— ¿Por qué tu hermano se llama Loki? —preguntó Tony, mirando desde lejos con cierto enojo que Steve estaba rodeado de los dos morenos. — ¿Tus padres no tuvieron suficiente con destruir tu vida llamándote Thor?
—Jajaja, eres muy gracioso, Stark. —le golpeó Thor la espalda, haciéndole escupir la bebida encima de la mesa. —Por eso me caes bien.
Tony a veces olvidaba que Thor tenía una fuerza increíble. Aunque formó una risa al ver que las enormes y escandalosas risas del rubio atrajeron la atención de Loki, quién parecía aburrido de estar explicando a Steve y Bucky.
—Realmente mis padres son de Noruega. —dijo Thor, encogiéndose de hombros. —Y mis abuelos solían ser muy devotos a los dioses nórdicos, por eso mi padre se llama Odín y mi madre Frigga. Supongo que es tradición o algo así, además soy el Dios del Trueno, es genial, ¿no?
—Supongo. —bostezó Tony. —Son nombres curiosos para gente rara, exactamente como tu hermano y tú.
—Creo que le gusta Steve. —dijo Thor, atrayendo de inmediato la atención de Tony con cara de estupefacción. —También Bucky, Loki no suele estar cómodo al lado de las personas.
—Lamento informarte que el sentimiento es reciproco. —contestó Tony, entendiendo el concepto de “gustar”. —Además Steve es muy buena persona, es normal que se sienta cómodo con él, todos lo hacen, es una de sus virtudes. —sonrió mirando en la dirección de ellos.
Bucky ahora estaba muy cerca de Steve, mirando lo que serían sus apuntes, intentando comprender algo. El millonario bufó molesto, por algo tenía a ese cuernitos, bien podría preguntarle a él, era su tutor. En cuanto vio un montón de corazones de peluche brotar de las manos de Loki, que al parecer era en lo que realidad Bucky y Steve estaban concentrados, Tony puso los ojos en blanco.
— ¿Qué están haciendo?
—Trucos de magia, a Loki le gustan. —comentó Thor, con la boca llena. —Es un truco nuevo, Loki estuvo practicando hacer varios días.
— ¿Le gustan los trucos de magia?
—Bastante. Desde que éramos niños a decir verdad. —sonrió, saludando a su hermano con la mano cuando él lo miró. Loki le quitó la mirada de encima, avergonzado pero feliz en el interior de ser reconocido por Thor. —Recuerdo que una vez logró cambiar una serpiente que tenía de peluche por una de verdad, me mordió, pero pudimos sacar el veneno a tiempo.
—Lo dices con una sonrisa tan grande. —comentó Tony, alejándose un poco de su amigo. Nadie diría eso con una sonrisa.
—Sé que él no tuvo la intención de matarme. —dijo Thor, terminando su comida.
—Eso dices tú. —Tony volteó de nuevo a ellos, irritado de no poderse ir a otra parte. No es porque quisiera ver que Barnes se acercara de más a Steve, bueno un poco sí, pero más importante Steve tenía las llaves del departamento y su padre lo había dejado en la bancarrota por esa semana, sin darle oportunidad de irse a divertir a cualquier parte.
—Thor, ¿Odín te da dinero?
—No. —contestó Thor, mirando a otro lado.
—Thor.
—Creo que Loki me está hablando.
— ¡Thor!
—Basta, Stark. —pidió quitándolo de encima, ante la insistente mirada del joven Stark no pudo callarlo por más tiempo. — ¡Pepper me dijo que no te prestara y Natasha me obligó a decir que sí! —confesó, cubriéndose el rostro.
—Esas dos…—Tony gruñó bajito, irritado.
—Pero no le dijeron nada a Loki. —fue a la conclusión que llegó Thor, sacando un nuevo emparedado de su mochila. Tony miró rápidamente al interior de esta, aún le quedaban dos.
—Dame uno de esos.
—No.
—No le pediré dinero a cuernitos, Steve quién sabe a que hora me dará de comer y tengo hambre. Dame un emparedado.
—No quiero. —bufó Thor, abrazando su mochila. —Son míos y son especiales.
—Todos sabemos que tú mamá es la mejor cocinera. —dijo Tony, rodando los ojos en modo sarcástico. Thor afiló la mirada en su dirección, ofendido. —Ahora dame uno.
—Dije que no.
— ¡Dame uno! —Tony se lanzó sobre él, buscando arrebatarle la mochila. Thor ya en el suelo, la abrazaba con bastante fuerza, negándose a soltarla. — ¡Lo que Tony Stark quiere, Tony Stark lo obtiene!
— ¡Pues no conmigo!
— ¿Qué están haciendo, chicos? —preguntó Pepper, llegando. —Tony…
—No, ¡traición y deshonra sobre ti, Potts! —dijo levantándose con su mejor tono dramático. —Has caído en las redes de mi padre, no quiero hablarte nunca más. Me siento dañado, herido.
— ¿Hambriento? —completó la pelirroja, alzando una ceja.
—No es gracias a mí. —contestó Tony, mirando a Thor, este lo miraba feo aún abrazando sus emparedados. —Thor no quiere compartir.
—Traje algo de comida para ti. Jarvis la trajo hace algunos momentos. —dijo, mostrándosela. Tony miró feo a Thor y abrazó la bolsa con comida china que Pepper le dejó en la mesa. —Tu padre dice que no le des problemas a Steve.
—Tsk.
