Kim Jongin es padre soltero después de que Yixing su esposo falleciera en el nacimiento del pequeño JongDae, han sido 4 años y medio muy duros para él, pero tener a su hijo a su lado le ha dado las fuerzas suficientes para seguir adelante, ha intentado continuar con su vida después de cumplirse dos años de aquel suceso teniendo “citas a ciegas” organizadas por sus amigos, pero por el simple hecho de tener un hijo ha pasado los siguientes 2 años y medio por varias primeras citas sin segundas citas.
Como hemos visto Jongin o Kai como le llaman de cariño sus cercanos aun a sus 28 años es padre soltero y hoy se encuentra particularmente nervioso, será el primer día de kínder de su pequeño Kim Jongdae, nunca se ha separado de él más que por razones estrictamente necesarias, dejándolo solo con personas de confianza, pero ahora es diferente, su licencia para criar y pasar tiempo con su hijo ha terminado y debía volver a su trabajo normal.
De camino al kínder el señor Kim mira a su hijo a través del espejo retrovisor del auto, se ve tan tierno con su pequeño guardapolvo verde, su pequeña mochila y jugando con su peluche favorito de Pororó. Siente miedo de la reacción de este cuando lo deje en aquel establecimiento, ha sido testigo de lo que pasa en estas situaciones y sabe que ante el primer signo de llanto de su pequeño se arrepentirá y se lo llevara a casa.
Ya estando en las puertas del edificio, Jongin mira como los demás padres dejan a sus hijos allí, tomándose su tiempo para despedirse de ellos y luego retirarse, le parece extraño no ver a los niños lloriquear y lanzarse a las piernas de sus padres. Ya casi es hora así que debe hacerlo…baja y rodea su auto para abrir la puerta del lado de su hijo, este desciende y toma la mano de su papá para luego dirigirse al portón de entrada desde el cual se ve ya a varios niños jugar.
Cuando ya estaban entrando Jongin vio a uno de los maestros vigilando a los niños. Era hermoso, quedo casi embobado al verlo… cabello negro, piel blanca y delicada, ojos un poco más grandes de lo normal pero aun así preciosos con aquel profundo color negro y brillante junto a una sonrisa encantadora; sin poder evitarlo bajo su mirada a lo largo del menudo pero atractivo cuerpo de este hasta llegar a su trasero, trago duro y por poco se atraganta con su saliva recriminándose por aquel acto; sobre todo cuando este se giró yendo hacia él.
- Buenos días, usted debe ser el señor Kim ¿verdad? – esas palabras ayudaron al hombre a reaccionar
- S-si, soy yo – respondió el
- Mucho gusto mi nombre es Do Kyungsoo y seré el encargado de cuidar a su hijo – dijo el muchacho vestido con una camiseta blanca y sobre esta chaquetilla Azul claro con bolsillos cuadriculados haciendo juego con un pantalón negro y zapatos del mismo color bien lustrados. – y este pequeño de aquí debe ser Jongdae ¿no es así? – dijo poniéndose a la altura del niño ahí presente, que ante ese acto el chiquillo se ocultó tras su padre abrazando a su muñeco – Que bonito peluche, ¿sabes? Yo tengo uno igualito al tuyo, ¿te digo un secreto? a mí también me gusta mucho Pororó – dijo susurrándole al chiquillo que al escuchar esas palabras comenzó a asomar su carita – si quieres podemos jugar juntos mientras papi va a trabajar ¿Qué dices? – motivó Kyungsoo al niño mientras le tendía la mano. Para sorpresa de Jongin su hijo acepto gustoso la invitación de su profesor tomándole la mano. – Buen chico, ¿nos despedimos de papi? – comento aquel chico
- Adiós papi – dijo el niño soltándose del maestro, para abrazar la pierna de su padre y mirarlo con una sonrisa, su padre se agacho y acaricio sus cabellos.
- Adiós campeón, pórtate bien…yo vendré por ti en la tarde ¿de acuerdo? – el pequeño asintió, beso en la mejilla a su padre y fue con su ahora maestro.
Mientras se retiraba, el señor Kim se sorprendió por la soltura de su hijo con un extraño, ni siquiera con sus tíos había sido así, aunque ahora que lo piensa aquel muchacho ha estudiado para eso así que era algo que hacia todo el tiempo; sonrió contento al no haber pasado por la situación que se imaginó.
Subió a su auto y fue hacia su trabajo donde de seguro sus amigos y compañeros lo estarían esperando para hacerle preguntas.
Cuando llego todo pasó como lo supuso, preguntas de ¿Cómo te fue al dejar a Jongdae en la guardería? Y hasta propuestas de citas por parte de sus amigos le llegaron las cuales declino ya que se había cansado de ellas, así que sin más fue a su oficina y se encargó de sus tareas.
