Tal vez esa fuera la oportunidad perfecta para Will. Tal vez ese era el momento perfecto para escapar de di Angelo. Pero por alguna razón se quedó estático en su lugar. Viendo como Percy y Nico se miraban fijamente.
- Estoy ocupado ahora mismo.
- Ah - Pero Percy no logró captarlo y miró al hijo de Apolo - ¿Y tú, Will?
"Podrá ser un héroe, pero no es muy inteligente"
Tal vez eso sumara un punto a favor de Will.
Estaba a punto de decirle que estaba ocupado, pero se le vino algo loco a la cabeza.
- Claro.
Nico se quedó de piedra mirándolo, con una expresión como "¿Estás loco?".
Will no dominaba muy bien las espadas, pero al ver la oportunidad frente a sus ojos, no pudo decir que no.
- ¿Que intentas hacer? - preguntó Nico cerca suyo.
"Tratar de ridiculizar un poco a Percy y ganarme tu corazón"
- Entrenar con un héroe - Fue la respuesta oficial.
"¿Ridiculizar?" ¿Quien se pensaba que era, un hijo de Ares acaso?
Había dos opciones:
1) Pelear con Percy, que no lo avergüence, y no quedar tan mal frente a Nico.
2) Pelear contra Percy, ridiculizarse, y quedar fatal con Nico.
"Por favor, la primera".
Apenas comenzaron, Percy lo tenía controlado.
Lo hizo heridas (poco profundas) en la cara y los brazos, lo tiró varias veces al suelo, le rompió uno que otro pedazo de pantalón y lo hizo marearse tres veces.
Estaba tan cansado que se sentía morir ahí mismo.
Pero entonces lo vio. Nico, a un costado mirándolos. No, mirándolo fijamente. Pero lo que le dolió fue ver en su mirada un poco de decepción, y dirigir la admiración a su contrincante.
Algo creció dentro del hijo de Apolo. Algo que no había sentido crecer nunca.
Agarró la espada fuertemente y se lanzó a Percy Jackson con toda la furia liberada.
Chocó espadas contra él tantas veces que el sonido rechinante se grabó en sus oídos. La cara de Percy era bastante graciosa. Estaba confundido y un poco sorprendido.
Solace le hizo un corte en la pierna y otro en la mano. El hijo de Poseidón soltó la espada y se alejó un poco. Pero cuando Will estaba sonriendo por la victoria, en un segundo, Percy recuperó la espada del suelo y tiró al hijo de Apolo sobre el pasto verde.
Will nunca se había sentido más aturdido en su vida (ni más humillado).
Percy le sonrió desde arriba y solo le dijo "buen trabajo". Pero las palabras en la boca de su contrincante le sonaron irritantes.
Se levantó mientras veía a Percy irse lejos, hacia donde se veía a Annabeth y quienes parecían ser Jason y Piper.
Al final se sintió bastante adolorido, física y emocionalmente. No podía esperar verse mejor que Percy Jackson, ni a los ojos de Nico ni de ningún otro. Incluso para sí mismo era bastante patético.
- ¿Vas a decirme qué es lo que te molestó o no?
No esperaba ver a Nico correr atrás del hijo de Poseidón, pero le sorprendió un poco que estuviera aun ahí, preguntando además la razón por la que estaba molesto.
Will lo miró a los ojos de nuevo, pero no había nada más que intriga en ellos.
No podía decírselo ahí.
Le agarró la mano y lo llevó al lugar más apartado que pudo.
Cuando lo soltó, Nico estaba sonrojado, pero por alguna razón supuso que sería el calor.
¿Por dónde empezar?
- La otra noche... - se detuvo ¿Cómo explicarlo sin sonar como un acosador? - Tú la otra noche...
Tenía las palabras en la boca, pero estaban hechas un nudo en su garganta.
Nico también tenía un nudo. Temía que dijera que lo había escuchado. Que había empezado a hablar en sueños o algo parecido, y que él lo había escuchado.
- La otra noche... Yo fui a... revisarte. Y mientras dormías, tú... murmuraste algo.
El rostro de Nico estaba totalmente ruborizado, ya sabía lo que venía después de eso.
