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Rose por lakyday

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Notas del capitulo:

les dejo el siguiente capi :)

un poco más esperanzador xP

espero que les guste 

Capítulo 2:

Escuchaba algo en la lejanía. El sueño profundo que lo había embargado no lo dejaba escuchar con claridad.

Una patada a la puerta lo sobresaltó despertándolo. Su cabeza dolía como el infierno. Se llevó una mano a la frente como si así se aliviara un poco. Oh, verdad! La puerta. Se puso de pie, sacó su cuchilla de debajo de la almohada y fue a abrir. Era mejo estar preparado, nunca se sabe quién puede tocar a la puerta de tu habitación a las 4 de la madrugada.

Lentamente sólo entreabrió la puerta para ver quién era, revelando una melena negra y algo alborotada.

- ¿Rose? Qué…

La chica empujó y entró decidida. Se veía alterada y debido a que traía la misma

ropa del día anterior deducía que aún no se había ido a dormir.

-¿Algo anda mal?…

La mujer respiró hondo para calmarse. Su hermoso rostro blanquecino y sus delgadas cejas inclinadas, dejaban ver su enojo.

-¿Así que te vas?- le preguntó secamente.

Sam la miró extrañado, se suponía que su hermano le habría informado así que no veía la necesidad de esta visita.

- ehm… yeah… temprano, pero por qué… es de madrugada…

- Se puede ser más idiota!- exclamó al cielo elevando un poco los brazos, cabreada y echando la cabeza hacia atrás - no es por ti, Sam- se explicó la chica al ver la sorpresa en el rostro del castaño.

Se acercó al cazador entrecerrando los ojos y escudriñándolo con la mirada.

- ¿Por qué te vas?

El morocho no pudo sostener la mirada, que viajó al piso y se humedeció. Ahí estaba, parado frente al origen de su desdicha, quien le preguntaba lo que no quería responder.

- ¿Es por Dean, eh?

El cazador recargó su peso en la otra pierna y deslizó su mirada por el piso. Señales que la pelinegra supo descifrar de inmediato. Había dado en el clavo. Ahora solo faltaba presionar un poco más y la verdad sería dicha.

- yah… entonces…- se sentó en el descolorido sofá a un costado de la habitación, seguida por Sam que quedó de pie aparentemente esperando que hablara o que se fuera, ¿que sabía ella?- te enamoraste de él, ¿cierto?

El castaño la miró con los ojos desorbitados de pánico y su piel adquirió una palidez terrible.

- ¿qu-qu-que… de qu-qué hablas?

Trató de reírse, lo jura, para quitarle credibilidad al comentario, pero en vez de eso salió una patética risita desesperada.

La cazadora hizo una mueca, parece que había sido demasiado directa y mira como se había puesto el chico.

Con una mirada maternal que nunca se había visto en ella, tomó la mano de Sam y lo hizo sentar a su lado en el sofá. Sin soltársela y con una tierna sonrisa continuó hablando.

- Sammy… tu hermano es un maldito hijo de puta cobarde que con su pose de macho repele a todo el mundo… recuérdame decírselo y darle una buena paliza luego.

- ¿es tan evidente lo que siento?… ¡Por favor no se lo vallas a decir! No sé qué haría…

- tranquilo, hombre, tú se lo dirás…

- ¡¿qué? ¡¿Estás loca?

- Mira, Sam, escúchame. ¿Me estás oyendo?- el morocho afirmo rápido con la cabeza- tu estúpido hermano está jodidamente enamorado de ti hasta la punta de ese cabello parado que tiene y el muy idiota teme decírtelo para no alejarte de él.

Ja! ¡¿Que buen trabajo hace, no es verdad?

Decir que el moreno se quedó helado era poco. Se había congelado, su cerebro hizo cortocircuito, Sam abandono su cuerpo que quedó tieso mirando al suelo. Es que no se creía lo que la chica le acababa de decir… ¡je! ¿Que Dean qué? ¿Ah? Cómo que… ¿ah? Que demo…

- ¡Sam! ¿Sigues conmigo o qué?

