“Que no sean solo palabras”
_ Que no.
_ Que sí.
_ Que no.
_ Que sí.
_ Ya me canse de esto, he dicho que no.
_ No mientas, siempre has sido un pervertido-acuso Jung Min.
_ No estoy mirando nada pervertido-volvió a negar Hyung Jun.
_ ¿Y que hace aun despierto?
_ Contestando los mensajes de un caballo idiota.
_ Puedo ser idiota, pero este idiota es lo suficientemente importante como para mantenerte despierto.
_ Pues es porque soy más idiota, pero es a causa del sueño. A ti nadie te gana, tranquilo.
_ Entonces deja de contestarle al idiota y duérmete.
_ No me ordenes cosas.
Pasaron varios minutos y Hyung Jun no recibió respuesta.
_ ¿Estás enojado?-le pregunto.
_ No estoy enojado-le contesto Jung Min varios minutos después.
_ Sé que estás enojado.
_ No te interesa.
_ Si me interesa.
_ No te debe interesar.
_ Solo bromeaba ¿te lo tomaste de enserio?
_ Ve a dormir y deja de hablar con este idiota caballo.
_ ¡Que solo bromeaba!
_ Broma o no... ¿Qué haces aun despierto?
_ No tengo sueño.
_ No soy tu compañero de insomnio.
_ ¿Tienes sueño? ¿Dormirás?
_ ¿Por qué preguntas?... ¿Quieres que me quede hablando contigo?
_ ¿Te quedaría si digo que sí?
_ Me quedo si pides disculpas por lo de “idiota caballo”.
_ Disculpas.
_ Si así te disculpas con tus novias cuando se enojan… bueno, ahora comprendo porque estas solo.
_ Lo siento mucho mi querido Jung Min, no eres ningún caballo y mucho menos idiota. Eres tan inteligente como hermoso, y hablo con sinceridad.
_ No me quedan duras del porqué de tu soltería.
_ ¡Yah! ¿Qué quieres?
_ Una disculpas con sinceridad.
_ Lo siento ¿bien? Siento mucho salir con insultos y bromas de ese tipo, exagere y me pase de la línea con las bromas.
_ Me quedare, pero si no contesto me he dormido.
_ Y así es como las mujeres cae por el “sexy carisma” ¿cierto?... tan, tan frio.
_ No volvamos con los apodos… ¿Qué quieres?
_ Un “si me quedare hablando contigo, amigo”, no estaría mal.
_ Pides mucho.
Pasaron varios minutos y fue Hyung Jun quien no contesto.
_ Me pides que me quede despierto, me preparo un café para no dormirme y eres tú el que te quedas dormido, en estos momentos eres odioso. Espero disfrutes dormir al menos tú.
_ ¡Wow! Podría enamorarme de ti si no tengo cuidado. Has tomado café para no dormirte y hablar conmigo, que tierno. Entonces no será necesario la leche caliente que me fui a preparar para dormir, se la daré a Choco.
_ Si no te has enamorado después de todo lo que hice por ti estando en grupo, mucho menos lo harás ahora que estamos en solitario.
_ En ese entonces era un niño.
_ Ese entonces fue hace menos de dos años.
_ He madurado.
_ ¿Y eso que?
_ Puedo enamorarme si me descuido.
_ Tranquilo, te he dicho que no podría pasar.
_ ¿Por qué no?-insistió Hyung Jun.
_ Soy hombre-le recordó Jung Min sintiéndose confundido.
_ ¿Y? he madurado, cuando uno madura esas cosas no importan… ¿a ti te importan?
_ Creo que el sueño te hace verdaderamente mal o acaso ¿te has emborrachado?
_ Nada de eso.
_ Espero que no te duermas, me dejas hablando solo y voy hasta tu casa a despertarte de una patada en tu trasero.
_ ¿Así que no vienes de visita pero vendrás a pegarme?-reclamo Hyung Jun.
_ SI he ido de visita hace poco tú eres el que no vine hace años. Mi padre le otro día me pregunto si seguimos viéndonos.
_ ¿Es que no les has explicado que aún seguimos siendo un grupo y amigos?
