Capítulo V
Ambos se miraban a los ojos desafiantes, cualquiera que mirara tal escena podría decir que en cualquier momento comenzaría una pelea entre los dos y quien sabe hasta puede que otros se involucren.
La atmosfera que momentos antes era pacifica se volvió extremadamente pesada, los que rodeaban al azabache y al rubio se asfixiaban dando gracias por primera vez a que el profesor llegara al aula, lo cual hizo que ambos se fueran a sus puestos que esta vez, fueron en lugares distintos.
Las clases pasaron normalmente, aunque el miasma dejado por los dos permanecía en las diferentes aulas en las que pasaban, sería bueno regar al menos tres sacos de sal en cada salón.
El rubio intentaba con todo su ser manosear al otro, sin importar el público o el lugar, una nalgada por aquí, un rozamiento del frente por acá, un intento de beso por acuzá, en fin, Sasuke estaba portándose en extremo tranquilo, referente a que en el último intento solo le dio un rodillazo en el diafragma y un codazo en la parte de atrás de la cabeza mientras caía por el primer golpe, “fui en extremo amable” se reprendía el pelinegro yendo a su ultima clase dejando al rubio inconsciente en la mitad del campus.
La ultima clase acabo rápidamente, al menos para el Uchiha quien no quería ir a casa, sabia quien le estaría esperando y no le hacía gracia, pensó en cumplir con lo que le dijo en la mañana a su acosador e ir a visitar a su futura esposa, pero no tenía ganas de oír los tartamudeos de aquella chica, soportar a alguien que no queria, ver la cara de la obligación familiar; ya habiendo salido del aula suspiró, vio a un chico rubio pasar a su lado, tenía la misma altura de su acosador solo que el cabello era más largo, le tomó del brazo haciéndole voltear, no era quien pensaba, aunque tenía los mismos ojos azules que el otro, esos ojos que, aunque no quisiera admitir lo envolvían, tampoco tenía esas marcas que le hacían parecer un zorro, pero era bastante lindo, le hizo sonreír, tal vez podría desquitar un poco de tensión con esa criatura.
-Dime ¿Cómo te llamas?
Preguntó con tal galantería que del chico frente suyo no se veía la cara, solo un deslumbrante sonrojo.
-D…Deidara.
La voz… le sonaba extrañamente familiar.
-Muy bien Deidara ¿qué te parece si vamos a tomar algo?
Invitó con una sonrisa a la que no se le podía decir no y claro el chico frente suyo no era una excepción, asintió sin duda, siendo prácticamente arrastrado fuera del campus por su ahora cita, quien presuroso le llevó a un bar conocido, comenzaron a tomar mientras hablaban y uno que otro momento a bailar, la noche estuvo bien, ya era hora de despedirse, Sauke pidió un taxi para el rubio que no quería separarse de él, al parecer se encontraba muy borracho; al ver esto el azabache soltó un nuevo suspiro entrando con él al taxi, sintiendo como de inmediato el cuerpo del otro se ponía encima suyo comenzando a besarle.
-lo que le faltaba –otro suspiro –un borracho caliente -soltó con asco al sentir los toques de otra persona, le daban ganas de vomitar, pero se controlaba mientras le daba las direcciones al taxista que momentos antes le había sacado a Deidara entre besos, odiaba el olor a alcohol y odiaba ser tocado, todo por culpa de su hermano, de solo recordar lo que ese maldito le hizo le daban aún más ganas de vomitar y de más, quería olvidar como fuera posible eso y allí encima suyo estaba su salida; miró al rubio por el rabillo del ojo mientras este se restregaba contra suyo, después de pensarlo durante un momento respiró profundo como tratando de no ver ni sentir nada correspondiendo los besos, podía culpar al alcohol después.
Sus manos comenzaron a pasarse por debajo de la ropa del otro, tenía una cintura pequeña y piel suave, algo que deleitó al Uchiha, el cual, sin más, comenzó a meter sus manos por la parte trasera del pantalón agarrando directamente los glúteos del rubio quien soltó un sonoro gemido, según Sasuke, ya era hora de que ese delicioso chico fuera suyo, siguió bajando sus manos hasta el punto de tocar el ano del otro con sus dedos; Deidara podía sentir la erección contraria dar de lleno en su trasero a través de la ropa, le encantaba, estaba dispuesto a hacerlo allí mismo, en ese taxi si no fuera porque habían llegado a su destino, parando el auto, más no por eso ellos pararían.
