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El descongelar de un corazón. por Corgi

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Notas del capitulo:

¡Hello! ¿Qué tal? Aquí traigo el segundo capítulo.
Disculpen la demora, dije que una semana máximo y me atrase un poquito más que eso ( ; ; )

Este capítulo es un poco más largo para su suerte (Vale x2) y además comienza la explicación a unas cuantas incógnitas ¡Otras más están para el tercer y próximos capítulos! Ya estoy trabajando en ellos para poder traerlos pronto.

Agradezco mucho a quienes dejaron su comentario (Les mando muchos besitos) y a las personas que leen.

Es lindo compartir mi ship y historia con ustedes. (Un besazo a mi hermana que lee esto)
¡Sin más, a leer! 

[ 4 días atrás ]

Habían pasado ya dos meses luego de que el invierno eterno en la nación de Arendelle pereciera y por fin el cálido verano se hiciera presente.
La reina Elsa era una espléndida gobernante, todos los ciudadanos le querían y respetaban, ni uno solo parecía dudar o temer respecto al hecho de los poderes que su monarca poseía, todos la veían como una bendición, todos con la excepción de unas pequeñas criaturas: los trolls.

Había solo unas cuantas personas que conocían la existencia de estos seres rocosos y entre esas personas se encontraba la familia real. Desde tiempos remotos los trolls habitaron en el reino, mucho antes de que a este se le conociera como una monarquía bajo el nombre de reino de Arendelle y por supuesto, antes de que los extranjeros llegaran. Ellos nunca tuvieron problema con las personas ni aun cuando estás habían proclamado la tierra como suya y hecho los que les plazca, después de todo los trolls eran seres muy pacíficos, bastante tercos pero a fin de cuentas tranquilos.

Quien estuviera informado sabría que estas criaturas son muy importantes ya que son los guardianes de aquellas tierras y los principales consejeros de los reyes. También eran quienes buscaban el bien de la fauna y flora, que todo tuviera balance perfecto y además, eran los únicos que entendían la magia.
Siendo conocedores mágicos, la mayoría de estos pequeños temía o dudaba del control de la reina de Arendelle, algunos incluso la consideraron un peligro y no se sentían seguros con ella al mando.

“¡Hubo un gran desbalance en la tierra!” Exclamaba uno de los trolls en la multitud.
“Es peligrosa ¡Ella es la de la profecía!” Se escuchaba decir seguido de distintos comentarios por parte de cada ser de roca.

“¿Qué haremos si vuelve a traer el invierno de nuevo?” “¡Los animales y plantas no resistirán otra helada!” “Nadie está seguro bajo su mando” Eran solo algunas de las cosas que se escuchaban en la junta organizada en el centro del valle de la roca viviente. Todos los trolls se encontraban discutiendo, expresando su angustia, temor e inclusive su enojo a la reina Elsa.

“Tranquilos, todos cálmense y escúchenme” La voz del gran rey y jefe de los trolls: Pabbie, anciano y sabio, calmó  todo el barullo de las voces de su gente.

“Sé que se encuentran preocupados, yo también lo estoy; pero no podemos permitir que esta situación nos lleve a una conducta primitiva ¡Hable uno a la vez!” Tras esas palabras del líder, todos los trolls mostraron una conducta más recta pero de igual manera continuaban con su preocupación discutiendo sobre el tema de la reina y recordando aquella vieja profecía…

Astillado el reino terminará  
Bajo el pasado a futuro sombrío
Maldecido por el frío
Con un invierno que nunca acabará

De un corazón congelado la orden será
Que en una ráfaga helada
Con nieve y hielo todo perecerá
Y completado un sacrificio de espada
El fin llegará.

La mayoría de los pequeños seres de piedra apoyaban la idea de que la reina fuera la mujer de aquella profecía. Los poderes de Elsa eran una magia extraña, hermosa al igual que destructiva y aunque por ahora esos poderes estaban bajo control, las dudas de por cuanto tiempo seguirían así eran muchas.

De la misma manera, había trolls que no apoyaban la idea ya que no podían imaginar a su reina de esa forma. Es así como el conflicto entre ellos se apodero de unos minutos en aquel valle dividiendo a los seres de roca en bandos. Inclusive de escucho a uno gritar acerca de atacar el reino en una guerra, la sorpresa fue que la idea fue apoyada por unos cuantos más. El escandalo duro hasta que gran Pabbie volvió a interrumpirles.

