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Acostumbrado por Kunay_dlz

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Notas del fanfic:

Los personajes de Danny Phantom pertenecen a Butch Hartman.

 

Advertencias:

Universo Alterno: Harry Potter

                         Capítulo único

 

*Danny Fenton en un personaje y Phantom es otro personaje, cada uno diferente y con vida propia.*

Espero que les guste mi experimento. <3

 


 


Acostumbrado


 


 


 


I


No es posible, no, no, esto no puede estar sucediendo. ¿Cómo sucedió? ¿Por qué estaban ahí? ¿Cómo es que no lograron ver el peligro? Mamá, Papá, Jazz… se han ido, se han ido y me han dejado. Me abandonaron. ¿Por qué? Ve a la escuela dijeron, será divertido dijeron, no es una oportunidad que muchos tendrían dijeron… ser el único mago en la familia Fenton, recibir una carta de aceptación de la mejor escuela de Magia y Hechicería en el mundo: Hogwarts.


No importó que fuera un tipo internado, no importó que los vería pocos meses en el año durante siete ciclos escolares, no importó que dejara atrás mi antigua vida y mis mejores, no importó que por la distancia y por lo poco que podía decirles sin revelar nada del mundo mágico Sam y Tucker se mostraran más reticentes, que dañara nuestra amistad. Nada importó. Es decir, un mundo lleno de Magia se abría en mi vida, en la vida de científicos caza fantasmas que encantados y rebosantes de curiosidad quisieran examinar todo del ‘nuevo mundo’, del Mundo Mágico.  Un asalto al Callejón Diagón, redadas en todas las tiendas, incluso Jazz estuvo asombrada por lo que la magia en aire provocaba… me sentí especial por primera vez.


Jazz era el genio de la familia, yo el chico que apenas pasaba sus clases, ella tenía medallas y reconocimientos en cada aspecto de su vida, yo tenía moretones y raspones de brabucones, ella era el orgullo de mis padres y yo el hijo que seguiría sus pasos en el negocio familiar. Era más que obvio que tomaría la oportunidad de ‘resaltar’ ante mis padres, quería ser ‘especial’ para ellos, quería que me vieran por mí y no como una sombra de Jazz.


Este Nuevo Mundo, no es tan distinto del mundo Normal, también hay problemas, también tengo brabucones en esa escuela de Magia, no soy tan brillante pues muchas cosas me confunden, toda una Casa me trata peor que basura por ser hijo de personas no mágicas, y, no me toman en cuenta por ser de Hufflepuff… la casa de los tejones. Al parecer, ser miembro de la casa de los tejones no es tan importante como las otras casas, Casas donde valoran y se distinguen por la valentía, la inteligencia o la astucia; Hufflepuff es tan solo donde van aquellos estudiantes que deben trabajar dura para lograr algo, aquellos que son leales. Estas dos cualidades no tienen mucho valor como las demás Casas. Y yo quedé ahí.


Rápidamente entendí mi posición en el Mundo Mágico, realmente no tengo futuro, aunque para mis padre y hermana sí era algo asombroso mi magia, estuve consiente que al terminar esos siete años volvería a Amity Park con ellos, o quizá buscaría la comunidad mágica más cercana… mientras, transcurrieron dos años, tormentosos dos años. Por alguna razón, un chico de Griffindor, Baxter, se la pasaba molestándome por el simple hecho de existir, pronto tuve otro brabucón del que yo era el blanco principal de sus arranques de ira… también estaba ese otro chico de Slytherin, Phantom, un prestigioso alumno, todos le trataban con respeto, incluso los profesores, este chico solía mirarlo al menos tres veces al día sin contar clases y las comidas, era extraño, me sentía extraño, creí que me ignoraría pero algunas veces me encontraba con su mirada fija en mí. Me da cierto temor, los Slytherin no tienen una muy buena reputación, menos con alguien como yo.


Y luego sucede esto. Mi familia me ha abandonado. Justo hoy, en mi cumpleaños, me entero que uno de los experimentos de FentonWorks salió mal, explotó… toda la casa explotó, mis padres y mi hermana junto con ella. El director me pregunta que si tengo algún otro lugar a donde ir, el aire me falta y siento que el suelo tiembla, con un último pensamiento a mi familia pierdo el sentido de las cosas.