Sasuke pagó saliendo del auto sin parar ni un momento de besarse y manosearse con el de pelo largo, quien abrió la puerta de su casa a velocidad de la luz cayendo en el suelo un poco más allá de ésta, comenzando de inmediato con el acto, no sabía si era por el alcohol o por la adrenalina del momento, pero el Uchiha estaba emocionado, MUY se diría; El menor quitaba casi arrancando la ropa del rubio que sonreía con malicia mientras se restregaba en las piernas del otro quedando al poco tiempo desnudo, el azabache besaba con pasión la piel ofrecida dejando marcas de mordidas y besos, la piel de ese chico no sabía nada mal, siguió mordiendo las orejas para lamerle el rostro, ignoró el regusto extraño de éste, estaba caliente y el chico debajo suyo enrollaba las piernas en su cadera pidiéndole con desesperación que lo metiera, ante esto sonrió, ordenando al otro poner las manos alrededor de su cuello sin dejar de besarlo mientras se desabrochaba el pantalón, ya no soportaba la excitación, así que sin ninguna preparación se introdujo, oyendo el claro grito de dolor y placer mientras sentía como le clavaban las uñas en la espalda, sin importar nada comenzó a embestir, se sentía bien hacer tal cosa, se sentía MUY BIEN, tanto era el placer que se perdió en ello, embestía con fuerza brutal, tomó del cabello al otro volteándolo sin salirse de él, comenzando de nuevo con las duras embestidas.
El cabello rubio caía, pero ahora eso no interesaba, ahora al fin comprendía lo que sentía Itachi cuando le hacía eso, era magnifico, más no justificable, siguió con las embestidas, cada vez más fuertes, se podían escuchar los gritos de Deidara y también algunos gemidos, al parecer le gustaba duro y era justamente lo que le estaba dando.
Después de algunas horas y de que el cabello de Deidara además de su semen quedara desperdigado por todo el piso, el azabache se vino en el interior del otro quien lanzó un sonoro suspiro de satisfacción arqueando su espalda para después caer en el piso, creyendo que había acabado, pero por supuesto no era así, a los segundos, Sasuke de nuevo le tomó de las caderas y siguió con su acto, disfrutando al máximo cada movimiento de cadera al igual que su compañero, quien por incontable vez eyaculó en el suelo, era exquisito sentir el miembro del otro destrozándole desde adentro; pasaron horas, la luz se veía filtrarse por debajo de la puerta, pero para los dos que follaban como conejos parecía no importarles, ambos llenos de sudor, se podía escuchar la humedad del choque entre los cuerpos, el ano de Deidara estaba a rebosar de semen, al igual que el suelo, Uchiha sentía que se venía por milésima vez y quería ver el rostro de quien le proporcionaba su primera vez, porque si, era la primera vez que usaba su parte delantera y quería ver el rostro de quien se lo permitía, volteo de nuevo el cuerpo del rubio viniéndose a la vez que lo hacía, viendo con sorpresa a quien se encontraba exhausto frente suyo, ese no era el chico que vio en el campus, el sudor había hecho que el maquillaje se corriera, mostrando las marcas a cada lado del rostro, el cabello antes largo estaba tirado por todo el lugar, eran extensiones, Sasuke estaba conmocionado esa persona era… -miró por un momento su parte baja que aún seguía dentro del chico, además del semen estaba cubierta de sangre que también caía al piso, comenzó a examinar el cuerpo del otro, estaba lleno de marcas, de SUS marcas, además de otras muy extrañas, cicatrices y heridas alargadas y otros hematomas, se distrajo un momento volviendo a la realidad, mirando serio a quien estaba frente suyo y quien comenzaba a reaccionar.
-S-Sasuke…
Dijo de la forma más dulce y adolorida que pudo, mirando con algo de pena.
-dime…zorro.
Enarcó la última parte, viendo como el otro parecía sorprendido para luego mostrar una sonrisa siniestra.
-Así, que ya te diste cuenta.
Rio algo frenético sin moverse de su lugar.
Si, definitivamente esa persona era Uzumaki Naruto… su acosador.