_ Mi madre apoyo el punto de mi padre diciendo que solo sabe que estas vivo porque te ve en televisión.
_ ¿Cuál es el punto de tu padre?
_ Que tú no vienes nunca a casa y según el yo no te invito.
_ Es cierto.
_ ¿Qué cosa?
_ Que no me invitas, hace mucho no me invitas.
_ ¡Hyung Jun! Sabes bien que no la necesitas, con solo decir “voy a tu casa” yo diré “te espero”.
_ No, no lo sabía, pensé que si hacia eso me darías un patada.
_ Eres un idiota.
_ No comencemos con los insultos.
_ Tú comenzaste diciéndome que soy un salvaje.
_ ¿Cuándo he dicho que eres un salvaje?
_ Cundo dijiste que te daría una patada, sabes bien que a ti nunca te haría eso.
_ ¿Por qué a mí no?
_ Por qué no.
_ Tomare la invitación, luego no te quejes.
_ ¿Cuándo vendrás?
_ Iré por el camino de “eres bienvenido”, me arriesgare a ver si me darás una patada o si tus brazos estarás abiertos.
_ Para ti… siempre.
_ Hablador.
_ No soy nada de eso.
_ ¿Debo creer cada palabra tuya?... ¿hasta los “te amo” que me dices jugando son de verdad?
Ese fue el último mensaje que Hyung Jun envió ya que no recibió respuesta de Jung Min es anoche. Se sintió algo desanimado ante eso, pero a ver que era casi hora de que amaneciera, supo que Jung Min seguramente quedo dormido. Ni un café vencería el sueño de Jung Min y Hyung Jun lo sabía.
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Algunos días habían pasado desde la visita de Hyung Jun a casa de Jung Min.
Para sorpresa de Hyung Jun, cuando llamo a Jung Min diciéndole que estaba a cinco minutos de su casa. Fue recibido con sonrisas, comida y mucha atención, cosas que él amaba recibir.
Fue Jung Min quien primero lo abrazo al abrirle la puerta y el abrazo de la madre el siguiente.
Unos cuantos días después hay estaba Hyung Jun, recordando ese día con una sonrisa mientras terminaba de ducharse y con solo una toalla alrededor de su cintura, buscaba que ponerse en su armario.
Vio hacia el reloj que tenía en una de sus paredes, si no calculaba mal, Jung Min estaría por llamarlo. Últimamente no solo se enviaban mensajes, sino que Jung Min lo llamaba casi todos los días a la misma hora, antes de dormir.
Sonrió con arrogancia cuando escucho su celular sonar, era Jung Min.
_ ¿Si?, ¿Quién habla?-pregunto fingiendo no saber.
_ ¿Es que alguien más suele llamarte a esta hora?... ¿esperabas la llamada de alguien más?
_ Ah, Jung Min, no había visto quien era… ¿Cómo estás?
_ Estoy preguntándote si ¿esperabas la llamada de alguien más?... ¿de quién?... ¿alguna nueva chica?
_ Pero… ¿Qué eres?-frunció el ceño-¿alguna novia celosa o qué? No es algo que te interese.
_ Entonces te dejo para que hables con lo que no me interesa, buenas noches…
_ No seas idiota-lo paro Hyung Jun-¿la llamada de cual chica podría esperar?... el único que me llama y más a esta hora eres tu idiota.
_ Entonces… ¿Qué hacías?-cambio el tema Jung Min.
_ Termine de ducharme, estaba buscándome ropa.
_ ¿Estas desnudo?
_ Algo, así, una toalla no más.
_ Ahora que recuerdo, yo nunca te vi desnudo, siempre tenías tu bóxer.
_ ¿Para qué quieres verme desnudo?
_ No dije que quisiera, solo que nunca te vi.
_ Claro, no soy chica.
_ Tampoco yo para que tú lo ocultes, ni los chicos lo eran.
_ e me lalma y mas a este hora eres tu idota.
noches..... ¿alguna nueva chica?alguien mas?r.n solo una toalla alrededor de su ciTenía pena, era joven y penoso.
_ ¿Y ahora te ducharías sin ropa?
_ Me ducho sin ropa, acabo de ducharme sin ropa.
