TE AMO, SE MI ESPOSO
Cuando el amor llega solo unos pocos logran reconocerlo.
El amor es un asunto de lucha y perseverancia, si no lucha por conquistar el corazón de quien amas nunca lo conquistaras sino perseveras y te rindes a la primera derrota nunca serás feliz.
Elizabeth una joven con una gran belleza se había encargado a lo largo de su vida a rechazar a todos hombres enamorados de ella que eran capaces de hacerla feliz, pero ella siempre espero que un solo hombre llegue a su lado pero nunca lo hizo, espero y espero hasta el día que supo que Wolfram estaba comprometido decidió luchar obligándolo a contraer matrimonio tras ver ganado un duelo en aquel mes nunca lucho para que el joven olvide a su antiguo prometido, no persevero en ganarse su corazón su orgullo de mujer creyó ver ganado pero hoy había perdido todo a la vez.
Habían pasado tres días del incidente de la boda todos admiraban el valor de su Maou y rogaban por la felicidad de los futuros reyes, mientras otros veían a la joven como una intrusa en la relación de sus majestades dejándola como una arpía rompe compromiso, ante aquella humillación Elizabeth prefirió partir lejos e intentar olvidar a Wolfram para siempre.
─ ¿Por qué demoran tanto? —Preguntaba preocupado el mayor de los hermanos de Wolfram.
─ No te comprendo, ¿Por qué tanto apuro? —Lo mira divertido el tío de dicho joven− Además debes estar feliz de seguro en unos meses serás Tío.
─ ¡Ca-Cállate! —Grito más estresado.
─ Me pregunto será ¿rubio? Como mi Wolf o pelo azabache como el Maou. —Decía para sí mismo ignorando al mayor en estado de pánico.
─ ¡Waltorama!
Desde el momento que Waltomara había indicado que posiblemente su sobrino al regreso ya sería considerado Consorte el pobre Gwlendal se desmayó ante tal noticia y no aceptaba que su inocente hermano entregue su virginidad antes del matrimonio al Maou, pero lo que más le angustiaba que ahora no podía hacer nada más que esperar a su regreso.
Mientras tanto en casa de Yuuri se escuchaba un fuerte salpiqueo de agua que venía desde el baño en donde se observaba a dos jóvenes dentro de la bañera.
─ Cof…Cof.. —Tosía Wolfram al sentir por fin el aire en sus pulmones.
─ Wolf. —Yuuri lo mira preocupado al notarlo algo pálido, no había tenido tiempo de hacerle tomar el suficiente aire antes de lanzarse a la primera fuerte.
─ Tú. —Susurra enojado el rubio− ¡¿Acaso quieres matarme?! —Grita golpeándolo en la cabeza.
─ ¡Auch! No seas grosero. —Se levando tendiéndole la mano para que salga− Además no dio tiempo.
─ Eso no importa. —Acepta su mano para salir de la bañera− Lo que importa es lo dicho allá. —Se sonrojo al recordar todo lo que su PROMETIDO había dicho− Te demoraste.
─ Lamento ver demorado tanto. —Le tiende una toalla piensa se empieza a desvestir− Solo que no sabía cómo intervenir.
─ Enclenque. —Susurra también sacándose su ropa− Odio esta ropa. —Dice incomodo al estar toda pegada a su cuerpo.
─ Deja te ayudo.
Wolfram miraba sorprendido como Yuuri con solo un pantalón puesto se había acercado a él para ayudarle a sacar aquel saco que pesaba con el agua, luego de retíralo y ponerlo en la canasta de ropa sucia empezó a sacarle la camisa observando su blanco torso.
─ Yo bueno… —Se puso nervioso Yuuri ante lo que hacía.
─ Puedo solo. —Sonríe levemente− Gracias.
Yuuri observaba a Wolfram usar la ropa interior blanca especial de los mazoku sonrió antes de entregarle algo de ropa.
─ ¿Qué tanto miras? —Reclamo el rubio al sentir su mirada sobre él.
─ Lo ciego que he sido todo este tiempo. —Se acerca lentamente haciendo retroceder al rubio− Mira no más a la belleza que dormía conmigo todo este tiempo.
