juegos de la feria? –dijo el rubio cortando de inmediato lo que acababa de decir y sonriendo como un niño ante la idea de ir a los juegos.

-Dale, que yo te sigo, poco o nada conozco este lugar –dije dándole una sonrisa mirando de manera perdida las construcciones.

El rubio me llevó a un juego en el cual había que disparar pelotas para derribar una pirámide de latas, si la derribabas ganabas un peluche. Obviamente al llegar al juego, el rubio me miró con cara de perrito y por eso supuse que él no estaba cargando nada de dinero consigo, di un suspiro y pagué por un boleto de juego. El rubio era malísimo en puntería y terminé pagando más de 15$ en boletos, por fin cuando lo intenté y logré derribar la pirámide, le di el peluche al rubio. El peluche era un zorro naranja con nueve colas, muy exótico y raro para ser un premio, o mejor dicho, fue el premio perfecto porque el rubio ni bien lo vio lo abrazó con un frenesí increíble.

El rubio realmente era embrujante, tierno, sexy, bello, realmente era perfecto, pero me daba muchas cosas en las qué pensar… debía de replantear mi vida y analizarla a fondo… este evento era totalmente nuevo, distinto y me atemorizaba… dar un nuevo paso podría significar algo más para mi… era importante descubrir la verdad… mi verdad.

Continué caminando por el carnaval con el rubio, tanto él como su presencia eran frescos y alegres, después de darle el peluche zorro al rubio, subimos a lo que sería el tren fantasma, a decir verdad  de tren o de fantasma no tenía ni un pelo, pero al parecer el rubio se la creyó enterita y estuvo aferrado a mi todo el viaje, me pareció adorable… pero QUE DEMONIOS ESTOY HACIENDO? SE SUPONE QUE ME VOY A CASAR Y AQUÍ ESTOY YO… AQUÍ ESTOY CON UN CHICO ADORABLE HACIENDOME ILUSIONES TAN BOBAS Y ESTUPIDAS QUE SE HARÍA SOLO UNA QUINCEAÑERA… tranquilízate Kiba… no dejes que tus impulsos te dominen… Bueno como iba diciendo… adoré que el rubio se aferrara a mi… la verdad me sorprendió que un grandulón como él que tenía 19 años se deje impresionar por una cosa tan simple… es más, se asustó cuando salió el zombi a “atacarnos”.

Continuamos caminando y ya se hacía de noche, era obvio porque el crepúsculo estaba comenzando y el sol estaba comenzando a ponerse en el horizonte como una bola de fuego inmensamente bella, la luz naranja y radiante de la bola de fuego en el horizonte resaltaba demasiado en el rubio… QUÉ DEMONIOS ESTOY DICIENDO?! MALDITA SEA, SE SUPONE QUE DEBERÍA DE IRME CON MI PROMETIDA! NO VER A UN CHICO DE 19 AÑOS SONREIR BELLAMENTE AL CREPUSCULO MIENTRAS SU… MIERDA, LO HICE DE NUEVO!!...

El rubio me llevó a pasear muy cerca de la playa, me dijo que quería ver conmigo el atardecer, yo accedí con gusto… alquilamos 2 bancas para ver la puesta del sol en la playa. Mientras comenzábamos a ver la puesta, el rubio tomó mi mano sin verme, supongo que lo hizo inconscientemente, la tomó como si fuéramos novios, lo cual me sonrojó… ese rubio realmente sabía cómo volver loco a cualquier persona, y es que combinaba tan bien su ternura con su pequeña picardía y fiereza… realmente un manjar exótico para cualquiera, y ahí estaba yo con ese manjar…solamente para mí. Una pequeña brisa marina levantó su playera levemente, dejando ver su abdomen…  MALDITA SEA, NO DEBERÍA DE ESTAR MIRANDO AHÍ!...

Desvié mi mirada y luego intenté mirar al rubio, lo miré por un momento, pero sus ojos se habían perdido en el horizonte y su cara expresaba nostalgia, una nostalgia tan pesada que impregnaba el ambiente de tristeza… me pregunté qué sería lo que estaba pensando… uno nunca sabe cuántos problemas puede cargar el corazón humano, sin importar el tamaño de este, el corazón es increíble por poder soportar problemas tan pesados o aún más pesados que él… y el corazón del rubio parecía albergar un gran problema, una tonelada o más…

El sol estaba a punto de desaparecer cuando el rubio me miró, me miró con tal profundidad que sentí que me había desnudado con la mirada (no lo malpiensen, quiero que comprendan que, me sentí indefenso ante tal profundidad).

El rubio continuó mirándome, acercó su rostro al mío y me dio un beso tan pero tan tierno y delicioso que casi enloquezco… ese rubio no podía ser más candente de lo que ya era(personalmente me gustan aquellas personas que son tiernas porque en la cama son unas fieras, lo digo por experiencia) bueno, continuando con la historia, yo lo miré un poco desconcertado…  buscando una razón al beso sincero del rubio… pero sus ojos respondieron mi pregunta… se sentía solo.

Correspondí con otro beso, y él con otro… al final nos enfrascamos en uno más fogoso que el anterior… y él se separó bruscamente.

-Creo que ya es tarde… vámonos –dijo el rubio.

Realmente era tarde… pero una parte de mi cuerpo, pedía por mas y peor aun cuando… pfff una segunda brisa marina levantó el polo que tenía puesto el rubio revelando un poco de su vello púbico. En ese momento mi mente comenzó a volar a mil por hora… un color rojo se impregnó en mi rostro revelando claramente mis intenciones “sucias”.

El rubio me miró con picardía, al parecer había leído o había visto mis pensamientos y me dijo:

-Vaya vaya, eres peor que un perro en celo –rió con malicia mirándome muy de cerca.

-A-AA-A a qué te refieres?! –pregunté nervioso y ruborizado.

-Vamos… apestas a testosterona, maldito arrecho… pero… a decir verdad… yo también necesito un poco de diversión… Ven, sígueme –dijo el rubio tomando mi mano y jalándome salvajemente…

Notas finales:

Espero que les haya gustado, o al menos agradado x) Nos vemos en el siguiente cap!!:D


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