Otra noche, otro maltrato que recibía Camus por parte de Saga y esta vez juraba que no tenía ni idea del porque lo pegó.
Saga se cambiaba como si nada pasara, mientras Camus lo miraba con un intenso odio, nunca quiso irse porque sabía cómo reaccionaría Saga y eso sería peor.
- ¿A dónde vas?- preguntó Camus
- Al café
- ¿Por qué otra vez?
- Porqué yo quiero
- ¿Por qué?
- ¿Por qué, qué?
- Porqué me haces esto, no entiendo la razón del porqué me lastima, mira lo que me haces, ¡mira!-mostrándole su brazo donde tenía moretones que se notaban-
- Yo me voy no quiero hablar de eso-se dirigió a la puerta-
- Saga-dijo Camus antes de que salga- sales por esa puerta y te juro que te olvidas de mí para siempre
- ¿Me estás amenazando?
- Tómalo como quieras yo solo te digo que si te vas, yo también me voy para siempre y nunca más nos volveremos a ver
- Jajajaja no me interesa, total ya sabes que te puedo encontrar, y será para ti peor después de encontrarte –sin decir más se fue-
Camus estaba enojado, ya estaba cansado de lo mismo, de todos los insultos, todos los golpes, tuvo muchas oportunidades de escapar, incluso lo hizo una vez pero Saga lo encontró y le fue peor, a partir de ahí vivía con miedo de que algún día Saga lo llegue a matar, pero esa noche se terminaría todo…
Saga llegó a su casa no estaba borracho tan solo había tomado unas cuantas copas que no le llegaron a hacer efecto, todas las luces estaban apagadas, ningún ruido, completo silencio, camino y subió hasta la habitación que compartía con Camus, grande fue su sorpresa al no encontrar a nadie.
- Al parecer lo que me decía era cierto pero ya verá como le irá -se dijo para si mismo-
Miro detenidamente todo a su alrededor y pudo visualizar un celular, era el celular de Camus, lo tomó y desbloqueo, no había nada, sin señal, solo un video…lo puso a reproducir.
“*empezó por verse primero un fondo negro luego el rostro de Camus, se podía notar la tristeza en su cara* Saga ya no estoy ahí ¿verdad? Yo te dije que me iría si tú salías y lo cumplí, tengo tantas cosas que decirte, empezaré por el principio desde el inicio de mi dolor aún lo recuerdo era una noche fría tu saliste y volviste con un olor despreciable a tabaco sucio y ginebra, no sé de donde sacaste que yo me metí con tu hermano, tal vez era el efecto de la bebida en ti que te hacía pensar cosas que no eran, me empezaste a gritar de la nada yo me asuste nunca te había visto así, de repente me golpeaste yo me quedé aturdido no entendía nada, así pasaban los días, salías y volvías a la hora que querías yo no te decía nada por miedo a que me volvieras a pegar a insultar como ya era de costumbre *ahora se podía notar como Camus empezaba a llorar* noche tras noche aguantar tus malditos maltratos yo ya no aguantaba, me preguntaba donde quedó todo ese amor que me prometiste, me prometiste que me tratarías bien pero no lo cumpliste, un día cansado de eso decidí salir e irme lejos pero hubo algo que me detuvo un fuerte dolor que hace días ya a sentí pensé que eran por los golpes que recibía pero al llegar al hospital me enteré que *hubo unos segundos de silencio, Camus con la cabeza agachada, de pronto levanto la cabeza y miro a la cámara* me enteré que estaba esperando un hijo, al saber de esa noticia que en ese momento me dio tanta esperanza de seguir por mi cuenta y alejado de ti me fui, me encontraste me llevaste directo a la casa, me empezaste a gritar, yo te pedía que te calmaras, que ya no me hagas daño que ya no podía y me dolía hasta el corazón aun así no me escuchabas terminaste con tus golpes y te fuiste como si no pasara nada, esa tarde perdí al bebé todo por tu culpa ojala que esto te pese por siempre tu mataste a tu propio hijo”
Saga puso pause al video no podía asimilar la idea, en qué momento había cambiado tanto, después de unos segundos de tranquilizarse continuó con el video.
