Will dejó al resto cantando una canción típica de fogata y se fue caminando por los campos de fresas.
Sentía que le iba a dar algo, haberle cantado esa canción a Nico...
No. No tenía por qué saber que era para él. No es como si le hubiese dicho que lo era.
Aunque sí lo era. Pero Nico y nadie aparte de sus hermanos lo sabía.
A no ser que hubiesen abierto la boca.
No, no podrían haber hecho eso... Aunque pensándolo bien, Kayla le había dicho "Si no das el primer paso, voy a delatarte". No sabía si cantarle a Nico una canción indirectamente contaba como dar el primer paso ¿Tal vez dos cuartos de paso?
Un rato después Will y sus hermanos estaban dormidos en su cabaña, al igual que casi todo el campamento. Exceptuando la cabaña 13, la de Nico di Angelo.
La mayoría sabía que, o Nico tenía insomnio o simplemente no quería dormir.
Esa noche, al momento en el que Will empezó a cantar, Nico supo que dormir sería imposible.
Y lo fue. Estaba completamente despierto, tratando de dejar de sentir esa presión en el pecho.
¿Era normal tener el corazón en la garganta? ¿Ponerse nervioso de esa manera? ¿Querer irrumpir en la cabaña 7 y abalanzarse sobre Will?
No había razones para pensar que esa canción era para él. No había razones para creer que Will se la dedicaba siquiera a alguien del campamento. Ni siquiera había razones para pensar que se la dedicaba a alguien.
Pero Nico sentía que sí.
Will había mirado hacia abajo casi toda la canción. Cuando levantó la vista solo se fijó en Nico. Podría ser coincidencia, o bien podría haber sido a propósito.
Había oído a Will cantarla antes, la letra había sido distinta. La que Will cantaba sin darse mucha cuenta era dirigida para una chica, la que había cantado con aus hermanos había sido para un chico.
Se tapó la cara con un brazo, se sonrojaba con solo imaginar que Will había cantado esa canción para él.
Necesitaba verlo.
Sus ojos vieron a la puerta y las ganas de hablar con él le taladraron el cerebro.
Al menos verlo, eso calmaría sus ansias y podría dormir una hora por lo menos.
Se escabulló con sigilo tratando de que las arpías no lo descubriesen.
Llegó con éxito a la cabaña de Apolo, por suerte Will dormía cerca de la ventana.
- Solace. Solace. - Lo llamó en tono bajo. Will no se despertó. - Solace. Hey. Will. - Se detuvo. ¿Que estaba haciendo? Solo quería verlo, no hacía falta hablarle.
No tenía por qué molestarlo, ni siquiera sabía qué decirle.
Miró a su alrededor, por si alguien lo veía, pero todo estaba tranquilo.
Cuando volvió a ver hacia la ventana, el rostro de Will apareció como en primer plano. Nico casi salta hacia atrás por la sorpresa.
Will estaba medio dormido, los ojos se le cerraban pero a pesar de eso estaba tratando de mirar al hijo de Hades.
- ¿Nico? ¿Qué pasa? ¿Estás bien?
Siempre preocupándose por la salud de todos.
- Yo... - empezó a decir, pero se interrumpió - Nada. Olvídalo, vuelve a dormir.
Cinco segundos después Will ya estaba fuera de la cabaña, frente a él.
- ¿Que haces despierto? - Preguntó Will con preocupación. Nico estaba seguro que se había fijado en sus ojeras recientes, luego de los tres días en la enfermería no había visto esas ojeras otra vez.
Nico se encogió de hombros ¿Ahora qué le decía? ¿Que no había dejado de pensar en él y guardaba esperanzas?
No iba a avergonzarse así.
- Un insomnio común, creo.
- ¿Te pasa demasiado seguido? Deberías haberme dicho.
- No es importante.
- ¿Necesitamos tener una charla sobre tu salud otra vez?
- Por favor, no empieces.
- Bueno ¿Necesitas mi ayuda o...?
- No.
- ¿Y qué haces aquí?
Una excusa, una excusa.
- Solo estaba dando un paseo.
Will suspiró. Era obvio que sabía que estaba mintiendo.
- ¿A esta hora? ¿Con las arpías? Estaba bromeando cuando dije que tenías tendencias suicidas, no pensé que estaba tan acertado - Se cruzó de brazos - vamos, Nico. La verdad.
Todo su cuerpo decía que tenía que desaparecer entre las sombras. Pero la mirada de Will tenía una amenaza "Ni se te ocurra o te perseguiré hasta encontrarte".
Nico se pasó la mano por la nuca y miró a otro lado, como si haciéndolo Will fuese a desaparecer.
- Solo quería ver si estabas despierto.
No era del todo mentira. Will siguió desconfiado.
- ¿Para qué?
- N-no sé. Quería hablar contigo. Sobre cualquier cosa, no sé, me gusta hablar contigo.
Oh, cierra la boca. Lo último no fue necesario.
Will notó los nervios de Nico y decidió relajarse. Él también estaba algo nervioso, tenía miedo de que Nico supiera lo de la canción. Se moriría de vergüenza.
- Está bien. ¿Algo en particular?
- Me gustó la canción.
¡Oh no, oh, no! ¡Me descubrió, me descubrió! Pero a pesar de eso, Will no se inmutó por fuera.
- ¿Si?
- Si, emm... Quería saber si era, ya sabes... ¿Para alguien en especial?
¿Estaba siendo muy obvio? Sus mejillas se tiñeron de rojo, esperaba que la oscuridad tapara eso.
- Pues... sí.
Respira, Will. Todo está bien.
- G-grandioso.
Will esperaba que la conversación terminase ahí. Nico estuvo a punto de dejarlo a todo el asunto ahí, pero terminó por decirlo.
- ¿Puedo saber quién es?
Nico no estaría tan insistente normalmente. Estoy muerto, estoy muerto.
- ¿Por qué tanto interés?
- Somos amigos.
- Si. Lo somos - Dijo con un suspiro. Si tan solo fuesen algo más... - Bueno, es que me da algo de vergüenza.
- ¿Por qué?
Deja de preguntar, por favor.
- Estoy seguro de que si ese chico se enterara de que me gusta, me mataría.
- No puede ser tan malo. Digo, si te gusta.
- Bueno, al contrario de lo que otros pensarían, él es muy diferente a mí. - Ya estaba, no iba a haber vuelta a atrás. - Tiene un... aura oscura y es muy antisocial.
Las mejillas de Nico adquirieron un hermoso color escarlata.
- ¿De veras?
- Si. Puede parecer muy terrorífico algunas veces, pero para mí, en el fondo, es un rayito de sol.
- Se supone que ese eres tú.
- Entonces ¿Que dices?
Nico palideció.
- ¿Sobre qué?
- ¿Debería tomar la iniciativa? ¿O dejarlo pasar?
Todo el interior de Nico gritaba que se fuera corriendo. Más no podía moverse de donde estaba.
- S-si, creo que deberías hacer algo.
La sonrisa de Will se extendió.
- ¿Crees que me mate cuando se lo diga?
- Apuesto a que le gustas también.
- ¿Si?
- Si.
Tenía grandes deseos de arrojarse sobre él y apretarlo hasta sacarle el aire. Tal vez no debería arriesgrarse, pero lo hizo.
- ¿Y que me dices de un beso? - sugirió tímidamente - ¿Crees que permita que lo bese?
Una tímida sonrisa se extendió por la cara de Nico.
- Deberías intentarlo, a lo mejor no te entierra seis metros abajo.
Will se acercó a Nico y le tomó las manos con cuidado.
- Habría valido la pena.
Y se besaron.