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Solo Se Muere Una Vez por Arwen Diosa

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Notas del capitulo:

Se que me tardé, pero me desanimé un poco cuando no reciví ni un solo review, espero este segundo capítulo les agrade más, a mi me encanto escribirlo. Solo denle una oportunidad al fic.

“Solo se muere una vez”

 

Capitulo 2: “Pagando Culpas”.

Arribó a terrenos del colegio unos minutos después de lo acordado de su llegada, con paso apresurado se dirigía hacia su despacho en una de las torres del Colegio. Severus Snape estaba algo ansioso por hacer que sus pies caminasen más rápido y subían las gradas a lo largo de la torre. Ojala Harry haya podido recibir su mensaje de que su “cita” de aquella tarde se postergaría dos horas… ese día era la novena cita y no pretendía echarlo a perder, para recompensar la tardanza llevaba un aperitivo especial para la ocasión, pues bien sabia que a Harry Potter le gustaba mucho la cerveza de mantequilla.

“Le gusta la cerveza de mantequilla… soy tan infantil”. Se regañó mentalmente, intentando captar el instante donde comenzaron esos sentimientos.     

Básicamente, una mujer definía a Severus Snape y esa era Lily Evans… ella lo definía a pesar de que llevaba muerta muchos años, pero sin haberlo querido su corazón paso de amar con atesoro y devoción sus recuerdos, a ver en Harry Potter una Lily Evans mas real y preciada. Creyó que era condescendencia a la actitud enamoradiza de Harry pero no… al parecer esa condescendía era pasa si mismo que le decía que amar de nuevo… no estaba mal.

Se sentía un adolescente con estos sentimientos brotándole del pecho. Al principio le resultaba ridículo sentirse así y no iba a negar que le costó mucho empezar a tratar a Harry Potter con esas intenciones amorosas, transgredía más de una de sus normas morales y no solo por lo complicado que era una relación profesor-estudiante, sino también por la diferencia de edades… pero la idea de perderlo, era más lamentable que superar sus problemas morales. Y una vez que se rindió al encanto natural de Harry Potter, siguieron las citas semanales, ese día era la novena… no había ocurrido nada entre ellos, pero ese día se sentía con suerte… ese día iba a confesarse y quizá si se daba la ocasión le robaría el primer beso.

Suspiró al llegar frente a su puerta, mirando a los lados pues esperaba que Harry estuviera por ahí pues solía ser puntual. Tomo eso como una señal de suerte y aprovecharía para arreglarse un poco más.

Lo primero que sintió al abrir la puerta fue un fuerte olor, desagradable y cargado. Con el seño arrugado entro a su despacho quedándose bajo el marco de la puerta para que su mirada recorriera el lugar. La mesita pegada al ventanal estaba en el suelo junto con su juego de vajilla de té, en el suelo había ropa botada y lo que más llamó su atención fue la cama, no el hecho de que hubiera una cama que antes no estaba ahí, sino que había alguien entre las cobijas.

Deposito su maletín y la botella de cerveza sobre su escritorio sin percatarse que con eso cubría la cinta que contenía la grabación de lo sucedido hace poco. Con la misma velocidad traspasó la habitación hacia la cama que claramente había sido trasmutada y se quedó en seco a medio paso de la cama al ver de quien se trataba.

- Potter…

Parpadeó marcadas veces, lo miró extrañado y confundido… ¿en el suelo estaba la ropa de Harry? Con una caricia en el rostro se percató que su piel estaba tibia y al parecer dormía. Le arregló el cabello y le sacó las gafas para que pueda apoyarse con más comodidad.  Mientras sus dedos se perdían en acariciar los cabellos castaños su mente trabajaba exhaustivamente para encontrar una razón a todo eso.

Bueno, tenía una teoría… Harry fue antes a su cita y lo buscó, al ver que no abría, entro sin permiso… como de costumbre. Por la temperatura de su piel se notaba que tenía fiebre así que Harry se sentía enfermo y prefirió verlo a él a ir a la enfermería, seguramente confiaba más en su conocimiento sobre pociones. Sobre la mesa en el suelo con las cositas rotas… bueno, como en anteriores citas la usaron tal vez Harry quería preparar la mesa para ambos, pero quizá su malestar era tal que tuvo que trasmutar esa cama y a penas pudo llegar ahí.

Volvió a tocar la frente de Harry para cerciorarse de la temperatura corporal, si esta rozaba grados muy altos lo despertaría para darle alguna poción. En esos momentos no era tan alta que parecía que era mejor dejarle dormir, pero entre tocarle la frente tocó las sabanas de la almohada… estaban mojadas ¿lagrimas? Y en el suelo… seguramente el causante del olor fuerte era el vomito que se secaba en el suelo.

