La actitud esquiva de Gabriel no lo iba a desalentar.
- como te fue, conseguiste lo que querias?
- no, ese condenado niño no sede, pero tengo mi plan B Paulina sabía perfectamente a que se refería en pocas ocaciones cuando le era imposible tener a alguien, lo tomaba a la fuerza.
- no hagas eso Kaleb, el lunes en la mañana que nos arreglen el carro se van a dar cuenta y quién sabe que hagan?
- es que no me puedo controlar es tan bello, te inmaginas ser el primero? Decía desbordado de lujuria.
- ay hermanito nunca te había visto asi, sera mejor que te controles.
- y tu conseguiste algo?
- nada, pero encontré algunos objetos de gran valor que no son faciles de encontrar mañana en la noche robamos lo que podamos y nos largamos para cuando se percaten ya estaremos lejos.
En un rato bajaron almorzar pero de la cabeza de Kaleb no había desaparecido, de ninguna manera otro se le iba adelantar.
- les gusta? Les preguntó Gabriel con su hermosa voz.
- si, tu cocinaste? Preguntó Paulina.
- el cocinar? Ja ja no sabe ni hervir el agua le dijo un hombre que era también ministro de Batista y vivía ahí.
- eso no es tu problema! Le dijo ofuscado el muchacho.
- ya Bruno dejalo en paz dijo Dante sobándole la cabeza de una manera paternal pero Kaleb pudo ver como el chico se extremecia era cierto a Gabriel le atraía su lider pero si en algún momento tenían algo iba a tener sus sobras de eso estaba seguro.
- yo creo que mejor dejemos de fraternizar tanto con esa gente, lo único que hacen es hablar de esa bendita oscuridad dijo Paulina una vez estuvo a solas con su hermano.
- es como razonar con un psicopata, sabes que lo que dicen es adsurdo pero no hayas como refutarlo agrego Kaleb.
El día paso sin mayor contratiempo pero cada vez se hacía mas evidente que había una gran diferencia en el comportamiento de los que vivían en la casa y los de afuera, para empezar ninguno de haya dentro usaba esa extrañas pulseras que tenían los demás exepto los del servicio, el modo de caminar de los de afuera era pausado y tambaleante como si no tuvieran control de su cuerpo, su hablar era pausado hacía recordar cuando alguien habla dormido sin contar con que no los había visto salir y que la única adtividad que les veía hacer era ir a la iglesia.
Esa actitud era anormal, deberian por lo menos salir a comprar viveres, qué comian? Kaleb esperó a que todos se metieran en sus cuartos para ir a buscar a Gabriel.
- no te vayas aquí no hay nada que hecer, no se por que todos se tienen que ir a costar temprano se quejo Paulina.
- lo siento hermanita pero voy a ver si tengo suerte.
Solo vio resoplar frustrada a su hermana antes de salir se escabullo hasta la puerta del pelirrojo en contro los pasillos despejados asi que sintiendose libre toco.
Parecia no haber respuesta, sera que no estaba? Estaría con Batista? Eso pensamiento lo enfuerecio pero antes de que pudiera pensar nada Gabriel abrio.
- qué quieres? Dijo con extrañeza.
- no se pensaba en lo hermosa que esta la noche, estoy un poco aburrido quisiera salir.
El chico lo miró como buscando alguna segunda intención.
- a mi también me gusta la noche le dijo saliendo de la habitación.
Salieron a caminar por las calles desiertas la luna que se erguia en el cielo le daba en la cara a Gabriel y lo hacía verse de ensueño desde sus largas pestañas tupidas hasta su piel de alabastor Kaleb pensó que asi debían verse los angeles.
- las calles estan demasiado solas para ser tan temprano.
- pues que aquí la gente se duerme te... En ese momento Kaleb se abalanzó contra el chico y lo abrazo fuertemente.
- qué haces? Preguntó desconcertado el muchacho.
- ya no puedo mas, me vuelves loco te deseo.
Estando asi de cerca podía oler su aroma era como el que tienen los bebés, tal vez a cualquiera le daría ternura o le despertaria un sentimiento puro pero no a el, cuya mente ya estaba muy corrupta.
- espera! Le rogó tratando de evitar que lo besara.
- Gabriel deberias estar acostado le dijo una mujer mayor que aparecio de la nada.
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