El chico parpadeó varias veces sin podérselo creer.

- ¿Qué con Dean?… juré oír que… ja…- una risa entupida se apoderó de él.

- ¡Mierda! Si alguien me culpa por haberme echado la cordura de éste, yo no fui… ¡Sam, por favor! ¡Ya cálmate!

El cazador calló de golpe y con una mirada super brillante con pucheritos y ojitos de cachorro superpotentes preguntó.

- ¿es verdad?… ¿Dean me quiere de "esa" forma?…

- ¡Yep!… con fondo rosa, nubes acolchaditas, corazones rojos voladores y toda esa chorrada como dijo él mismo…

- espera un momento… pero yo creí que él y tú… bueno…

- Oh… sí eso… se suponía que es justo lo que debías pensar… verás… cuando Dean me confesó… o sea, se le escapó que te amaba de una forma nada fraternal, estaba deshecho… la culpa y el remordimiento le estaban devorando. Y yo le dije que no importaba lo que los demás pensaran y las inútiles reglas sociales, etc… que si te amaba con toda su alma por algo debía ser y que se quedara tranquilo. Y en vez de torturarse lo disfrutara, es decir, esta siempre contigo, ¿no es mejor que disfrute de lo que le haces sentir en vez de sufrir por ello?- Sam se estremeció ante esta última parte… lo que él provocaba en Dean… esas palabras sabían a gloria- Primero me rechazó, sin embargo, luego de que lo amenazara con contarte si no cambiaba su actitud de criada sufriente por su príncipe platónico, entró en razón. Me pidió que le ayudara a sobrellevar su nueva forma de ver las cosas y a sacarte de su cabeza. Así que desde ese día creamos un plan para que tu hermano viviera su enamoramiento sin que tú sospecharas algo y de paso ver si se olvidaba de ti…- chasqueó la lengua- creo que lo segundo no funcionó… bueno… el resto tú lo sabes… rentamos habitación juntos- la chica rió- ¿nunca te extraño que siempre fueran de dos camas? ¡Ja, ja! deberías haber visto su cara cuando describía lo tortuoso que era verte salir de la ducha en toalla, con esas gotas de agua resbalando por tu piel, y tu perfecto físico y luego tratar de no empalmarse en el acto.- el castaño se sonrojó- era un nudo de contradicciones- suspiró- Me sorprendió mucho lo que cambió su ánimo luego de que se desahogó… esa paz… y esa sonrisa de enamorado que siempre ostenta. Todo un espectáculo. Aunque siempre tuvo miedo de que lo descubrieras y por eso era tan reacio y cortante contigo.

- pensé que… es decir… su pose de enamorado llegó junto contigo, creí que estaba enamorado de ti… y por eso yo me marcho…

- no, cariño… era por ti y nadie más… hicimos un buen trabajo al hacerte creer que me quería a mí, ¿cierto?

- entonces ustedes nunca se han…

- no… no te niego que las ganas no me faltaron, pero no. Cada vez que yo lo intentaba, tu hermano la jodía de alguna forma…

- ah…

- ¿quieres que te cuente sobre esa noche que nos conocimos y de trago en trago terminamos en mi habitación?…- rió divertida la muchacha- el Winchester me hizo prometerle que nunca hablaría de eso… ¡pero qué va! ¿Si ya te dije que esta baboso por ti qué puede ser más vergonzoso?

- ¿vergonzoso?

- ¡si!.. Bueno… estábamos ahí… conversando de sus fuertes brazos, mis adorables puños, el maldito hijo de puta que estábamos cazando y no nos dimos cuenta de que ya habíamos vaciado botella y media de whisky . Un casanova de primera es tu hermano. Nos besamos y me invitó a continuar la conversación en un lugar más privado, así que ya que tenía rentada una pieza, fuimos allá. Casi no me dejaba abrir, estuvimos ¿cuánto? Diez minutos ahí parados…- El cazador hizo una mueca de celos mal disimulado- lo siento…

- no, continúa por favor.