─ ¡¿Q-Qué?! —Se sonroja ante las palabras del Maou− Eres… ¡Un enclenque pervertido! —Entra al baño dejando asombrado al Maou− ¡Seré tu consorte solo la noche de bodas! —Grito desde el baño.
─ Mi consorte. —Analizo las palabras sonriendo a lo que se refería.
Luego de varias peleas y gritos ambos chicos estaban en la cocina calentando el curry que Jennifer había dejado para Yuuri antes de salir a un improvisado viaje con su esposo.
─ Que bueno que mi mamá dejo comida. —Comenta Yuuri pasándole un plato a Wolfram.
─ Me gusta el curry de Oka-san. —Dice Wolfram admirando la comida.
─ Vamos a comer. —Se sienta frente al rubio.
Durante el transcurso de la comida ambos no habían dicho palabra alguna como analizando que era lo que debían decir, la intervención en la boda era algo que había tomado con sorpresa y alegría a Wolfram ya que no se imaginaba estar en esos momentos casado con alguien que no quería, por su parte Yuuri estaba aliviado al volver a tener a Wolfram a su lado solo para él, pero antes de todo debía resolver lo que había quedado pendiente.
─ Wolf...
─ Yuu…
Dijeron al mismo tiempo riéndose al verse interrumpido por el otro.
─ Wolf, comamos y luego hablamos ¿Qué dices? —Le mira con una sonrisa.
─ Acepto tus condiciones. —Ríe levemente.
Una vez terminada la cena ambos chicos estaban sentados en la sala uno junto al otro esperando que el otro iniciara.
─ Te escucho. —Dijo Wolf mirándolo de reojo.
─ ¿Por qué debo empezar yo? —Se quejó observando la mirada asesina de su futuro consorte− Esta bien. —Analiza que decir− Lo siento.
─ ¿Eh? —Lo mira fijamente− ¿Por qué te disculpas?
─ Fui un tonto, todo este tiempo te tuve a mi lado pero siempre te aleje. —Toma la mano de Wolf− Wolfram desde nuestro primer viaje me empecé a interesar en ti, que digo antes de eso. —Ríe al recordar la primera vez que lo vio parado en la cima de la escalera con aquella mirada llena de orgullo− Desde que te vi por primera vez me pareciste bello.
─ Yuuri. —Se sorprende al escucharlo.
─ Iniciamos mal, tú compañía nunca me molesto, aunque siempre amanecía en el piso por causa de tus patadas. —Ríe.
─ No te burles. —Lo mira con un puchero− ¿Qué te gusto de mí? Además de mis patadas. —También ríe sabiendo que siempre había sido mal dormir.
─ Pues. —Piensa un rato− Tú mirada. —Mira sus hermosos ojos verdes− Me encantaron tus ojos, tu cabello, tu orgullo, tu tenacidad, esa fuerza de nunca rendirte, el valor por luchar por lo que quieres, el amor que le das a Greta, el hecho que me tengas puesto un radar para seguirme siempre. —Ríe recordando ese momento cuando creyó que caería− Pero ante todo amo el hecho que seas tú.
─ Soy hombre. —Baja la mirada− Nunca quisiste a un hombre a tu lado.
─ Aquí en mi mundo no es bien visto, pero un día mamá dijo que el amor no mira solo siente.
─ Yuuri. —Se sonroja− Yo también te amo, creo que desde que fui obligado a dormir contigo y acompañar a mi prometido, tú dormías luego de nuestra primera pelea me gusto verte y en mi interior algo nació.
─ Wolf. —Lo abraza− Concédeme el honor de convertirte en mi esposo.
─ ¡Esposo! —Abre sus ojos sorprendo− ¿Estás seguro?
─ Totalmente. —Se acerca lentamente para besar aquello labios que tanto tiempo había anhelado besar.
La pareja se besaba tranquilamente separándose solo para recuperar el aire perdido y luego volver a retomar su beso, Yuuri poco a poco iba recostando a Wolfram sobre el mueble que estaban mientras una de sus manos se iba adentrando por su camisa recorriendo la delicada piel del rubio.
─ Yu…Yuuri. —Gimió al sentir aquellas manos recorriendo su cuerpo− ¿Qué haces?
