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Brillas como el sol por dark kirito

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Notas del fanfic:

Magi pertenece a  Shinobu Ohtaka-sama.

Bueno, esta historia, tiene los acontecimientos en un orden un poco diferente a lo ocurrido en el manga, pero es un tiempo alterno después de la pelea con Gyokuen, que está narrada de otra manera,  la captura de Belial, y el arco de Alma Toran.

Notas del capitulo:

Magi pertenece a  Shinobu Ohtaka-sama.

Bueno, esta historia, tiene los acontecimientos en un orden un poco diferente a lo ocurrido en el manga, pero es un tiempo alterno después de la pelea con Gyokuen, que está narrada de otra manera,  la captura de Belial, y el arco de Alma Toran. Espero que les guste esta historia, que después de ver como se llevan en el manga, me ha gustado la pareja jajajaaj. Gracias a todos los que leen¡ >///<

Era una batalla muy complicada, ninguno de los dos había pensado que esa mujer fuera tan fuerte, tenían que admitir que no habían planeado bien las cosas ¿pero quién podría imaginar que esa mujer no fuera lo que aparentaba? Bueno, al menos el oráculo de Kou sospechaba que era más que una simple anciana, era por ella que le tenía tanto miedo a la organización, por eso había convencido a su candidato de tomar otro laberinto, para que tuvieran más poder, pero todo había salido mal, era obvio que enfrentarse a ella no iba a ser fácil, después de todo es la líder de Al Thamen, pero tampoco debería ser tan difícil, los ha golpeado como si solo fueran niños pequeños, y vaya que para nada eran débiles, estamos hablando de un conquistador de dos laberintos y un magi ¡por dios!


Entonces ¿quién rayos es esta mujer que los hace ver como si nada?


El magi comienza a entrar en pánico, pues su candidato esta cada vez más agotado, a él comienzan a fallarle las piernas, solo queda una opción, pero esta no termina de convencer al sol negro, pues le pone en gran desventaja, maldice no haber estudiado artes marciales, pero no le queda de otra, si siguen así, ambos morirán, así que toma su bastón y se dispone a utilizar el as bajo su manga, una barrera que impida todo uso de magia dentro de esta, claro, eso también lo incluye a él, preparar un hechizo así, le ha costado mucho magoi y más de la mitad de sus neuronas, bueno lo último no tanto, pero vaya que le costó trabajo, y todo porque su candidato es un jodido explotador, le ha hecho trabajar como nunca antes en la vida, pero todo lo vale si por fin es libre de la mujer que lidera al grupo que asesino a sus padres, lo vale si puede vengar sus muertes, en este momento no hay otro pensamiento en su cabeza que no sea ese.


Pero una vez más, ella le sorprende, el oji celeste le ha atacado con su lanza en un intento de cortarle la cabeza, pero fue inútil, ella esquivo el ataque con una espada, y le ha dado una patada en las costillas, provocando que salga volando varios metros, y una de dos, o Hakuryuu no pesa nada, o esa mujer tiene una fuerza monstruosa, y el magi está seguro que no es la primera opción, además ¿cómo rayos sabe usar una espada?


Ahora el oji rubí comienza a ponerse nervioso, si su candidato fue golpeado con tanta facilidad, en cuanto ella se acuerde que él está ahí, ya puede despedirse de este mundo, el solo se hecho la soga al cuello, pero algo es seguro, no morirá sin pelear, o al menos esa es su intención, pero comienza a dudar en cuanto la mujer camina en su dirección, el oráculo toma la espada de uno de los soldados inconscientes en el piso, la toma con manos temblorosas, ni siquiera sabe usar una espada, pero es mejor algo que nada, ella está cada vez más cerca, él en un intento desesperado, da una estocada con la espada, o al menos lo intenta, pero ni siquiera se acerca a su objetivo, quien le mira con burla.


-De veras que ni eso puedes hacer pequeño, no sé como mi hijo te acepto como su magi, hasta Aladdin es mucho mejor opción que tú, no por nada es hijo del rey arrogante, comparado con él ¿qué eres tú?