Como agentes de bienes raíces tenía mucho trabajo; ya que Kai al tomarse esa larga pero necesaria licencia la oficina de todos estaba a más no poder de responsabilidades. Tendría que ponerse al corriente lo antes posible para así poder ir a buscar a su hijo sin retrasos, así que puso manos a la obra y se dispuso a atender a los clientes que le tocaban además de revisar unas cuantas casas para darle el visto bueno y ponerlas en venta, tenía muchas cosas que hacer.
En todas las horas de trabajo que tuvo no pudo dejar de pensar en aquel chico, se le hacía gracioso e inadecuado pero su mente no dejaba de bombardearlo con la imagen del otro haciéndolo sonreír levemente.
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Ya estaba terminando todo cuando Baekhyun uno de sus amigos apareció para ir junto a él a buscar a Jongdae, Kim estaba deseoso por ver a su pequeño mientras que por otro lado su amigo solo iba para acompañarlo.
Cuando llegaron vieron a varios niños siendo retirados, mientras otros jugaban en la espera de sus padres, vigilados por otro educador al que no le vio el rostro pero que era notablemente más alto que el, como no vio a su hijo entre ellos decidió pasar e ir al salón con Baekhyun siguiéndolo desde atrás, este chocó con el cuerpo de Jongin en un momento de distracción, iba a reclamar cuando miro adelante quedando estático como el cuerpo de su amigo frente a él.
- Oh hola señor Kim – dijo Kyungsoo acercándose a él y al chico rubio a su lado con el pequeño Jongdae prendido a él como un koala – mira papi vino por ti –.
- No quiedo – contesto el pequeño casi a punto de llorar, - ¡yo quiedo a Kyusoo, yo quiedo! – gimoteo Jongdae con dificultad en sus palabras, Kai y Baekhyun abrieron los ojos en demasía ante aquellas palabras.
- Pero ya es hora de irte – contesto Kyungsoo con cariño – además ya te lo he dicho, nos veremos mañana – dijo su profesor acariciándole la cabeza con ternura y mirándolo a la cara –
- ¿Lo judas? – pregunto el pequeño separándose un poco de el
- ¿Confías en mí? – dijo tiernamente el chico, Jongdae se quedó en silencio – mira, te daré esta pulsera para que me la devuelvas mañana ¿de acuerdo? – dijo mientras se quitaba un bonito brazalete con cuentas de la muñeca y se la entregaba al pequeño.
El chiquillo fue soltándose de a poco de su mayor y cuando este lo dejo en el suelo el niño lo abrazo y beso en la mejilla para luego dirigirse hacia su padre. Este alzó a su hijo sin salir de su sorpresa.
- ¿Quieres ir un momento con tu tío Baek? – pregunto Kai bajito al pequeño, este solo asintió y se lanzó a los brazos del otro. – llévalo un momento afuera - volvió a susurrar esta vez para Baekhyun y este se retiró.
- Lamento el comportamiento de mi hijo, jamás había hecho algo como eso – se disculpó el hombre
- No se preocupe señor Kim, tienen un hijo muy bonito.
- ¿Tienen? – dijo Kai extrañado hasta que comprendió – oh lo dice por Baekhyun, no él es solo un amigo, yo…soy viudo – contesto
- Discúlpeme, no lo sabía – dijo apenado Kyungsoo
- No se preocupe, y como fue el primer día –
- Pues bien, se ha hecho cercano a varios niños, ha jugado y platicado con ellos, es muy inteligente. – Kai se alegró al escuchar todo aquello y sonrió, nunca creyó que su hijo se desenvolvería de ese modo. – ahora señor Kim si me disculpa, tengo unas cuantas cosas que ordenar y recoger – dijo Kyungsoo con una sonrisa.
- ¿Necesitas ayuda? – pregunto solicito el hombre sonriendo.
- Muchas gracias pero no hace falta, Kris vendrá en un momento a ayudarme – Jongin hizo una reverencia y salió solo para encontrarse con Baekhyun fisgoneando; lo miró mal, tomo a su hijo que seguía jugueteando con aquella pulsera y su oso, siguió su camino hacia el auto mientras su amigo lo seguía sin decir palabra alguna pero riendo internamente.
Mientras iban en el auto bajo un silencio que solo era interrumpido por el motor del vehículo, Jongdae se había quedado dormido en su asiento de seguridad abrazado a su peluche y la pulsera que Kyungsoo le había dado.
- Escúpelo ya Byun – dijo Jongin sin apartar la mirada del camino.
- No tengo nada que decir – comento Baekhyun recibiendo un bufido gracioso por parte del conductor – aunque…me parece interesante el profesor Kyungsoo – dijo de modo sugerente – es muy atractivo.
- ¿Y que con eso? –
- Nada solo coincido con los comentario que oí, es muy atractivo y por lo que vi hay muchos interesados en él –
- ¿De qué hablas?