Despierto en la enfermería, el recuerdo de la noticia que cambia toda mi vida vuelve con más intensidad, esa necesidad de aire y las fuerzas que hago para detener mis lágrimas me están sofocando, quiero gritar hasta que ya no pueda más, quiero correr e ir a Amity Park para ver todo con mis propios ojos… quiero comprobar la ausencia de mi familia. Un nudo en mi garganta que no deshace, un dolor que no hace más que crecer… ¿Por qué me han dejado? ¿Por qué no estuve con ellos? ¿Por qué no me llevaron en su viaje sin retorno?


La enfermera se acerca y me da pociones, intenta tranquilizarme y yo tan solo quiero desaparecer.


 


 


 


II


Toda una semana estuve en la enfermería, por alguna razón no me dejaban solo, tsk, no es como si intentara quitarme la vida. Aunque, no niego que lo llegué a pensar. Y el tan solo pensarlo en mi mente aparecieron los rostros decepcionados y molestos de mis padres y mi hermana hasta salió con un discurso… un amargo sentimiento se instala en mí al saber que jamás los volveré a ver en otro lugar que no sean recuerdos.


El director me visita y vuelve a indagar sobre alguien con quien deba comunicarse, mencioné a mi tía… no recuerdo su nombre, no la he visto desde que era muy pequeño, ni siquiera sé si ella podría tomar mi tutela. Hasta hace un momento, una carta dirigida al director llegó de manera urgente, un elfo doméstico la trajo especialmente, alguien me está buscando en Amity Park, el funeral de mi familia será mañana.


Además, en el funeral estará la persona que me tomará a su cuidado, por lo que el director dice, el testamento de mis padres es el que indica quién será esa persona. Me enviarán a Amity Park por medio de un Traslador internacional, para mi sorpresa, alguien me acompañará. Para mi sorpresa, no es un profesor ni un prefecto quien me llevará a Amity Park, es Phantom. Sinceramente, dese que él tuviera algún tipo de plan malvado para acabar con mi vida y así poder alcanzar a mi familia… sí, lo sé, estoy loco pero, la locura es lo único que me impide perder la razón en este momento.


Con un traje negro, indispensable para un funeral, salgo de la enfermería hacia la oficina del director, ahí está él y también Phantom. Me ofrecen una bota vieja pues la hora de partir se aproxima, tomo la punta de la bota y tras un incómodo instante ya estamos en Amity Park, justo a un lado del lugar donde se llevará a acabo… eso. Suspiro y entro seguido por Phantom, no tardan en llegar las condolencias y esas miradas de lástima y condescendencia que tanto detesto, este día… espero que ya se termine.


 


 


 


III


Es un hombre refinado, alto, su pelo plata es casi semejante al de Phantom, ese aire de aristócrata no es una fachada, sus ojos azul obscuro son intensos… nos miramos en silencio, evaluándonos el uno al otro. Somos tan diferentes y eso que todavía no hemos cruzado palabra.


Vlad Masters, Ministro de Magia de los Estados Unidos, es mi padrino y quien tendrá mi custodia según la última voluntad de mis padres. ¿Cómo es que nunca lo mencionaron? ¿Cómo es que nunca lo conocí? ¿Cómo llegó a ser Ministro siendo relativamente joven para el puesto?


Al menos, no será difícil lidiar con él con lo referente al Mundo Mágico, quizá el único inconveniente es el lugar alejado donde estoy.


--Pelo negro, ojos azul claro, te pareces a tu padre. –dijo con cierto desdén. Aunque luego apareció cierto dolor en sus ojos –Algo debilucho y nada agraciado, pero no hay duda que eres hijo de Jack.


Iniciamos con el pie izquierdo de eso no hay duda.


>>¿Al menos tienes el cerebro de Maddie? Me enteré que tu hermana era un genio, he de suponer que tú también lo eres. –añadió casi como una exigencia –Tan solo acepto ‘excelencia’  en todo ámbito.


Ya estaba convencido que jamás nos llevaríamos bien. Creo que Hogwarts, al otro lado del mundo, es un buen lugar para estar lejos de él.


