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Aunque eres más de lo que puedo manejar... por Yeta

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Notas del capitulo:

+18, ya lo sabía por el capítulo anterior pero igual pongo la advertencia XD

Su cuello, más específicamente donde su glándula Omega se encontraba, dolía. Nadie le explicó que el que fuera mordido ahí dolería tanto, Loki le dijo que estaría adolorido si dejaba que Stark lo mordiera y él no era un llorón, estaba acostumbrado a lastimarse o golpearse, pero maldita sea si no sentía que le hubieran arrancado un pedazo de su glándula.

Que el que le permitiera morderlo por segunda vez fue un acto de extrema estupidez.

Aunque aun no sentía nada, pero sabía por la experiencia de la primera mordida que luego de pasada la excitación el dolor se haría presente como un recordatorio de lo imbécil que estaba siendo al dejarse llevar por segunda vez en el mismo día y con la misma persona, no, si era mejor decir con la misma persona que pensar que lo había hecho con diferentes personas. O tal vez era lo mismo, la verdad no podía analizar bien su situación mientras intentaba averiguar cómo hacer una… felación o como dirían sus amigos una buena mamada.

Luego de que Tony diera ese acto de Alfa territorial marcando el lugar como suyo a través de sus feromonas se había lanzado sobre Steve besándolo un poco más a prisa que antes sin darle tiempo al rubio de decir algo al respecto. En cuestión de minutos ambos se habían desnudados y se encontraban besándose mientras sus manos recorrían el cuerpo contrario como si estuvieran reconociéndose.

Steve pudo sentir aquella humedad haciéndole saber que su cuerpo estaba receptivo y que su entrada se preparaba para la intrusión. Al parece a su cuerpo no le había llegado el memo de que todavía le dolía el trasero, el dolor en ese sitio rivalizaba con el de su cuello. Otra cosa que había aprendido por las malas: dejar que un Alfa se anudara era placentero en el momento pero luego dolía y hasta podía lastimarle, porque mientras estaba bajo la ducha esperando que los últimos vestigios del semen de Tony abandonara su cuerpo también pudo ver con un poco de horror, bueno, bastante horror, que un poco de sangre se perdía por el drenaje.

Pero al parecer su cerebro anulaba el recuerdo y el dolor cuando se excitaba ya que se encontró bastante cooperativo cuando Tony abandonó sus labios para besar su cuello, haciendo una pequeña pausa en ese sitio para lamer y succionar su piel sensible por la marca, para luego seguir bajando mientras dejaba besos húmedos por sus pectorales, estomago y antes de que Steve pudiera conectar sus neuronas sintió que las manos de Tony se colocaban detrás de sus rodillas alzando sus piernas exponiéndolo totalmente.

La vergüenza parecía no tener cabida en su mente por tener el rostro del Alfa frente a su entrepierna dándose una vista perfecta de su pene más que erguido y contento además de su entrada que involuntariamente se mostraba más que lista para él. Se sentía a gusto con Tony, era extraño porque no lo conocía realmente, pero le gustaban las sensaciones que le causaban a su piel sus manos cuando lo recorrió o sus labios con cada beso que dejó sobre su cuerpo.

La sensación de la lengua de Tony lamiendo lentamente desde la base a la punta de su pene para luego chupar y burlarse de la hendidura con su lengua hizo que sus caderas se moviera hacia arriba en busca de más, pero al hacerlo la calidez de los labios de Tony lo abandonó dándole a entender que no tenía que hacer eso, así que intentó mantener sus caderas sobre el colchón para recuperar esa sensación. Tembló por aguantar el impulso de moverse cuando los labios de Tony besaron la punta del falo antes de abrirse y en un movimiento ingresar el pene en su boca por completo. Tardó en darse cuenta que aquellos sonidos que se escuchaban era producto de su boca que soltaba gemidos, jadeos y palabras sin sentido.

La boca de Tony le resultó muy cálida y cada vez que su legua se movía con notable experiencia hacía que su espalda se arquera. Su respiración se volvió inestable con cada lamida o succión que le propinaba, reconoció la sensación de hormigueo y esa opresión que le marcaba que estaba por acabar pero no pudo decir nada. Una de las manos de Tony había soltado una de sus piernas pero no la dejó caer, por impulso llevó su propia mano para sostener su pierna en alto, pero casi la soltó cuando sintió los dedos de Tony tocar sus testículos antes de que la mano se cerrara apretándolo despacio, no lo suficiente como para infringirle dolor pero si para que emitiera un gemido lastimero.