“¡Tranquilos! ¿Qué acaso no somos seres que prefieren el amor a la guerra? Busquemos una solución razonable”.

“Amor… ¡Exacto! ¡Amor!” Exclamó una de las trolls saliendo entre la multitud. Esta que poseía un collar de cristales rojos y dorados era conocida como Bulda, la hija de mismísimo líder; Gran Pabbie . La troll se mostraba entusiasma mientras buscaba hacerse al frente.

“¿No lo recuerdan? ¡El acto de amor verdadero puede descongelar cualquier corazón congelado!” La declaración vino acompañada de una ola de “ohh” por parte de los seres rocosos, seguido de un “¿Ah?” de igual manera por todos, todo parecía que no entendieron.

“La reina mostro más control luego de que un acto de amor la calmara, ¡El invierno acabo gracias al amor! Entonces si la reina tiene amor…”

“…No será peligrosa para nadie”. Completo la frase Gran Pabbie.

“ ¿Y que no somos nosotros unos expertos en el amor?” Pregunto Bulda con mucho entusiasmo a los demás.

“¡Hay que casarla!” Se escuchó la propuesta de unos de los trolls antes de que todos gritaran de felicidad en aprobación. Bulda mostraba una gran sonrisa gracias a la euforia en su gente.

“Aguarden, aguarden un momento” Todos callaron luego de escuchar la petición del líder. “Un matrimonio es quizá la mejor solución, pero; no es tan fácil. Podría tomar mucho tiempo en que llegue el indicado. Se necesita alguien bondadoso, con un corazón inocente que no esté manchado por la crueldad de las personas”

“¡Y ya lo tenemos! No hay otro más perfecto que nuestro Kristoff”. Bulda dijo aquello con orgullo.
Kristoff era un joven adulto que había crecido con los trolls desde pequeño, inclusive lo adoptaron siendo Bulda su madre adoptiva. No había duda que era la mejor opción puesto que el hombre creció lleno de amor por parte de los trolls, era perfecto para otorgar cariño fiel y cálido amor.

“No sabemos si él esté dispuesto” volvió a opinar Pabbie. No buscaba ir en contra a todo lo que su hija sugería, pero era una decisión que no se podía tomar a la ligera.

“ ¡Oh, despreocúpate! Es bastante tímido con estas cosas, quizá se niegue pero nos lo agradecerá cuando este felizmente casado”. El comentario de la troll causo un suspiro en el líder mientras los demás asentían entre sí; comentando entre ellos su gusto por lo que estaba pasando. 

“Muy bien, lo intentaremos”. Eso fue lo último que el líder dijo antes de asentir con la cabeza hacia su gente. Todo estaba tranquilo de nuevo en el valle por ahora.

[ Día siguiente ]

“¿Casarme?” Indagó Elsa con indiferencia y sorpresa ante aquella propuesta hecha por el líder de los trolls.

“Sé que es imprudente de mi parte meterme en sus asuntos personales, además de ser una petición inoportuna”

“Muy inoportuna”. Comentó consternada. La presencia del rey de los troll le tomó por sorpresa en la mañana, sobre todo porque era muy temprano. Supuso que se trataba de algo muy importante como para que el líder de las criaturas rocosas viniera personalmente a hablar con ella, normalmente uno tendría que ir a buscarlos, puesto que los trolls no salían nunca del valle, o eso creía.
Lo que jamás espero fuera que la importante razón fuera una propuesta de matrimonio, quizá a cualquier otro le hubiera causado gracia pensando que quizá se trataba de una broma pero a Elsa no, es por eso que se encontraba bastante a la defensiva en aquel jardín real donde se encontraban.

Elsa le concedió la palabra al troll y dejo que le explicara los motivos de aquella extraña propuesta. Gran Pabbie tuvo el mayor de los tactos y comenzó a explicar con tranquilidad. El sabio troll omitió muchas partes para no alterar a la reina, por supuesto que no menciono la profecía por temor a las consecuencias en sembrar dudas y temor en la rubia.
Mintió en algunas cosas como en los principales motivos, solo para dar una historia que Elsa pudiera tomar en cuenta y razonar con calma. No le enorgullecía no ser honesto, pero lo hacía porque era lo mejor. La expresión en el rostro de la rubia fue cambiando cada que escuchaba más y más hasta mostrarse insegura.   