Esas palabras habían dolido, siempre había tenido celos de aquel enano, pues de alguna manera se entero de que Hakuryuu lo quería como su magi ¡hasta se lo había pedido! Y el por más que le rogaba, era como si no existiera ¡maldita suerte que siempre tiene!!!


Pero cuando más asustado y molesto estaba, el oji celeste le grito.


-¡Judal maldición no te dejes engañar!!!!


Esas palabras le hicieron reaccionar, y fue por poco, pues gracias a eso, logró agacharse, solo sintió el viento de la espada al pasar velozmente por sobre su cabeza, sintió la muerte por un momento, y suspiro de alivio al verse aún en este mundo, intento darle una patada a la mujer, pero esta lo esquivo con facilidad una vez más, pero fue suficiente distracción como para permitir un ataque sorpresa del cuarto príncipe, quien le atacó con su lanza, haciendo una pequeña herida en su brazo, la cual sangro un poco provocando que casi soltara la espada, y por primera vez en todo el tiempo que llevaban de pelea se notaba inseguridad en su rostro, pero de esa manera es más peligrosa, y por lo tanto más letal, esta vez empuño la espada con más decisión, haciendo secuencias complejas que el oji celeste alcanzaba a rechazar apenas, era tal la velocidad que el joven tropezó, su madre dirigió su espada directo a su corazón, pero antes de lograrlo, escucho un fuerte estruendo, Judal había lanzado la espada con la intención de herirla, y si bien no lo había conseguido, logró que mirará hacia otro lado, el cuarto príncipe aprovechó el momento y se le tiro encima, ambos estaban en el suelo, el puso sus rodillas sobre los brazos de esta para impedirle cualquier tipo de movimiento, el menor apuntaba su lanza directo a su cuello, haciendo un poco de presión, provocando que este sangrara un poco, ella lo miro muy divertida.-¿Estás seguro de que puedes hacerlo pequeño Hakuryuu?-Toda mi vida he esperado para este momento, no tengo dudas.


-Eso es lo que crees, te conozco mejor te nadie, después de todo eres mi hijo, si me matas te arrepentirás toda la vida.


-¡No digas que soy tú hijo!!!! No sabes lo mucho te me duele que seas mi madre.


-No vas a poder vivir, eso me da gusto.


-¡Cállate!!!!


El oji celeste no pensó con claridad instantes después, cuando se dio cuenta ya había acabado con la vida de su madre, soltó la lanza, pero se sintió imposibilitado de quitarse de donde estaba, había comenzado a temblar y estaba en shock, por alguna razón, no podía creer lo que había hecho, se estaba arrepintiendo, se supone que toda su vida había vivido solo para este momento ¿entonces porque rayos ahora tenía estos sentimientos?


El oji rubí se acercó a su candidato lentamente, pero no había notado su expresión, para él habían logrado su objetivo, en el que tanto empeño pusieron, y al final todo había salido bien, por lo que no había más que celebrar.


El mayor puso una mano en el hombro de su candidato a modo de apoyo al mismo tiempo que le dedicaba una linda sonrisa.


-Bien hecho Hakuryuu, al fin nos libramos de la vieja.


Pero para su sorpresa el menor volteó a mirarlo con una expresión de odio.


-Ella era mi madre.


-¿De qué hablas?


-¡Todo esto es culpa tuya! ¡si tan solo no existieras, esto no habría ocurrido!!!


-P-Pero...yo...


-¡Largarte no quiero volver a verte jamás!!!!!


El oráculo se sintió traicionando, el en verdad se había esforzado demasiado por ayudar al oji celeste a cumplir con sus objetivos ¡casi muere en más de una ocasión durante la batalla! Y su candidato solo le culpaba de todo, y no es como si le hubiera colocado un cuchillo en el cuello para obligarlo a hacerlo, el príncipe había hecho todo por voluntad propia, pero el magi no soporto más ver esa cara y salió corriendo de ahí.


................


El cuarto príncipe bajo la mirada y se quedó en la misma posición un par de minutos, de la nada empezó a reír como loco.


-¡Al fin lo logramos!!! Esto no habría sido posible sin tú ayuda Judal.


El joven miro en todas las direcciones posibles, pero no encontró a su magi.


