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I WILL TRY TO FIX YOU por traublemaker

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Notas del fanfic:

Aquí la desaparecida. 

Vengo con una historia nueva, es un one shot, que me salió bastante largo así que lo dividiré en dos partes.

Este one shot va dedicado a Andrea Reyes que lo ganó respondiendo a una pregunta de mi fic Trapped in your world y que por cierto demoré bastante en darle el regalo ¡Lo siento Andrea!

Si han leído mis historias anteriores sabrán que es mi primer Mpreg, por lo que escribir esto ha sido todo un reto para mí. 

Notas del capitulo:

La idea en general está basado en la película "Poderosa Afrodita" y también en la canción "Fix you" de Coldplay. (No sé si se han dado cuenta, pero amo Coldplay, si ven mis demás historias encontraran varias canciones de este grupo xd)

Aquí la portada del fic.

Probablemente si a Minho le preguntaran qué era lo que más quería en la vida, en ese momento de su vida, diría ser padre. Lamentablemente no tuvo la oportunidad de pasar momentos agradables con su padre, ya que este falleció dejándolo con apenas cinco años de edad, edad a la que Minho tuvo que aprender a ser un niño responsable y cuidar bien de su madre que en esos momentos estaba demasiado deprimida y muy metida en su mundo para apenas notar que tenía un hijo.

Choi no se queja de lo que le tocó vivir, es más lo agradece ya que con todo lo sucedido se convirtió en la persona que es. Siempre se caracterizó por ser alguien serio y perfeccionista, no por nada es un excelente diseñador de interiores, es contratado por las personas más importantes de Asia para que se encargue de todo el diseño de sus casas, departamentos u oficinas; incluso un par de veces viajó a América y Europa por su reconocido trabajo.

Claro que ser alguien serio y centrado en su trabajo no lo alejó del amor, en la universidad conoció a un lindo chico de cabellos rojos, tres años menos que él, que soñaba con ser un artista reconocido, hacía unas pinturas increíbles – a opinión de Minho-. La inocencia y la forma de ser tan infantil del muchacho fue lo que cautivó al moreno de metro ochenta y uno. Taemin era tan diferente a él, era alguien inmaduro, bromista, divertido, distraído y juguetón. En un principio estas características afectaban el humor de Minho, ya que Tae era demasiado ruidoso y juguetón, sacaba de las casillas al mayor, pero con el tiempo se dio cuenta que tal vez eso necesitaba en su vida para que no sea tan monótona.

Recuerda cuando se atrevió a besar al pelirrojo, el menor estaba del color de su cabello, tan asustando y asombrado que Minho tuvo miedo de que en cualquier momento le diera un ataque de pánico o algo así, lo que no esperó es que Taemin se lanzara a sus brazos a decirle lo feliz que estaba y que correspondía a sus sentimientos.

Terminaron juntos la universidad, está demás decir que tuvieron una relación larga y hermosa, con problemas como cualquier otra pareja, mayormente por los celos de Minho, pero que al final se arreglaban y seguían como si nada hubiera pasado. Lee Taemin, ahora era un pintor que poco a poco se hacía conocido, algunos de sus trabajos fueron comprados por personas de cargo importante en la política y sin darse cuenta su nombre empezaba a sonar cada vez más.

Cabe mencionar que gracias a los trabajos de Minho y las pinturas vendidas de Taemin, era una pareja con dinero- una joven pareja, ya que Minho apenas tenía 26 años- demás ambos venían de familias adineradas, por ello no hubo problema cuando decidieron mudarse juntos en un lujoso departamento de Gangnam.

Pero había algo que hacía falta, de pronto Minho sentía el departamento demasiado grande, se sentía vacío y sin alegría. Pensó que era el momento de tener un bebé, él quería ser el mejor padre para un pequeño, ser ese ser que acompañara a su hijo en todo momento, algo que no tuvo él desde que su memoria recuerda. Estaba seguro que tanto Taemin como él serían excelentes padres, solo tenía que comentárselo a su pareja, estaba seguro que aceptaría y se pondría feliz… o eso pensaba.

