Nico había creído que podía cuidar de sí mismo y hacerlo perfectamente sin ayuda de nadie.
Pero estaba equivocado, porque cuando Will Solace le ordenaba dejar de usar sus poderes, o mandarlo a dormir más tiempo, incluso cuando lo regañaba por entrenar tanto, Nico sentía que nadie podía cuidarlo mejor que él.
- Will. Solace lo recibe en la enfermería con una sonrisa.
- Hey, Nico ¿Qué pasa? - Bueno, yo... - Will supo automáticamente lo que pasaba. Tenía un aspecto cansadísimo.
Lo había desobedecido, había estado usando sus poderes.
- Di Angelo ¿Siquiera me escuchas cuando te hablo? Te dije específicamente que no usaras tus poderes. Usa la espada o algo así.
- A veces se necesita más que solo una espada.
Will suspiró, cansado de que Nico hiciera lo que se le diera la gana. Un día iba a estar tan mal que ni Apolo mismo podría ayudarlo.
- Bien, Nico. Solo descansa un poco ¿Si? Te puedes parar, es una buena señal.
Cuando cada uno tomó diferente camino, Will pensaba una y otra vez en Nico di Angelo y sentía de las cosas más normales a las más extrañas en solo segundos. No sabía qué cosas raras pasaban por su cabeza. Al principio solo lo imaginó a él, con ese aspecto tan cansado de siempre. Luego se lo imaginó sonriendo, como pocas veces lo veía. Entonces se lo imaginó en la enfermería, dormido y tranquilo.
Y se imaginó a ambos hablando animadamente mientras le vendaba el brazo. Le pasó por la cabeza una imagen de ambos dándose un abrazo. Su mente vagó hasta crear una imagen nueva, una en la que Nico y él se tomaban de las manos.
Esperen un segundo... ¿Cómo? Se tomaban de las manos y se miraban fijamente, con un leve sonrojo encima.
El mundo a su alrededor se veía borroso. Pensó en los ojos de Nico, y luego en cómo sería agarrar su mano. Cómo se sentiría abrazar así de fuerte al hijo de Hades. Desde ahí comenzó a pensar con cómo sería estar con él así de cerca, o a qué olor tendría su pelo, o que tan fuerte abrazaría. O si Will lo abrazara de sorpresa ¿Qué haría él? Y entonces se hizo la pregunta más vergonzosa de todas
¿Cómo sería besar a Nico di Angelo?
Automáticamente se sonrojó y trató de olvidarse de eso. No, no, ¡NO! No podía pensar en Nico de esa forma. Eran amigos, y además, no estaba seguro de que le gustara.
_(*●*)_/
Nico tardó un rato en dormir. Estar con Will se sentía muy bien. Le gustaba que se preocupara por él, y que lo regañara, y que lo quisiera como es. No quería sentirlo. Sentir eso por Will sería incomodarlo. No quería verlo de otra forma.
Le pasaría lo mismo que con Percy.
Se durmió con un sabor amargo en la boca. Con la horrible sensación de estar haciendo las cosas mal.
Luego de unas horas, el hijo de Apolo volvió a la enfermería para ver si Nico había mejorado. (Sí, claro).
Bien, eso en parte. Le importaba mucho la salud del hijo de Hades, pero solo habían pasado unas pocas horas de la última vez que lo había revisado. Siendo sincero, solo quería verlo.
No sabía exactamente por qué, pero lo necesitaba. No había sido nada como pensaba que sería pasar tiempo con él. Todos esos años lo había visto sin prestarle atención, hasta la primera vez que entró en la enfermería. Pero ahora, durmiendo tranquilamente, no podía imaginarse cómo podía provocar todas esas cosas, cómo podía usar sus poderes de hijo de Hades sin quebrarse a la mitad.