─ Bueno. —Sonríe feliz− Quiero que seas mi consorte.
─ ¡¿Qué?! —Lo empuja− ¡No! ¡Solo casados!
─ Vamos Wolf no seas así. —Se iba acercando al rubio− No quieres que te obligue o sí.
─ ¿Serias capaz de obligarme? —Pregunta algo temeroso al descubrir una parte que nunca había visto de Yuuri.
─ Claro que no tonto. —Le da un pequeño beso− Deseo que esto sea especial para los dos.
─ Enclenque. —Murmura enojado ante el susto− Nunca lo he hecho. —Admite sonrojado− ¡¿Y tú?! —Lo mira enojado.
─ ¿Yo? —Parpadea confundido.
─ ¡Enclenque traidor! —Lo empuja− ¡No quiero ser tu consorte!
─ Pero… —Entendiendo luego a lo que se refería− ¡No espera! Yo no he estado con nadie. —Se sonroja levemente− Wolfram yo también soy virgen.
─ No te creo. —Se cruza de brazos
─ Wolf es la verdad. —Gira su mirada− Ni novia he tenido.
─ ¿Enserio? —Sonríe levemente− ¿Seré el primero?
─ Si. —Se acerca con intenciones de volverlo su consorte.
─ Pero será luego de la boda. —Se levanta− No quiero que Aniwe le dé algo si se entera que lo hice antes de la boda.
─ Pero… —Decepcionado al no poder estar junto a su amado.
─ Nada. —Se cruza de brazos− Además ni siquiera hemos tenido una cita y me quieres llevar a la cama.
─ ¡Vamos al cine! —Se levanta jalando al rubio.
Luego de dos semanas en el reino la pareja real hacia su aparición en una de las fuentes del palacio, luego de estar secos y vestidos Yuuri había reunido a todos en el comedor.
─ En un mes Wolfram y yo nos casaremos. —Anuncio el Maou− Espero contar con su apoyo para que nuestra boda se realice.
─ Cuente con nuestro apoyo Heika. —Indicó el mayor de los hermanos.
─ Haremos todo para que la boda sea la mejor. —Apoyo Waltorama− Una boda digna para su Consorte.
─ ¿Consorte? —Miro de reojo a Wolfram− Espere Waltorama nosotros.
─ No se preocupe yo entiendo. —Dice mirando a Gwlendal que en cualquier momento se lanzaba contra el Maou.
─ ¡Usted! ¡Violador de hermanos! —Grita el mayor con deseos de estrangular a Yuuri.
─ ¡Esperen! ¡Nosotros no lo hemos hecho! —Se defiende dejando a todos mudo− Aún.
─ Yuuri deja de decir esas cosas. —Levemente sonrojado− Además aniwe como noble que soy esperare hasta mi noche de bodas para ser el Consorte del Maou.
─ Y yo que quería ser abuela. —Dice decepcionada Cherry.
─ Hahaume. —La mira el menor− Espero contar con tu apoyo para la boda, la mamá de Yuuri vendrá en unos días.
─ Haremos que su boda sea la mejor. —Se levanta emocionada− Tengo grandes ideas.
─ Yuuri y yo decidiremos juntos todos los detalles de la boda, como: arreglos, comida, flores y nuestra ropa. —Indica seriamente para que no repita lo mismo que su boda anterior.
Un mes paso rápidamente para los ansiosos novios, durante ese tiempo Yuuri se dedicó a enamorar cada día a su novio llevándolo a comer bajo la luz de la luna, paseando por los jardines, regalándoles flores y ante todo robándole todos los besos que le sean posible, a la semana que se anunció la boda real todo el pueblo se llenó de júbilo y ante ello decidieron realizar la ceremonia a las afuera del templo Shinou a la vista de todo el pueblo, entusiasmando a las dos madres que junto a sus hijos organizaban todo.
La hora había llegado Yuuri llevaba un terno negro con algunos adornos dorados, una capa roja y su corona del Rey junto a Conrad se dirigían al templo antes que su novio salga.
─ ¿Pudiste ver a Wolfram? Conrad. —Le pregunta a su padrino.
─ Si lo vi, está muy feliz, fui un tonto a no oponerme a su boda con Lady Elizabeth. —Baja su mirada− Aquel día no pude notar su dolor.