 


 


 


IV


Faltaba poco tiempo para que inicien las vacaciones de verano, deseaba con tantas fuerzas que no terminara el año para no toparme de nuevo con Vlad Masters, pero, también no podía espera para que los insultos y comentarios hirientes por quedarme huérfano terminasen, Hogwarts ya no era un escape. No puedo creer que, el quedar sin familia, sea una ofensa para los demás. No puedo creer que, ser ‘adoptado’ fuera un crimen. Sinceramente no creí que el número de brabucones de los que me convertiría el blanco favorito aumentara por el simple hecho de no haber estado con mi familia el día que… sucedió el accidente.


También, esas miradas de parte de Phantom… Phantom, el chico más respetado entre las serpientes, el hijo del Jefe del Departamento de Aurores y candidato  próximo Ministro. Su verde mirar es cada vez más intenso; cuando estuvo acompañándome, fue paciente, se esperó conmigo en el cementerio hasta que Vlad fue a buscarnos a altas horas de la noche, no hizo comentarios más que para presentarse, no exigió darme prisa, no se quejó del mundo muggle y, jamás me dejó solo, ni siquiera con Vlad. Observó atento, analítico, serio pero nunca molesto o desesperado. Aun me pregunto ¿Por qué fue él quien me acompañó durante esos dos días?


Últimamente, tengo ciertos ataques de ansiedad, los lugares cerrados me ponen nervioso y en las noches siento que la obscuridad me presiona, he estado saliendo a recorrer el castillo cuando ya no hay nadie en los corredores, hoy no es la excepción. Me dirijo a la lechucería, con tantas aves no me siento completamente solo y por las ventanas por las que salen y entran puedo ver las estrellas… sonrío con tristeza al recordar mi sueño de infancia, ser Astronauta.


--Es bueno verte sonreír. –dijo alguien tras de mí, sobresaltado me vuelvo y veo a Phantom, con sus ojos verdes y pelo plata que parecen resplandecer –Aunque sea una triste sonrisa, es mejor que nada.


--Fue un recuerdo de mi infancia, algo tonto y que no es más que uno de esos sueños que no se harán realidad. –dije.


--Lo haces sonar como algo inalcanzable, el Mundo Mágico puede cumplir…casi… cualquier cosa. –continuó.


Era más que evidente que ninguno iba a preguntar el motivo por el que el otro estaba en ese lugar, a esa hora y completamente solos. Parecía como si fuéramos amigos desde siempre, como si nos conociéramos tan bien como no cuestionar la presencia del otro y seguir una plática de nada y mucho a la vez.


--De niño, soñaba con ser Astronauta, ir al espacio y más allá de donde alguien ha ido, hacer un mapa de las estrellas con detalles de lo que ahí hay. –volví a sonreír, no hay manera que eso suceda, no en esta vida.


--Puede sonar egoísta y hasta algo cruel pero, me alegra que no puedas realizar ese sueño. –su voz no tenía tintes de querer insultar o de burla, fijé mi mirada en él, ¿A qué se refería? –Si lo hicieras, estarían muy lejos… irías a lugares donde no podría seguirte, prácticamente no volvería a verte.


--Lo dices como si mi ausencia significara una catástrofe. –bromé.


--Sería una catástrofe para mí. –continuó, no supe qué decir, cómo catalogar su comentario –Me preguntaba, si volverás a Hogwarts el próximo año.


--¿Por qué no habría de volver? –pregunté en automático.


--Ese guardián tuyo, algo me dice que no te quiere lejos de su vista. –dice con algo que tampoco supe reconocer.


--No es como si hubiera algo aquí que me necesite, tan solo soy un Hufflepuff torpe, un sangre sucia que no merece estar en este lugar. –y en verdad lo creía, me lo han dicho tantas veces que volver no era algo por lo que estaba pidiendo.


