El cigarro se consumía en mis manos tensas, tan tensas que podía ver mis venas marcadas en sus dorsos.
Me paso una mano por el cabello con aspereza, tratando de pasar a llevar mis nervios capilares, con ganas de sentir algo, un toque más allá para que mi corazón se aplaque, para que este calor y esta piel excitada se calmen.
Pongo los ojos en blanco y mis caderas hierven.
Otra calada al cigarro, ya no me da placer, ya nada me lo da y me desespero en una frustración de lo que vivo cada día.
¿Una relación de pareja soñada? Tal vez.
Yo te amo tanto, sabes que todo lo que hago lo hago pensando en ti y en nosotros, porque de verdad eres importante para mí y no te lo llegas a imaginar. Pero ¿es tan malo si amo a dos?
Do I wanna know?
¿Desbordante de amor? ¿Desesperado porque la adrenalina de lo incorrecto te trae de nuevo a mí? ¿Qué haces en mi sofá hablándome de él?
- ¿A qué debo tu visita? – No soy muy amigo de los licores fuertes, pero ahora en mi mano luce un whisky en las rocas y tú sabes por qué.
Estás de negro impecable, luciendo tu piel cual nieve cremosa bajo esos tres primeros botones desabrochados. Mi sillón rojo es tu capa, una montaña de lujuria que se acumula bajo ti, que te sigue, que te hace relucir y me da sed.
- No lo sé…tú dime – suelto una risa mientras acaricio el cinturón de cuero que detiene mis jeans gastados y me apoyo contra el ventanal de mi sala de estar.
- Aquí siempre hay más acción que palabras…- la luz plateada te hace relucir los labios mojados. Llegaste y perturbaste mi paz. Yo estaba mirando la pared mientras fumaba en la silenciosa penumbra…esperando que llegaras - ¿Qué pasó ahora?
- Aoi ¿Por qué tendría que pasar algo para que venga?
- Shima, ¿por qué seguimos con esto?
No me respondes, te levantas y prendes la radio hasta encontrar algo que te llame la atención. Prendes un cigarrillo y me miras desde tu posición tan cómoda en el dichoso sillón que tiene más oportunidades de tenerte que yo.
Me deshago en suspiros.
El silencio nos penetra con la frialdad de un cuchillo afilado, no quiero mirarte Shima, porque te conozco y porque me conozco, sé que nada bueno saldrá de esto, porque para mí GazettE siempre estará en primer lugar, porque tú lo amas a él, porque las parejas de los amigos son personas prohibidas…
Un ritmo conocido suena en la radio y unos primeros acordes sensuales me torturan. Desde que esto comenzó que no me puedo quitar esa maldita canción de la cabeza, porque me recuerda toda la mierda que estamos pasando, porque me recuerda que le digo “mierda” para no poder disfrutarlo aún más.
Sonríes con lujuria y mueves tu cabeza siguiendo el ritmo, impulsas tu cuerpo hacia delante para apagar el cigarro en el cenicero y entonces comienzas a cantar.
¿Alguna vez te has sonrojado?
Tus dedos largos y finos tocan tus muslos y se deslizan hacia arriba, te rozas con las yemas, mientras cantas en susurros para mí.
No sé qué hacer.
Despego con un escalofrío mi espalda desnuda del ventanal y decido a sentarme en el sillón para mirarte mover esas marcadas caderas cubiertas por tu pecaminoso pantalón.
¿No tienes ni idea de que estás hasta el fondo?
He soñado contigo casi todas las noches de esta semana
Necesito otro cigarro para cuando te veo balancear tu cuerpo con gracia adolescente. Te tocas mientras me miras y tu camisa cae, mis manos caen hasta la cajetilla y sacan otro cigarro, lo prendo mientras tú mueves tus caderas de izquierda a derecha, enloqueciéndome, con un vaivén lento y tortuoso como el bajo de la canción.
¿Cuántos secretos puedes mantener?
Lento, lento y profundo como cuando hacemos el amor, así me estas bailando Uruha. Quien dice que eres sensual cuando estas arriba de un escenario es porque no te han visto como yo te veo ahora. Brillando con la luz de la luna y las luces de la ciudad, admirando tu abdomen tenso mientras meneas tus caderas de adelante hacia atrás, bajando mientras doblas ligeramente las rodillas, quitándote el cabello castaño claro de la cara y mordiéndote un dedo, mirándome, paseando tu lengua por tu labios carnosos, que se lucen rosados esperando a que te devore.
Quiero saber…
Si este sentimiento fluye en ambos sentidos.
Bebé ambos sabemos
Que las noches principalmente fueron hechas para decir cosas
Que no puedes decir mañana por el día
Arrastrándome de vuelta a ti
Tus manos vuelven a tu pecho y se arrastran hacia abajo, serpenteando por tu cuerpo, te arrodillas lentamente. Arrodillado en el piso tus manos vuelven a subir y juegan con tu pelo mientras sigues la parte más rápida de la canción y yo siento que mi corazón estalla, estalla de deseo y siento mi pulso acelerarse y mi respiración entrecortarse.