─ Eso ya no importa al final será mi esposo. —Se sube al carruaje− Vamos no quiero que mi futuro esposo me golpee por verlo antes de llegar al altar. —Ríe levemente.
Mientras tanto Wolfram se miraba al espejo sonriendo ante el deseo de su suegra de vestir un traje tradicional del mundo de su futuro esposo, luego de hablarlo con su tío no tuvieron problema ya que el traje Bielefeld podía darle la misma mala suerte de su primera boda interrumpida.
─ ¿Cómo me veo tío? —Sonríe a su tío.
─ Estas hermoso. —Se acerca a besar su frente.
─ Gracias, Aniwe. —Mira al mayor quien sonreía feliz por él.
─ Listo para ir al templo.
─ Si vamos. —Toma la mano de su hermano quien luego de un gran dilema sería él quien lo entregaría a Yuuri.
Los minutos pasaban eternos para Yuuri quien miraba desesperado que su futuro esposo no llegaba aun sabiendo que Wolfram estaba bien con la hora.
─ Hijo cálmate pronto llegara. —Dice su madre al verlo nervioso.
─ Si se….
De pronto las trompetas de los soldados en la entrada sonaron anunciando la llegaba del novio, el camino que se debía realizar era largo debido a casi todo el pueblo había ido, al fondo Yuuri miraba asombrado a su amado Wolf vistiendo un traje blanco tradicional japonés.
Wolfram llevaba un kimono de ceda blanco, adornado de hilos dorados, en su cabeza portaba un gorro “tsuno-kakushi” que cubría todo su cabello, sobre su kimono estaba una capa roja que lo representaba como futuro Consorte.
Al llegar Gwlendal entrego a su hermano.
─ Heika le entrego a lo más bello que Shinou me ha entregado en esta vida, cuídelo y amelo mucho por favor. —Dijo el mayor.
─ No lo dudes Gwlendal, lo cuidare y amare más que mi vida. —Tomo la mano de su casi esposo.
Sus miradas se encontraron mutuamente llenos de amor y con sus propios pensamientos rondando en sus cabezas.
Muchas veces creí que este día seria solo un sueño imposible, que Yuuri y yo nunca seriamos esposos que al final no sería no más que un espectador de su futuro, gracias Shinou por ser quien se convierta en su Consorte.
Tenerte frente a mis ojos era como un hermoso sueño del cual temo despertar, la emoción embriaga mi corazón y los deseos de gritar al tenerte a mi lado se hacían presente, pero en mi subconsciente me pedía callar de lo contrario me quedo sin novio.
─ Majestades. —Uriken llamo a ambos chicos quienes se acercaron a la sacerdotisa− ¿Han venido a mí por su propia voluntad para cumplir con esta unión?
─ Si. —Respondieron los dos.
Tras aquella pregunta dio inicio la ceremonia ante la mirada de todo los familiares y amigo de los futuros reyes, cuando el momento del intercambio de los anillos llego todos se emocionaron por el corto beso que se dieron.
─ Majestad Yuuri Shibuya acepta como su consorte a Lord Wolfram Von Bielefeld para amarlo y respetarlo en la salud y enfermedad, en la riqueza y en la pobreza hasta que la muerte los separe.
─ Acepto amarlo. —Besa la mano de Wolf.
─ Excelencia Wolfram Von Bielefeld acepta a su majestad Yuuri Shibuya como su esposo para amarlo y respetarlo en la salud y enfermedad, en la riqueza y en la pobreza hasta que la muerte los separe.
─ Acepto. —Responde Wolfram muy seguro.
─ Queridos hermanos continuemos con esta boda, si alguien hay alguien presente que se oponga a este matrimonio que hable ahora o calle para siempre.
Wolfram se gira mirando a los invitados no sea que alguien entre a su boda y se oponga ya que esta vez no quiere a nadie intervenga.
─ Como no hay oposición, ante sus ojos les presento a su Majestad Yuuri Shibuya y su Consorte Wolfram Von Bielefeld Reyes de Shin Mazoku.