Su vista se había nublado y puesto blanca cuando Tony volvió a succionar su pene al tiempo que apretaba sus testículos, sin previo aviso se vino en aquella boca que seguía en movimiento, estimulándolo durante su orgasmo.  

Parecieron trascurrió horas hasta que por fin su mente comenzó a salir de esa sensación de estar recostado sobre una nube para abrir los ojos y encontrarse con el rostro del Alfa frente al suyo antes de que bajara y refregara su mejilla contra la suya en un acto bastante intimo que los de su casta hacían para marcar con su aroma a sus parejas para indicarles a otros que ya estaban marcados.

Steve no supo bien si fue porque todavía tenía los estragos de su orgasmo o si la sensación de estar a gusto con Tony era natural luego de haber compartido un acto como el anterior o por qué pero se encontró exponiendo su cuello en una clara invitación a que lo mordiera nuevamente. Algo peligroso si no tenía intenciones de unirse con el Alfa ya que las marcas se volvían permanentes luego de que se repitieran barias veces, pero en algunos pocos y escasos casos solo dos mordidas causaba que fuera permanente.

Tony lo mordió y se removió sobre su cuerpo haciendo que Steve se diera cuenta que fue el único en venirse antes y que por lo que sentía contra su estomago aun estaba duro. Cuando el Alfa abandonó su glándula, tuvo la extraña sensación de querer complacerlo y abrazarlo pero luego de maldecir a sus instintos Omegas lo alejó de su cuerpo para poder sentarse y mirarlo a la cara. Aunque Tony estaba más centrado en lamerse los labios mientras fijaba su vista n la marca que acababa de renovar, aparentemente satisfecho con su trabajo.

“─Y-yo… puedo con mi boca─” apenas dejó salir esas palabras obtuvo la atención completa de Tony, quien le sonrió dándole a entender que le gustaba la idea.

Así que así terminó con su dilema actual, ya que tenía el pene de Tony frente a su rostro, totalmente erguido y expectante.

Tragó saliva levantando la vista hacia aquellos ojos marrones que se habían oscurecido. Si bien antes de Tony si tuvo una experiencia similar… la cosa era que él nunca lo hizo y quería, aparte de no hacer el ridículo, complacer de verdad al Alfa que acababa de hacerlo sentir más que bien.

Cuando bajó la vista divisó una gota de pre-semen y sin pensarlo llevó su lengua hacia la hendidura lamiendo aquella gota, sintiendo una de las manos de Tony posarse sobre su cabeza y masajeando su cuero cabelludo alentándolo a seguir.

Al diablo…

***

Una cerveza se convirtió en seis o al menos así lo fue para Clint ya que Bruce si había bebido una y se encontró batallando con el rubio para que no pidiera otra.

Cuando por fin logró hacer que saliera de aquel bar, donde más de una mirada se posó sobre ellos haciendo que Clint les gritara que se fijaran en sus gordos traseros al tiempo que les mostraba el dedo medio, digamos que sintió un gran alivio al alejarse del bar.

El estacionamiento estaba bastante repleto de vehículos pero en especial de camiones que pasaban por aquella ruta de paso y por suerte había muy pocas personas deambulando en el lugar. Un grupo de cinco hombres y mujeres de mediana edad que al parecer habían salido unos momentos antes que ellos seguían en el estacionamiento tomando aire.

Bruce decidió pasar por alto el cotilleo que se estaban armando esos cinco mientras ayudaba a Clint a subir a la camioneta. Fue rápido y se extrañó por la falta de palabras del beta ya que desde cruzaron la salida del bar se cayó de inmediato. Subió en su lado para poder conducir a la casa de Rogers, donde seguramente aquel otro rubio le patearía el trasero por haber emborrachado a su amigo de esta manera y no haberlo devuelto a su casa como tendría que haber hecho, sin contar que ya había anochecido hace horas.

Aunque luego recordó que Clint era un adulto y creyó que exageraba con la reacción que tendría Steve, pero al recordar el comportamiento de la gente del pueblo sin contar la forma reprobatoria con la que los veían en el bar la idea de que tal vez si terminara con al menos un ojo morado ya no le pareció tan descabellada.

Despejó su mente cerrando la puerta y disponiéndose a encender la camioneta cuando su brazo fue alejado de las llaves que quedaron puestas en el encendido. Estaba por preguntarle a Clint que sucedía cuando se sorprendió al ver que tan rápido el cuerpo del beta se movió para acomodarse sobre el suyo, dejando su peso caer al sentarse sobre sus piernas mientras se acomodaba.