¿Por qué tienes que hacerme esto?
Giras fuertemente tu cabeza y tu cabello queda de un solo lado, haciéndote lucir aún más sensual, entonces comienzas a moverte en el suelo, gateando hacia mí. Tus brazos se marcan y tus caderas se elevan, me das la maravillosa imagen de tu espalda tan bien delineada.
Quizás estoy demasiado ocupado siendo tuyo para caer por alguien nuevo
Ahora que lo he pensado bien
Te das una vuelta brusca, quedas de espalda a la alfombra y tu mano acaricia tus labios, baja por tu garganta y la rasguñas, tus manos se vuelven a juntar en tu boca abierta que gime ante el deseo y entrelazadas una sobre la otra caen directamente a tu entrepierna que pide ser satisfecha. Flectas las rodillas y elevas las caderas, cambias de posición y yo siento que estoy girando.
¿Así que tienes las agallas?
He estado preguntándome si tu corazón sigue abierto
Y de ser así quiero saber a qué hora cierra.
Tengo sed, me siento asfixiado y mareado.
Ya no me importa nada, me lanzo a tu cuerpo desde mi posición en el sofá. Te tomo de las caderas y acaricio los huesos con mis pulgares.
Los Arctic Monkeys siguen haciéndome estremecer para cuando susurro contra tus labios.
Es sólo que estoy constantemente a punto
De intentar besarte
Lames mi labio inferior y yo ya no soporto más, nuestras bocas encajan de una manera nueva, la ternura de tus labios tibios y mojados y la aspereza del sabor a tabaco en mi boca. Nuestras lenguas se enredan y tus manos se pierden en mi pelo, las mías delinean tu contorno tan esbelto.
Me abrazas, uniendo nuestros pechos desnudos, tu calor con mi frialdad se mezclan a la perfección. Nos recostamos de costado en la alfombra que nos amortigua la vergüenza en el suelo y entrelazamos nuestras piernas.
Acaricio cada pequeña parte que voy a besar de tu cuerpo, pero la desesperación por probar tu piel otra vez me lleva a lamer, a morder, a succionar todo lo que me dejas descubriendo a mi paso cadencioso y sensual.
La música nos excita el doble mientras saboreo tu cuello, sigues cantándome al oído.
Porque esta canción que he encontrado
Que de alguna manera me hace pensar en ti
Y la pongo en repeat
Hasta que me quedo dormido
Me sacas de quicio Shima, en serio ¿Por qué hacemos esto?
Te ubicas arriba mío, tomando mis muñecas y dejándolas a los costados de mi rostro, te mueves como si me embistieras y nuestras erecciones se rozan de manera deliciosa. Me muerdo los labios para no gemir notoriamente, pero me besas y te tragas mis expresiones de placer cuando vuelves a repetir dicho movimiento con tus caderas.
- Quiero todo de ti mi amor…
¿En qué momento la ropa desaparece para darle el pase a tu lengua habilidosa? Me delineas a la perfección, me rodeas, de arriba abajo, de un lado a otro y yo tengo la necesidad de llevar mi mano a tu cabeza castaña y acariciarte, para pedirte permiso, sólo para después imponer el ritmo.
Arqueo mi espalda, tus manos juegan con mi pecho y tu boca con mi miembro. Me sacudes y una brisa me hace consciente de la capa de sudor que tengo sobre mi cuerpo desnudo.
Te relames los labios después de haber tragado todo mi esencia, te lames lo dedos mientras me miras más provocativo aún y tus ojos me miran certeramente cuando comienzas a quitarte la ropa.
Nunca dejes de mirarme así por favor, ya nada importa y yo puedo vivir con esto, si tan sólo tú me miras así, haciéndome arder de deseo y anticipación.
Reposas tu cuerpo en la alfombra y me besas.
Maybe I’m too busy being yours to fall for somebody new
Las palabras se arrastran contra tu piel tibia y el deseo líquido inunda tu pecho cuando me acomodo entre tus piernas abiertas y me desespero besando tus muslos suaves y húmedos. Te acomodo contra mi cadera, acariciando tus nalgas descaradamente y entonces beso tus labios, presionando contra tu cuerpo, escuchándote gemir cuando encuentro el ángulo perfecto para penetrarte como siempre te ha gustado.
Sigo el ritmo de la música para embestirte, para sentir como tus uñas se clavan en mi espalda, como subes una de tus preciosas piernas a mi hombro y lo sientes más fuerte y más profundo y te desesperas con sentirte más cerca de mí aún.
- Bésame
Claro, te beso, te lamo, te succiono y te muerdo mientras me vuelvo inestable mentalmente al sentir como tu cuerpo me oprime y juega con mis terminaciones nerviosas.
Quieres cambiar de posición y estoy totalmente de acuerdo.
Lleno tu espalda de besos para hacerte temblar, para que reconozcas de una vez que Takanori no es ni la mitad de bueno de lo que yo soy contigo…porque es mi amigo, pero tú eres diferente, porque no pierdo la cabeza por él como la pierdo contigo.
