Debía irse de ahí, sabia que su "esposo" estaba por llegar. Hacer las maletas y conseguir un taxi le llevo demasiado tiempo, las ultimas prendas y ya esta. Sobre la cama matrimonial reposaba la carta y junto a ella, una rosa negra igual a la que su ahora ex le dio en la primera cita. Le dio la maleta al chico para que la pusiera en el maletero y subió al taxi. El taxi ya había arrancado y doblo la esquina, desde allí ve el auto de su ex. Ya no hay vuelta atrás, en pocos minutos leería la carta y él solo rezaba por llegar antes al aeropuerto y tomar el avión a la libertad.
Mientras avanzaba el auto, él recordaba su vida y como tomo esta decisión, si, sin lugar a dudas la mejor. Recordaba que al sentirse mal un par de días fue al medico, a escondidas por supuesto, ya que su matrimonio era un tanto demasiado violento. Recordaba como recibió la mejor noticia también dicho sea de paso, el detonador para dejar de una vez por todas todo atrás y empezar de nuevo en otro continente.
Iva bajando del taxi cuando chequeo el móvil, es la décima llamada que recibe, ya harto lo apaga y entra a el aeropuerto.
Mientras espera para abordar recuerda el miedo que tenia, cuantas veces en 2 semanas se trago su orgullo solo para que el bastardo no le pegara. Cuando veía que la cosa se ponía violenta se encerraba hasta que el otro se tranquilizaba ya que el vuelo no pudo adelantarlo, tenia que arreglar lo del empleo y apartamento, no podía irse así nada mas, no era idiota tenia estudios, se las apañaría.
Feliz y con el alma en paz abordo el vuelo a la felicidad sin gritos ni golpes, podría cuidar a su milagro el solo, si estaba feliz.
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El entro a la casa como siempre, luego del trabajo esperando ser recibido por su fiel esposo, como siempre, como debía de ser según el, pero no fue así. Un poco cabreado empezó a llamarle esperando que este estuviera en la cocina, pero tampoco fue así, entonces ya bastante enojado decidió subir a la habitación que compartían. En el trayecto de la cocina al cuarto iva soltando improperios y pensado que le haría si lo encontraba durmiendo, pero no fue así.
Al entrar a la habitación con lo único que se encontró fue con una carta sobre la cama, junto a ella, una rosa negra.
Carta de mi para ti:
Hola querido esposo o debería llamarte ex? Ya que si no mal recuerdo, nunca nos casamos.
Recuerdo que al principio todo era hermoso, tu me tratabas bien y yo te respondía con cariño y amor pero para ti eso no bastaba.
Tenia que ser tu sirvienta 24 horas y ya me canse de ser usado. No me importa cocinar, lavar o siquiera planchar ya que tu trabajas y yo debo ayudarte en algo, no? Pero no eran necesario los malos tratos o el engañarme por se que piensas que soy tonto y no lo sé pero sabes, te equivocas, siempre he sabido de tus amantes, te preguntaras "¿Por que no te deje?" Fácil, por tonto. Estaba locamente enamorado y no me di cuenta de lo humillante que era estar a tu lado.
Así que seré breve...TE DEJO, NO ME BUSQUES, YA NO TE AMO, PERO LO MAS IMPORTANTE ES QUE AÚN SIN SABERLO ESTOY EMBARAZADO Y NO VERAS A ESTA CRIATURA QUE VIVE EN MI VIENTRE, NO PERMITIRÉ QUE NOS HAGAS MÁS DAÑO!
Así que sin mas me despido. Espero que seas infeliz por el resto de tu vida y encuentres a una nueva victima para poder utilizar.
Sayonara, con amor, "tu esposo".
Así fue como la angustia se apodero de él y solo pudo caer de rodillas. Lloro como un niño pequeño.
Pero al final, he sabido que los hombres si lloran.