Aprender que el amor no existe es doloroso, pero, ¿qué hacer cuando un inocente chico te atrae tanto? quiero profanar su cuerpo, hacerlo mío, quiero que alguien me salve, que él me salve, aunque sé que no existe la gente así de amable.
misaki, quien es ijuiin? porque te quitó esa sonrisa?
- permiso, debo atender la llamada - pero no quieres hacerlo, esos ojos en solo un segundo perdieron su brillo, tal vez si perdiste a alguien importante.
Sé que no debería meterme en asuntos ajenos, ¿mas quien usa la lógica en momentos así? te vas por la puerta trasera y me dispongo a buscarte por el otro lado. Veo el callejón del lugar y tímidamente le contestas, quiero saber que te hicieron, ¿porque te ves tan débil? no quiero verte así, no sé quién eres, me atraes un poco... akihiko... ¡no te enamores! contestas lentamente.
- ijuiin? ... hoy salgo a las 6... ¡Pero tengo trabajo de la universidad! ... ya sé de las fotos... está bien... yo también te quiero. - cortas completamente angustiado.
Después de eso no volví a mi mesa, solo saqué mis cosas y decidí alejarme, ha pasado una semana desde entonces.
Por la conversación puedo concluir dos cosas, una, misaki no quería a esa persona, y segundo, probablemente existen unas fotos que el pequeño castaño no quiere que nadie vea.
Me alejé del lugar de trabajo del chico, cerré el blog que había creado y bloquee el perfil del joven, aunque, tengo la sensación de querer protegerlo. No quiero que ese tipo le haga más daño, porque el verde resplandeciente que vi cuando entré, no era el que vi cuando me fui.
Pasa una semana desde entonces y ya no puedo más conmigo mismo, me insistí una y otra vez que no debería enamorarme, pero aquí estoy, después de 14 días, en frente de la misma cafetería, entro, a la misma hora de la otra vez pero no estaba.
Me siento pensando que tal vez estás en tu descanso, pero pasa una hora y me doy cuenta que no es así.
- disculpe señorita – le pregunto a la camarera – pero ¿qué pasó con el otro camarero? Creo que se llamaba misaki.
- ¿lo conoces?
- soy un amigo de la infancia, me dijeron que él trabajaba aquí y quería darle una sorpresa – miento
- bueno, sufrió un accidente en su casa, si quiere le digo donde puede visitarlo.
- muchas gracias – le respondo aceptando el papelito con la dirección. De todas formas no me sirve si no tengo el número de la habitación.
Esto es bastante inexplicable, y es que tengo un mal presentimiento, yo no soy paranoico ni nada por el estilo, pero, en contra de todo pronóstico, creo que me he enamorado de este chico. Aunque sé que no puedo ir y presentarme, tomo la decisión de hablarle con la excusa de su comentario.
- hola – empiezo la conversación - ¿tú fuiste el que dejó un mensaje en mi blog hace unas semanas? – se demora un poco en responder.
- sí, ¿por qué? – pensaba enviarle un mensaje sencillo, pero mi imaginación y todo lo que quiero decirle empieza a salir.
- porque esas palabras, a pesar de ser muy simples, me transmitieron mucho, y voy a intentar ser feliz al igual que tú lo estás intentando ahora, porque cuando las personas como yo nos rendimos, es muy difícil que nos saquen de ese tormento emocional – y ahora mi momento de descaro, aún no puedo creer que esté haciendo esto. – Quiero conocerte – es lo último que le escribí, me pongo algo nervioso cuando veo que por varios segundos el no escribe nada, me impaciento, pero al ver su mensaje llegar, una parte de mí se entristeció.
- yo, lo siento, pero tal vez usted tenía razón, por cómo van las cosas, no creo salir de esto.
- ¿me podrías contar por qué? – dime que sí, necesito saber a quién debo eliminar con tal de ver tu sonrisa.
- es una historia larga – me responde
- tengo tiempo
- pues bien
- yo amaba a mi novio ijuiin, en mi invierno de los 16 empezamos a salir. En ese tiempo yo ya sabía que no me interesaban las mujeres. Un día me pidió que tomáramos fotos mientras estábamos haciéndolo, me negué rotundamente, pero termine cediendo ante la presión, me arrepiento hasta el día de hoy. Aun después de 2 años de relación no puedo decirle a nadie de este noviazgo, y él tampoco lo menciona, en la cama solo soy humillado, y me tengo que ajustar a sus horarios, no puedo huir. Fui un iluso que quería traer de vuelta al ijuiin de antes, ese que me decía cada noche lo mucho que me amaba, que me trataba con dulzura y compartía sus risas. Ahora dime lo tonto que fui.
Me quedo impactado ante esas palabras, misaki estaba siendo obligado a mantenerse en una relación sin amor ni cariño, tal vez sí existía peor situación que la mía. Esta rabia que siento hacia ese maldito, de todas formas, quiero saber por qué está en el hospital.
- de todas formas aún quiero conocerte
- será complicado
- dime alguna hora que puedas – me veo muy insistente, pero necesito esto. Finalmente pasa lo que yo ya creía perdido, efectivamente me dijo la habitación en la que estaba.
- tengo que irme, adiós – se desconecta rápidamente, tal vez ese idiota fue a verlo, y yo que no he tenido ni una conversación decente con él y me encuentro en este estado.
Suena mi teléfono, es mi editora… que fastidio
- ya te envié el manuscrito – le digo casi como un gruñido
- lo sé, le quería informar de un nuevo proyecto.
- ¿Cuál? – no estoy de ánimo para esto
- es un proyecto en conjunto, ¿conoce al mangaka ijuiin kyo? - ¡ijuii! Pero eso no puede ser, es imposible que este misaki esté saliendo con ese ijuiin, por lo que dicen es un ególatra malagradecido… cálmate akihiko, cálmate.
- ¿y de que se trata?
- un programa en donde salgan ustedes don conversando de sus vidas para que los fans de ambos puedan conocerlos más de cerca.
- me interesa – supongo que puedo usar esta oportunidad para arreglas sus asuntos con cierto castaño. Si logro saber que le pasó exactamente a misaki, entonces todo estaría listo.