Dejo caer mi peso sobre tu cuerpo y te masturbo con rabia por no ser quien tiene todos los derechos sobre ti.
- Yuu, por favor…
- Pídemelo… - Te tensas…puedo sentirlo…tienes tus mejillas ligeramente sonrojadas y mientras te muerdes el labio y jadeas me pides que te haga mío como siempre, como cada vez que te escapas de las manos de aquel que puede tenerte todos los días.
Vuelvo a penetrarte y ladeas tu cuello para que yo pueda seguir besándote y susurrándote indecencias al oído.
Soy un masoquista y quiero que puedas sentir toda esta turbulencia de emociones que me nublan la vista, que me hacen morderme los labios y que se enredan en mi pecho cada vez que terminamos así.
Te arrodillas y ahora impones el ritmo, te abrazo por la cintura mientras te veo subir y bajar. Te tensas, aumentas la velocidad, enroscas los dedos, gritas y muerdes mi mejilla.
Te amo tanto.
Pero nadie lo escucha, porque no somos nadie para pertenecernos el uno al otro.
Estas agitando apoyándote en mi pecho ardiente.
Arrastrándome de vuelta a ti
Demasiado ocupado siendo tuyo para caer
Los besos húmedos descansan, nuestros cuerpos se tranquilizan en la sintonía de un cigarro compartido. Me acaricias y miras el vacío, yo sólo veo tu hombro chocar con una luz que se filtra por el ventanal.
Hay tanto que decir ¿para qué?
Esto no existe más allá de este departamento que me atormenta cada día cuando recuerdo cada pequeño espacio en el que hemos compartido cuerpos y suspiros.
Estoy tan frustrado.
Me levanto camino a mi habitación y tus dudas me siguen. Tu mano me detiene en el umbral de mi dormitorio y yo no soy capaz de expresar sentimientos que sé no son míos.
Quiero saber
Alguna vez has pensado en llamar cuando has tenido algunos tragos encima? Porque yo siempre lo hago…
¿Cómo vivir con tanta intensidad? Sintiendo tanto, pensando tanto, haciendo mucho y hablando nada…
- Por favor Yuu…
Te abrazo, trato de buscar tu calor y otra vez nos besamos, otra vez nos deseamos y yo sólo me dejo conducir por tu piel caliente hacia mi cama.
El primer orgasmo llega con una brisa gélida y no me queda más que apretar las sábanas con fuerza porque siento como me deshago en tu boca, porque me siento con un agotamiento gozoso y desastroso a la vez, porque eres tu quien me penetra ahora, porque eres tu quien con tus movimientos expandes una ola de calor a través de todo mi cuerpo, porque nunca ha importado nada, porque no me importa alzar mi voz contra estas cuatro paredes y despeinarte y gritar que te amo, ya nada importa, tampoco lo hace si me correspondes o no, morir por amor ahora parece perfecto.
¿Alguna vez has pensado en llamarme, cariño?
¿Quieres que me arrastre de vuelta a ti?
Un rayo de sol intruso me molesta, aunque es insignificante en comparación a verte mientras te acomodas la ropa, sentado, dándome la espalda.
Hay una mirada incómoda.
Y un beso casto en la comisura de mis labios.
No te quiero dejar hacer esa hipocresía y te robo el alma en un beso hambriento que me alcance a satisfacer hasta la próxima noche en que te vea en este departamento.
- Nos vemos
- No te vayas
Pero la voz no sale de mi garganta y te veo marcharte, lento e inseguro, sé que debes estar inventando la excusa para él. “Shima, por qué no llegaste anoche?” Por favor, dile. Dile que cada vez que puedes, huyes a mi departamento y que nos revolcamos como si no hubiera mañana, que poco me importa la amistad, la banda, que poco me importa mi pareja y que poco me importa su bienestar mental.
Porque si te tengo, todo lo demás sólo son accesorios de esta vida tan indecisa e inestable.
Sólo tú, sólo yo.
La puerta de entrada se cierra y vuelvo a la rutina de esperar.
De alguna manera estaba esperando que te quedaras
Yuu ¿es egoísta pedirte comprensión? ¿pedirte paciencia? no puedo amar solamente a uno. Estoy lleno de amor que dar y ustedes dos me corresponden, no puedo no sentir esto por ti y por Ruki.
Aunque no lo creas, te amo.
Aunque la voz no salga de mi garganta.
Aunque no sepa qué hacer en este momento.
La luz del sol me daña los ojos que tanto tiempo estuvieron en la oscuridad de tu departamento. Me pongo en marcha al departamento que comparto con quien ha sido mi pareja durante tres años y entonces, me pregunto si valdrá la pena.
Mi celular suena y entonces, al escucharte gemir por el auricular sé que nosotros sólo podemos existir de noche, en lo clandestino de tu hogar.
- Vuelve...
Hay mil cosas que me encantaría decirte, pero la voz no me sale y corto la llamada mientras una lágrima solitaria y cortés moja mi mejilla derecha.
Sigo caminando.
Bebé ambos sabemos
Que las noches principalmente fueron hechas para decir cosas
Que no puedes decir mañana por el día