La ceremonia había sido más de lo normal y al mismo tiempo no tenía nada de común: logan había organizado todo en menos de una semana, muchos de sus primos aún no se creían que su primo, el casanovas, el mujeriego, el ególatra y así con varios adjetivos más, se casaba con un… hombre.
El ambiente parecía aun extraño, algunos esperaban el no para ganar al apuesta, otros en verdad no dejaban de sacar fotos al momento en que el civil, pronunciaba los nombres de Logan y de Eliot y, les hacía firmar el acta. Mucho son dejaban de capturar el momento en que ambos hombres, con trajes oscuros, camisas blancas, uno sin corbata (Logan las detestaba) el otro con una de ellas (Eliot siempre las usaría). El momento en que Logan parecía ignorar al juez civil y le hablaba al oído de Psiquiatra, quien no disimulaba su asombro, su sonrojo, su extrañeza. Las fotografías captaron eso, los videos, como es que el abuelo tocia para llamar la atención de Logan y pedirle con ello, un poco más de Control… como si eso fuera posible.
El seguía detrás de Logan, el arquitecto lo había escogido como su testigo, al final de cuentas a Eryx lo conocía desde hacía años, desde que el pediatra comenzó a atender a sus primos que ahora, peleaban con sus primeros exámenes en la universidad.
Eryx seguía atento, asintió cuando le hicieron firmar, cuando pronunciaron su nombre, cuando el abuelo parecía querer llamar la atención de Logan por su poco respeto al acto y como en algún momento no pudo evitar comentar que se controlara, que para la noche podría esperar.
Eryx estaba allí, mirando, de espalda a todos los invitados pero no estaba atento a nada: Su atención estaba en la persona que estaba más atrás, entre la gente, entre quienes miraban asombrado si en verdad Logan haría ese “matrimonio civil”, si es que en verdad el estaría bajo la tercera opción de Matrimonio que existía, presentara para personas del mismo sexo.
Eryx de vez en cuando miraba para atrás, se volteaba para buscarlo con los ojos pero siempre el más bajo le hacia la tarea difícil: estaba al lado del abuelo, después en la mesa de los bocadillos, después estaba mirando los arreglos florales, después estaba de nuevo en la mesa de los bocadillos. Era como ver a un niño inquieto, uno que además, cuando sus miradas se encontraban, le evadía mirando a cualquier parte.
Todo comenzaba a ser más extraño de lo habitual.
Pronto la ceremonia termino, para Eryx no fue sorpresa que nadie pidiera el vals de los novios, al final de cuentas, Logan detestaba bailar y no parecía que Eliot estuviera muy de acuerdo en seguir siendo aún más, el centro de todas las miradas y las fotografías y las grabaciones.
-Pues te acabas de casar con quien menos le gusta ser el centro de atención – Le bromeo el pediatra, sacando en Eliot una sonrisa y un “no podía ser perfecto”- Claro como no… a propósito, nuevamente felicidades Eliot – comento mientras tomaba una copa de Champagne de la mesa de licores, recibiendo un asentimiento del psiquiatra antes de que otro familiar de Logan se lo llevara de la mano para, por enésima vez, contar la historia de cómo había conocido a Logan y como es que habían terminado enamorados uno del otro, hasta llegar a la presente fecha del matrimonio.
Eryx estiro su mano para alcanzar una porción de bocadillos cuando, noto que Arion estaba al otro lado de la mesa, haciéndose el que no lo veía.
-¿Me seguirás evitando? – Eryx miro al abogado y después los bocadillos, aun buscando que escoger – Pensé que las cosas estaban claras al fin – tomo un plato, para poner en él, una porción de pan con una pasta sobre puesta – Ahora entiendo porque Logan nos odia al mismo nivel que le gusta reprocharnos lo que hacemos y no hacemos… si nos la hemos pasado toda una vida evitandonos, y cuando podemos aclarar las cosas, me evitas…
-No te estoy evitando – Arion hizo lo mismo, tomo el plato y saco la misma porción de pan, solo que lo acerco a su rostro para sentir su aroma y después devolverlo a la mesa – Ademas Logan le desespera cualquier cosa, tu mas que nadie debe de saberlos de todos los años de conocerle, a el le gustan las cosas simple, o es blanco o es negro… -miro con desconfianza el bocado.
-Es crema de mariscos – Eryx sonrio – Creo que tenían crema con pimiento dulce… y si, lo conozco lo suficiente, pero no solo a el lo conozco lo suficiente… - lo observo, ene se juego alrededor de la mesa
-Eso me gusta más – Arion no pudo evitar sonreír de saber que, el otro le sabía la alternativa de escape… y no solo de los mariscos – y No te evito
-¿Entonces jugamos a las escondidas?
-No te he escuchado contar, ¿tu cuentas y yo me escondo?
-No, solo me escuchas jadear, pero no aplica al momento actual- Eryx miro al abogado que casi se le había caído la mandíbula de lo que el otro dijo, sonrio y miro a los lados – Tranquilo, nadie escucha.
-Eres Increíble Eryx
-Espero que eso sea un alago –Sonrio más amplio. Tomo otro bocadillo y lo dejo sobre el dispensador – Hablando en serio, ¿Por qué me evitas Arion?