Anuncio Uriken muy feliz siendo al mismo tiempo la pequeña Greta se acercaba con un charol donde traía la corona del nuevo Consorte, las madres de los novios se acercaron para retirar el tsuno-kakushi de la cabeza de Wolfram mientras se inclinaba un poco para recibir la corona de parte de su esposo-rey.
─ Por cierto Majestad lo olvidaba puede besar a su Consorte. —Dijo Uriken con una gran sonrisa.
Yuuri no dudo en acercarse a su amado rubio tomar su rostro alzarlo un poco y besar sus delicados labios como cierre de su ceremonia, el pueblo grito de emoción ante el acontecimiento más importante sus reyes estaban juntos y nadie los podría separar.
─ Yuuri. —Susurro Wolfram lleno de emoción al sentir los labios de su esposo unas pequeñas lagrimas surcaron sus mejillas de la emoción del momento.
─ No llores mi amado. —Limpia sus lágrimas− Ahora todo será alegría para nosotros mi amado Consorte. —Le toma la mano para dirigirse al carruaje que los llevara directo al palacio donde solo los invitados especiales estarían presentes.
El camino era largo pero alegre porque su pueblo los recibía con felicidad y pétalos de flores que caían sobre los novios, antes de ir al palacio los reyes darían un recorrido por el pueblo para celebrar su unión con ellos tras unos minutos de recorrido llegaron al Pacto de Sangre donde todos los esperaban, fueron recibidos por su familia y amigos más cercanos, para luego dirigirse al salón donde estaban dos tronos esperando a los reyes, una vez en sus respectivos puestos Yuuri como Rey tomo la palabra.
─ Familiares y amigos sean bienvenidos, mi esposo y yo estamos muy agradecido por su presencia en esta pequeña fiesta que es para celebrar nuestra unión y disfruten toda la noche.
La celebración duro hasta altas horas de la noche ya llegada la madrugada se anuncia la salida de los novios para compartir su luna de miel, debido a la hora los novios partirían en la mañana a su viaje de bodas, pero esa noche la pasarían en su habitación consumando su matrimonio y formalizándose como pareja.
─ Estoy muy feliz por Wolfram. —Comento Waltorama con una copa en su mano.
─ Yo también, adoro verlo feliz. —Dijo Gwlendal.
─ Luego de esta noche de seguro me convierto en tío. —Bebió de su copa muy feliz mientras observa como el General sale muy enojado− Cuando entenderá que Wolfram ya no es suyo.
Minutos antes los novios se encontraban frente a su habitación con una tímida sonrisa Yuuri abrió la puerta y antes que Wolfram pueda ingresar lo tomo entre sus brazos cargándolo estilo nupcial hasta llevarlo al centro de la habitación no sin antes cerrar la puerta sin seguro.
─ Yuuri. —Reía Wolfram en brazos de su esposo.
─ Todas las noches cuando entrabamos aquí quería hacer esto. —Da vueltas con su esposo aun en sus brazos.
─ ¡No Yuuri! ¡Así no! —Gritaba Wolf lleno de vértigo por las vueltas.
─ ¡Lo siento esposo mío! —Ríe Yuuri sin dejar de dar vueltas− ¡Pero hoy no escapas!
─ ¡Ahh Yuuri! ¡Noo! ¡Suéltame! —Gritaba con una sonrisa en sus labios.
Lo que los novios no esperaban es que detrás de su puerta todos sus gritos eran escuchados por un horrorizado Gwlendal que al escuchar los gritos de su pobre e indefenso hermano no dudo ni un segundo en invadir la habitación real.
─ ¡Suéltelo violador de hermanos!! —Entro hecha una furia buscando rápidamente con su mirada a la pareja que no estaba en la cama.
La pareja se detuvo observando al mayor sorprendidos por su interrupción.
─ Aniwe. —Dijo Wolfram bajando de los brazos de su esposo− ¿Qué pasa?
─ Bueno yo… —Giro su rostro avergonzado al darse cuenta que ellos solo habían estado jugando− ¡Buenas noches! —Salió corriendo de la habitación rumbo donde cierto rubio que lo tenía loco con sus ideas fuera de lugar− Maldito Waltorama no vuelvo a caer en tu juego.
Mientras tanto la pareja real reía levemente ante el mal entendido.