-¿Judal? ¿a dónde se fue? Bueno ya festejaremos más tarde nuestra victoria.


Así es, el cuarto príncipe no estaba ni un poco arrepentido por haber matado a su madre, todo lo contrario, pero esa mujer no le dejaría así como así, con un poco de rukh, le había obsequiado a su hijo ese pequeño momento de confusión, en el que hirió el corazón del magi caído, y del cual el oji celeste no recuerda nada, lo único en lo que piensa en este momento es en agradecer la fidelidad del magi, pero tal vez ya nunca tenga esa oportunidad.


................


El magi caído ha salido del palacio, no quiere que nadie le mire así, pues por sus mejillas resbalan vergonzosas lágrimas, el jamás se había permitido llorar, pero lo que le había dicho su candidato lo dejo muy mal, era por mucho la única persona en la que confiaba, por la única por la que alguna vez pensó en dar su vida de ser necesario, y este le odiaba, cuando él lo único que había hecho era apoyarlo, si aquí alguien traiciono al otro, fue el cuarto príncipe y no al revés, pero pensarlo no tenía mucho sentido, no podía volver al palacio, pues Hakuryuu no quería verlo, y siendo sinceros, el tampoco quería saber nada después de lo que dijo, el chico volaba sin dirección fija, lo más rápido que podía, pero de pronto se quedó parado en medio del cielo, se dio cuenta por primera vez que toda su vida giraba en medio del imperio Kou y Al Thamen, no tenía ningún lugar al cuál ir, no tenía más amigos a parte del cuarto príncipe, si se puede considerar amistad lo que ellos tienen, la desesperación invadió su cuerpo, dispuesta a no abandonarlo, entonces se puso en movimiento, volando cada vez más rápido, como si eso fuera a revelarle los misterios del universo, lo único que le importaba, era no pensar en nada.


................


 


Por su parte el tercer ex príncipe de Balbad estaba realizando una pequeña expedición por unas islas que le había pedido Sinbad realizar, habían recibido avisos de que había ladrones, así que se equipo a Amón y observaba las islas, pero nada fuera de lo normal, bueno, había encontrado a un par de hermosas jovencitas con las que intento ligar, pero estas ni caso le habían hecho pensando que estaba jugándoles una broma, bueno, todo el mundo sabe que la habilidad del rubio para conquistar chicas es nula, es casi como si se tratara de una maldición o un muy severo problema genético, en caso de que algo así fuera hereditario, estaba deprimido por haber fallado en conseguir chica por...bueno, en realidad desde hace mucho dejo de contar sus fracasos, pero es seguro que estos son más numerosos que las estrellas en el cielo, bueno, tampoco es para tanto, pero el rubio es el amo y señor del drama, tan concentrado esta en sus lamentos que no se da cuenta de que cierto proyectil azabache va volando en su dirección, y claro, este tampoco lo ve porque todo esta borroso debido a la velocidad y las lágrimas que no dejan de salir de sus ojos. El rubio pone sus manos a ambos lados de su cintura, y suspira.


-Pues parece que no pasa nada, a lo mejor fue un informe equivocado, aunque eso también es raro, tal vez esos sujetos ya se fueron o...¡Uogh!-Justo cuando tenía el pequeño diálogo con sigo mismo, algo impactó con gran fuerza su cabeza, la cual parece que es de piedra por soportar tal impactó, cuando giro para mirar que lo había golpeado, vio que el magi oscuro iba en caída libre hacia el mar, después de todo, con semejante pedradon rubio, era lo más normal.


-¡¿Judal?!!!!!


Pero el unicornio no tuvo tiempo de pensar las cosas, tenía que salvar al mayor si no quería que terminara ahogándose o peor aún, convertido en puré de magi, voló lo más rápido que pudo, y casi no lo atrapa, pero había alcanzado a tomarlo de una mano, luego lo tomo por la cintura para finalmente colocarlo en sus brazos como si fuera una princesa, era una suerte que el oráculo se hubiera desmayado, porque si se diera cuenta de cómo le cargaba el rubio, bien podría darse por hombre muerto, el menor se quedó mirando al joven en sus brazos un poco sorprendido, tenía la impresión de que había estado llorando.