“Mi gente tiene miedo, usted más que nadie debería entenderlo. Buscamos lo mejor”.

“Lo entiendo. Pienso que un matrimonio es mejor solución que una disputa entre nosotros”. Elsa agacho un poco la cabeza, nunca había tenido que tomar una decisión como esta. La razón que había recibido era que los trolls estaban preocupados luego de que ella ocasionara la nevada hace unos meses y dudaban del total control que tenía sobre sus poderes y aunque se le fue explicado que la respetaban y confiaban en ella, era inevitable no sentir temor. Como solución se pensó en unir en un matrimonio a un troll real con ella para la tranquilidad de los seres de roca, así se sentirían más cómodos sabiendo que uno de los suyos tendría palabra en el reino. Querían tener un seguro de que la reina los tomaba en cuenta a ellos y a las tierras.  

“Y si me niego…”

“No puedo asegurarle lo que pueda pasar. Nosotros somos muy pacíficos, pero defendemos con corazón nuestras ideas y mi gente no se quedara con los brazos cruzados esperando a que haya otro acontecimiento que ocasione mayores consecuencias que el anterior”.

“ ¿Me está diciendo que pueden llegar a una guerra?” Indagó Elsa con una ceja en alto.

“ No, no hacemos la guerra. Elsa, en esta tierra hay magia, todo respira y tiene un alma. El cielo, las estrellas… La misma tierra que nutre puede entregar, pero también puede quitar. Hemos cuidado este paraíso muchos años, lo conocemos bien y ella nos conoce a nosotros”.

“… El reino y toda mi gente acabara perjudicado de no aceptar”.

Gran Pabbie asintió. Para Elsa era una decisión difícil, seguramente hubiera acepto al instante para proteger a su gente pero este no era un matrimonio de apariencia, conocía la gran creencia del amor y lo devotos que eran los trolls a ese sentimiento. No estaba lista para casarse, tampoco a las condiciones y consecuencias, había mucho en juego. Si aceptaba tenía que ir a vivir en el valle, ¿Cómo gobernaría desde ahí? Era imposible, estaría solo asegurando un pacto con los trolls y descuidar el reino (O dejarlo a cargo de Anna) sería catastrófico. Y si aceptaba con la condición de permanecer en el palacio, ¿Cómo explicaría la presencia de un troll y además, que estaba casado con este? Aun así era un opción poco probable, los trolls eran criaturas que todos consideraban un cuento y para ellos eso estaba bien, no quería que fueran expuestos ante la sociedad, ellos preferían seguir siendo invisibles y ser vistos únicamente a los ojos de alguien que los necesitara. No era posible.
 
“Yo no puedo tomar una decisión ahora” Elsa por fin habló  luego de aquel silencio.

“Es comprensible. Te daré tres días, esto no puede esperar más que eso”.

“Lo entiendo…”

El sabio troll se despidió con cortesía y respeto a la mujer para luego darse media vuelta y caminar hasta volverse una roca y marcharse rodando. La rubia le observo irse para después suspirar, tenía tres días ¡Tres días! ¿Cómo alguien podría prepararse mentalmente en tres días? Tenía que encontrar alguna forma de solucionar esto sin perjudicar al reino y por supuesto, evitar una boda que no quería.

El tiempo comenzó a correr. Elsa intentaba mostrarse lo más calmada posible, no quería que nadie se enterase de lo que había ocurrido porque ella estaba segura de que encontraría la solución antes de que los tres días concluyeran. Lastimosamente, por más que quisiera ocultar su preocupación y angustia, la reina era bastante transparente con sus emociones y con su actitud reservada dejaba ver que algo no andaba bien.

“ Elsa, ¿Esta todo bien?” Anna entró al despacho real sin siquiera tocar, solo se asomó por la puerta unos segundos y acto seguido caminó hasta su hermana.

“ Anna, ¿No recuerdas que antes debes tocar?” Mostrando una pequeña sonrisa exhausta pero amigable, se dirigió a su hermana.

“ ¡Oh! Cierto, perdón”. Apenada volvió a salir rápidamente de la habitación cerrando la puerta. Elsa se mostró confundida ante eso pero soltó una leve risa al escuchar el 'toc toc' por parte de la pelirroja.

"Pasa". Dijo la rubia mientras buscaba controlar su risa. En verdad que su hermana era única, tan inocente, con ese aire tan alegre e infantil que hacía sonreír a cualquiera aun en momentos difíciles.