- Pues, mientras tú reías como idiota y te ofrecías a ayudar al chico yo estaba afuera viendo como unos padres hablaban de las “cualidades” del pequeño profesor, cosas como ¿has visto el trasero que se carga el jardinero? O Con esa boquita lo que debe hacer – comento fingiendo una voz grave, Kai detuvo el auto frente al semáforo en rojo un tanto molesto.
- Por favor Baek, como puedes decir esa clase de cosas, mi hijo está aquí.
- Primero, yo solo te digo lo que escuche; segundo, tu hijo está dormido y tercero no te hagas el inocente que de seguro tu pensaste lo mismo – dijo su amigo mirándolo fijo mientras recibía silencio por parte del otro – el que calla otorga – canturreó con aire triunfante.
- Bien lo admito, lo hice ¿de acuerdo? Lo mire pero solo fue eso, desvié la vista un poco pero nada más, Dios que vergüenza.
- Oye tampoco es para tanto, eres hombre y puedes tener un “desliz” de vez en cuando tampoco es el fin del mundo.
- Pero tengo un hijo Baek, no puedo andar por ahí viendo a la gente de ese modo y mucho menos con el que lo cuida cuando voy a trabajar; además si Yixing…
- Yixing nada Kim, sé que aun te aun te duele su perdida pero han pasado 4 años desde aquello, tú tienes a Jongdae y después de tanto tiempo debes seguir con tu vida y buscar a alguien más, tu hijo necesita a alguien aparte de ti, ¿has visto como se comportó hoy?, tanto tu como yo sabemos que nunca había hecho algo parecido. Mira Kai yo también estimaba mucho a Lay pero, debes seguir adelante con tu vida. – dijo Baekhyun de modo amable, él sabía lo mucho que sufrió por la muerte de su esposo con el que no llego ni al año de casado pero ya era tiempo de dejarlo ir–
- Lo sé – dijo resignado Kim – pero es difícil, yo... -
- Oye tranquilo, solo debes dejarlo ir de a poco -
Dicho esto el auto avanzo tras ponerse el semáforo en verde, dejo a Baek en su casa se despidieron y se dirigió a su hogar, pensando en todo lo que su amigo le había dicho, tenía razón debía seguir con su vida…pero ¿cómo lo haría?, hacía mucho dejo el tema de las citas y cosas como esa tras aquellas “malas experiencias”, tampoco se había fijado en nadie como una potencial pareja, y se siente algo oxidado ¿que debía hacer en estos casos? Suspiró…de repente eran muchas cosas en las cuales pensar.
Padre e hijo llegaron a su casa y después de esa pequeña siesta que el pequeño Chen tomo en el auto estaba con las energías renovadas; corriendo por toda la casa, dibujando y jugando con su osito y la pulsera.
Entonces su padre se dio cuenta de que no la soltaba, siempre la tenía en su pequeña mano o probándosela a su peluche para luego retenerla otra vez con él.
- ¿Me lo prestas?– pregunto el padre a su hijo
- ¡No! ¡Mío! – grito el pequeño alejando el brazalete de las manos de su progenitor – Kyusoo me dio a mí, mío – aseguro el chico
- Anda préstamelo un momento ¿sí? – insistió su padre de manera cariñosa pero su hijo no dio el brazo a torcer, entonces uso un truco muy sucio, fingió llorar a lo que el pequeño atino a abrazarlo – Ch-Chen es malo, no…me quiere…prestar la pulsera, yo…yo solo quería jugar también…- gimoteaba el mayor logrando que el pequeño se la dé sin más.
Rio internamente ante aquello, sabía que funcionaria, tomo el objeto y lo tuvo en sus manos un momento y recordó aquella escena, sonrió inconsciente y jugueteo con la pulsera hasta que su hijo se la arrebato de las manos justo cuando él la mantenía apretada entre sus dedos logrando que esta se rompiera haciendo volar varias cuentas por el aire, Kai miro a su hijo, iba a reprenderlo por su acto cuando vio que este estaba armando un puchero para luego soltar un fuerte llanto.
Kai intentó calmarlo pero no había caso, su pequeño hijo no tenía consuelo. Cosas como Kyusoo ya no me va a queded, Kyusoo hyung se va a enojad comigo o ya no vede a Kyusoo salían de la boca del pequeño.
Jongin trato por todos los medios tranquilizar a su pequeño hijo, pero no había caso, nunca lo había visto así y le preocupaba, entonces se le ocurrió algo.
- Ya…ya…tranquilo campeón mañana lo veras…oye que tal si le regalamos uno nuevo para que Kyungsoo se ponga contento…- y entonces Chen levanto su cabecita viéndolo con ojos acuosos – que dices ¿le compramos uno nuevo? – Jongdae asintió – ¿quieres acompañarme al mercado? De paso compramos algo para Kyungsoo
- ¡SIIII! – grito el pequeño más animado, corriendo a ponerse sus zapatos, para luego volver con su papá y salir hacia el mercado.