“Cada noche que llegabas un escalofrío recorría todo mi cuerpo pedía que no me hagas nada pero note todos modos me volvías a lastimar, donde antes había una caricia cambió por un moretón, cada día la maleta se hacía pero nunca se cerraba solo por medio, era una tortura diaria, siempre me amenazabas diciendo si me voy me matarías, el día era gris cuando tu llegabas y todo volvía a la normalidad cuando tú te ibas, hoy por fin decidí aquella maleta que tenía preparada hacía tiempo, hoy decidí romper estas cadenas para ser libre *fondo negro apareció*”
Saga no lo soportaba el remordimiento y el dolor lo envolvía por completo, se fue corriendo al aeropuerto, él sabía que Camus no conocía otro lugar que no fuera Francia y Grecia.
Una vez que llegó pregunto a la recepcionista:
-Disculpe algún vuelo que se dirija a Francia en este día
-Sí, uno sale dentro de dos
-¿Ya alguno salió recientemente?
-Sí señor, uno salió hace media hora
-Gracias –al decir esto se retiró y se fue a sentar-
Los minutos pasaban mientras veía la televisión que había en el lugar, hasta que una noticia le llamo mucho la atención.
“Noticia de último momento el vuelo que se dirigía con rumbo a Francia del aeropuerto internacional de Grecia sufrió un terrible accidente dejando a todos los pasajeros que abordaban el avión sin vida, se lamenta este hecho y se pide a todos los familiares de los fallecidos ir a reconocer los cuerpos a la morgue del hospital general de Grecia”
Esta noticia dejo muy impactado a Saga quien no sabía como reaccionar en ese momento, después de unos minutos de analizar y despejar su mente se fue directo al hospital.
Cuando llegó entro a la morgue donde observo a personas llorando por las personas muertas.
-Por favor solo le pedimos que no descubra mucho la parte de la cara ya que algunos están gravemente heridos -dijo el doctor encargado de esa área-
-Está bien –sin decir más entro en el lugar-
La mayoría de los cuerpos ya habían sido reconocidos, solo había unos cuantos, observo que de una de las camillas salía cabellos del color idéntico al de Camus, se acerco más a esta camilla pero no tuvo el valor suficiente para levantar la sábana que cubría a todo el cuerpo, a demás el color del cabello era idéntico así que no se podía equivocar.
Pasaban los días y Saga lloraba y lloraba, ya no salía a tomar, solo lo hacía en su casa lamentándose por todo lo sucedido.
EN ALGÚN LUGAR DEL MUNDO…
En las orillas de una playa estaban dos hombres, el brazo de uno rodeaba la espalda mientras el otro se apoyaba en el hombro del otro.
-Te dije que todo estaría bien -dijo el hombre de cabellos azules y piel morena-
-Sí, tenías razón, nunca pensé que cambiarme de nombre y teñirme el cabello funcionaría
-No solo fue eso
-¿A qué te refieres? -Con un gesto un poco más serio-
-Te acuerdas del avión en el que te tenías que ir a Francia
-Sí…
-Sufrió un accidente y todos murieron
-Entonces…
-Básicamente tú estabas en ese vuelo y moriste cosa que facilito esto
-Ah ya entiendo, ¿Por qué quisiste cambiarme el nombre a Ángel?
- Porque para mí eso eres un ángel, mi ángel, un ángel que cuando conocí tenía las alas rotas y yo logre sanarlas
-Te amo Milo
-Y yo a ti mi Ángel
-Mira –sacando una hoja del bolsillo de su bolsillo-
-¿Otra canción? -agarrando la hoja-
-Algo así, la escribí cuando te conocí y la acabe hace unos días
-Mmm haber –comenzó a leer-
“Las flores ya no llegan
el poema se acabó
lo que un día fue amor
en amargura se volvió
el quiere regresar el tiempo que pasó
para poder revivir los placeres del ayer
ya no puede ver las cosas igual
porque en un mar de olvido todo ya quedo
ya el océano a perdido su color azul.
Las estrellas miran, la luna la abraza
y un ángel llora…
Pasaron ya los días
ya él se olvidó
de el amor que prometió
cuando lo conoció
entra a la habitación y en la cama él se echó
todo su cuerpo frío la tristeza lo consumió.
Las flores ya llegaron el poema empezó,
sobre una tumba fría
el llora su dolor
el solo quiere regresar el tiempo que pasó
para poder perderse así en la dulzura de su voz.”
*****FIN*****