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La perfecta venganza por DarkGothic

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Notas del capitulo:

Hola, como había dicho y prometido, aquí tienen el capi dos, creo que me quedó un poco más largo, así que espero mi recompensa. En este capí se da el primer encuentro entre Natsu y Zancrow y el inicio de la venganza.

¡Hola! Como prometí, aquí les tengo el segundo capi del fic La perfecta venganza. Bueno, no me resistí y escribí esto a las cuatro y media de la madrugada, sip, luego de terminar de publicar el primer capi...¡¡Estoy emocionado!! ¿Pueden culparme por eso? En fin. No hago esto más largo de lo que debería y mejor, empecemos con el fic y por supuesto, con la verdadera historia del fic.

****

Natsu había comenzado a soñar con nuevos detalles, el cabello rubio fue un añadido, al igual que notaba ahora que la mujer de sus sueños siempre vestía un vestido blanco y ligero a la vez que seguía llamándolo. Su cabello rubio que apenas se lograba distinguir, siempre flotaba al viento y también mientras corría en aquel extraño juego de persecución.

Natsu seguía sin entender lo que significaban esos sueños, pero eso no le importaba. Lo único que quería ahora era despejarlos de su mente. Ese día había decidido tomar una misión para lograrlo así que se levantó más temprano y fue directo al gremio, logró tomar una misión que consideraba perfecta y posteriormente la realizaría. Tenía ganas de hacerla solo, sin Happy, sin Lucy, sin ninguno de sus amigos. Mirajane autorizó su misión y entonces pudo marcharse. Había dejado una nota a Happy para no preocuparlo y entonces, ahora sí, podría hacer su misión en solitario. Más que nada quería que aquello le ayudara a despejar su mente de los constantes sueños que siempre le tenían preocupado.

En su misión, tenía que ir a un pueblo algo alejado pero ni loco tomaría un tren, prefirió ir caminando. De todas formas no es que estuviera taaaan alejado para tomar un tren… o eso pensó. Por fortuna como marcho demasiado temprano, llegó casi al terminar el atardecer. La misión consistía en deshacerse de unos delincuentes que estaban atormentando al pueblo. No tardó mucho en realizarlo, la recompensa no era tan buena como esperaba, pero al menos consiguió su objetivo de olvidarse de sus sueños. Descansó en ese pueblo esa noche hasta el día siguiente. Tuvo como siempre ese sueño, sin añadiduras por el momento. Al día siguiente, se marchó para regresar a casa lo antes posible. Como esta vez no tenía tanta prisa, se tomó su tiempo.

Había estado indagando de nuevo en aquel sueño que ya lo tenía bastante fastidiado. No sabía cómo lidiar con ello. Durante el camino, su estomago gruñía como un montón de fieras furiosas que realizaban una batalla a muerte donde se comían unos a otros, sin duda toda una batalla épica.

-Me muero de hambre.

Se quejó por millonésima vez. En ese momento hubiera deseado tomar un desayuno antes de marcharse, pero no, quería salir lo antes posible, y ya se estaba muriendo de hambre.

Unos metros más adelante, notó algo que le llamó la atención. Podía escuchar los gritos de una mujer. Eso le sorprendió y se apresuró a averiguar lo que pasaba. Ahí frente a él, un grupo de cuatro sujetos estaban rodeando a una mujer y parecía que le estaban haciendo daño. Con gran enojó se abalanzó a rescatar a la doncella en apuros.

-¡Oigan ustedes! Métanse con alguien de su tamaño.

Y como héroe de cuento de hadas, golpeó a cada uno de los abusadores y estos huyeron despavoridos. No pudo distinguir quienes eran pues llevaban unas especies de máscaras con marcas rojas que ocultaban sus rostros. Miró a la joven que ahora yacía en el sueño sobre sus rodillas. Su largo cabello rubio cubría sus ojos pero le extendió su mano para ayudarla.

-¿Estás bien? ¿No te hicieron daño?

La chica apenas si levantó su mirada, pero aceptó la mano de Natsu. El pelirosa la levantó de apoco y entonces notó su peculiar traje. Recordaba haber visto uno parecido hacía tiempo, pero no sabía dónde o con quién. La chica levantó lentamente su mirada y Natsu conectó sus ojos con los de ella y entonces vio su color, rojos, tan rojos como unos que reconocía demasiado bien. Soltó a la chica al tiempo que soltaba una exclamación de sorpresa y enojo.

-¡Tú! Creí que habías muerto.

Por varios minutos estuvieron así, quietos, con Natsu señalando a la joven con su “amenazante” dedo y con la rubia mirando un poco desconcertada y con un ligero sonrojo en su rostro. Luego de eso, ella habló.