Bruce parpadeó perdido de la situación cuando escuchó una exclamación de sorpresa, reaccionando al darse cuenta que se trataba de una de las mujeres del estacionamiento. No quiso ser rudo pero al intentar alejar el cuerpo de Clint para que volviera a su asiento escuchó un quejido haciendo que parara al instante preocupado de haberlo empujado demasiado duro y lastimado su pierna fracturada o algo más. Fijó su vista en la pierna con el yeso viendo como esta no soportaba el peso y que era la otra pierna la que era usada para acomodarse sobre él.

─Eres demasiado amable─ las palabras fueron arrastradas y llamaron su atención haciendo que buscara el rostro del rubio, haciendo que levantara una ceja por la sonrisa con la que se encontró ─… al principio me molestó cuando lo hacías pero después me di cuenta que no era con mala intención y comenzó a agradarme la forma en la que me tratas…

No tardó mucho en darse cuenta de por qué sonreía, Clint se había quejado cuando intentó alejarlo porque sabía que si pensaba que lo lastimaba pararía y lo dejaría seguir.

Este tipo de situaciones no eran habituales para él, para nada. Estas cosas solo le pasaban a Tony, él solo lo sacaba de líos y prácticamente vivía en su laboratorio alejado de los problemas. No sabía bien que demonios tenía que hacer o mejor dicho si sabía pero no podía reaccionar. Algunas de las personas en el estacionamiento los miraban sin disimulo alguno.

─Hey… Doctor tu me relajas, tu aroma es muy rico─ cerró los ojos maldiciendo por dentro, Clint por poco y no estaba sentado sobre su entre pierna en la maldita camioneta ─A la gente le gusta hablar… démosles de qué hablar…

Volvió a sonreírle haciendo que su corazón se acelerara y la sangre se acumulara en una parte de su cuerpo que no debía animarse en estos momentos.

Con mayor determinación y dispuesto a ignorar alguna queja de dolor ya sea real o no impulsó sus manos hacia las caderas contraria para hacer que volviera a su asiento, al menos esa era la acción que debía ejecutar, pero justo cuando estaba por sujetar las caderas de Clint este se movió hacia arriba haciendo que sus manos pararan en otro sitio.

Hay no…

Cerró los ojos cuando un jadeo escapó de los labios ajenos junto a su oreja y sus manos sintieron ese firme trasero. Con toda la fuerza de voluntad posible ignoró el tirón en su entrepierna e intentó sacar sus manos de ese lugar, cosa que logró solo con una ya que la otra fue alcanzada por una de las manos de Clint impidiéndole moverla y haciendo que se cerrara apretando una de las nalgas, escuchando en respuesta los jadeos sugerentes contra su oído que incitaban a su cuerpo a reaccionar.

─Nunca dejé que nadie me lo hiciera… puedes ser el primero.

No lo pensó cuando enterró su cara en el cuello de Clint captando aquel sutil dulce aroma. Los betas como él contaban con una glándula menos desarrollada que los Omegas que servía para imitar a los de esa casta, engañando los sentidos de los Alfas e incitándolos a tomarlos a pesar de que no pueden ser marcados o en el caso de los hombres no pueden albergar a los hijos como lo haría un Omega masculino.

Sea como sea ahora ambas manos apretaban aquella firme y tierna parte del cuerpo del Beta, logrando luego de unos minutos meter sus manos debajo de la tela para tocar la piel. Besuqueó el cuello de Clint y sin darse cuenta succionó un poco el lugar donde si fuera un Omega tendría aquella glándula hinchada y preparada para ser mordida. Sabía que en aquel lugar quedaría un chupón a la vista de todos.

Levantó la cabeza para poder mirar a la cara del rubio pero éste lo esquivó bajando su rostro al tiempo que olisqueaba su cuello y movía sus caderas para rosar su entrepierna. Bruce cerró los ojos al sentir el rose a través de la ropa y apretó una de sus manos mientras que la otra se movía lentamente hasta que sus dedos tantearon la entrada de Clint, siendo un Beta de bajo nivel era tan o igual de sensible en ese lugar como un Omega, pero no contaba con la auto-lubricación de aquella casta.

Intentó volver a  ver el rostro contrario pero no logró verlo haciendo que alejara una de sus manos de aquel trasero para llevarla a su pecho y empujarlo sin ser brusco para verlo a los ojos, tenía que hacerlo, constatar que de verdad era consciente de lo que hacía. Pero Clint se negaba alejarse de su cuello y repitió aquel movimiento con su cadera mientras que se desabrochaba los pantalones.