_ Hablo de conmigo, ¿te cubrirías aun o ya no?
_ No lo sé, creo que no, te tengo nada de qué avergonzarme y no tengo pena… ¿Por qué el interés de verme desnudo?
_ Solo tengo curiosidad de lo que vieron las chicas que estuvieron en tu cama… o tal vez solo quiera ver lo que nunca será mío-murmuro la parte final.
_ ¿Mi cuerpo?... ¿eso quieres?-pregunto sorprendido.
_ Dije “tal vez”.
_ ¿Eso qué significa?
_ Que puede no interesarme así como si interesarme. Eres un hombre al que la mujeres consideran atractivo por tu cuerpo formado, tu altura, tu parecido, tus fuertes músculos, el trasero fuerte y levantado, un abdomen plano y duro, una cara adorable y hermosa que tiene su toque masculino, una sonrisa sincera y admirable, enorme, unos ojos finos y brillantes… no sé, tienes tu encanto. Un hombre podría enamorarse de…. Digo, una mujer, una mujer podría enamorarse de esas cosas.
_ Ahh, si, ¿con que un hom… una “mujer”?-interrogo Hyung Jun.
_ Si.
_ No me queda claro porque el “tal vez”.
_ Algunos hombres tienen interés en eso.
_ ¿Tu?
_ Nunca dije que sería yo.
_ Claro, entonces no te interesa saber que sigo solo con una toalla cubriéndome y me he acostado en mi cama para estar más cómodo para hablar.
_ ¿Por qué debería interesarme?
_ No debería, claro. Pero si te interesaría te lo diría y te diría también que… me he dado cuenta que tengo un piel muy suave en mi pecho y abdomen… espera que quito la toalla… si también en y mi muslos… ¡wow! Hasta mi pene.
_ ¡Eres un pervertido! ¿eso sueles decirles a las chicas cuando te llaman?
_ ¿Qué? No he dicho nada pervertido.
_ Te estas… tocando mientras hablas conmigo-se quejó con dificultad.
_ No es cierto, yo solo comente algo, solo comprobé la suavidad de mi piel.
_ Da igual, pervertido…
_ Jung Min, me dices pervertido, pero tu… ¿nunca te has masturbado?... ¡y no me mientas!
_ ¿Por qué de pronto sales con esas preguntas?... idiota.
_ Contesta-exigió Hyung Jun notando la timidez de Jung Min.
_ Bueno… si, algunas veces… pero solo porque es necesario.
_ Es algo natural Jung Min, yo lo hago desde chico, cada vez que tengo una erección. Y tenía varias de adolecente… ¿tú no?
_ Bueno… si, algunas, pero no siempre la atendía…
_ ¿Por qué? Ya que estamos en esto, te confesare algo… tuve algunas en los ensayos, incluso tuve una muy fuerte en un ensayo y recuerdo haber corrido al baño para atenderla, no he olvidado esa, me corrí con tanta fuerza que de recordarlo ya me pongo duro…
_ ¿Por qué hablas así?... yo sabía que eras pervertido, solo que te has superado a ti mismo. Antes eras más inocente, cuando te daba pena ducharte desnudo.
_ Jung Min somos viejos amigos. No debería darte pena incluso que te confiese que ahora tengo una erección-Jung Min se mantuvo en silencio-como a mí no me da pena decirte, finalmente que, mis erecciones no eran por las bailarinas-más silencio-¿no me harás ninguna confesión?
_ Tuve una erección en un ensayo hace unos años, también la atendí… fue una erección provocada por tu baile-confeso finalmente-claro que cuando me corrí fue porque pensé en una mujer-dijo varios segundos después.
_ Claro…
_ Creo que fue porque estaba estresado y alterado, había estado dejando pasar muchas erecciones, tenía que liberarme porque había mucha tensión en mi-trato de explicarse.
_ No tienes por qué explicarte, lo entiendo Jung Min.
_ Qué bueno.
_ Lo siento…emmmm… te tengo que dejar te he dicho hace un momento… atiendo todas mis erecciones-Hyung Jun se atrevió dejar que un gemido escapara de sus labios antes de cortar la llamada.