-No sé de qué me habla. Jamás en mi vida le había visto antes.

Natsu entonces bajó sus defensas. Miró desconcertado a la joven y trató de entender lo que pasaba. Ella se veía como el tipo que no recordaba su nombre. Olía incluso igual que él (Tal vez un poco más sutil) y esos ojos, esos ojos jamás los iba a olvidar, eran los de él, lo podía apostar. Natsu con una cara muy molesta, señaló de nuevo a la joven.

-¿En serio? Porque a mí me pareces muy familiar.

-Quizás me confunde con alguien más.

-Imposible, no hay nadie en el mundo que se parezca a otra persona.

-Quizás, me confunde con mi hermano. Se llamaba Zancrow.

-Oh sí, cierto, ese era su nombre.

La chica le miró con una cara de incredulidad. Natsu para ese momento notó entonces el par de “atributos” en el pecho de la chica y que él recordaba, Zancrow (Ahora sí recordaba su nombre) no los tenía, porque era hombre, y quien estaba frente a él era una chica. Miró confundido y su desconcierto se extendió hasta niveles estratosféricos. Se sostuvo la cabeza en señal de frustración al tiempo que gritaba estridentemente por la falta de comprensión que sufría.

La “chica” nuevamente trató de hablar, usando un tono de voz muy suave.

-Ejem… gracias por salvarse de esos hombres. Hacía horas que me perseguían y de no ser por ti…

Natsu la miró de nuevo. Ahora ya más calmado, trató de aclarar sus dudas.

-Entonces… dices que eres hermana de Zancrow.

-Sí, él era mi hermano mayor. Nos separamos hace tiempo cuando éramos niños, desde entonces estuve buscándolo… luego me enteré que había muerto…

En ese momento, decidió poner una cara de tristeza al tiempo que obligaba a dejar salir una lágrima que esperaba fuera lo suficientemente convincente para engañar a su “rescatador”. Lástima que Natsu no sabía que en verdad sí había acertado y frente a él se encontraba su enemigo a quien creyó muerto durante siete años.

Natsu pareció caer en la trampa y como si quisiera consolarla, trató de decir algo torpemente.

-Eh… yo… siento lo de tu hermano.

-Está bien. Sé que mi hermano murió hace siete años… eh tenido tiempo para pensar sobre eso… solo que…

Natsu la miró con extrañeza.

-¿Sucede algo?

-Bueno… no tengo un lugar a dónde ir.

Natsu pensó en lo que le dijo y como su mente confundida trataba de llegar a una solución. En su naturaleza amigable quiso ayudar a la hermana de Zancrow, después de todo, no sería posible que fuera como él, de lo contrario ya hubiera tratado de matarlo en venganza por lo de su hermano.

-¡Ya sé! –Zancrow miró a su enemigo con total sorpresa e intriga-. Vendrás conmigo. Te llevaré a Fairy Tail, seguro que ahí te sentirás a gusto.

-“¡Ya cayó! Fue más fácil de lo que pensé, y solo tuve que fingir que soy una estúpida damisela en apuros. No creí que esta tonta historia funcionara. Si supiera que yo soy ese supuesto “hermano”.”

Zancrów sonrió, pero tuvo que hacer un gran esfuerzo por no parecer un desquiciado ni que su risa comenzara a ser su característica carcajada. En su lugar, soltó una ligera risa que en un principio, a Natsu le llamó la atención aunque fuera por breves segundos.

-Bien, entonces andando.

Alentó a que le acompañara. Por desgracia, Zancrow no podía caminar. Durante el “supuesto ataque”, terminaron hiriéndolo verdaderamente, eso para que todo se viera más “real”. Natsu notó la pequeña mueca de dolor de la rubia y se preocupó.

-Te sucede algo.

-Yo… eh… sí, mi tobillo. Durante el ataque de esos sujetos me caí y me lastimé. Me duele si intento apoyar mi peso en él. Caminar me lastima.

-Bien, entonces te cargaré.

-¿Qué? No, ¡Oye! No es necesario, ¡No!

Y sin darle oportunidad de réplica la cargo en brazos. Zancrow se sentía con una profunda vergüenza y se sentía humillado. Había esperado que le ayudara, pero no que lo cargara, y eso ya era demasiado bajo para su orgullo.

Durante todo el trayecto caminaron o más bien, Natsu caminó y Zancrow era cargado en los fuertes brazos de su enemigo. La noche había caído y aún no llegaban, por lo que Natsu decidió montar un campamento improvisado para descansar. Zancrow aún estaba furioso pero lo ocultaba para evitar preguntas. Su tobillo dolía horrores y eso ni siquiera era lo peor, no, claro que no. Lo peor de todo era que él… ¡No podía usar su magia!