“ Entonces… ¿Está todo bien?” Indagó nuevamente la joven princesa.

“Todo bien” Respondió con amabilidad desde su escritorio el cual estaba bastante desordenado con papel, tintas y sellos mostrando que la rubia se encontraba bastante ocupada con asuntos de los cuales Anna desconocía.

“ ¿Segura, segura?” La voz infantil y desconfiada de la pelirroja hizo que Elsa le mirara confundida.

“ Segura, segura ¿Por qué la insistencia?”

“ Bueno… te la has pasado encerrada aquí, no te he visto mucho desde ayer y los sirvientes me dijeron que te han visto bastante estresada…”

“ ¿Qué? ¿Fueron a hablar contigo?” La cara de la rubia mostro sorpresa y un pequeño toque de incredulidad. La Anna inmediatamente negó con la cabeza.

“ No, no, no… Yo les pregunte”.

“No tienes porqué preguntarles a ellos, puedes venir tu misma a preguntarme a mí”.

“ O podrías venir tú a contarme lo que te pasa” La voz de la princesa sonó firme tal como un reclamo a lo cual Elsa se mostró sorprendida.

“ Anna, ¿Qué estás tratando de decir?” En cuando hizo aquella pregunta, el rostro de Anna hizo una mueca de decepción que después paso a un puchero, se le escuchaba murmurar entre dientes algo enfadada y Elsa aun no lograba entenderla. Sabía que su hermana era bastante infantil pero aun no terminaba de conocerla. Después de tantos años apenas la comenzaba a tratar con frecuencia.

“ ¡Ahg! ¿Somos hermanas no? Las hermanas se cuentan todo, sé que tal vez no te sientas tan unida a mí por todo lo que paso, quizá no me tienes la suficiente confianza porque puede que aun sea una desconocida que vivió contigo tras la puerta…” Anna agachó un poco la cabeza sin ocultar demasiado su cara triste. La reina se sintió terrible luego de escuchar cada palabra de la boca de su hermana así que se levantó de su asiento frente al escritorio y se aproximó hasta la menor, posando su mano con delicadeza en el hombro de esta.

“ Anna, no es así. Eres mi hermana, la única familia que tengo, por supuesto que me siento unida a ti. Todo aquello está en el pasado, ahora es muy diferente ¿A caso no hemos estado recuperando todo el tiempo perdido ahora?” Esas palabras fueron suficientes para devolverle a la pecosa su ánimo. De forma inmediata Anna se lanzó en brazos a su hermana y la rodeó con ellos en un fuerte y cariñoso abrazo, Elsa lo correspondió sin más con una sonrisa. Anna era la persona más importante en su vida, de eso estaba segura y por lo mismo, era que no quería contarle lo del matrimonio, no quería preocuparla. Tenía que solucionar esto sola.

[ACTUALIDAD]   

La expresión en el rostro de Hans era digna de atesorar, si Elsa hubiera podido hacer algo para inmortalizar la cara de estupefacto que puso el príncipe, lo habría hecho. De hecho, de no ser porqué lo necesitaba seguramente lo habría congelado buscando conservar en su gesto facial eternamente.

Cuando por fin Hans volvió  la realidad, inmediatamente busco hablar con una actitud bastante a la defensiva.
 
“ ¿Estás jugándome una broma no?”.

“ Me estaría riendo de ser así”

El príncipe entrecerró los ojos observando con detenimiento a la real mujer parada frente a él. Parecía que esta iba bastante en serio con lo que había dicho pero aun así, Hans no sabía que creer, ¿Era acaso una venganza? ¿Quería burlarse de él?  Eran tantas las preguntas que pasaron por la mente del pelirrojo. Esperaba que en efecto; la reina comenzara a reírse dando a entender que era una broma pero la cara seria de Elsa no cambiaba sin importar cuanto tiempo pasase.

“Hacerme pasar por Anna ¿En serio?” Buscó confirmar la petición todavía incrédulo.

“ Sí “ La voz de Elsa no cambiaba, se mostraba recta y firme, mostrando autoridad ante aquel criminal.

“ ¿Puedo preguntar la razón?”

“ Supongo que tienes ese derecho”. Cerró los ojos un momento para luego abrirlos dirigiendo su vista a Hans que esperaba con ansias una respuesta, y así, volvió a tomar la palabra y habló.

“Solo si aceptas” Declaró como último la mujer.   
 