El no entendía muy bien las confesiones, pero en este momento no podía analizarlas. Recordar aquel orgasmo e imaginar a Jung Min masturbarse, fue demasiado para poder contenerse.
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_ Te has olvidado tu chaqueta aquí-fue lo que decía el mensaje que le envió Hyung Jun a Jung Min media hora después de que Jung Min se haya ido.
_ No me la olvide, yo la deje, ahora tengo la excusa para regresar.
_ ¿Regresaras?
_ A buscar mi chaqueta, en unos días.
_ Claro.
Hubo varios minutos en los que Hyung Jun no recibió respuesta de Jung Min, por lo que dio la conversación por terminada.
Se sentó en el sofá con su celular entre sus manos y echando su cabeza hacia atrás pensó. Pensó en todo lo que había ocurrido en el último tiempo con Jung Min.
Para cuando ese día comenzó Hyung Jun no sabía que esperar, si na tarde tranquila conversando con su amigo o una tarde desnudo en la ducha junto a Jung Min. Por suerte, para su cordura, fue lo primero. Porque si era lo segundo él no sabría que creer de la situación.
Jung Min lo confundía y el volvía más confusa la cosa siguiendo el juego y aportando indirectas a lo que el suponía que también eran indirectas lo que Jung Min le decía.
Él no sabía si debería seguir con eso o dar un alto. Si se equivocaba y Jung Min solo bromeaba, bueno, entonces había pasado la línea hace unos cuantos pasos atrás, pero si Jung Min no bromeaba y él se detenía… podría perder su única oportunidad.
Lo que considero un “amor imposible”… podía ser “posible” o quedarse en lo “imposible”. Era su decisión sin arriesgarse a tener un “posible” o quedarse con el “imposible” directamente.
_ Pero yo… yo quiero que Jung Min sea mío… mi chico, mi hombre. Es un sueño, una fantasía… pero podría volverse realidad.
Ese día con Jung Min había sido tranquilo. Habían existidos miradas y no solo de su parte, el atrapo a Jung Min varias veces mirándolo con una sonrisa, era gracioso, para Hyung Jun, ver la cara de distraído que intentaba hacer cuando lo atrapaba viéndolo. También habían existido algunas indirectas y uno que otro roce intencional de parte de ambos, nada muy grande, manos, muslos, brazos.
Dejo su celular a un lado suyo sobre el sofá y apoyo sus codos en sus rodillas y su cara entre sus manos, se froto la cara concentrándose en sus ojos, su vista dolía. Sus dedos rascaron su cuero cabelludo salvajemente por los nervios, la frustración, la confusión.
_ No puedo seguir pensando en Jung Min, sácalo de tu cabeza Hyung Jun, sácalo…-suspiro y el movimiento de sus dedos se volvió más suave-no lo hare, ya no pensare-se dijo como tantas otras veces lo hizo.
Su corazón latía, latía con mucha fuerza, Hyung Jun no sabía qué hacer, ya no sabía que pensar. Quería sacar a Jung Min de su mente. Pero Jung Min seguía allí con su enorme sonrisa y sus hermosos ojos.
_ ¿Es que cada día me enamoro más de él? Hace años creí que no se lo podía amar más, pero luego comenzó la necesidad de mi cuerpo por sentirlo y ahora a eso se le suma la desesperación por no tenerlo, la ansiedad de desear ser querido, correspondido.
Su corazón comenzó a latir tan desesperado que comenzó a preocuparse. Escucho su celular sonar. Lo tomo y una sonrisa nació en sus labios cuando vio que era Jung Min. Sin pensarlo atendió.
_ Hola-escucho que Jung Min hablo.
Un grito casi escapa de su garganta cuando, asustado, tiro el celular al sofá y llevo una mano a su pecho, era un inútil intento de calmar los latidos de su corazón.
_ Es el destino-murmuro abriendo grandes sus ojos mientras Jung Min seguía diciendo “hola”-me llama justo ahora porque debo decirle, debo hacerlo.
_ ¿Estás ahí? Siempre te llamo a la misma hora ¿este ocupado hoy?