─ Wolfram. —Empieza hablar Yuuri sentado en la cama junto a su esposo− Esta noche no quiero pasarla aquí porque sé que todos van a venir.
─ ¿Dónde quieres ir? —Pregunta mirándolo de lado.
─ Tu tío nos regaló las vacaciones le agradecí, pero no pude aceptar debido que deseaba pasar nuestra noche de bodas en mi mundo. —Le tiende la mano− Bob como regalo nos da un fin de semana en un hotel de mi mundo, ¿Qué dices? Vamos.
─ ¿Qué pasara con tus padres? ¿Cómo regresan? —Pregunta recordando a sus suegros.
─ No te preocupes, luego Murata se encarga. —Se levanta para dirigirse a la mesa escribe algo y luego regresa donde su esposo− Vamos. —Tiende su mano− Esta vez no mojare tu ropa lo prometo.
─ Está bien.
Al momento que toma su mano Yuuri lo abraza para crea una esfera que los rodea y transporta al mundo humano.
Mientras en la mesa de la habitación queda una nota que dice.
Nos fuimos a mi mundo…
En uno de los hoteles más caros y elegantes de la ciudad de Tokio se observaba a una pareja de recién casados llegar y dirigirse a la suite presidencial que tenían reservada, al llegar nuevamente el novio toma entre sus brazos a su esposo llevando hasta la cama.
─ Espera Yuuri. —Lo detiene.
─ ¿Qué pasa Wolf? Ya cerré bien las puertas, aquí nadie nos va a molestar.
─ Lo sé, es solo. —Se sonroja.
─ ¿Qué? —Se sorprende ante aquel sonrojo que nunca lleva su amado.
─ En Shin Makoku existe una tradición que hace la esposa a su esposo en la noche de bodas. —Suspira antes de seguir− Mi mamá le conto a la tuya y entre ambas me obligaron a esto. —Dice aun sin mirarlo− Espero que te guste.
Ante la mirada atónita de su esposo Wolfram empezó a retirarse el kimono blanco hasta quedar solo con la ropa interior maou pero de color blanco y un hermoso sonrojo en su rostro, Yuuri por su parte quedo boquiabierto al observar el hermoso cuerpo de su esposo cubierto solo por aquella pequeña tela, si antes pensó que su camisón lo hacía ver hermoso sin él estaba mucho mejor.
─ ¿Te gusta? —Pregunto algo inseguro.
Wolfram había escuchado que toda esposa usaba ropa interior pequeña el día de su boda como símbolo de su entrega a su pareja, al principio se negó aceptar aquella tradición, pero al final cedió a su madre y suegra.
─ Estas hermoso. —Dijo Yuuri caminando a su encuentro− Eres lo más bello que he visto Wolfram. —Lo besa lentamente para no asustar a su amado mientras lo guía a la cama, dejándolo recostado mientras él también se retira sus prendas.
Los nervios se hacían presente en los novios, pero su amor era más fuerte que ellos, su deseo de entregarse mutuamente les dio el valor para dar un nuevo paso en sus vidas.
Yuuri besaba con pasión a Wolfram mientras sus manos recorrían su cuerpo sintiendo la delicadeza de su piel calentarse con el contacto mutuo, sus besos eran repartidos por su cuello, hasta llegar a sus pezones los cuales tomo uno con sus dientes sin lastimarlo haciendo que su esposo se estremeciera con el contacto.
─ Yuu…ri..ahh —Gimió al sentir la lengua de su esposo recorrer sus pezones y como su miembro se endurecía pidiendo atención− Yuu…ahh…
Los gemidos de Wolfram se escuchaban en toda la habitación Yuuri sube nuevamente a besarlo con pasión mientras una de sus manos desata el nudo de su pequeña ropa interior liberando su miembro que pide atención aun besándose aprovecha el Maou para dar suaves caricias en el miembro de su pareja mientras este se separa gimiendo al contacto.
─ ¡Yuuri! No! Ahh. —Un extraño sentimiento de placer recorre el cuerpo de Wolfram aun sin poder identificarlo una parte de él pide más.
─ Tranquilo. —Yuuri se inclina frente su miembro− Te va a gustar. —Dice antes de meterlo a su boca.