Una sonrisa un tanto descarada se formó en los labios del príncipe, Elsa cada vez le sorprendía más y más con ella actitud  tan fría, inteligente. “Digna de toda una aristócrata” murmuró el pelirrojo dejando escapar un exhalo por la nariz sin desvanecer su sonrisilla.

“ ¿Y si no acepto?” Cuestionó como simple atrevimiento a ir en contra de la mujer y esto era obvio pues fue tan descarado como para hablarle coquetamente, lo que tuvo efecto en Elsa provocándole un enojo distintivo debido a su entrecerrar de ojos con los que juzgaban al pelirrojo.

“ Si eres inteligente aceptaras”. Hizo una pausa antes de continuar hablando. “Soy una persona bastante justa, tu vida depende de mí, prácticamente no tendrías el derecho a elegir entre aceptar o no, yo podría ordenarlo y en caso de que te negaras…”

“ ¿Me colgarías?” Interrumpió.

“ Es una opción. Pero como decía, soy justa por eso es que pienso gratificarte en caso de que aceptes voluntariamente”

“ Tendrás que darme tu mejor oferta, porque créeme que no tengo ningún interés en una libertad o bien económico. La muerte no suena tan mal luego de estos meses”. Declaró tranquilo entre media sonrisa y como un juego; golpeo entre ellas las esposas que le aprisionaban las muñecas.

Elsa se mantuvo callada unos segundos, sus principales recompensas eran esas, ahora se la habían puesto difícil. Tras escuchar esa respuesta intuía que Hans tras esa sonrisa lucia bastante derrotado, con pocos motivos para vivir y aunque fuera extraño de admitir, ahora viéndolo bien, no sentía que este se fuera a vengar algún día. Ese hombre frente a ella no parecía tener empatía sobre nadie, ni por si mismo. Era como un tempano de hielo. Más que resentimiento lo que sentía ahora Elsa era pena.
Lo que iba a proponer no se lo cuestiono mucho, debía hacerlo antes de arrepentirse. Era su última opción, por Anna.

“Si aceptas todos tus crímenes quedaran olvidados, serás perdonado y doy mi palabras que el reino del sur tendrá mi apoyo para recuperar su gloria nuevamente” Dicho esto Hans dejo escapar una risa un tanto sarcástica, obviamente aquello no le había convencido para nada y antes de decir algo, la rubia volvió a tomar la palabra.

“ … Y podrás quedarte en Arendelle como mi consorte”. Hecha esa declaración, los ojos de Hans se abrieron como platos. La sorpresa era demasiada ¿En realidad necesitaba tanto que fingiera ser su hermana como para proponerle el reino?

“ ¿Estás segura de eso? ¿Qué garantía tienes de que no aprovechare y atentare contra tu vida o la de Anna de nuevo?” Cuestionó buscando aún picar en la tranquilidad de la reina, en verdad que no tenía vergüenza. 

“ Te estoy proponiendo ser el nuevo rey de Arendelle pero eso bajo mis términos, es matrimonio de palabra, nada de relaciones maritales y yo siempre tendré la última palabra en las decisiones de mi reino. Intenta algo conmigo o Anna, piensa siquiera en causarnos daño y te prometo que yo misma te congelare”. Amenazó con lo último, a Hans le dieron escalofríos pero no mostro miedo en absoluto. Conservando esa sonrisa altanera observó  fijamente a Elsa unos segundos.

“Acepto”.

Notas finales:

Ya sé, ya sé. Esperaban ver más de Hansito y su transformación en Anna (Quiero creer) ¡Eso abarcara mucho del próximo, próximo, próximos(?) capítulos!  E igual seguirá lo que viene siendo el pasado de cómo es que termino siendo Anna y no Elsa la que se tenía que casar. (Que es a lo que le estoy metiendo bastante antes para que vayan al corriente)

Estos Trolls, son unos pillos. Quise meter a todos los personajes canónicos posibles al igual la profecía (Que es una adaptación mía de la original que viene en una canción eliminada de la película) ¿A caso creyeron que esto solo sería: Hans y Kristoff principales y los demás viles extras de única mención y ya no vuelven a salir? ¡No! La mayoria aquí juegan un papel importante que bien va a futuro y sirven mucho para desarrollar la trama. Espero no aburrirlas.

Kristoff tuvo mención, el Hansoff ya está cerca *Llora* 

¡Nos vemos a la próxima! 


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