_ Hola Jung Min-saludo sosteniendo el celular con su temblorosa mano, su voz sonaba nerviosa, por más que se esforzó en fingir una voz más segura.
_ ¿Estás bien?-pregunto con desconfianza.
_ Si, si… ¿Por qué llamas?
_ Porque siempre llamo a esta hora, te asegure, hace unos días, que iba a llamarte siempre a esta hora cada día.
_ Oh, si…lo había olvidado, es que… tengo algo que decir.
_ ¿La chaqueta? La iré a buscar en estos días, tranquilo, tengo otra docena más. Úsala si quieres también, es cómoda y caliente. También es linda y está de moda, salió hace unas pocassemanas esmodelo y…
_ Jung Min-lo interrumpió Hyung Jun-se todo eso y aunque es linda no es mi estilo ¿podrías dejar de hablar de eso?
_ Claro.
_ Hay algo que quiero preguntarte.
_ Primero era algo que me querías decir, ahora preguntar… ¿Qué cosas son esas?
_ Primero la pregunta.
_ Ya, habla.
_ Mi pregunta es… ¿es porque sigues solo?... ¿Por qué no has tenido ni una sola novia en este tiempo? ¿No te has enamorado? ¿No quieres, en un futuro, tener alguien junto a ti?
Hubo varios segundos de silencio.
_Acaso tu ¿la ha encontrado a esa persona?-la voz de Jung Min sonaba seria, mucho más de lo normal.
_ Claro.
_ ¿Y porque tú sigues solo entonces?
_ Lo encontré hace años, pero nunca supe si me corresponde, nunca me anime a dar algún paso en señal. Siempre lo mantuve como mi amor platónico, mi fantasía, mi sueño incumplido-cerro sus ojos y tomo aire, imaginando que era valentía-esa persona eres tú, me he enamorados de ti hace años.
Espero unos segundos por la respuesta, pero lo único que obtuvo fue el sonido de que Jung Min cortó la llamada.
En sus ojos, muy abiertos, un brillo apareció, un brillo de humedad que produjo una lagrima, una que se derramo de su ojo viajando por su mejilla. Cuando el parpadeo, varias lagrimas siguieron a la primera.
Su corazón dolía, él había sido rechazado, ignorado.
_ Malo, malo Jung Min-es lo único que pudo murmurar como un niño pequeño acusando a su amigo de haber roto un juguete preciado.
Solo que en realidad era su amor que había roto su corazón.
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_ Idiota es, eso es. Hoy no lo llamo, por andarse de bromas idiotas. Pero yo no fui idiota ¿me oíste Hyung Jun? No lo fui, no me la creí-le grito a su celular aventándolo a su cama.
Todo el día había pensado en esas últimas palabras de Hyung Jun, todo el día, sin poder dormir en paz.
Él no podía creer esas palabras, esa mentira… ¿Por qué a Hyung Jun se le daba por hacer ese tipo de bromas?
No podía echarle toda la culpa, el pobre hombre no sabía que él estaba enamorado, por lo que no podía tener conciencia de que era una cruel broma.
Comenzó a caminar nerviosamente, en círculos por su habitación. Miro varias veces al reloj que tenía en una de las paredes. Paso una mano por su cabello peinándolo hacia atrás, una señal de desesperación, Se quedó quieto y suspiro. Se sentó en la cama, su pierna se movía con nerviosismo, volvió a mirar el reloj, luego el celular. Su brazo se estiro en dirección al celular, sus dedos casi lo tomaban, pero se cerraron cuando él se negó a llamar.
_ No puede ser verdad, simplemente no puede-se decía así mismo.
Cerro sus ojos y las palabras que Hyung Jun le dijo regresaban a su mente una y otra vez.
Algunos pocos días trascurrieron y Jung Min se negó a volver a llamar. No creí en las confesión de Hyung Jun y no quería hablarle, si le hablaba sabía que el tema iba surgir y el caería en la broma.
Y ahí estaba, en su camioneta, había apagado la música hace varios minutos cuando comenzó a estresarlo. Estaciono la camioneta y miro su celular.