-No, no, no, se me hace que el golpe me daño el cerebro, si alguien como Judal llorará algún día, se destruye el mundo.


Pero aún así, no podía apartar la idea de su mente ¿qué podría haberle sucedido para que este así?


El rubio no tenía ni la menor idea de qué hacer con el enorme problema que tenía en sus brazos, porque en cuanto el chico despertara igual y quería matarlo, después de todo, era consciente de que no le agradaba al azabache, pero no podía dejarlo a su suerte, solo tenía una opción, que era llevarlo con el de vuelta a Sindria, y ahí otro problema, pues si el magi no lo mataba, podía estar seguro que el rey de los siete mares lo haría por llevar semejante bomba de tiempo a su reino, pero no tenía de otra, se tendría que arriesgar a que alguna de las dos cosas pasará, a veces se preguntaba porque era tan entrometido, el pequeño magi peli azul muchas veces le dijo que era una buena cualidad y que por eso lo quería, pero la verdad es que eso le había causado múltiples problemas en la vida, aunque también era cierto que gracias a su cabezota el oji rubí había sido noqueado y tenía que hacerse responsable, eso último por alguna razón le sonó mal, casi sonaba como si hubiera desflorado al azabache, y al único que van a arrancar sus pétalos si se entera de como lo dejo es al rubio, el cuál pedía a Solomon con toda su alma que el oráculo tuviera amnesia.


Mientras volaba con dirección a Sindria, el chico de mirada dorada comenzó a sentir frío, no sabía si era por el viento que hacía y que su equipo djinn poco cubría o porque le estaban dando escalofríos el solo pensar que el chico podría despertar, ya no estaba muy lejos del reino del cuál era huésped, pero estaba un poco agotado, así que bajo a una de las islas que estaban en el camino, para tomar un pequeño descanso, colocó al chico debajo de un árbol, para que la sombra le cubriera del sol, aún estaba dormido, al rubio le dio sed, afortunadamente se encontraba cerca de un río, se dispuso a tomar agua con sus manos, estaba un poco tibia debido al tremendo calor que hace en esa parte del mundo, la tomo como si fuera una bendición, pero casi se atragantó con ella cuando se dio cuenta que el azabache estaba despertando, rápidamente se puso detrás de un árbol, como si este fuera a protegerlo de la furia del magi, el joven abrió sus ojos, pero inmediatamente puso una cara de terror, el menor podía jurar que casi veía lágrimas a punto de salir de esos ojos carmesí.


-¿En dónde estoy? ¿H-hakuryuu? ¡Tengo miedo!!!-El chico abrazaba sus rodillas al tiempo que metía su cabeza entre estas como si intentará escapar de la situación, en ese momento el rubio se preocupó y corrió a ver lo que sucedía


.-¿Judal? ¿Estás bien?


-¿Alibaba? El príncipe se quedó en shock ¿de cuándo acá el oráculo le llamaba por su nombre?


-¿Qué pasó? ¿Por qué lloras?


-Hakuryuu me odia.


-¿Y eso?


-No recuerdo, pero creo que hice algo malo.


-No creo que te odie, se que a veces es un poco difícil, pero estoy seguro de que a su manera te quiere mucho.


-¿Tú crees?


-Sí, además son amigos ¿o no?


- No lo sé, eso creo...tal vez no tengo amigos.


-Yo puedo ser tú amigo.


-¿De verdad?


-¡Claro!!!!


El rubio mostró la mejor de sus sonrisas, la que solamente la ha mostrado a personas tan cercanas como Aladdin y la fanalis.


El oji rojo sintió una gran alegría al notar que alguien le dirigía tan bella sonrisa, así que sin notarlo se abrazo del oji miel, el cual se sonrojo y sorprendió por igual, pero no dudo en corresponder el abrazo, pues sentía que el joven en verdad lo necesitaba.


Al momento de estar tan cerca del mayor, se dio cuenta de que estaba muy lastimado, por lo que no dudo en preguntar.


-¿Cómo te hiciste estas heridas?


-No lo recuerdo.


-¿Hakuryuu te las provocó?


-No, no creo...fue...no logró recordar.


