No sabía a dónde íbamos, nos alejamos mucho de lo que se podía llamar civilización, el rubio corrió jalandome, sin importar que una vez casi me tropezara. Finalmente llegamos a una pequeña bahía, cerca de la playa se veía una muy pequeña construcción, el rubio me llevó en dirección a esa construcción, ya cerca pude notar que se trataba de una rústica cabaña, supuse que era ahí donde vivía. Me jaló hasta una pequeña pero cómoda habitación, prendió una vela… y después me tiró con violencia al pequeño catre que estaba pegado a la pared, me desvistió tan rápido que no me di cuenta.
Mi cuerpo estaba a mil por hora y mi parte baja estaba despertando de manera casi súbita, realmente no esperaba que el rubio hiciera tal cosa, pero tomó mi miembro y lo engulló por completo, comenzó con las felaciones, era extasiante, yo me sentía en el cielo, mi miembro estaba tan bien que la erección a veces dolía, pero este dolor extaciante era aplacado por la grandiosa boca angelical del rubio. Le puse una mano sobre su cabello y comencé a marcar un ritmo junto con mis gemidos y el movimiento de mis caderas; el rubio pronto se adaptó, pasado un tiempo el ritmo se convirtió en algo más salvaje y agresivo y los gemidos más sonoros, era demasiado, yo estaba en el cielo, aceleré las estocadas, una tras otra y otra y otra más, dios, esto realmente era bueno, no imaginaba algo tan bueno como el sexo oral que me ofrecía el rubio… cada vez más rápido, comencé a sentir un cosquilleo en mis testículos… ya me venía pero AHH!! ya no podía más y sin querer o mejor dicho queriendo a toda costa junto con un grito seco y ronco di una última estocada, una tan profunda que el rubio se atragantó con todo lo que salía de mí.
-Lo siento… debí… debí de avisarte –me disculpé ruborizado…
-No te preocupes… sabes delicioso -dijo el rubio relamiéndose con picardía las comisuras por las cuales aún salían rastros blancos…
-Ahora me toca a mí rubio –le dije con una mirada lasciva
-Recomiendo que te prepares… Kiba…
No perdí el tiempo, rápidamente le bajé las bermudas que llevaba y presencie su miembro… la punta era rosada y el resto del miembro era medio blanco… era liso, perfecto, no se le veía ninguna vena, lo cual lo hacía un manjar irresistible… no pude más y rápidamente lo engullí.
Era la primera vez que hacía esto… pero al parecer no lo hacía nada mal… eso lo confirmé a través de los gemidos y las súplicas de mi compañero, el cual reclamaba por mas, y no pensaba negarle ese paraíso… el rubio me agarró con ambas manos la cabeza y comenzó a embestir más rápido, al mismo tiempo sus gemidos y súplicas eran también más sonoras… era increíble ver a un ángel pidiendo por mas, pidiendo a un simple mortal como yo, al cual le había tocado la suerte de complacerlo… su ritmo se convirtió en algo aún más salvaje y rápido, me atraganté con su miembro y pude sentir mientras el gritaba, como un líquido un poco de sabor salino atravesaba mi boca… supe que era la esencia del rubio… no dejé que una sola gota se derramara, era como el dulce de los dioses en mi boca…
El rubio se relamió, me miró y dijo:
-Aun puedes más? –dijo mientras miraba mi cuerpo con deseo…
-Que si puedo más? La pregunta es si tú podrás soportarme dentro de ti…
-Bueno… y quien dijo que tu harías “ese” papel, conmigo solo te toca obedecer perro –dijo el rubio un poco en tono agresivo.
-Jajaja, buena broma rubio… vamos zorrito, no intentes ponerte rebelde que así solamente me pones mas candente y… no quisiera tener que lastimarte para que completemos este acto… así que… hazme caso, que acá el que manda soy yo… DE RODILLAS! –dije subiendo mi tono de voz.
-Joooo??? … como quieras, lo haremos a tu manera por ahora… -dijo sonriendo con picardía- Mas te vale ser bueno arriba- dijo el rubio mientras me miraba desafiante.
-Te haré gritar – fue lo único que dije antes de lamer mis dedos y comenzar a prepararlo lentamente para lo que venía.