- suspiró- estábamos besándonos y la ropa comenzaba a quedar regada por el piso cuando, tan borracho debió estar que dijo tu nombre…

- ¡¿qué?- exclamó asombrado. ¿Su hermano? ¿Al que siempre admiró por andar con muchas chicas mas nunca confundir sus nombres?

- en serio, dijo "Oh, Sammy"- un calorcillo extraño le provocó la frase y se preguntó cómo sería escuchar eso de los propios labios gruesos y apetecibles de su hermano- y entonces me detuve en seco. Lo miré a los ojos más que sorprendida, si hasta se nos paso lo borracho a ambos. Y Dean palideció como tú… pobrecito… trató de excusarse como pudo, inventó tantas tonterías que ya no recuerdo de lo poco veraces que parecían. Así que le dije que me contara todo o que lo echaba de una patada por el culo de mi habitación- el castaño rió- y todos se enterarían de que Dean Winchester pronunció el nombre de su hermano, Sam Winchester, cuando estaba caliente en vez del de una morena espectacular.

- ¿Y te contó?

- seee… más de lo que me esperaba. Le dije que podía confiar en mí, que el que me quedara escuchando y no lo mandara al carajo por decir tu nombre ya era prueba suficiente. ¿Recuerdas una cacería en la que pelearon contra un hombre lobo y resultaste con un tajo hasta media espalda?

- sí… Dean me curó porque papá estaba furioso e indignado de que semejante creatura pudiera hacerme tanto daño. Tenía 16. Si no fuera por él me habría desangrado seguro.

- y de no ser por ti, tu hermano hubiera podido dormir sin tener que darse una ducha helada antes, por las siguientes dos semanas.

Sam quedó perplejo y muy ruborizado.

-¿cuándo -preguntó casi en un susurro- cambiaron sus sentimientos hacia mí?

- oh… eso sí fue un golpe duro para él. A los 15 y se sintió todo un pervertido, así que comenzó a "salir" con muchachas y adoptó ese papel de hablar-de-sentimientos-es-de-nenas. Bueno… eso es todo lo que puedo decirte.

Se quedaron unos segundos en silencio. Hace rato que el corazón de Sam latía desbocado por la felicidad y ansiedad de ir donde su hermano y declarársele, mas tenía que preguntar algo primero.

- ¿por qué decidiste ayudarlo?… cualquiera le hubiese llamado pervertido por enamorarse de su hermano… pero tú lo ayudas…

- es que… es complicado de decir- sonrió con una tristeza que no pasó desapercibida ante los ojos verdes del morocho- lo quiero… mal tipo del cual enamorarse, ¿no crees?… bueno, para mí porque a ti, te adora.

- entonces, tú te has enamorado de mi hermano.

- yeah… mala suerte…

- pero pudiste seguir tratando en vez de ayudarnos…

- es que verás, Sam… en esta vida de cazadores tan perra… a veces es bueno que alguien te ayude un poco, ya sabes… te de esperanzas para confiar en que la vida no es una mierda y que no todo lo que hay afuera es maligno… - levantó la cabeza y disipando la tristeza que bañaba su voz exclamó ahora con diversión- además creo en el karma y por esto que he hecho, luego tengo una vida llena de placeres esperándome.

Ambos rieron. Hermosa sonrisa tenía la joven. Realmente esperaba que le tocara una buena vida, se lo merecía.

El silencio volvió a reinar luego. Hasta que un susurrado gracias por parte del cazador lo quebró.

-¿qué pasará luego contigo?

-¡nah! Volveré a mí vida de siempre… ¡Y qué esperas! ¡Ve a decirle a ese cabezotas que se deje de estupideces y te bese!

Su típica sonrisa bonita y deslumbrante adornó el rostro de Sam a la vez que emprendía paso a la habitación de Dean.

continuara...

Notas finales:

gracias por leer!

comenten para poner pronto el final ¬u¬


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