-¡¿Un bebé?!-

-Sí, amor- ok, eso no estaba sucediendo como creía, la idea no le agradó mucho a Taemin- ambos somos mayores y suficientemente responsables para poder cuidar a un niño.

-Pe-Pero sabes que … no… no puedo- Taemin estaba muy sorprendido y tenía razón, lamentablemente él no era un doncel, no nació con el don de procrear, algo con lo que creció tranquilo, ya que nunca había planeado tener hijos.

-Lo sé, pero podemos adoptar, estuve averiguando y …- Taemin abrió los ojos sorprendido.

-¡¿Sin preguntármelo antes?!- Minho esta vez fue el sorprendido- ¿No te pusiste a pensar en que yo no quería niños? Minho, no estoy preparado… maldición, apenas puedo cuidar de mí mismo- el más alto se dio cuenta de los nervios del contrario así que se acercó y lo abrazó.

-Tae, es normal tener miedo, yo tampoco tengo mucha experiencia en niños, pero estoy seguro que podremos con ellos, solo quiero darle lo que yo no tuve-

La conversación siguió por un momento más, aunque Taemin seguía dudoso ante la idea aceptó, ya que vio a Minho muy ilusionado.

Gracias a que tenían suficiente dinero para mantener a alguien más, pudieron pedir fácilmente la solicitud de adopción, quería un bebe pequeño apenas con semanas o meses de nacido, no les importaba si fuera mujer o varón,  aunque Minho estaba seguro que igualmente a cualquiera le gustaría el fútbol gracias a él.

No creyeron que tendrían que esperar meses para poder cumplir el sueño de ser padres. La organización que se encargaba de las adopciones les informó que los llamarían cuando tuvieran alguna noticia sobre algún niño.

Pasaron tres meses, tres meses en el que Taemin poco a poco se hizo la idea de ser padre y hasta le entusiasmaba la idea. Claro que esperar tanto se les hizo casi eterno, hasta que la gran esperada llamada llegó.

-¿Entonces podemos ir a recogerlo?... Claro, iremos enseguida- Minho colgó el celular mirando con los ojos cristalizados a Taemin que se mordía las uñas.

-¿Dijeron que sí? ¿Podemos ir ahora?- Minho asintió y corrió a abrazar fuerte a su pareja. Ninguno se lo podía creer, al fin tendrían al pequeño en brazos, sip, pequeño, era un varón con apenas tres días de nacido.

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Yoogeun, ese era el nombre del nuevo integrante de la pequeña familia. Lo único que sabían del progenitor era que era un joven doncel, no dio su nombre, ni edad, nada, ningún otro dato más. Igual Minho ni Taemin preguntaron más, lo importante era que tenían al pequeño, ellos escogieron el nombre, el padre biológico simplemente lo tuvo y lo dio en adopción.

La pareja tenía una pequeña idea de lo que se tenía que pasar al convertirse en padres, jamás pensaron que sería tan difícil, Yoogeun, era tranquilo, pero demasiado curioso y mandón, quería que todo se le diera rápidamente, sino empezaba a llorar como si lo estuvieran maltratando, algo que lo caracterizaba era que comía mucho, el biberón se lo tenían que dar apenas empezara con el balbuceo, porque si no el llanto se escuchaba en todo el departamento; cuando quería tocar algo y alguno de los mayores se lo quitaba empezaba a gritar y mover sus manitos de forma descontrolada. Sin duda ser padre era el trabajo más difícil de todos, pero valía la pena, luego de todo el esfuerzo ver a Yoogeun dormir plácidamente en su cuna era simplemente hermoso, el niño era muy bonito, tenía unos rasgos delicados, pero sin llegar a ser femeninos y extrañamente sus ojos eran grandes como los de Minho, esto emocionaba más al moreno, pues podía decir que era “su hijo”. Ambas familias quedaron maravilladas con el nuevo integrante y lo mimaban bastante, cosa que Yoo definitivamente disfrutaba mucho.

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Yoogeun creció muy bien, al parecer el rol de padres no les cayó nada mal a Minho y Taemin, el pequeño ya tenía cinco años y era muy educado. El pequeño era muy apegado a Minho, la relación entre ellos era muy hermosa, era muy fraternal y se notaba que ambos se querían mucho, eran el padre-hijo perfectos. Con Taemin era algo diferente, no se podía negar que se querían, pero el lazo del niño con Minho era más fuerte.