Era muy frustrante, solo dependía de su propia fuerza que no era mucha siendo una mujer, además que sus movimientos eran más torpes al no estar acostumbrado a esa anatomía. Si bien era bueno dando unas patadas y puñetazos, en una pelea real tenía todas las de perder. Se podría decir que su única fuente de seguridad, por el momento, era su enemigo. Suspiró de fastidio. Desde ya esa misión le estaba resultando un dolor insoportable, metafóricamente, era como tener una piedra en el zapato.

Por esa noche trataron de descansar, aunque para Natsu fue más fácil que para Zancrow, quien aún estaba debatiéndose consigo mismo sobre su actual situación y lo humillante que estaba resultando ser. Pronto el sueño también le venció y quedó a la deriva del mundo de los sueños.

A la mañana siguiente, ambos emprendieron de nuevo la marcha, y pese a las protestas de Zancrow por evitar se de nuevo cargado en brazos, Natsu le ignoró completamente y de todas maneras lo hizo. Y así fue todo el camino hasta llegar de nuevo a Magnolia, donde irían directo al gremio.

Una vez que ya estaban a unos pasos, Natsu le dijo a la rubia con una gran sonrisa.

-Todos te van a agradar, ya lo verás.

-Sí.

Aunque en su mente solo quería recrear las mil formas distintas de masacrar a la lagartija que ahora lo cargaba como si fuera una doncella… oh, esperen… era una doncella ahora. Maldijo por lo bajo su mala suerte.

Las puertas del gremio se abrieron de par en par y un alegre saludo recibió a todos los que estaban ahí, reconociendo la voz de quien era la luz y alegría del gremio, Natsu.

-¡Natsu! Ya regresaste.

Lucy como siempre le recibió contenta. Los demás siguieron su ejemplo. Entonces notaron a la “preciosa” carga que llevaba. Todos se detuvieron y le miraron con caras interrogantes. La rubia había ocultado su rostro sobre el pecho del pelirosa, esto lo hacía más que nada para evitar ser visto con la cara roja de vergüenza, además que eso daría un espectáculo de “inocencia y fragilidad” a su persona, algo que indudablemente le dijeron en mil ocasiones que tendía a funcionar bien en aquellas situaciones.

-Natsu, ¿Quién es esa persona?

-Ah, es alguien que quiero presentarles, estaba siendo atacada por un grupo y llegué yo y la salve. No tiene donde quedarse y pensé en traerla aquí.

Todos le miraron y luego a la figura que en ese momento decidió levantar la cara para dejarse ver por todos. Inmediatamente se sorprendieron muchos de ellos al reconocer ese rostro y esos ojos. Lucy recordaba perfectamente bien esa cara. Un gemido de sorpresa se dejó escuchar y luego fue una exclamación al unísono de varios de los magos que reconocían aquel rostro.

-¿Qué hace aquí?

Natsu se confundió por un momento y luego recordó que él había tenido la misma reacción cuando la vio por primera vez. Sonrió despreocupadamente y luego procedió a explicar lo que sucedía.

-Ella es la hermana de Zancrow, estaba buscándolo desde que era niña cuando los separaron.

Todos se calmaron un poco pero las sospechas sobre esa supuesta hermana no disminuyeron. Zancrow previniendo que eso pasaría, trató de hacer su mejor actuación de chica inocente y frágil.

-Sí, mi hermano era Zancrow. Me entere hace poco que murió… yo… estuve mucho tiempo buscándolo, con la esperanza de estar juntos de nuevo, luego de la muerte de nuestros padres, él era todo lo que me quedaba. No tengo a donde ir, y pensé… tal vez… ayudar, a cambio de que me dejen quedar aquí.

Lucy estaba un poco escéptica y no confiaba del todo en aquella rubia. De hecho, varios aún dudaban de ella, sobre todo los que tuvieron un contacto directo con el God´s layer. Makarov estaba presente también y observaba la escena con precaución. Había algo que le intrigaba y quería sacar toda duda posible.

-Dices que eres hermana de Zancrow… ¿cómo te enteraste de su muerte? Y no nos has dicho tu nombre.

Ante eso, Zancrow se quedó congelado, no había pensado en ello. Ahora ¿Qué se supone que diría? Pensó rápidamente para tratar de llegar a una buena mentira, hasta que decidió tentar a su suerte.

-Bueno, escuché rumores… no sé si todos sean ciertos, pero entre esos rumores estaba sobre mi hermano… y su muerte. Y respecto con mi nombre, pues…

Se sonrojó para dar mayor efecto a la situación.

-Mi nombre es Yuki.