-No es fácil…- suspiro y tomo un bocadillo- Me la he pasado toda la vida detrás de ti, y bueno… cuando te das cuenta que el otro lo sabía, que por años lo supo pero todo siguió igual, es un poco complicado creer que, de la noche a la mañana, algo cambio – Arion alzo la mirada para ver al pediatra. Los invitados se ponían a sus lados para sacar algún aperitivo y retirarse, nadie prestando atención a la conversación de esos dos con una mesa en medio – Es como, si esto fuera un cuento de hadas y tú, hubieras descubierto que en verdad estabas enamorado de mí y no de la chica mala, no es sencillo - Arion sonrio – Los cuentos de hadas no existen, y no es como si, hallamos roto el hechizo, o como si despertáramos después del beso del amor eterno – rio levemente- sé que soy infantil pero piénsalo… o dime que falto en todos estos años como para, que pasara este cambio.
-Sentir que te había perdido lo único que siempre estuvo –Eryx sintió que era un niño de nuevo, que miraba al chico bonito de la clase, que necesitaba calmar su estómago infantil para poder pronunciar alguna palabra – Cuando dijiste que no me contarías, fue…
-Fue sentirse fuera de la vida del otro, ¿No?
-Algo así… -Eryx movió los dedos en el pato, miro como el otro sacaba otro bocado y lo dejaba en el propio - ¿Cuánto más me seguirás evitando Arion?... tenemos que arreglar esto.
-… Es que…
La música cambio, algún primo de Logan tomo una silla para subirse sobre ella y comenzar a hablar, de que la fiesta debía ser más animada y así fue como la música comenzó a resonar, como algunos rieron, como otros no se animaban a bailar, como otros se adentraban a la pista pero pronto salían. La música les había distraído, Arion noto que Eryx rodeaba la mesa y se acomodaba a su lado, dejando el plato sobre la cubierta, a los costados de su cuerpo y, apoyando sus manos en esta, de espaldas a todos los bocados.
-¿Es que… acaso crees que mañana lo olvidare otra vez? - Arion trago grueso, la música no era la mejor, puesto que el volumen en algún minuto se alzó. Eryx miro al abogado, acercándose a su oído – No necesito estar borracho para no querer alejarme de ti – aprovecho la cercanía y mordió el oído del Abogado, quien alzo levemente el hombro, pero no pudo alejarlo demasiado – Arion - El abogado se afirmó mejor a su plato, sin alejarse, sin arrancar. Eryx noto aquello y, dejo que su brazo derecho se extendiera rodeando la cintura del abogado, atrayéndolo a sí mismo- Arion… -mordió su cuello.
-Me vas a dejar marca…- hablo algo fuerte, no sabía si de los nervios, si fue para que le escuchara, si fue por reacción de pánico
-Mejor…-hablo sonriendo, notando que el otro no se alejaba. Alzo la vista a los que bailaban y fue que vio al primo de Logan, aquel que le coqueteaba a Arion, conversar más sin dejar de quitarles los ojos de encima. E solo pudo afinar la mirada y fruncir el ceño – Que noten que la marca es mía – hablo al oído del abogado - Podría poner mi nombre, pero no se notara…
Arion giro levemente su cara, para verle, para sonreírle y sintiéndose el imbécil más grande del mundo si es que creía, que los cuentos en verdad existían, que en verdad el hechizo había terminado, que el amor había sido más grande que los impedimentos, que con paciencia, se alcanzaba la felicidad. El abogado Sintió su estómago ponerse agitado con cada mordida, como si miles de mariposas estuvieran alborotadas en su interior, como si hubiera retrocedido el tiempo y estaba por primera vez entre los brazos de Eryx, aquella noche hace unos diez años atrás.
Sonrio viéndole, besando su mejilla y afirmándose a la mano que había rodeado su cintura.
Se sintió bonito, de eso estaba seguro.
- No lo necesitas, se me nota por todas partes tu nombre…
-Te aseguro que no necesito estar borracho para tenerte y hacértelo…por mucho tiempo mas - Era lo menos romántico que Eryx podía pronunciar en un momento así, y Arion se soltó riendo antes de girarse y besarlo como si, todas las mariposas en su estómago hubieran por fin encontrado la primavera y se soltaran libres.
Y fue asì, fue tan extraño como particular que un beso fuera tan divertido, tan alejado de los problemas, de una vez sincero y al mismo tiempo impregnado en todos los momentos en que se evitaron como si fuera la única realidad.
Las mariposas encontraron néctar que los labios y las sonrisas de los otros dos daban a sus almas, las mariposas de ambos sintieron la eterna primavera, el verde de la esperanza, de que, si, puedes creer en un estúpido sueño por el tiempo que quieras si eres constante, si eres leal a él, algún día este te recompensara por el tiempo en que esperaste por él.
Ese día Logan lo recuerda con particularidad por dos cosas: Porque se casó con Eliot (Algo que le costó un tiempo y es que Eliot ha desarrollado una cualidad muy particular para ser despistado), y porque sus amigos, Eryx y Arion botaron la mesa de los bocadillos en medio de la fiesta. El abogado se lanzó a los brazos del pediatra y no se midió en el impulso, haciendo que las bases de la mesa cedieran, resonando en el salón el eco de las copas caer, los platos romperse, toda la comida por el piso y ellos dos, Eryx y Arion, abrazados y soltándose a carcajadas.
Ambos riendo como si hubieran escuchado el mejor chiste de sus vidas
Sintiendo que algo se les movía inquieto en el estómago, y estaban seguros no era el hambre
Eran esas mariposas, esas que te surgen, cuando te enamoras…