- Esto no está bien - dijo para sí solo… su teoría parecía muy forzada y nada explicaba que la ropa de Harry estaba esparcida en el suelo ¿Acaso le había hecho calor por la fiebre y se la sacó? ¡Pfs! Absurdo. Así no razonaba Harry…  ambas manos no estaban dentro de la colcha así que vio marcas rojas en ambas muñecas  y su olfato distinguió el peculiar olor metálico de la sangre.

Sin tapujos de ninguna naturaleza mando lejos la manta, Cersionándose de sus sospechas… Harry si estaba desnudo sobre esa cama, pero no era el momento para admirar la delicadeza de esa piel o toda aquella anatomía… su mente ni siquiera logro formular algún pensamiento apasionante. La sangre manchaba la cama y gran parte de los muslos. Con espanto se acercó, quiso revisar el origen de la sangre, percatándose que aun brotaba un hilo delgado y había manchas que estaban secas.

Miró al joven con gran preocupación intentando entender qué había pasado ahí, vaciló entre llevarlo a la enfermería pero se detuvo al pensar que era por algo qué acudió a él… tomó aire y con suma delicadeza separó las piernas pálidas de Harry. Flaqueó ante su labor, pues era… “Harry” y no era “correcto” tocarlo y mirarlo de esa forma, pero esto era diferente, era muy importante saber porqué sangraba y detener esa hemorragia…

Una vez separadas sus piernas, le levantó el miembro un poco y separó sus glúteos… evidentemente la sangre provenía de esa cavidad estrecha. Claramente la sangre dejaría de brotar de un momento a otro.

- ¿Harry quien te hizo esto? - dijo de nuevo para sí, alejándose del joven y sujetando sus propios cabellos “lo violaron” Pensó con espanto, tenía la esperanza que tuviera algún corte por aquella zona por un accidente o lo que sea, pero no… negando con la cabeza le dedicó a Harry una mirada abatida, el joven que aun estaba inconsciente sobre la cama tenía una mueca de tristeza. Snape se inclino sobre el joven para limpiarle el rostro con suma delicadeza, apenas rozando sus dedos por si Harry se rompía en el acto. Volvió a taparlo con la manta de antes y se quedó sin saber qué hacer.

Tal vez lo más correcto era llamar a Madam Pomfrey para que revisara a Harry, él estaba más perdido que nunca… tomó aire para evitar que sus lágrimas salgan pues debía mantenerse fuerte. Pero también estaba el hecho que no podía exponerlo a la opinión pública como si nada, la noticia se esparciría y no quería que Harry pase por la humillación que el resto de los estudiantes podrían darle. Él era el profesor de pociones Severus Snape, podía manejar la situación… sólo debía mantener la calma…

Apenas unos pasos que se alejaba camino a su repisa para tomar una poción antifebril de su reserva;  piso lo que parecía ser los pantalones de Harry, se agacho para recoger la prenda y al contacto con la tela, por su mente recién paso la idea de que lo que sea que haya pasado, había pasado ahí… Se giró rápidamente a Harry, y sus pasos siguieron a su mirada.

Sin dudarlo más con su varita conjuró un hechizo para entrar a los recuerdos de Harry…

Encontró algunas confesiones que hacía Harry a Dracó en un aula del colegio “- realmente me gusta Severus”; pasó a la anterior noche, era la sala Común de Gryffindor donde Ron le decía “- Mañana es tu cita” y el interlocutor se ponía colorado seguido de risas cómplices; luego llegó rápidamente al día de hoy donde vio que Harry entraba a su despacho… un beso… la cama… el golpe… los cruciatus… el sexo…

Salió de esa mente y cayó al suelo de golpe, todos esos actos… ¡¿Era su cara?! Limpiándose el sudor de la frente tomo valor necesario para ver un poco más… necesitaba saber en qué momento había acabado todo eso.

Repitió el hechizo y llegó hasta casi los últimos segundos de los recuerdos de Harry. La violación… él mismo pegado al cuerpo joven, la visión de Harry estaba borrosa por lo que parecían ser lagrimas mientras lo veía.

- Desmayus - fue lo último que escuchó.

Otra vez fuera de la memoria de Harry, reviso con desesperación cada rincón de su despacho en busca de algún indicio de quien había robado su apariencia, incluso pensando en concentrarse en busca de vestigios de magia de quien había transmutado la cama.

Cayó de rodillas frente al juego de té para sostener una tasita a medio romper… era inconfundible el olor, color y pastosidad del contenido que manchaba la base y las superficies de la porcelana.

- Poción multijugos - movió la cabeza a los lados ante la inminente realidad de que Harry creía que él le había hecho eso, cómo iba a convencerlo de lo contrario si seguramente jamás lo dejaría estar cerca de él… y no menos importante era… ¡Quien! ¡Quien!