Bruce frunció el ceño intentando ignorar su excitación y prestando más atención al cuerpo del Beta, si bien los de su casta lograban despedir un sutil aroma no revelaban sus emociones como las otras castas, pero el cuerpo siempre es honesto y la tensión en los hombros y la contención de aire era una advertencia de que lo que estaban haciendo no era algo que quisiera realmente.

Llevó ambas manos a los hombros contrarios para alejarlo, confundido por la determinación de Clint por no parar a pesar de que no deseaba hacerlo realmente. Con un poco de resistencia logró alejarlo hasta que su espalda chocó contra el volante haciendo que recordara que se encontraba en una camioneta y en medio de un estacionamiento donde seguramente fueron vistos por muchos.

─Tú no quieres hacer esto─ aclaró viendo el rostro sonrojado y la mirada esquiva del Beta.

─Si quiero hacerlo y no soy el único─ negó llevando su mano a la entrepierna de Bruce, haciendo que con toda la fuerza de voluntad ignorara sus instintos apartando su mano de ese lugar ─. Me haces sentir bien, no me disgusta que seas tú… solo quiero sentirme bien un momento así que puedes hacérmelo si quieres mientras tanto…

Bruce suspiró pesadamente atrayéndolo nuevamente para que enterrara su rostro en su cuello, sabiendo que su aroma era lo que atraía a Clint y que por alguna razón el Beta pensó que ofreciéndose de esta manera obtendría el consuelo que buscaba de su parte.

Adiós a su excitación o al menos a su deseo ya que su pene seguía erguido y resguardado en sus pantalones. Maldijo mentalmente cuando sintió nuevamente la mano de Clint tocarlo en ese lugar, no se la estaba poniendo fácil.

─Clint, relájate. No quiero y no voy a hacer nada de eso contigo─ los años de meditación daban frutos ahora en donde tenía que darle más importancia a la sensatez y no al deseo.

Pasaron barios minutos en esa posición, sin decir nada hasta que Clint decidió volver a su asiento y Bruce luego de un par de respiraciones y abrir su ventanilla para que el aire fresco ingresara arrancó la camionera para volver a lo de Rogers.

─Eres demasiado amable─ se escuchó la voz del Beta rompiendo el silencia cuando la casa se hizo visible.

─¿Gracias?─ Bruce no supo si tomarlo como un elogio o no por el tono lúgubre con el que fueron dichas esas palabras.

De nuevo el silencio inundó el lugar y condujo sin decir nada más hasta llegar frente a la casa y bajar para ayudar al rubio a hacerlo. Ninguno prestó atención a nada al ingresar a la casa o hubo objeción cuando Bruce se acercó para ayudarlo a subir la escalera.

─No lo dije como un cumplido─ volvió a hablar mientras legaban a la cima de las escaleras y se encaminaran a su cuarto ─¿puedes quedarte en mi cuarto? Prometo no intentar nada.

Bruce solo asintió cerrando la puerta despacio, sin hacer mucho ruido para alertar a los demás de que habían llegado. No tardó mucho en deshacerse de sus zapatos y recostarse junto a Clint, sintiendo luego su peso sobre él cuando rodó a su lado. No tenía idea de cómo consolar a otras personas y tampoco qué fue lo que llevó al rubio a necesitar tanto del afecto de la primera persona a la que se encontró luego de salir de la casa de su padre.

Cerró los ojos elevando su mano hacia la nuca del contrario para pasar sus nudillos en esa zona, recordando vagamente el escuchar durante sus clases de meditación que a los Omegas que entran en pánico o están asustados buscan la seguridad en sus Alfas acurrucándose contra ellos y en ese caso se debía mantener la calma y a parte de permitir el contacto dar ese pequeño masaje en la nuca que les enfundará seguridad.

Aunque claro que recordaba que estaba tratando con un Beta y que eso tal vez no funsionara.

─Eres demasiado amable─ volvió a repetir con la voz cansada dándole a entender a Bruce que lo que hacía estaba haciendo efecto.

─¿Es algo malo?

─No es malo ser amable, pero la gente que es demasiado amable siempre termina mal─ bostezó acomodándose más sobre su cuerpo y pronto se durmió dejando a Bruce despierto, preguntándose cómo vería a la cara a Clint cuando despertara y en que fue una muy mala idea acompañar a Tony en su viaje.

Notas finales:

Hola!! perdón por la tardanza y los errores que encuentren en el capitulo ya que esta vez no lo revisé más de dos veces xb

Lo siento por las que esperaban que el +18 fuera por bruce y Clint jaja Oleee… XD

El lemon Stony es ligero hasta ahora, pero todo subirá de tono a su debido tiempo ;)

Espero que les haya gustado y gracias a los que comentan =)

Besos!!


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