_Estúpido Hyung Jun-dejo el celular y arranco su camioneta-años enamorado de él, llevo años amándolo y el estúpido solo bien a hacerme una broma… ¡porque tiene que ser broma!
Pasaron unos minutos en los que condujo en silencio y de pronto dio un giro decidido.
_ Hyung Jun, Hyung Jun, Hyung Jun… veremos si es broma…Hyung Jun-hablaba solo diciendo el nombre de su dolor de cabeza, de su insomnio, el nombre en el que pensaba a cada latido.
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_ ¿Jung Min?-se lo quedo mirando incrédulo-¿Qué haces aquí? Siguió preguntando ya que lo que menso esperaba era que sea Jung Min quien tocara a su puerta en esas horas.
_ Yo… vine por mi chaqueta-hablo Jung Min.
_ Ah, si… pasa-le ofreció.
_ No-negó Jung Min-solo vine a recogerla ¿me la podrías alcanzar? Yo esperare aquí fuera.
_ Claro... –lo miro un momento-Jung Min yo…
_ Si no te importa, solo vengo por la chaqueta, nada más.
_ Claro… ya te la traigo… ¿seguro que no quieres pasar?-Jung Min asintió y entonces Hyung Jun cerró la puerta.
Jung Min se apoyó en la pared a esperar.
Mientras Hyung Jun a paso lento, pausado y con una triste expresión, iba por la chaqueta.
Sabía bien que había arruinado todo al decir lo que dijo.
Jung Min no había vuelto a hablar, a llamarlo ni nada. Incluso ahora solo pedía por su chaqueta.
Cuando regreso, abrió la puerta y extendió su brazo entregando la chaqueta que rápidamente fue tomada por Jung Min.
_ Me voy…-murmuro Jung Min.
_ Adiós-dijo simplemente Hyung Jun cerrando la puerta.
Se poyo en ella cuando la cerró por completo.
Su pecho pesaba, apretaba, dolía. Sentía ganas de llorar, un llanto que trataba de no soltar.
La puerta fue tocada una vez más.
_ ¿Quién es?-pregunto tratando de recuperase.
_ Jung Min.
_ ¿Qué sucede?-pregunto confundido.
_ Esta sucia, has ensuciado mi chaqueta.
Hyung Jun abrió la puerta y vio la chaqueta entre las manos de Jung Min.
_ ¿Dónde?
_ He… aquí-señalo un lugar en la chaqueta.
_ No veo manchado-observo Hyung Jun.
_ Lo está, es que tú eres ciego.
_ No lo soy-esta vez miro al rostro de Jung Min.
_ ¿Estás bien?-pregunto Jung Min viéndolo preocupado.
_ Si… ¿no te ibas? Adiós.
_ ¿Me hechas?
_ No, yo te he invitado a pasar, tu no quisiste, dijiste que te ibas. Pensé que la chaqueta era una excusa para que vengas y te quedes un rato, pero me equivoque… o las cosas cambiaron.
_ Acepto la invitación-dijo dando un paso hacia adentro, pero Hyung un le bloqueo el paso.
_ No creo que sea buena idea, mejor vete.
_ ¿Me estas echando?
_ Si, lo hago ¿Y qué?
_ No se echa a quien se dice amar.
Hubo minutos de silencio. Hyung Jun lo miraba sorprendido a Jung Min y este, serio, esperaba respuesta.
_ Si se hace, si ese amor no es correspondido, solo trato de sana-estaba por cerrar su puerta cuando un pie bloqueo la acción.
_ Si es una broma no sigas, lo puedes lamentar.
_ No se lamenta algo que se quiere.
_ Estas poético ¿no es así?-pregunto elevando una ceja.
_ Vete.
_ ¿Por qué? Has dicho que me quieres… ¿Por qué me iría?
_ No juegues conmigo.
_ Tú no juegues conmigo, te he dicho que si es una broma que te detengas, no te detuviste, asumo y creo en que no lo es.
_ Mis Sentimientos no son broma, nada de esto es broma.
_ ¿Y qué es entonces Hyung Jun? Explícame porque estoy perdido. Mensajes y llamadas llenos de indirectas, como estúpido sigo le juego… Hyung Jun ¿son solo palabras?