-Amor, te tengo una noticia grandiosa- decía emocionado Taemin

-¿Qué noticia?- últimamente Taemin estaba más ocupado y ni hablar de que todo el día se pasaba pegado al celular, lo cual extrañó a Minho, ya que el menor estaba menos tiempo en casa, incluso a veces ni se veían y si estaban juntos no hablaban, pero ahora que su esposo estaba hablándole feliz sin ningún síntoma de estrés, Minho esperaba que la noticia sea realmente buena como para justificar su falta de atención. La relación entre ellos estaba perdiendo su “chispa”, ya no era lo mismo, incluso Minho llegó a pensar que solo estaban juntos por Yoogeun.

-¿Te acuerdas de Jongin? ¿Kim Jongin?- Minho asintió con una mueca de disgusto. ¿Cómo no acordarse de Jongin? Ese tipo era amigo de Taemin en la universidad, pero no era nada sutil en mostrar que gustaba del pelirrojo, incluso cuando este se hizo novio de Minho. Choi realmente lo odiaba.- Bien pues, como sabes ahora es empresario, últimamente estuve en contacto con él- ok, eso no agradó mucho al alto, pero se controlaba un poco porque sabía que Jongin tenía novia.- estaba muy interesado en mis pinturas y pues decidió apoyarme y…- los ojitos del menor brillaban con emoción- ¡abriremos una galería!

-¡¿Cómo?! ¡¿Es enserio?!- eso era una buena noticia, Minho estaba feliz por su esposo.

-¡SI! ¡Estoy tan feliz! Todos mis trabajos se exhibirán, Jongin apoyará económicamente y con los contactos- ignorando lo de Jongin, Minho sonrió y abrazó a su esposo.

-¿Sucedió algo? ¿Por qué gritan?- se escuchó la vocecita de Yoogeun que recién se levanta luego de una siesta por la tarde.

Taemin sonrió, corrió y alzó en sus brazos a su hijo.

-No sucede nada, pequeño, solo que tu padre se hará famoso-

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Es cierto que Minho estaba feliz por Taemin, y estaba dispuesto a ayudarlo en todo, pero menos a ir a la casa de Jongin para hablar sobre el proyecto. Claro que Taemin lo obligó y ahora estaba en la “gran casa de playa” de Kim y Minho no podía estar más incómodo. ¿Acaso Jung Soo no se daba cuenta de cómo miraba su novio a Taemin? ¡Jongin era un descarado! Se pasó toda la reunión mirando el cuerpo del pelirrojo, más específicamente sus piernas y su trasero. Si tan solo no estuviera apoyando en el trabajo del menor, Choi hace rato hubiera quitado esa sonrisa de la cara del moreno a puros golpes y lo peor era que su esposo no hacía nada, incluso le sonreía dulcemente.

-Entonces, nos vemos el martes para ver el lugar donde se abrirá la galería- decía Jongin.

-Sí, muchas gracias por todo, Innie.- ¡¿Innie?! ¡¿Taemin le dijo “Innie”?! Minho apretó sus manos, incluso más cuando ambos amigos se abrazaron…. Ok, suficiente, ese abrazo ya duró mucho.

-Muy bien, gracias Kim, tenemos que irnos- Minho tomó a Taemin del brazo alejándolo de Jongin- Adiós, Jung Soo- hizo una reverencia rápida y salió del lugar jalando a Taemin, quien lo miraba molesto. En ese momento Minho supo que empezarían a ver muchos problemas.

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-¿Dónde estabas?-

Eran las 3 am y Taemin recién llegaba a casa. Desde hace unos seis meses el menor estaba menos en casa, Minho entendía que era por toda la preparación de la galería, pero no había excusa para incluso olvidar recoger a Yoogeun de la escuela. Taemin prácticamente no vivía con ellos, no prestaba atención ni a Minho ni a su hijo. El más alto tuvo que descuidar un poco su trabajo para hacerse cargo de Yoogeun, cuando lo llamaron de la escuela para avisarle que había pasado una hora y nadie iba por su hijo, fue la primera pelea con su esposo luego de años, y luego de esa vez hubo una segunda, una tercera, una cuarta y después perdió la cuenta.

