Después de lo de ayer no tengo muchas ganas de trabajar, ayer fui corriendo al edificio y me fui muy tarde para evitar ver a usagi san. Detesto que el sufra por mí, espero que pueda olvidarme rápido. De nuevo suena mi molesto teléfono.
- misaki – es kirishima, mi jefe – antes de venir necesito que ayudes a ijuiin en su casa, dice que le falta inspiración, sé que ustedes se llevan muy bien.
- está bien - ¿por qué justo ahora que mi mente está tan confundida?… amo a usagi, pero ijuiin siempre está pendiente de mí, no quiero hacerle el mismo daño que le hice a usagi san, todo este tiempo para él fui una molestia.
La casa de ijuiin me queda verdaderamente muy cerca, son solo 10 minutos caminando, toco el timbre y me responde una voz furiosa.
-¡QUIEN ME MOLESTA!
- soy yo – que miedo – taahashi misaki, vine a ayudarlo con su manuscrito.
- pasa – él estaba bastante más calmado ahora.
Llegué a su piso y estaba esperándome en la puerta, estaba algo desaliñado, pero igual se veía bastante bien… mejor que otras veces.
- perdón por eso, estoy un poco mal
- sí, me dijeron que necesitaba ayuda con las ideas.
- pasa – esa mirada, era distinta a las que suele darme… tengo algo de… ¿miedo? – toma, te preparé un café
- muchas gracias - ¿por qué me siento tan nervioso? el ambiente es algo distinto – en qué necesita ayuda – tomé un sorbo del café, sabe extraño, no me importa, quiero acabar esto rápido.
- sí, la verdad no sé si incluir o no a un nuevo personaje, es este - me siento algo extraño
- ya veo – espero que no lo note, mejor dejo ese café, me siento un poco mareado, mis mejillas se están poniendo rojas.
- veo que está haciendo efecto
- ¿qué? – se está acercando, intento pararme pero mis rodillas flaquean, me falta el aire.
- misaki, te seré sincero, sé que intentas alejarte de usagi, no sé porque, pero sé que no durarán mucho tiempos separados, haré esto antes de que vuelvas con él – no escucho bien, ¿Qué va a hacerme? Tengo miedo ¡usagi san! – mmmggghhh – me está besando, esto me da asco, no quiero hacerlo si no es con akihiko.
- suéltame – me tomo entre sus brazos ¿A dónde me llevas?
Ijuiin no tendría una oportunidad como esa, sabía que estaba mal, pero entre las miles de fantasías que ya había tenido, actuaría como si esta fuera una más, una más entre las miles.
Llevo al indefenso y drogado niño hasta su pieza, y lo recostó con cuidado, sacó su camisa y empezó a lamerlo, el niño intentaba gritar, pero no podía, la droga era realmente muy fuerte. Fue muy duro con él, empezó despacio, intentando no hacerle más daño del que ya le había hecho, pero necesitaba más.
-podrías disfrutarlo más – le susurró en el oído a pequeño editor cuando se dio cuenta de lo flácido del miembro de su víctima, quien por mucho que lo masturbaba no hacía efecto.
Cambió de posición sentándolo sobre él, obligándolo a auto penetrarse, luego vinieron algunos golpes. Cada vez la agresividad era mayor, incluso en algún momento le amarró las manos, incluso le tapó los ojos, el pequeño no podía gritar, no podía moverse mucho. Esa tarde le obligó a hacer miles de cosas, miles de posiciones, la mayoría muy dolorosas, hasta que el niño perdió el conocimiento.
Al terminar, ell mangaka vistió al joven, guardó sus cosas y lo llevó hasta su casa, lo recostó en su cama y se despidió de él con un beso en la frente.
- te amo – tomó su teléfono
- ¿sí? – respondió kirishima desde el otro lado de lalínea
- te dejé todos los tomos que quedan de “the kan” en la mesa de mi casa, estoy grabando esta conversación, puedes publicarlos de ahora en adelante, yo renuncio.
-
Se acabó, iré a su casa. Me informaros que hace tres que misaki no ha ido al trabajo, y tampoco ha salido de su casa según los vecinos, por eso sé que está adentro. Forzar la cerradura de una casa ajena está mal, lo sé, pero estoy demasiado preocupado por él. Le conté a aikawa de mi situación con mi castaño, por lo que ella me ha mantenido informado de todo, también de la repentina renuncia de ijuiin… tengo un mal presentimiento.
Abro la puerta y no pude evitar asustarme, las pocas cosas que hay están esparcidas por todo el lugar, esta todo obscuro y sucio. Me acerco a la que debería ser su pieza, y ahí puedo verlo… ¿quién te hiso esos moretones? ¿Quién te hiso llorar? ¿Y esa sangre? Me acerqué rápidamente para darle un abrazo, no soporto escuchar esos sollozos.
- ¡no me toques! Pataleaba y me pegaba, pero yo no rompería mi abrazo, no hasta que me reconociera - ¡aléjate! – tiene más fuerza de la que pensé, seguro que ya tengo moretones en la espalda ¿Qué le pasó? Cambió su agresividad por súplica, dejó de moverse de improviso para empezar a llorar – no de nuevo por favor, ya no más.
- misaki, soy yo, soy usagi, mi amor
- ¿usagi san? – Esos orbes esmeraldas me veían otra vez – perdóname, yo de nuevo soy una molestia.
- misaki, no lo eres, quiero protegerte, pero no pude hacerlo, dime que te pasó – mi niño no me respondía, me levanté, no quería dejarlo solo, pero debía investigar que había pasado. Me acerqué a la desordenada cama, y lo que vi me dejó sin palabras… sangre seca a la altura del vientre de mi pequeño… por favor que no sea lo que pienso… por esos moretones, por el corte en su labio, por como lo encontré, por la desaparición de ijuiin. Por favor que o sea lo que estoy pensando – misaki, lo que menos quiero es que recuerdes lo que pasó, pero necesito que me digas… ¿ese mangaka te tocó sin tu permiso – su cabeza estaba escondida entre sus rodillas, pero aun así pude ver como asentía con su cabeza… se puso a llorar otra vez, que patético de mi parte llorar yo también, pero no lo soportaba más
- usagi san, lo siento, yo no volveré a ser una molestia en tu vida
- si no quieres serlo entonces quédate conmigo, y déjame ayudarte.
- ¿estás seguro? – sus primeras palabras de esperanza en esta pesadilla
- sí. misaki, perdóname – debo confesarle esto – yo solo dije que eras una molestia para que no fueras a ese viaje, fui un idiota, yo sabía lo mucho que esas palabras te afectaban, y ahora te pasa esto, yo no volveré a fallarte, ya lo verás. – el primer rastro de alegría lo sentí cuando sus pequeños y temblorosos brazos rodearon mi espalda… por fín… ¿por qué debió ser de esta manera?
Volvimos a mi departamento, lo llevé en brazos hasta mi cama y lo recosté ahí, me quedé a su lado hasta que se quedó dormido. Fui hasta el teléfono
- hiroki, necesito que llames a los mejores abogados que conozcas – le conté toda la historia
- pero que horrible, te ayudaré en todo lo posible, también conozco a un muy buen médico que podrá ayudarlo
- tráelo mañana a primera hora por favor
Luego llamé también a Aikawa, necesitaba ayuda para mí también, pero que patético soy… violaron a mi novio, el que necesita ayuda es él, pero quiero que alguien me diga que todo estará bien.
- akihiko, es horrible lo que les pasó ¿quieres que te haga compañía? – No puedo rebajarme a ese nivel, de todas formas finas lágrimas salieron de mí – iré para allá.
- gracias aikawa