_ Te he dicho que no. Y yo no soy el único que dice cosas fuera de línea.
_ Tú me presionaste a comenzar a hablar y confesar.
_ Yo no te presione para que coquetearas, ni tampoco para que bromearas… ¿son bromas?-en su voz se notaba el enojo por la situación.
_ Creo que tenemos que hablar-dijo Jung Min luego de varios segundos-no podemos hacerlo en el pasillo, en privado-su expresión y su voz eran serias.
_ No quiero, vete.
_ No actúes como niño encaprichado.
_ No actuó como niño encaprichado, actuó como un ser humano herido-trata de cerrar la puerta.
_ No seas así, se hombre y enfréntame-la chaqueta quedo en el suelo olvidada.
_ Pensé que no estabas a favor de la violencia-hablo tratando de cerrar la puerta-¿Cuándo demonios dejaste de sr un debilucho?-se quejó sin poder ganarle a Jung Min.
_ No estoy a favor de la violencia, quiero hablar… y si, voy seguido al gimnasio-cuando logro abrir la puerta e ingresar, la cerro detrás de él y presto atención a un enojado y encaprichado Hyung Jun.
_ ¿Qué tanto quieres?
_ Eres muy arrogante, atrevido y seductor por mensajes y llamadas… ¿pero y en persona?... ¿te acobardas? Dime las cosas en la cara, dímelas sin trapas.
_ Eres un idiota-lo insulto Hyung Jun.
_ Lo soy-acepto Jung Min-tú lo has dicho, entonces explicare a este idiota claramente, ¿qué es lo que esperas de mí, que quieres?
Hyung Jun lo miro en silencio un largo tiempo, su ceño fruncido, sus brazos cruzados. Pero con el trascurso de los segundos, su rostro se relajó y sus brazos cayeron al igual que su mirada.
_ Estoy enamorado de ti-confeso sabiendo que no tenía nada que perder así como nada que esperar, solo lo confesaba y nada cambiaba.
No pasaron muchos segundos para que sus desanimados ojos se abrieran en la sorpresa y vieran solo los parparos cerrados de Jung Min.
Sentía alrededor de su rostro las grandes manos de Jung Min sosteniéndolo y unos suaves labios acariciando con delicadeza los suyos.
Quiso cerrar sus ojos y corresponder, era lo que más quería. Pero una cosa era confesar y que nada cambie, otra permitir el beso y que su corazón anhele lo que no tendrá de nuevo.
_ Jung Min-hablo cuando lo alejo poniendo sus manos en el pecho de Jung Min-para-pidió cuando este quiso volver a besarlo.
_ ¿Por qué? Es lo que quieres, lo que queremos-susurro Jung Min con ojos cerrados.
_ ¿Queremos?
Los ojos de Jung Min se encontraron con los de Hyung Jun cuando los abrió.
_ Yo también quiero, yo creo… no, no creo… se, sé que te amo-sus pulgares acariciaron las mejillas de Hyung Jun.
_ Pero tú… me ignoraste, cortaste-murmuro Hyung Jun.
_ Yo corrí asustado de que fuera una broma, yo tenía miedo-uso una mano para acariciarle el cabello a Hyung Jun.
Al ver en la mirada de Jung Min sinceridad y amor, subió sus manos y se aferró el cuello, tirando de el para besarlo.
Un beso más profundo, lento y largo ene l que se explorarlo y saborearon hasta no tener aliento.
_ Creí que solo eran palabras-jadeo Hyung Jun con su frente pegada a la de Jung Min.
_No son solo palabras, cariño.
_ ¿Cariño?-abrió sus ojos observándolo.
_ Te amare a la antigua-tomo el pequeño rostro y o acaricio con los pulgares mientras su miradas se unían-eso incluye todo el romance que puedas imaginas, mi corazón tiene mucho para darte solo a ti.
_ Solo palabras…
_ Yo me asegurare de hacerte ver que no son solo palabras, es un sentimiento que se convertirá en acciones.
Su promesa fue sellada con otro beso, profundo, pasional, desesperado, íntimo y que duro tanto como sus pulmones pudieron aguantar.
FIN.