Pasó un día después del encuentro entre usagi y kaori, a ojos del escritor, la chica tenía facciones idénticas al amor de su vida, pero era más energética, juguetona y desordenada que este.
El par de hermanos se iba a reunir ese día en la tarde, pero usagi no quería dejar solo a misaki con ella, básicamente porque la chica era de veras muy energética, y solo el día de ayer fue capaz de apartarlo de él varios minutos, que el gran usami akihiko pidiera disculpas, y volver a llevarse a su hermano y no dejarlo en paz hasta pasadas las 10 de la noche. “es poderosa” pensaba el escritor, por lo que decidió, para no perder otro día completo con su amor, que la chica viniera a su casa, y se quedaran a hablar acerca de la visita de niichan juntos.
- ¿Y cómo le diremos a nii chan sobre esto? – preguntó misaki algo nervioso por lo que se venía ese domingo. Efectivamente la chica podía parecer despreocupada por su vida, pero en momentos de seriedad, y cuando se refería a su corazón, sabía exactamente que hacer – la verdad, no estoy seguro de como valla a reaccionar nii chan, y además…
- misaki – el castaño fue interrumpido, el escritor estaba escuchando desde su escritorio, en parte sabía que los hermanos estaban hablando de algo importante y privado, pero quería saber cómo poder consolar los miedos de su niño, y ante kaori, era mucho más abierto, le molestaba, pero eran evidentes las razones, no era como su relación con su hermano - ¿nuestro hermano nos ama?
- ¡por supuesto que nos ama!
- por eso cuidó de nosotros con la ayuda mínima necesaria – misaki no respondió, solo agachó la cabeza – hace ya tiempo le pregunté, y no quiere que le paguemos de ninguna forma, por lo que lo mínimo que puedo hacer, es demostrarle que puedo ser feliz
- ¿he? – misaki no entendía bien
- la persona con la que quiero compartir mi vida resultó ser una mujer, no hay nada mucho que yo pueda hacer al respecto. La persona con la que tú quieres compartir tu vida – y le hiso un movimiento de manos para que continuara su frase
- resultó ser el mejor amigo se mi hermano – dijo algo avergonzado
- y… - no dejaría en paz a su hermano solo con eso, aunque esta parte era más para molestarlo
- no hay nada que yo pueda hacer al respecto
.- Perfecto – sonó el teléfono, evidentemente, era un alegre todo de música pop – si… ¿ya llegaste?... perfecto, entonces voy a buscarte… no te preocupes, voy en camino… nos vemos.
- ¿te vas?
- sí, hinata llegó a la estación
Así se fue dejando a la pareja sola nuevamente en el gran apartamento
Usagi quería decirle a su niño que no se preocupara, que todo saldría bien, pero para empezar, se supone que ni siquiera había escuchado dicha conversación, sin embargo, fue sorprendido cuando fue el mismo misaki quien fue a hablarle, con susemblante tímido, ysu cabeza gacha, se acercó a su novio.
- esto… ¿estás ocupado? – preguntó nervioso
- ahora no – debía fingir no haber escuchado nada, era difícil considerando lo feliz que le hicieron las palabras dichas por el castaño
- escucha… yo… esto… - tomó aire y valor para finalmente decir – le diré a nii chan de lo nuestro, si él lo acepta, me gustaría que fueras a la cena que organizó él.
Era demasiado feliz, escuchar a su niño que aceptaría sus sentimientos frente a takahiro, ya era feliz porque se lo había dichi a su hermana, pero ahora se preguntaba, ¿Cuándo a él? Hasta entonces solo escuchó una confesión directa por parte del castaño, y había sido hace años en la noria. Pasaban los minutos y ninguno decía nada, usagi perdido en sus pensamientos y misaki esperando respuesta, al no recibirla decidió hablar él.
- yo… la verdad… es que quiero estar contigo, yo… te amo
Sin más se abalanzó sobre su novio, estaba demasiado felz, quería sentirlo, pero más importante, quería verlo sentirse bien, porque para el hombre de ojos violeta no había mayor satisfacción que esa, más que el acto del mor como tal, amaba ver a su niño disfrutar, aunque este acostumbrara a negarse.
- espera, usagi, aún es de día – pero usagi no decía nada, solo besaba su cuello. Quería amarlo en ese mismo instante. Sus deseos de hacerle sentir algo único eran demasiadas, por lo que se le ocurrió una idea. Se separó del castaño que tenía unas lagrimitas en sus ojos, y sus mejillas ya se estaban enrojeciendo por la excitación.
- misaki, tengo una idea
- ho hagas nada pervertido – dijo casi en un susurro
Usagi se limitó a llevar al pequeño hasta el sofá, fue albaño a buscar unas vendas, antes de cualquier objeción de misaki, el mayor ya le estaba tapando los ojos.
- espera, usagi así… - tenía miedo, nunca lo habían hecho así, y no saber lo que sucedería le atemorizaba, estaba acostumbrado a usagi san… pero esto… - no puedo así… yo
- shhh- le susurró sensualmente en su oído – solo concéntrate en disfrutar – terminó la frace y empezó a besar el pequeño cuerpo debajo suyo mientras las prendas desaparecían una a una. – misaki ¿recuerdas?
- de… haa, ¿Qué hablas? – dijo entre lascivos suspiros.
- aquí te quité la virginidad – apenas escuchó eso esos recuerdos vinieron a su mente, excitándolo todavía más, haciéndole desear más, y endureciendo esa parte tan sensible.
Apenas el escritor se dio cuenta de lo que había causado, decidió hacerse cargo de eso, quitó el bóxer y empezó a lamerlo, arriba abajo, misaki, al no poder ver nada, se sentía aún más sensible que de costumbre, y de su garganta salían gemidos aún más altos que los de siempre, estaba ensu límite, esa experiencia era demasiada para él.
Supo exactamente cuándo usagi empezó a prepararlo, donde lo besaba, podía senir su pasión solo con los toques, así estuvieron casi toda la noche, no fue hasta tarde que usagi le permitió dormir.
“El domingo en la mañana, le diremos a niichan sobre nuestras relaciones… veremos si aún estamos invitados para ese mismo día a la noche”