William: Hola a todos, perdonen la demora, pero ya que hoy están todos los presentes comenzare a explicarles sobre el testamento. Como ya sabrán todos el señor Uchiha Madara durante su vida a acumulado numerosas sumas de dinero y bienes. Una vez al mes separaba una quinta parte de todo lo que ganaba y lo guardaba en una cuenta de la isla extrajera de Cuba. Esto ha sido así desde hace aproximadamente unos 20 años. Por lo que es capital acumulado adquiere una suma importante, la cual después de la lectura de este testamento y con la presencia de todos ustedes, pasara a las manos de Naruto Uzumaki y sus bisnietos.
Todos se impactaron al escuchar quién heredaría la fortuna de Madara Uchiha, pero antes de que se escuchara alguna queja, el notario prosiguió.
William: Leeré textualmente, "la totalidad del capital será repartido entre Naruto Uzumaki y los hijos que tuvo con mi nieto Sasuke Uchiha, de los cuales el desconoce su existencia. Cada uno de ellos puede decidir que debe de hacer con su parte, ya que ahora les pertenece. Se que al ser Uchihas y tener una educación que yo mismo impartí, no se dejaran engatusar por cualquier oportunista, ni por ningún empresario cualquiera que desee ese dinero. Ellos no sufrirán lo mismo que mi nieto Sasuke.
Naruto al enterarse que sus hijos si tenían un padre y que estaba a unos pocos metros de él, no sabía que hacer. Miraba numerosas veces a Sasuke, observando detenidamente el parecido que tenía con sus hijos.
Fugaku: ¡Estas mintiendo William! ¡Todo es una asquerosa mentira!
William: No estoy diciendo nada falso señor Fugaku Uchiha. Todo lo dicho es cierto, lo escribió el mismo Madara Uchiha.
Mikoto: Pero William nosotros no tenemos nietos, por desgracia aun no los tenemos.
Obito: Es muy raro que ningún Uchiha sea el que herede la fortuna.
William: Tranquilícense todos.
El notario dio una carta al patriarca Fugaku Uchiha, otra a Sasuke y la última a Naruto, donde se especificaba la situación por Madara.
William: Es mejor que las lean a solas, las hizo Madara a mano para cada uno, puede que en ellas estén las respuestas que buscan.
Fugaku: ¡Aun así me niego a aceptar lo que esta pasando! ¡Seguro que Naruto Uzumaki manipulo todo!
Sasuke: ¡Papa Naruto no hizo nada!
De repente entran por la puerta siete hombres y rodean a Naruto sin previo aviso.
Fugaku: ¡Como osáis interrumpir en esta sala! ¿¡Quienes sois!?
Menma: Somos los hermanos mayores de Naruto, y ellos son sus hijos, venimos a protegerlo de vuestras lenguas de serpiente y llevárnoslo.
La cara de Sasuke era un poema entero, ya que creía que tendría si eso 2 hijos ya que hablaban en plural siempre de ellos, y pensaba que eran gemelos, pero se llevo la pequeña sorpresita de que eran quintillizos.
Mikoto al verlos quiso ir hasta ellos y abrazarlos, pues siempre había deseado tener nietos, y aunque estos ya fueran unos adolescentes creciditos no le importaba, los amaría de cualquier manera. Pero de repente un grito estridente irrumpió en la sala, distrayéndola de su propósito.
Itachi: ¡Deidara!
Deidara: Buf.
Naruto: ¿Lo conoces Dei oni-chan?
Deidara: Lo soporte durante la secundaria, no me dejaba en paz.
Itachi abrazó fuertemente a Deidara sin importarle nada de la situación en la que estaban.
Itachi: No digas eso Dei-chan.
Deidara se zafó de su agarre y lo tiró al suelo con un puñetazo.
Deidara: ¡Cállate! ¡Tuve que soportar todas tus malditas borracheras, tus ligues y todas tus estupideces!
Menma: ¿Entonces le odias?
Deidara: Claro que no, es mi amigo, si no no lo soportaría tanto.
Itachi: Itachi, lo ves Dei-chan, sigues siendo tan tierno como de costumbre.
Deidara: ¿¡Acaso te quieres llevar más golpes!?
Tsukasa: Tío Deidara, para ya, eres un adulto, no debes armar esos jaleos, compórtate.
Hablaba un chico de cabello negro azabache, corto y peinado hacia atrás con gomina, ojos azules, porte fuerte y elegante.
Tsukasa: Me disculpo en nombre de mi tío, no queríamos armar este jaleo. Mi familia esta aquí para recoger a mi papi, ya nos vamos.
Naruto: P-pero Tsukasa... vuestro padre esta aquí.
Tsukasa: Nosotros nunca tendremos de eso.
El corazón de Sasuke se oprimió en ese momento, los acababa de conocer, a sus pequeños, aunque ya no lo eran, pues habían crecido bastante, y él se perdió todo eso. Pero rechazarlo así de fácil. Una niña de pelo negro semilargo lo abrazó.
Noa: Tu eres mi papá ¿verdad?
La niña lo miró con ojos llorosos, eran más bellos que millones de diamantes, eran de un azul tan puro y sincero. No pudo evitar rodearla entre sus brazos, y saber que aquella criatura era suya, algo tan hermoso, no creía que podía haberlo creado él. De sus negros ojos resbalaron unas gotas que salieron sin permiso.
Sasuke: Si, si lo soy mi pequeña, te quiero.
Noa: Papa baka, jeje, soy un niño.
Sasuke: Culpa mía, es solo que eres lo más lindo que he visto nunca hijo.
Tsukasa: Noa, apártate de él, ahora.
La voz de Tsukasa era autoritaria, y pocos se atreverían a cuestionarla, Noa miró hacia atrás, aún entre los brazos de su querido padre.
Noa: Pero mira Tsukasa oni-chan, es nuestro padre, tenemos un padre.
Fugaku: ¡No tenéis nada! ¡No es vuestro padre!
Noa: ¡Eso es mentira!
Sasuke: No dejare que te metas con ellos, no pienso permitir eso. Ni que dudes de su existencia, no tienes derecho a hacerlo.
Sasuke tenía un aura amenazadora nunca vista antes, parecía que con una sola mirada podría asesinar a cualquier persona, sin necesidad de ningún arma, sentías que te ahogaba y te sumía en la oscuridad, la piedad no se veía en ella.
Ren: ¿Papi, por qué lloras?
Naruto se tocó las mejillas húmedas, pues no se había dado cuenta que estaba llorando, pero su alma si lo notaba. Sasuke se acercó con Noa hacia él, y le secó las lagrimas dulcemente.
Sasuke: Dobe, estas llorando como un bebe.
Naruto: T-teme.
Sus lagrimas no dejaban de caer al suelo, no podía recordar, no tenía idea de quién era el hombre frente a él y hace poco descubrió que era el padre de sus niños. Pero porque dentro de él algo le decía que si lo conocía, y no podía bloquear aquellas lagrimas.
Sasuke: Si quieres nos podemos conocer de nuevo, igual que en secundaria, cuando jugábamos videojuegos, basquek e íbamos al cine a ver pelis de acción. Puede que tu no recuerdes, pero yo lo haré por los dos. Déjame volver a conocerte Naruto, déjame conocer a todos nuestros hijos.