El magi había perdido los recuerdos relacionados al trauma que le había ocasionado el cuarto príncipe.


Pero de pronto se veía muy asustado, tomo su cabeza con sus manos, como si sufriera un tremendo dolor, el rubio se preocupó y lo tomo por los hombros, pero se sorprendió al recibir un puñetazo en la cara, y más desconcertado que nada.


-¡¿Porqué rayos te me acercas tanto desgraciado?!!!!


El rubio no entendía el cambio abrupto de actitud, pero sin duda alguna, esta vez se parecía más al magi que conoce.


-Es que te desmayaste y...


-¡¿Qué yo qué?!!!!


El menor ya no sabía si hablar o guardar silencio, sentía que cavaba su propia tumba.


-Yo...lo...es que...


-¡Ah deja de balbucear como idiota!!!!!!


-¡Perdón!!! Lo que pasa es que estabas volando muy rápido y...El ex príncipe se asustó, no sabía qué hacer, lo único que si sabía era que el azabache se acercaba a él con una expresión de que quería matarlo.


El solo esperaba un golpe por decir lo menos, lo único de lo que se arrepentía era de que su vida acabaría y el moriría virgen. Pero lo único que sintió fue una mano apoyarse suavemente en su hombro.-¿Estás bien Alibaba? El menor volteó a mirarlo con lágrimas en los ojos, pues solo le falto imaginar la golpiza que le daría el magi para casi sentirla.


-¿Ya no me quieres matar?


-¿Porqué lo haría?


-¿Recuerdas lo que me acabas de decir?


El joven ladeó la cabeza, dando a entender que no sabía de lo que te estaba hablando, el rubio solo suspiró.


-Esto es más grave de lo que pensé, tenemos que ir a ver a Aladdin.


Y así el unicornio se dispuso a llevar al magi a Sindria lo más rápido que podía, ya no le importaba si estaba cansado, solo quería llegar antes de que el mayor cambiara una vez más de actitud y terminara lo que empezó.


Al fin llegó a Sindria, y la barrera le dejó entrar sin problemas, pues Yamuraiha le había dado un objeto mágico creado especialmente por ella que le permitía el libre paso por su barrera.


Caminaba cuidadosamente por los pasillos en busca de su amigo, con mucho cuidado de que nadie lo viese, porque no tenía ni la menor idea de cómo explicar que Judal le acompañaba.


El azabache miro a su alrededor.


-¡¿Porqué rayos estoy en el palacio del rey idiota?!!!!


-Es que le voy a preguntar a Aladdin acerca de lo que te pasa.


-No me pasa nada, y ya me voy, no quiero que el perro faldero del rey idiota me de un sermón.


El mayor se retiraba del lugar, pero el príncipe le tomo por la muñeca.


-¡No te puedes ir así! ¡No estás bien!!!


-¡¿Y a ti que te importa?!!!!


-¡Me importa mucho!!!


El mayor sintió algo extraño, le estaba dando ¿pena? Así que trato de huir de ahí, pero el rubio lo estrello bruscamente contra la pared.


-¡Lo siento! Pero entiende, hasta que sepa que estarás bien, no te voy a dejar ir, aunque tenga que golpearte si te sigues resistiendo.


El azabache sonrió de manera atraviesa, por primera vez se sintió interesado en el chico frente a él, siempre lo había tirado de inútil, pero al parecer tenía su carácter y le gustaba, tenía mucha curiosidad de ver esa parte de él.


-Haz lo que quieras- dijo con fastidio fingido.


El rubio sonrió, pero no tuvo tiempo de festejar porque alguien apareció atrás de él.


-Alibaba-kun ¿qué hace Judal en mi palacio?


El rubio no quería ni voltear, pues sabía quién era el dueño de ésa voz, sabía que se había metido en un enorme problema, el solo temblaba por los nervios mientras el oji rubí le miraba muy divertido.


<<Definitivamente me divertiré mucho con él>>Pobre Alibaba, se ha convertido en el juguete del oráculo de Kou...

Notas finales:

Si continuo escribiendo a este ritmo me va a dar algo jajaja, hasta la próxima¡ >///< gracias por leer¡


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