Los pocos minutos que se veía con Taemin, era para discutir. En los primeros meses lo dejó pasar, debía ser muy difícil armar todo para la galería, pero que el pelirrojo llegara a altas horas de la madrugada con olor a alcohol, e incluso salía más arreglado de lo normal, hizo sospechar mucho a Minho.

Tomó una decisión: seguiría a Taemin. Dejó a Yoogeun en la escuela y pidió a su madre que lo recogiera y pasara el día con el pequeño. Caminó siguiendo el auto de Taemin, que estacionó en un local en Gangnam, donde sería la galería, lo cual no era extraño, además eso tranquilizó a Choi, ya que realmente su esposo salía hacia su lugar de trabajo, igual se quedó con su auto afuera del lugar para ver un momento más.

Ahí vio entrar a Taemin y luego de algún lugar del local salió Jongin. Minho podía ver todo claramente, pues las puertas eran de vidrió y las ventanas eran muy grandes.

Ambos muchachos dentro del local empezaron a hablar, apuntaban cosas en unos papeles, señalaban cosas en la pared y estantes. Choi recordó que sugirió a su esposo que podía diseñar la galería, pero este se negó diciendo que lo quería a su estilo y él se encargaría del diseño. Ahora se daba cuenta que toda la decoración se estaba armando por Taemin y Jongin,  esto molesto a Minho, pues le hubiera gustado ser él quien ayudara. Por un momento se sintió mal de espiar a su esposo, solo podía ver que el menor realmente estaba trabajando. Estuvo a punto de prender su auto, cuando sucedió algo que lo dejó en shock.

De un momento a otro, Jongin miró fijamente a Taemin, quien le devolvió la mirada sonriendo, de pronto ambos se acercaron a compartir un fogoso beso. El pelirrojo rodeó sus brazos en el cuello del moreno, mientras este le rodeaba la cintura, ambos empezaron a caminar hacía una habitación que había en el local, tal vez era el baño. Claro que ninguno sabía que Minho había visto todo.

Luego de eso Minho supo la verdad, decidió no decir nada, quería saber  hasta dónde podía llegar la situación, de algún manera se lo esperaba, sabía que el matrimonio había dejado de funcionar hace algún tiempo, solo que ambos esposos estaban acostumbrados a estar juntos.

Había pasado casi mes y medio desde que se enteró de todo, el divorcio era una opción, pero le preocupaba Yoogeun, ya que además de estar encariñado con ambos, apenas tenía cinco años y si la asociación de adopciones de enteraba del divorcio podrían llevarse al pequeño, ya que una de las condiciones para adoptar era estar casado. Entonces descartó la idea, igual no le dijo nada a Taemin, ignoraba sus salidas o sus llegadas a casa, pensó que en cualquier momento este le diría sobre su infidelidad y le pediría que se separen, pero no sucedía nada. Minho no sabía qué esperaba su esposo.

-Me reuní con algunos de los auspiciadores y pues fuimos por unos tragos- respondió el pintor un poco ebrio, empezando a quitarse la ropa para entrar a la cama donde se encontraba su esposo.

Minho solo asintió y se volteó dándole la espalda dispuesto a dormir, solo que no esperaba que el menor lo abrazara por la espalda pegándose a su cuerpo y empezando a besar su cuello.

-Minho…- susurraba el pelirrojo, estaba muy caliente, estaba con Jongin en una disco, estaban a punto de tener sexo en el baño del lugar, pero la inoportuna de Jung Soo llamó al moreno y su momento se acabó. Hace mucho que no lo hacía con su esposo, así que no quería perder la oportunidad… claro nunca esperó la reacción de este.

-Ahora no Taemin, estoy cansado- El alto alejó los brazos del menor de su cuerpo y habló cortante. No podría hacerlo con el pelirrojo, no después de saber que la excitación del menor no se debía a él.