- Murmuraste... - El hijo de Hades cerró los ojos con fuerza esperando que el impacto de las palabras de Will le doliera menos - ... el nombre de Percy.
Nico abrió los ojos como platos.
¿Percy? ¿De verdad?
Se relajó por un segundo, bueno, no había escuchado la peor parte. Pero se volvió a tensar. Había susurrado el nombre de Percy Jackson. PERCY.
- Y no es que eso me haya molestado... - Comenzó a decir Will, pero se detuvo un segundo y negó con la cabeza - ...Bueno, si me molesta.
Lo último que le faltaba. Que el chico que le gustaba pensara que le gustaba el hijo de Poseidón. Esperaba que no estuviera asqueado o algo así.
- Estoy molesto porque... - Otra vez se quedó en media frase. Nico no quería oír el resto - ¿Porque es tan complicado?
- Will - Nico hizo el fallido intento de hacer que se detuviera.
- ¡Estoy molesto porque...! ¡Agg!
No era el mejor día para Will Solace. Era realmente frustrante no poder expresar sus sentimientos.
Debía ser irritante para Nico estar ahí, parado esperando que algo saliera de su boca. ¡Y no podía decir nada!
"Vamos, Will. Tu puedes. Hazlo. Tres... dos... uno..."
- Me gustas.
Y en ese momento todo a su alrededor cambió. Además de sacarse un peso de encima, sintió como si tuviera un camión en los hombros. Ahora se sumaban otras preocupaciones aun mayores.
¿Podría ser que Nico no lo quisiera mandar al inframundo por lo que acababa de decir? ¿Podrían ser amigos? ¿Podría siquiera mirarlo a la cara cuando lo rechazara?
Pero cuando vio la cara de Nico, toda roja y sorprendida, no pudo definir si estaba molesto o feliz.
- ¿Yo te gusto? - preguntó con un leve tartamudeo.
Will decidió tragarse el miedo.
- Si - Respiró profundamente - Me gustas, Nico di Angelo.
El hijo de Hades no sabía si reír aliviado o lanzarse al Tártaro por la vergüenza.
El silenció los separó por una eternidad.
- ¿Entonces?
A Nico le asustó aquella pregunta. ¿Entonces...? ¿Que tenía que hacer?
- Te gusta Percy ¿No es verdad?
Podía ver la desilusión en los ojos de Will. Pero Nico ya había decidido reír aliviado.
- No.
El hijo de Apolo lo miró confundido.
- ¿No? Pero... cuando dormías...
- Percy no me gusta - Entonces dijo:- Tú me gustas, Will.
La expresión del rubio era sorpresa pura. No podía contener lo que sentía. Sus latidos iban tan deprisa, y eran tan fuertes que seguramente Nico los oiría.
- ¿Te...? Oh, Dioses - Es lo único que salió de su boca.
- Mejor cállate, Solace.
Ambos sonrieron, Nico tímidamente, y a Will no le alcanzaba la cara para semejante sonrisa.
Entonces se besaron. Porque era lo único que querían hacer en ese momento aparte se reír y golpearse a sí mismos.
Y se tomaron de las manos.
Y Will al fin pudo responderse aquellas preguntas.
Las manos de Nico eran suaves, y al agarrarlas sintió una corriente eléctrica recorrer su cuerpo entero.
Besar a Nico era tan dulce y maravilloso que no podía esperar para hacerlo de nuevo. Y otra vez, y otra vez, y otra.
Y esa sensación que crecía cada vez que están juntos explotó en su interior. Y las mariposas se chocaban unas contra otras en su estomago. Una sensación de felicidad se adueñó por completo de él.
Para Nico, agarrar la mano de Will era como agarrar el sol. Cálido. Pero eso no era todo. Besar a Will le producía un cosquilleo por todas partes. Sentía que al fin podía respirar con normalidad.
Volvieron juntos a la enfermería, porque Will aún tenía un aspecto horroroso. Pero esta vez Nico se ofreció a curarlo.
Y una que otra vez se besaron, cuando nadie los veía. Aunque Will estaba seguro de que de alguna forma lo que había pasado se sabría. Después de todo, los secretos no duraban mucho en el campamento.