Ya preparado y listo para el último acto de la noche, el rubio se puso de rodillas como un gran zorro, no lo dudé ni un minuto y aun cuando no tenía protección ni nada por el estilo, embestí al rubio … el rubio puso cara de dolor, pero no me importó, dentro del rubio era mejor todavía que su boca, y así comencé a embestirlo mientras intentaba aplacar su dolor masturbándolo, con mi mano derecha sostenía su miembro y lo masturbaba, mientras que con la izquierda me sostenía de su cabeza, la luz de la vela daba un toque dorado a la piel sudorosa del rubio… el dolor del rubio comenzó a menguar y dio paso a suplicas…
-Kiba, mas…MAS… JODER QUE NO ME ESCUCHAS?! DAME MAS, AHH! AHH! AH!! Mas! MAS! AH!
El ambiente era extaciante, solo se escuchaban los gritos del rubio en conjunto con otros sonidos poco apropiados, aceleré el ritmo de mis embestidas, cada vez más fuerte; el rubio estaba al borde de desmayarse de tanto placer, al parecer mis embestidas habían encontrado su punto de placer, no pensaba parar…
-Kiba… ya… ya no puedo mas- dijo el rubio entre jadeos y gemidos…
-O-ok, terminemos esto juntos, si?…
Juntos dimos un gran grito y Naruto se vino en mi mano y yo me vine dentro suyo… jamás en mi vida había tenido un sexo tan salvajemente delicioso como aquella vez…
Naruto se desplomó en el suelo y yo junto a él, Naruto tenía los ojos cerrados y parecía dormido.
Salí del interior del rubio. Pasó unos minutos hasta que el rubio despertó, él me miró, se abalanzó sobre mí y comenzó a besarme frenéticamente… no entiendo el por qué, pero me dijo
-Lo disfruté mucho… gracias… vamos a bañarnos Kiba? –dijo sonriente.
Le di otro beso y dije:
- … vamos…
Acababa de anochecer y yo y el rubio nos bañamos en el mar totalmente desnudos… jugamos y luego nos abrazamos… si nunca han entrado completamente desnudos al mar… no saben de lo que se pierden… una vez más en el mar tuvimos sexo… el rubio me ponía a mil… era inevitable… y ya exhausto y vestido me despedí del rubio al cual dejé en su cabaña y me encaminé de nuevo a la civilización… tuve suerte porque un carro pasara cerca y me llevara cerca de mi hotel… estaba muy confundido aquella noche… muchos pensamientos asaltaban mi mente… pero de algo estaba seguro… nada volvería a ser igual después de aquel salvaje encuentro con el rubio.
Regresé al Hotel, tomé una ducha, Hinata estaba en la cama durmiendo, cuando me apoyé en la cama ella se despertó lentamente, me miró e iniciamos una conversación algo trivial…
-Hola… Como te fue? A donde fuiste? –preguntó soñolienta.
-Pues bien, fui a una carnaval y vi algunas cosas… nada nuevo –fingí una sonrisa- Como te sientes ahora?
-Mejor… esa dormida y la aspirina realmente ayudaron a calmar el dolor de cabeza… ahora solamente tengo hambre… vamos al comedor del hotel?
-Claro, vístete y vamos.
Hinata se vistió y salimos del cuarto rumbo al comedor, en ese transcurso no pasó nada importante o mejor dicho… pasó algo muy importante, por primera vez en mi vida, Hinata me pareció la persona mas aburrida y calmada que había conocido, tampoco me daba ganas de hablarle… y por una razón en específica no quería ni siquiera mirarla… me daba asco… o mejor dicho me avergonzaba estar con ella… la razón? Pues muy simple… me sentía sucio y totalmente perro… me sentí la golfa mas sucia del mundo cuando tuve que sonreir falsamente… y no podía mirarla por el hecho que me tenia asco a mi mismo… Supongo que ella también lo sintió asi y me preguntó cuando ya estábamos sentados en una mesa cenando…
-Amor… estas bien?... te siento… extraño –me dijo con cara preocupada.
-Pues… no creo que no… a lo mejor es algo que comí en ese carnaval que me hizo daño... – mentí.
-Pues… si deseas podemos ir un rato al médico… o…
-Déjalo, mejor solo dormiré, esperaré a que termines y luego iré a dormir
-Esta bien… pero si cambias de opinión… avísame, si?
-Claro amor… no te preocupes- nuevamente fingí una sonrisa.
Al parecer a Hinata aún le daban dolores de cabeza por la insolación y yo… pues yo me sentía destruido… ese maldito rubio me había arruinado la vida, aunque no negaré que disfrute cada segundo de ese cuerpo endemoniado de angel. Bueno… el punto es que no dormí en toda la noche y mis ojeras eran tan grandes que se podían comparar con las marcas rojas en forma de colmillo que suelo llevar en la cara, símbolo de la familia Inuzuka… pero con la diferencia que esta vez eran negras o moradas, o algo asi… ya parecía Kankuro, un viejo amigo de la infancia.