─ Ahhh. —La espalda del rubio se inclina hacia atrás soltando un alarido de placer al sentir como la lengua del moreno recorre su miembro de una forma que es difícil de describir− Yuu…más…m-mas…ahhh —Wolfram toma entre sus manos los cabellos de su esposo incentivando que siga con su trabajo cuando un precio bajo su vientre previene que está a punto de llegar al orgasmo− ¡Noo! ¡Me ven…ahhh!
Un líquido blanquecino se corre entre los labios del Maou quien gustoso se lo toma y se inclina para besar a su esposo.
─ Delicioso. —Comenta besándolo y llevando uno de sus dedos a la entrada.
─ Ah.. —Se quedó al sentir aquel dedo penetrarlo− Du…duele.
─ Tranquilo. —Lo besa y su otra mano toma su miembro para darle placer.
─ Ahh. —Gime al sentir como el segundo digito se abre paso en su interior− Yuu…ri…ahh… —Un tercer dedo entra con facilidad provocando un gran placer en el rubio− Yuuri…te quiero…ahhh.
Yuuri saca sus dedos y lleva su miembro a la entrada del rubio con algo de temor de hacerle daño al dar un gran suspiro entra poco a poco sintiendo como es apretado ante aquellas paredes caliente.
─ AHH. —Grita Wolfram al sintiendo un profundo dolor al tenerlo dentro− No…te muevas. —Pide entre lágrimas.
El Maou obedece y espera que su esposo esté listo ya que esa era para los dos y ambos debían disfrutar no solo uno de ellos.
─ Yuuri…ahh. —El rubio empieza a moverse lentamente al sentir como el placer inunda su cuerpo− Mue…vete…ahh
Ante la señal Yuuri comienza a moverse al inicio lentamente hasta que su esposo se acostumbre al tenerlo dentro, pero luego de un rato el rubio pide que aumente la velocidad hasta sentir como una de las embestidas da contra su próstata gime al contacto llenando su cuerpo de placer.
─ Yuu…ri…me….ven…ahhh —Gemía el consorte en brazos de su rey.
─ Yo…tam…bien. —Responde entre contarlo al sentir como aquellas paredes aprisionan su miembro.
Tras unas cuantas embestidas más ambos chicos alcanzan el orgasmo Yuuri dentro de su esposo y Wolfram entre sus vientres.
─ ¿Estas bien? —Yuuri pregunta al notar aquel rostro sonrojado de su ya consorte.
─ Si. —Responde somnoliento− Tengo sueño.
─ Ven mi amado Consorte. —Lo acerca a sus brazos para dormir uno junto al otro.
Tras ver consumado su matrimonio la pareja real paso el fin de semana muy animados y amorosos en el mundo del Maou aprovechando que nadie los interrumpía o separaban cuando demostraban su amor, ya siendo el domingo por la tarde la pareja tomo un taxi y volvieron a casa de la familia Shibuya donde los esperaban con una deliciosa cena.
Al día siguiente los reyes regresaron a Shin Makoku donde fueron recibidos por todos sus seres queridos confirmado que habían consumado su relación ahora Wolfram era oficialmente su Consorte, todos recibieron muy emocionados la noticia menos Gwlendal que no aceptaba que su pequeño hermano ya era todo un adulto.
Dos años había transcurrida desde la boda y toda iba de maravilla para la pareja real, compartiendo sus obligaciones reales para el bien de su reino, aunque ahora Yuuri tomaba todas las obligaciones ya que desde hace dos meses había nacido su hijo Yuki y deseaba que su pequeño tenga a su lado a su padre en todo momento, aunque el Consorte siempre se las arreglaba para tomar una que otra obligación o interrumpir los deberes de su esposo cuando era necesario.
─ ¡Enclenque! —Entra el rubio enojado a su oficina.
─ Wolf. —Deja sus documentos para atender a su esposo− ¿Qué ocurre amor?
─ ¡¿Qué significa esto?! —Tira enojado una carta− ¿Por qué viene ella?
─ Bueno. —Rasca su cabeza nervioso−Ella quiere verte a ti.
─ ¡A mí! —Grita sorprendido− No quiero. —Se cruza de brazos− No quiero ver a Elizabeth.