Podía mentir mejor que eso, pero no se le ocurrió nada más convincente en tan poco tiempo. Miró a todos esperando su reacción. Obviamente muchos de ellos no le creía, quizás hasta ninguno le creía, pero tenía que seguir tratando. Finalmente y luego de un largo silencio, algunas voces se dejaron oír.

-De acuerdo. Te llamas Yuki y eras hermana de uno de nuestros enemigos. ¿Qué te hace pensar que te dejaremos quedarte?

Ese había sido Gray. Todos le miraron. Algunos un poco sorprendidos por su actitud hacía una chica, otros estaban de acuerdo con sus palabras. Zancrow tuvo que pensar, y sabía que debería de demostrarles una manera de confiar en él, o en este caso, en ella. Suspiró y no le quedó de otra que admitir una de sus debilidades actuales, su falta de magia.

-No tengo magia, no podría enfrentarme a ninguno de ustedes sin terminar lastimada seriamente. ¿Qué caso tendría?

Sonrió mientras lucia una mueca de tristeza que obviamente tuvo que ensayar bastante, claro, porque tuvo “maestros” muy estrictos que le exigían la mejor de las actuaciones. Con esas palabras, captó la atención de todos. Natsu fue quien habló.

-¿No tienes magia?

-No, ahora entiendes por qué no podía defenderme de esos sujetos. Soy una simple mujer que no tiene magia, no soy maga, dependo únicamente de mi propia fuerza que por desgracia no es mucha (Al menos no la suficiente para batirse en una batalla seria).

Luego de aquella confesión, algunos comenzaron a ceder, no tanto así otros. Como Gray y como Erza que aún tenían sus sospechas, Lucy ya estaba comenzando a confiar en las palabras de la chica.

-Si no tienes magia, demuéstralo.

-¡Es en serio!

Dijo con verdadera frustración. En cierta forma, Natsu quería comprobarlo y efectivamente, no sentía nada de magia en ella. Con mala gana, tuvieron que aceptar ese hecho. Sin embargo, Makarov seguía inquieto. Había algo en aquella chica que le intrigaba. Y no era solo el parecido físico que tenía con aquel rubio God´s layer.

-De acuerdo, te permitiré quedarte.

Pese a las protestas de algunos y la alegría de otros, Makarov prosiguió.

-Pero…

La alegría que tenía anticipadamente, se borró de la cara de la ahora femenina Zancrow.

-Si descubro que todo fue un engaño, lo lamentarás.

-Le juro que no estoy mintiendo.

Trató de parecer lo más sincera posible. Con eso, el viejo maestro trató de quedar satisfecho. Segundos después, recuperó su semblante alegre y con todo el descaro del mundo, se dio su agasajo con el trasero de la nueva integrante.

-Bien, entonces bienvenida.

-¡Oiga! ¿Qué cree que hace? ¡Viejo pervertido!

De todas las humillaciones, esa fue la peor, que le palmearan el trasero fue bastante denigrante. Su cara se sonrojó a niveles enormes y la vergüenza que sentía era demasiada que casi deseaba que la tierra se lo tragase. Natsu recordó entonces la lesión en el tobillo de la chica y llamó a su amiga más pequeña.

-¡Ah! Cierto. ¡Wendy!

-¿Sí, Natsu-san?

-Yuki se lesionó el tobillo. ¿Podrías curarla?

-Claro.

Dijo sonriendo la pequeña Dragon´s layer. Se acercó a la ojiroja y comenzó a curar su tobillo herido. En segundo la lesión desapareció y Zancrow miró el trabajo realizado para luego mover su pie y maravillarse al ya no sentir ningún dolor.

-Increíble.

Debía admitirlo, eso le sorprendió bastante.

-Bien, puesto que no tienes magia, bien puedes ayudar a Mirajane o si gustas ayudar de alguna otra forma.

-Claro. Hare lo que pueda.

Dijo sonriendo falsamente, aún así, hubo todavía personas que no confiaban en ella, como Gray, Erza, Gajeel en incluso, la misma Lisanna que notaba algo raro en la rubia. Todos los demás, ya parecían encantados con la nueva integrante. Algunos incluso, embobados con su belleza. Pero lo que nadie sabía, era de las verdaderas intenciones de aquella hermosa rubia, supuesta hermana de un supuesto fallecido Zancrow.

“Que comience la venganza contra Fairy Tail y sobre todo, contra Natsu Dragnel.”

 

 

Notas finales:

Espero les haya gustado el capi, bueno, como dije, las menciones especiales:

Este capi se lo dedico a las dos personitas que comentaron mis trabajos anteriores y este.

Luz Neko Fullbuster

y

DxD

En serio que muchas gracias a ustedes dos =)


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