Say Something- "Di algo"
Autor: Kawaii uke27-
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-"Estoy renunciando a ti, sensei"-
Había llegado por la puerta, mojado y diciendo esas palabras con una voz rota y desgarradoramente triste, que hizo que Saitama no pudiera reaccionar.
¿Qué? ¿Renunciando a mi? ¿Eso es lo que dijo?- pensaba Saitama, tratando de procesar lo que su discípulo acababa de decir. Genos caminó unos pocos pasos y se detuvo, inclinando su cabeza.
-"Di algo, estoy renunciando a ti. Seré el único si tú tambien quieres que lo sea."- Susurró- "A cualquier lugar yo... Te hubiera seguido."
Saitama sólo seguía ahí, inmóvil, sin palabras. Su piel se sentía helada y sus labios comenzaban a temblar con ligereza. Su corazón se sentía como si estuviera doblándose dentro de su pecho. ¿Qué es lo qué estaba diciendo el cyborg?
Genos apretó los puños y miró a Saitama, lágrimas de aceite caían de por sus mejillas. -"Di algo, estoy renunciado a ti¡!"-Dijo mientras lloraba.
No importaba cuántas veces su discípulo sollozó esas palabras, la voz de Saitama se había perdido en su garganta. Tal vez fue porque un gran nudo se había formado dentro de su garganta y estaba luchando por no mostrar cuán angustiado estaba. O tal vez era por la visión de su cyborg llorando y en un estado tal de miseria que no podía decir palabra alguna.
Saitama dio un pequeño paso hacia adelante, pero Genos había bajado de nuevo la cabeza, avergonzado de las lágrimas aceitosas, luego, enfadado las secó con el dorso de su mano. Lanzó un pequeño suspiro y dijo-" Yo... Me siento tan insignificante. Todo estaba por encima de mi cabeza. No sabia nada en absoluto."- Dijo despacio.
Saitama se sentía como si Genos lo estuviera apuñalado en el corazón debido a la culpa. Sabia que no tenía nada que enseñarle al cyborg, pero de alguna manera quería que se quedara con él. A decir verdad, se había acostumbrado el tener al cyborg con el.
Genos avanzó unos pasos. Estaba a tan sólo un paso de Saitama, tan cerca que el héroe podía ver la absoluta desesperación y agonía en el rostro del rubio.
-"Yo voy a tropezar y caer. Aún estoy aprendiendo a amar... Apenas comenzando a gatear"- Dijo Genos. Los ojos de Saitama se abrieron más, lo que Genos decía... ¿Es lo qué el creía que decía? Su típica expresión pacífica cambió a una de tristeza total.
-"Di algo, estoy renunciando a ti¡!"
Dijo Genos
-"Lo siento, no pude llegar a ti. A cualquier lugar te hubiera seguido. Di algo... estoy renunciando a ti."- Su voz sonaba más miserable con esas palabras. Saitama apenas podia soportarlo. No tenía muchas emociones desde que se convirtió en héroe. No hubo momento en su vida hasta ahora que Genos se haya querido apartar de él. El cyborg era el único que se había quedado a su lado. Genos fue la única persona que pudo hacerle esto a él, el único en hacerle sentir tanto. Saitama no quería que se fuera; se oponía totalmente.
Quería que Genos se quedará el mayor tiempo posible con él. No se imaginaba una vida sin el cyborg en ella. Saitama no soportaba la idea de dejar ir a Genos. Si lo hiciera, sería definitivamente su muerte.
-"Yo... Me tragaré mi orgullo. Eres el único al que amo- Susurró Genos, con su voz rota -" y yo.. Te digo adiós."
No. Esas palabras hicieron que Saitama se quebrara. Temblando, tomó a su discípulo por los hombros. Genos lo tomó por el cuello de su capa, juntando sus frentes. Sus ojos estaban inundados en aceite y sus mejillas manchadas con este.
-" Di algo, estoy renunciando a ti¡! Lo siento, no pude llegar a ti¡!. A cualquier lugar yo, te hubiera seguido¡!"- Genos esta vez grito, apretando más la capa de Saitama, manchándola de aceite.
-"Di algo, estoy renunciando a ti¡!"-
Las rodillas de Saitama se sentían débiles y Genos deben haber sentido lo mismo, pues ambos lentamente cayeron de rodillas al piso.
Saitama tragó saliva cuando Genos bajó la mano y cerro los ojos en señal de derrota.
-"Di algo, estoy renunciando a ti. Di algo..." El cyborg sollozó. Saitama atrapó a el adolescente en un abrazo, enterrando la cara en la piel sintética de elegante cuello negro de este. No le importaba que su cara estuviera cubierta de aceite, quería tener al cyborg lo más cerca posible.
Genos ocultó su rostro entre los pliegues de la capa de Saitama y sus dedos se agarraron a la espalda de su maestro. Su core se sentía como si se fuera a destruir por la inmensa agonía que sentía.
-"No quiero dejarte Saitama- sensei. Quiero estar a su lado por siempre. Pero no hay razón para quedarme donde realmente no me necesiten."- Pensó para sí mismo. Su pensamiento envió varios dolores agudos de sus sensores hasta su core. Saitama también sufría por Genos así que decidido abrazó a su discípulo más fuerte.
Finalmente, pudo hablar.
-"Genos... Por favor... Quedate conmigo"- Dijo, el nudo en su garganta hizo que su voz saliera un poco mas gruesa. -"No hay nadie más... Nadie que este a mi lado... Sólo tú. Me hiciste sentir de nuevo, la felicidad, la tristeza y el enojo. A-asi que, n-no-" trató de seguir hablando, pero era imposible hablar y no llorar -"Por favor, no me hagas perder esos sentimientos de nuevo. No desaparezcas."- Genos sentía a su sensei temblar sobre él.
-"S-sensei..."- Susurró. No sabia que decir. No se pudo contener más, era tal el dolor que sus piernas se sentían débiles asi que se acostó sobre el suelo, Saitama que estaba encima de él levantó la cara para poder mirar hacia abajo a el cyborg debajo de él. Los ojos de Genos se abrieron cuando sintió algo mojado sobre su cara. Saitama estaba llorando.
-"Sensei... No, no llore."-Dijo. Levantó su mano y limpio las lágrimas de sus ojos. Genos comenzo a temblar; nunca había visto a su maestro en tal estado. Su expresión relajada cambió a una de pura agonía y desesperación.
Saitama no había dejado de mirar a Genos, incluso cuando se acercó despacio, dejando sus labios a escasos centímetros.
-"Genos... Por favor"- suplicó, con su voz quebrada.
Presionó sus labios tembloros con los de Genos tan suave como pudo. El acto fue tan tierno y lleno de emoción, que los ojos de su discípulo se llenaron de aceite una vez más. Cuando se besaron de nuevo, el sistema de Genos hizo que liberara un poco de humo que se envolvía alrededor de ellos. Sus lágrimas, a pesar de que no podían mezclarse, se arremolinaron alrededor de la otra, casi bailando a medida que corrían por las mejillas de ambos.
Saitama se alejó un poco, lo suficiente para juntar sus frentes. "¿Qué podría decir? ¿Qué podria hacer para que no te vayas?" pensaba Saitama. Entonces las palabras llegaron a él. Esas palabras habían estado tanto tiempo en la profundidad de su corazón. Así que, mirando esos ojos dorados con su iris negra, Saitama dijo esas palabras que había querido y deseado, con la esperanza de que llegaran a su alumno estas palabras que estuvieron tanto tiempo ocultas en su corazón.
-"Te amo."
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