Le sonrió al Nico dormido, aunque era más que evidente que no podía verlo. Tenía tantas ganas de acercarse. Tocarle la cara o el pelo, o algo con tal de estar cerca. Se imaginaba lo incómodo que sería si justo despertara Nico y lo viera.
Pero se veía tan relajado, tan adorable, que no pudo resistirse. Acercó su mano al pelo oscuro del hijo de Hades y lo acarició.
Pensó que tocarle el pelo a Nico sería como tocarse su propio pelo. Normal. Pero estaba totalmente equivocado.
El pelo de Nico era suave y brilloso. No sabía exactamente si le gustaba acariciarle el pelo o le gustaba él en sí. Tenía aún en la cabeza la imagen de Nico despertando y alejándose de él. Pero solo se removió. Y eso no evitó que Will moviera la mano un poco hasta tocarle cara. Desde la frente hasta la barbilla.
Deslizando lentamente sus dedos por la piel. Segundos más tarde se descubrió a sí mismo sonriendo como tonto, y cuanto más trataba de reprimir la sonrisa, más peleaba ésta por quedarse en su cara. Hasta que al final tuvo que dejarla ahí.
Nico volvió a removerse, pero esta vez sonrió poco a poco, como si le devolviera la sonrisa a Will. El rubio amplió la suya y sintió su corazón acelerarse.
Apoyó la palma de la mano en la mejilla de Nico y la dejó ahí, sintiendo su calor corporal. Los labios de Nico se abrieron solo un poco y empezó a murmurar en sueños palabras inentendibles, sin borrar la sonrisa. Will trataba de reconocer alguna de las cosas que decía, pero era imposible. Estaba perdido en el hijo de Hades. La sonrisa que tenía le provocaba a Will un torbellino de emociones dentro de él. ¿Cómo tenía que reaccionar a esto? Cómo sea, no le prestó mucha atención a aquello, solo tenía los ojos puestos en Nico di Angelo. Su mente parecía estar de viaje.
Los labios de Nico volvieron a murmurar algo. La única palabra que Will pudo reconocer:
- Percy.
La sonrisa del hijo de Apolo se desvaneció, se alejó de repente de Nico como si se estuviera quemando. El hijo de Hades se había retorcido sonriente al momento en que Will lo había tocado, y ahora ¿Murmuraba el nombre de Percy Jackson?
La cara le ardió, y sentía crecer algo totalmente diferente a lo de antes. Creyó escuchar dentro suyo un "crack". Se dio cuenta entonces ¿Qué estaba haciendo? No podía responderse, no sabía qué había hecho. Salió a tomar aire y despejarse. No podía dejar de sentirse mal, no podía dejar de sentir un dolor profundo en el pecho.
Cuando Nico despertó, con tanta energía como para vencer a un titán él solo, no vio a Will por ninguna parte, lo que era muy extraño, porque había amanecido y los hijos de Apolo se despertaban con el sol. Solace siempre iba a despertarlo cuando amanecía.
Pensó en que tal vez no lo había hecho porque quería que durmiera más. Por lo que fue directo a desayunar. Se sentó solo al principio, pero sabía que sus amigos no tardarían en ir a hablarle. Y así fue. Primero apareció Jason junto con Piper. Y momentos más tarde apareció Percy. Al mirar a su alrededor no vio a Will en ninguna parte.
No estaba en su mesa con sus hermanos. No lo veía por más que lo buscaba frenéticamente. Decidió no preocuparse, seguro tenía muchas más cosas que hacer.
Luego de desayunar se fue con Jason a entrenar un poco. No quería cansarse tan temprano.
- Nico ¿No crees que te hace falta un día libre de entrenamiento?
- Estoy muy bien, Jason. Dormí perfectamente. No necesito un día libre.
Vaya sueño había tenido.
- No quiero tener que llevarte a la enfermería, di Angelo.- Jason le apuntó con una espada y sonrió.
- Cierra la boca, Grace. Tal vez yo tenga que llevarte esta vez.