—Yo también te lo estoy diciendo. —suspiró Pepper, negando con la cabeza. —Tony, Steve es un buen chico, estoy segura que si le dices que tienes hambre preparará algo de comer para ti. Además, todos sabemos que eso te pondría tan feliz que nunca más querrías volver con tu padre.
—Cierra la boca, Potts. —murmuró él, mirando a otro lado. Pepper rio, revolviéndole los cabellos a Tony. —No volveré todavía, hay alguien de quien me tengo que encargar primero.
— ¿Steve?
— ¡No me estaba refiriendo a eso! —protestó ruborizado. Pepper ladeó la mirada, sin creerle; a suerte de Tony Thor seguía comiendo, sin prestarles atención.
— ¿Entonces?
—Ya lo sabrás. —miró en dirección a los otros tres que parecían ajenos a su plática.
—Ahora lo sé. Asegúrate de no ser malo con Bucky, Steve lo quiere mucho. —alargó la última palabra, causándole enojo a su ex novio. Pepper le guiñó el ojo antes de despedirse. —Iré a hacer mis cosas, adiós chicos.
—Ojalá te cortes con un papel. —murmuró Tony.
—Adiós, Potts. —se despidió Thor, con la mano.
No tardó mucho cuando Pepper se fue, que los tres lejanos se acercaron a ellos. Bucky y Steve platicando atrás de Loki, acerca del tema visto; cuando el de ojos verdes llegó ante Thor y Tony, se sentó frente a ellos, con los brazos cruzados sobre su pecho, mirando fijamente a Anthony que tenía la boca repleta de fideos.
— ¿Por qué estás con él, hermano?
—Me dijo que no podía entrar a la casa de Steve, así que le hice compañía mientras te esperaba para irnos a casa.
— ¡No pensaba irme contigo!
—No seas malo, Loki, ya te esperé. —comentó Thor, tirando las sobras de los emparedados. —Por cierto, estaban deliciosos, gracias.
Tony dejó caer el fideo que estaba sorbiendo, sorprendido; es decir, Loki… él parecía tan, ¿sofisticado sería la palabra correcta? Bueno, a decir verdad, a Tony no le desagradaba su rostro, solo su actitud, sin embargo, él no parecía de los tipos bonitos, como Steve, que preparaban sándwiches con amor.
— ¡Te dije que no lo comentaras!
—Yo también quiero uno. —dijo Barnes, mirando a Loki. Todos lo miraron por unos segundos, con Bucky era difícil saber si se estaba bromeando o no.
—Te prepararé uno cuando lleguemos a casa. —sonrió Steve, nervioso.
—Estaba bromeando. —comentó sin saber porque nadie le había entendido.
—Es hora de irnos a casa. —dijo Tony, saltando de la mesa, con caja de fideos en mano; poniéndose al lado de Steve. —Tienes que darme una copia de las llaves de tu departamento.
—No bromees, Tony. —negó Steve, sorprendiendo al castaño.
—Estoy seguro que el mapache tiene una. —acusó con el dedo, molesto. Steve, Bucky y él comenzaron a caminar, dejando a Thor y Loki atrás. — ¿Por qué yo no?
—Porque Bucky no hace fiestas que destruirían el lugar. —objetó.
—Es porque Barnes es aburrido.
—Steve no piensa lo mismo. —contratacó, ladeando el rostro en otra dirección. Sintió pronto que la mirada de Stark comenzaba a hacerle un agujero en la cabeza, no literal, por supuesto.
Mientras ellos seguían discutiendo, Loki puso los ojos en blanco, parecían niños pequeños peleando por su juguete favorito, en este caso, Steve. Es decir, sí era lindo, pero era un idiota demasiado correcto, ¿qué tenía de atractivo? Más que esa cara que te causaba diabetes de solo mirarla.
— ¿Les gusta Steve, cierto?
— ¿Eh? Supongo, a todo el mundo le cae bien. —se encogió de hombros Thor.
—Fue una tontería preguntarte a ti.
—Por cierto, Loki, padre me dijo que tenía que hablar contigo. —comentó, recordando el hecho. —Por lo que entendí dijo que te llevará a conocer a los Laufeyson, ese tipo Laufey da un poco de miedo, pero estarás bien mientras estés con padre.
— ¿Para qué querría yo conocerlos? —preguntó Loki, confundido. —Bueno, siendo padre, no debo buscar respuestas a sus acciones.
—Supongo que quiere que te metas en los proyectos, él sabe que eres muy inteligente después de todo. —sonrió.
Loki sintió un golpeteó bonito en el pecho ante esa declaración; Odín nunca había sido demasiado cariñoso con él después de todo, siempre se fijaba más en lo hecho por su hermano mayor que en lo de él. Así que si realmente era lo que Thor le decía, lo ponía feliz; ser reconocido por su padre era una de las cosas que más había buscado en su vida.
— ¿Tú me acompañarás?
—No, padre dijo que quería hacer esto contigo. —sonrió. —Creo que lo quiere hacer antes de que madre llegue de su viaje familiar. No sé porque.
Loki volvió a sonreír, era raro los viajes solos con su padre, solo recordaba dos o tres y eso cuando era más pequeño. Él solía pasar mucho más tiempo con Frigga.
—De acuerdo. —tarareó, contento. Thor se contagió de esa alegría, aprovechando la oportunidad para abrazar a su hermano, sabía que aquello lo pondría de buen humor.
Lo que no supo hasta muy tarde es que ese fue el inicio de la tormenta