-Amor? –dijo Hinata despertando
-Dime dulzura? –respondí automáticamente.
-Estas bien? Ayer no parabas de dar vueltas en la cama…
-Ah… bueno no… no realmente no estoy bien… si me disculpas debo de ir a tomar un poco de aire… el calor me esta causando mareos, iré a caminar.
-Esta bien… cualquier cosa avísame o llama al hotel si?... realmente me estas preocupando Kiba… -dijo Hinata frunciendo el ceño.
-Deja, no le des importancia… bueno… me voy –dije levantándome de la mesa.
-Cuídate si? Te amo –dijo Hinata con cara tierna.
-Y yo a ti.
Al decir eso, sentí que mi boca se agriaba… y entonces pude saber a qué sabía la mentira… puesto que yo ya no la amaba… debía de encontrar a ese rubio, él me había embrujado y el me tenia que desembrujar.
Estuve caminando durante 1 hora por la playa pensando en lo que sería de mi vida… ya que una vez que te das cuenta que prefieres un chico a una chica, pues bueno… eso significa que estas en problemas, y mas aun si construiste toda una vida bajo la base de que eras un macho hecho y derecho. Me senté en la orilla del mar y miré el horizonte, estuve así unos 2 minutos cuando sentí una presencia cerca de mí.
-No esperaba encontrarte aquí tan temprano… -dijo una voz semi grave
Desvié mi mirada hacia el lugar donde provenía el sonido y encontré al rubio mirándome con… cariño? Compasión? No podía interpretar esa mirada.
-Bueno… después de lo de ayer… no puedo dejar de pensar en qué será de mí…
-No te preocupes, tu solamente continua como si nada hubiera pasado –dijo el rubio mirando al horizonte.
-Pero sí que pasó! No lo puedes negar!
-Tu solamente sigue tu vida siendo un empresario prestigioso y de alta categoría, no tenemos porqué mezclarnos después de habernos solamente revolcado una vez.
-Rubio… o sea solo fui una cogida para ti?
-Quizás… no estoy muy seguro…
-Seguro de qué?
-De mis sentimientos… jamás había sentido esto por alguien… no comprendo lo que me pasa… por eso prefiero huir.
-No huyas…
-Tiene caso no hacerlo? Todos los demás lo hicieron… por qué no puedo hacerlo ahora yo?
-Qué? Es decir…
-No, importa, déjalo ahí-dijo el rubio cortante, parecía que comenzaba a enojarse.
-No lo dejaré ahi… yo no soy un perro en celo, y no pienso dejar las cosas asi…
-Entonces busca un modo de solucionar esto, porque mi cabeza esta por estallar
- No quiero dañarte, pero conozco un método para librarnos de las dudas…
-Cual? Cual es? –dijo el rubio mirándome fijamente
-Bésame…
-Qué?-preguntó indignado y perplejo
-Sólo eso… quiero que lo hagas… y dime qué sientes…si sientes como mariposas o fuegos artificiales dentro de tu cuerpo, como si no te pudieras contener y explotar de alegría solo por ese beso… entonces significa que no solo fue un revolcón… sino que es “algo mas”… quieres intentarlo?
-No pierdo nada… adelante, bésame.
Acerqué mi rostro al del rubio… lo hice lentamente, cerré mis ojos, y hasta lo que pude ver, él también los cerró… DIOS SANTISIMO! AL BESARLO NO SOLO SENTÍ EL CIELO EN MIS LABIOS, SINO NACIENDO EN MI CUERPO… JAMAS EN MI VIDA ME HABÍA SENTIDO TAN EMOCIONADO… PARECERÍA QUE ESTE ERA REALMENTE EL PRIMER BESO… NUESTRO PRIMER BESO.
Me separé del rubio jadeando…
-Que… que sentiste? –dije respirando con un poco de dificultad.
-Yo…aun no estoy seguro… dame otro mas…
Una vez mas juntamos nuestros rostros, y luego otra y otra… no paramos, el me tumbó en la playa, me quitó la ropa … pero esta vez fue muy diferente de la primera… esta vez solo nos acariciamos… sonreíamos, nos besábamos y además, solamente conversábamos... y me pareció genial, el rubio era la persona mas intrigante e interesante que hubiese existido para mi en ese momento...