─ Wolf cariño. —Se acerca abrazar al rubio− Es hora que ustedes hablen y cerrar ese capítulo. —Ve que no lo convence− No sé porque te enojas viene a verte a ti no a mí. —Dice fingiendo enojo− Yo debería estar celoso.
─ No te pongas celoso. —Wolfram corresponde al fin su abrazo− Solo te amo a ti.
─ Yo también te amo. —Le da un corto beso.
─ Está bien la veré, pero solo un momento.
Luego de dos largos años Elizabeth se hacía presente nuevamente en Pacto de Sangre para cerrar aquel triste capitulo en su vida.
─ He llegado —Suspiro al estar frente las puertas del palacio.
─ Sea bienvenida Lady Elizabeth. —Saludo Dorcas a la joven mientras bajaba de su carruaje.
─ Gracias. —Fijo su mirada a la escalera donde le Maou la esperaba.
─ Sea bienvenida Lady Elizabeth. —Yuuri baja la escalera para su encuentro.
A los pocos meses de su boda Yuuri había hecho un viaje a las tierras de la joven para hablar y disculparse por ver interrumpido la boda, al mismo tiempo hacerle saber que su esposo era feliz junto a quien amaba, tras un largo dialogo la joven aceptó que Wolfram nunca hubiera sido feliz a su lado.
─ Heika gracias por recibirme. —Sonríe ante el recibimiento− Heika, Wolfram…
─ Me ha costado convencerlo pero al final acepto volver a verte. —Ríe nervioso.
─ Enciento, lo que menos quiero es incomodarlo. —Baja un poco la mirada.
─ No te preocupes él te espera en el jardín. —Empieza a guiar a la joven.
Lo nervios se hacían presente en la rubia al volver a ver a su oni-sama, los primeros meses luego de su boda con el Maou ella se había llenado de enojo, pero luego de ver hablado con él las cosas cambiaron, pero aún no se había reunido con el Consorte hasta ese día.
Wolfram aun enojado por la decisión de su esposo por hacer reunirse con quien casi fue su esposa se había escondido en el jardín junto a su pequeño hijo huyendo de aquel encuentro.
─ Oni-sama. —Escucho a su espalda se giró para ver a la joven− Sé que no quieres verme, pero…. —Sonríe levemente− Solo vine para decirte que no estoy enojada contigo, al contrario, me siento muy feliz que hayas encontrado tu felicidad junto al Maou, luego de mucho tiempo me di cuenta que en esta boda no escuche tus sentimientos y estaba siendo muy egoísta.
─ Elizabeth. —Wolfram la miro fijamente.
─ He venido para que sepas que me voy a casar y deseo ser tan feliz como tú. —Se inclina con una sonrisa− Gracias por escucharme. —Se gira para irse.
─ Espera Elizabeth. —La chica se detiene− Espero que seas muy feliz.
─ Gracias Onii-sama.
Aquel encuentro había salido mejor de lo planeado todo y Yuuri estaba feliz porque ambos chicos que alguna vez se llamaron a si mismo hermano y hermana debían hacer las paces y quererse como los hermanos que fueron.
─ Yuuri. —Miro a su esposo con una sonrisa quien ingresaba a la habitación real.
─ Mi amor. —Lo abraza observando a su pequeño hijo dormir− ¿Cómo te fue con Elizabeth?
─ No te hagas te vi detrás de los arbustos. —Se gira para mirarlo de frente.
─ Debía observar de cerca lo mío, no sea que te quiera secuestrar. —Ríe por su propia idea.
─ Eres un enclenque. —Pasa sus brazos detrás del cuello de su esposo− Yo no me dejaría secuestrar mi Rey.
─ Me alegra escucharlo mi amado Consorte. —Le besa− Porque no dudaría en volver a suspender su encuentro y reclamar lo que es mío.
─ Lo volverías hacer. —Ríe al escucharlo.
─ Pues claro, no te dejaría ir porque te amo. —Lo vuelve a besar.
─ Yo a ti.
El brillo del atardecer observaba como los reyes expresaban su amor, un amor que estuvo a punto de desaparecer, pero solo el valor y la perseverancia hizo que ambos estén junto por siempre solo hasta que la muerte los separe.
FIN.