Desde su sitio miró en nueva cuenta a Harry, empezaba a moverse sobre esas colchas. Miró al suelo convencido de que si se acercaba sería recibido con un golpe.

Sólo tenía esa tasita de té con los restos de la poción para poder convencer a Harry que no había sido él quien le diera ese suplicio. Pero era muy poca cosa considerando que quizá no quiera volver a hablarle y menos verle.

¿Ahora qué hacia? ¿Cómo era correcto actuar frente a Harry? Se suponía que pensaba que él lo había violado. Debía encontrar al culpable con inminente urgencia.   

Harry se sujetó la cabeza antes de abrir los ojos. Intentó comprender porque le dolía tanto todo el cuerpo. Trago grueso notando que su garganta le dolía y tenía un regusto agrio. La espala y la cadera le estaban punzando… comenzó a exigir a su mente la explicación porque estaba tan mal. Entonces como sacados de una bolsa de interior negro las imágenes se fueron revelando.

Snape lo había violado…

Se sentó de golpe sobre la cama y su cuerpo le reclamó la torpe acción provocándole dolor en la parte baja de su cuerpo, pero restándole importancia a esas sensaciones comprobó que permanecía en esa habitación. Con una mirada recorrió la habitación vislumbrando sus ropas en el suelo y un poco más allá, entre el escritorio y la derribada mesa de tomar té, estaba Severus Snape. Y del odio que tenía, odió más esa mirada de compasión de la que era objetivo.                          

Por instinto busco su varita entre sus ropas, pero el hecho que estaba desnudo lo hizo arder aun más en rabia pues quería proporcionarle tanto dolor como el que había sentido él a ese sujeto que estaba ahí. ¡Lo odiaba!

- Potter… escúchame - armado de valor y convencido que tenía que explicárselo el profesor se puso de pie pero mantuvo su distancia - Yo…

- Cállate - le gritó también poniéndose de pie con la frazadilla tapándole  pero sus piernas no pudieron sostenerle el peso del cuerpo y sintiéndose humillado cayó sobre sus rodillas - Ni se te ocurra acercarte.

Snape quedó congelado a mitad de su paso, pues su propensión era correr a Harry si lo veía caer.

- Poción multi jugos - le dijo Snape aprovechando el silencio.

- De paso piensas que soy idiota ¡Maldito hijo de puta! - le gritó comprendiendo sin más explicaciones a lo que se refería el profesor con esas simples palabras. Estiró las manos alcanzando su ropa.

Viendo que las intenciones de Harry eran vestirse pero su presencia le perjudicaba, Snape con un suspiro doloroso solo atino a darse la vuelta… quería, si era posible, hablar hasta ser entendido.

- Debes escucharme… - no fue interrumpido y aprovecho para continuar - Debiste haber notado que tomaba algo extraño. Recuerda…

Entonces lo sintió en la espalda y Snape no fue capaz de moverse. Era obvio que en cuanto Harry se vistiera iba a apuntarlo con la varita.

- Te dije que te mataré.

Snape solo ladeó el rostro encontrando a Harry en su espalda y la varita apretada contra una de sus costillas. El más joven temblaba y estaba agitado, en sus ojos había mucho dolor.

- Jamás te lastimaría - le dijo.

- Mientes - sollozó Harry haciendo lo que deseó desde que la pesadilla es ese despacho inició - Sectumsempra…

Tras un brillo de un verde enfermizo que golpeó a Snape lo vio caer después de chocar contras los muebles, lo vio jadear y erguirse para que con su propia varita se deshiciese de las llagas en crecimiento a los largo de su cuerpo.

- Debería matarte por…- no pudo continuar su oración, su boca se atragantaba con las palabras que no lograban salir, y recordó el hechizo que le amarró la lengua cada vez que quiera hablar de lo sucedido. Mas enojado que antes, se acercó con la varita en alto dispuesto a mandarle otro hechizo.

- Expeliarmus

La varita de Harry salió volando de sus manos.

- Encontrare al culpable - le dijo poniéndose firme frente al joven que lo miraba con odio - Lo encontrare…

Sin dejar de mirarlo con despreció se alejó, solo volteo cuando recogió su varita del suelo, tan asqueado de lo vivido en esa aula que no podía creer que ahora Snape le venía con esa estupidez.

Antes de irse lo miró de nuevo, seguía en su sitio dedicándole una mirada triste y lastimera.

- Te odio… ¡Severus Snape te odio!

Esas palabras si dolían pero lo más doloroso era no poder estar a su lado en un momento tan desconsolado. Lo último que veía de Harry era que salía azotando la puerta. 

Continuara… 

 

Notas finales:

Por favor dejenme un mensajito y denle un like que no es cuesta nada y suscribanse que subo un nuevo capítulo cada viernes, nos vemos y les mando un abrazo pzicológico bye bye 


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