Hace una semana que venia practicando. Hoy, era un día especial para las parejas y enamorados. En donde el amor saldrá a la luz y habrá mucho chocolate para disfrutar. Hoy, era San Valentin. En otras palabras, El día de los enamorados.
Una azabache iba de acá para allá. Aún no terminaba de preparar el chocolate para su novio. Si, Murasakibara Atsushi. Estaba nerviosa por dentro y feliz a la vez. Nunca había preparado chocolate antes, ya que Atsushi prefería comprar dulces y golosinas en un mercado. Pero hoy debía ser la excepción. Estaba dispuesta a preparar chocolates para el peli-violeta.
Estuvo practicando toda la ultima semana, faltando al entrenamiento y pasando menos tiempo con Atsushi, y aunque eso no le gustará decía hacerlo si no quería que los chocolates tuvieran sabor feo. Ya podría disculparse con el peli-violeta después.
Cuando terminó, guardo los bombones en una bolsa decorada y colorida junto con un moño. Limpio y ordenó todo. Se quitó el delantal y lo colgó. Se desató el pelo largo que llegaba hasta la cintura, peinandolo un poco, como era habitual cubría su ojo izquierdo. Se puso los zapatos y guardo la bolsa con los chocolates en su bolso. Llendose.
Al llegar al instituto, busco a el peli-violeta ansiosa. ¿Como debía empezar? ¿Que debía decirle primero? ¿Debía disculparse por no pasar tanto tiempo con el? Sus pensamientos fueron interrumpidos por un chico que tenía regalos en sus manos.
- H-Himuro-chan. E-Esto es para ti. Los hice yo mismo. - murmuró nervioso el joven. Himuro le dedico una sonrisa y se disculpo por no poder aceptarlos. Ya sabia que iba a haber chicos que intentarán darle chocolate pero aun así los rechazaría. Volviendo a sus pensamientos, busco al peli-violeta. Sin tardar en encontrarlo. - Buenos Días, Atsushi. - sonrió.
- Buenos Días - como siempre, Atsushi se encontraba comiendo dulces desde temprano. Siguiendo aunque camino, ambos se dirigieron al salón de clases caminando por los pasillos del instituto. - Muro-chin has actuado extraño esta semana. ¿Paso algo importante? - pregunto despreocupado el peli-violeta mientras seguía comiendo. ¿Acaso Atsushi no sabia que día era hoy? No. Era muy obvio saber la fecha en la que estaban. ¿Entonces?
- N-No es nada. Sólo tenía cosas atrasadas que debía hacer - murmuró nerviosa. ¿Tan obvia había sido? - A-Atsushi tengo algo para ti. - la azabache iba a sacar la bolsa de su bolso pero fue interrumpida por dos chicos.
- Ah, Himuro. ¿Quieres ir al karaoke esta noche? Vamos a festejar San Valentin con los chicos - ¿Cómo podía ser tan obvio? Seguramente Atsushi se dio cuenta ahora. Tomando aire, rechazo la oferta. Solo quería un momento a solas con el peli-violeta para darle los chocolates. Y pasar el día con el, obviamente. - Que lastima. Entonces, nos vemos. - dicho esto, ambos se fueron.
- Atsushi... - los nervios la consumieron. Trato de tomar valentía y volver a intentar hablar pero la campana sonó. ¿Que más seguía? ¿Una invasión extraterrestre?
- Vamos Muro-chin. Las clases comenzarán. - al parecer la típica expresión de Atsushi no cambiaría. Seguía su camino tras el peli-violeta. En el receso lo volvería a intentar.
Pero por mas que lo intentara algo la interrumpía. Ya se estaba hartando. No le quedaba mucho tiempo y los chocolates corrían peligro en derretirse. Solo le quedaba una ultima oportunidad. Y era antes de ir al entrenamiento.
Himuro y Atsushi caminaban por los pasillos camino a la salida del instituto para ir directamente al entrenamiento. La azabache tomó aliento quitando todos los nervios de su cuerpo.
- Atsushi, te hic... - de nuevo fue interrumpida. Su paciencia se agotó, colmando la gota del vaso. Haciéndola enojar. Pero no esperaba que Atsushi reaccionara.
- Himuro-chan que bueno que te encuentro. Quería hablar contigo y dart-
- Eres molesto. - Murasakibara tomó el brazo de la azabache llevándola con el lejos de ahí, donde nadie los siguiera. Haciendo que Himuro se sorprendiera ante la repentina accion del peli-violeta.
- ¿Atsushi? - pregunto confundida esperando respuesta del peli-violeta.
- Todos son molestos. No dejan hablar a Muro-chin - murmuró molesto el peli-violeta dejando sorprendida a Himuro. ¿Se había dado cuenta? Sin perder ni un segundo más, la azabache saco la bolsa con los bombones de chocolate.
- Hice estos bombones de chocolate para Atsushi. - extendió la bolsa con sus manos para dársela a Murasakibara. - N-No tienes que comerlos sino quieres Atsushi. Podemos comprar otros camino a casa. No creo que tengan buen sabor... - no pudo decir más nada por que los labios de Murasakibara besaron los suyos.
- Está bien. Por que están hechos por Muro-chin. - esas palabras hicieron sonrojar a Himuro. Todo su esfuerzo, sirvió de algo. Si era para Atsushi estaba bien. Solo si era para Atsushi. El peli-violeta comió uno de los bombones - Delicioso. -
- Me alegro que te gusten Atsushi. - sonrió la azabache. Satisfecha de su esfuerzo. Volviendo a besar tiernamente a Murasakibara.
~Extra~
- Muro-chin, quiero mas de tus chocolates - murmuró el peli-violeta terminando de comer toda la bolsa. Ambos caminaban por la calle de regreso a casa tomados de la mano.
- Está bien. Cuando lleguemos a casa, te prepararé más. - sonrió la azabache.
- Pero, quiero que tengan relleno de caramelo y gomitas de colores. - hablo emocionado el mayor. Haciendo reír a Himuro - Y con crema y confites. - seguía imaginando todo lo que podría ponerle.
- Si. Si. Como tu quieras. - Si podía hacer feliz a Atsushi con chocolate, entonces lo haría. - Te amo, Atsushi. - murmuró por lo bajo la azabache mientras Murasakibara seguía imaginando golosinas.
...