--Eres un Hufflepuff, un chico un poco despistado que suele tropezarse hasta con sus propios pies sí, pero eres alguien que no se rinde, siempre sigues adelante en las adversidades y algo me dice que tener tu lealtad es algo que vale todo el oro de cada sangre pura en este colegio. –decretaba sin dudar, sin titubeos, lo decía como si en verdad lo creyera –No dejes que los otros ganen, eres alguien único y bastante valioso. Eres tan valiente que no creo haber conocido alguien así, sin embargo no fuiste seleccionado para Griffindor porque tú sí sabrías reconocer qué ocasiones lo amerita y no por impulso; eres inteligente pero no fuste seleccionado en Ravenclaw porque usarías tu conocimiento e ingenio para una causa justa y no solo por saber más; eres astuto y perspicaz, pero no fuiste a Salytherin no por tu origen sino porque jamás tomarías ventajas para beneficiarte, lo haría por alguien más. Harías todo esto por alguien más, alguien preciado, alguien a quien le seas leal. Y cuando encuentres a ese alguien, explotarás todo tu potencial, serás alguien a quien todo el mundo conozca: un Hufflepuff digno con el reconocimiento de las demás Casas.


Sus palabras, firmes, tiernas, se clavaron en mi mente. Un calor desconocido se espació por mi cuerpo, por primera vez desde que me dieron la fatídica noticia de la muerte de mi familia… no siento frío. Mi respiración está agitada pero no por ansiedad, mis ojos pican y poco a poco sollozos salen de mi boca. Es tan extraño… sentir que, de alguna forma, alguien sabe que existo… saber que alguien se preocupa de alguna manera por mí… saber que alguien ve en mí más que la torpeza que se presenta a cada momento.


Intenté controlar mi llanto, con mis manos tallaba mis ojos para secarlos, cerraba mi boca para que cesaran los sollozos, pero, un par de brazos firmes a mi alrededor y una voz queda que me pedía sacar eso que guardaba en mi interior fueron los detonantes para vaciar mi alma. Esa noche en la lechucería, lloré hasta quedar agotado, incluso me quedé dormido… en los brazos de Phantom.


 


 


 


V


En las carrosas de camino al tren, Phantom no me dejó solo, pese a las miradas que atraía, Phantom me acompañó el camino de regreso a Londres. Cada momento me preguntaba una y otra vez si volvería o no a Hogwarts, me hizo prometerle que le escribiera con mi respuesta o tan solo para decir ‘hola’, dijo que él haría lo mismo, dijo que necesitaba saber si volvería o que le dijera el nombre de la escuela a la que asistiría para que él también se inscribiera. Dijo que no me libraría de él tan fácilmente.


Me advirtió que se comunicaría con Vlad para arreglar una visita en su cumpleaños, dijo que esperaba que pudiera ir a su mansión o que él podría ir a donde quiera que Vlad tenga su residencia, también me hizo prometer que le diría si Vlad se comportara extraño o si llegara a sentir que no estoy cómodo viviendo con él.


Incluso me dio un dije que podría actuar como ‘alarma’ si le inyectaba un poco de mi magia él recibiría el pedido de auxilio y vendría por mí. Cada que le preguntaba su ‘obsesión’ por mi seguridad él simplemente respondía que era ‘demasiado valioso para perderme’. Sus palabras me hacen reaccionar extraño, su mirada me hace dudar si hay algo más que me esté ocultando… él tan solo dijo que más adelante lo entenderé, más adelante pues un chico de trece años aun no puede comprender pero que cuando esté listo, me dirá todo.


Él tan solo es un año y medio mayor que yo, no es como si hubiera mucha diferencia. Él me escucha, sonríe y dice que un día lo comprenderé. Al llegar a la estación del tren, nos despedimos, acordamos una vez más escribirnos y estar alerta a peligro, pedir permiso para pasar un poco del verano juntos y decirle mi decisión de volver o no al colegio. Con una última mirada de preocupación y esa otra cosa que no logro identificar, cada uno se va por un camino distinto, él se dirige a un punto de aparición y yo entro a King’s Cross en busca de Vlad o algún tipo de transporte.


Mi vida, se ha vuelto un poco emocionante, sigue doliendo la tragedia de mi familia pero entiendo que ellos no quisieran verme estancado. Con la ayuda de Phantom creo que lograré ‘explotar mi potencial’, así sea tan solo para probarme a mí mismo que Phantom no estaba equivocado al creer en mí.


 


 


 


 


Fin.


 

Notas finales:

Gracias por leer.


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