El menor se sorprendió, pero lo dejó pasar. Se acomodó dando la espalda a su esposo y decidió dormir, tratando de olvidarse del problema en sus pantalones.

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La situación no mejoraba, Minho creía que ya estaba dejando pasar demasiado tiempo, casi cuatro meses desde que se enteró de la infidelidad de su esposo, incluso Yoogeun había cumplido seis años. ¿Cuándo planeaba Taemin decírselo? ¿O acaso no iba a decirle nada?

Minho no podía más con la situación, saber que tu pareja te engaña y vivir prácticamente en una mentira, era algo que no podía soportar. Así que decidió algo que tal vez ayudara a la situación. Ya había consultado a la asociación de adopciones y si el divorcio con su esposo ocurría, efectivamente se iban a llevar al pequeño a una casa hogar. Así que se le ocurrió buscar  al progenitor del pequeño. La idea era algo absurda y hasta imposible, pero si encontraba al doncel que había tenido a Yoogeun, este como padre biológico se lo podría quedar, sería difícil, pero Minho estaba dispuesto a ayudar. Así el pequeño no tendría que ir a un orfanato y Choi podría visitarlo todos los días. No quería hacerse demasiadas ilusiones, pero buscaría hasta debajo de la tierra a ese muchacho, porque estaba dispuesto a separarse de Taemin, más no de Yoogeun.

 Empezó por ir al lugar de adopción, al principio la encargada dudó mucho en entregarle los datos del padre biológico del niño, luego de muchos intentos y algunos coqueteos, Minho logró tener una carpeta con los datos del doncel. Lástima que no había casi nada.

Nombres y apellidos: Key

Edad: ----

Sexo: masculino

Nacionalidad: coreano  

Ciudad de residencia: ----

Lugar de nacimiento: ----

Nombre del niño (a): ----

Edad del niño (a): 3 días

Lugar de nacimiento del niño: Yang-Ji Hospital - Seúl

Razón por la cual da al niño (a) en adopción: Solvencia económica

 

Y eso es todo, no había nada más. ¿Key? Lo más probable es que ese no sea su nombre, la encargada le dijo a Minho que el muchacho se negó a dar más datos y simplemente dejó al niño.

Con los pocos datos era casi imposible encontrarlo, solo se le ocurrió ir al hospital donde había nacido Yoogeun. Ahí tuvo más suerte y encontró una dirección. Según los datos “Key” (sí, también ahí se negó a dar su nombre) vivía en Dongdaemun-gu. Ok, eso estaba en Seúl, Minho esperaba tener algo de suerte y encontrar al chico.

Fue a buscar la dirección, al día siguiente, aprovechando que Yoogeun iría a la escuela. La encontró luego de dar un corto “paseo” (en realidad se perdió un par de veces).

Era un edificio de solo 4 pisos, el lugar no se veía para nada lujoso, más bien era muy normal, incluso el edificio se veía algo descuidado. Dentro de este había varias puertas, donde Choi suponía había departamentos, lo más probable era que estos se alquilaran.

En la dirección no especificaban el número de departamento, así que la única opción era preguntar a los vecinos. Suerte que justo un señor de mediana edad salía de uno de los departamentos.

-Di-Disculpe, buenos días- Le dijo el alto, haciendo una reverencia que el señor respondió algo dudoso- Estoy buscando a una persona, pero no sé en qué departamento lo puedo encontrar.

-Oh ¿Cómo se llama? Tal vez lo conozca- respondió el señor con amabilidad.

-Bueno no sé si siga viviendo aquí, y tampoco sé si es nombre- explicaba Minho algo nervioso ya que probablemente con esos datos nunca lograría preguntar concretamente por la persona- hmm Key, así lo llaman-

-Ohhh ¡Key!- El señor hizo una expresión como recordándose algo importante- Claro, lo recuerdo, pero él se fue de aquí hace unos seis años- dijo de pronto.

-Entonces sí vivía aquí…- susurró el alto.- ¿Recuerda algún dato? ¿Su nombre real? ¿O sabe dónde puedo encontrarlo?-

-No muchacho, no se le veía seguido, se fue porque a algunos vecinos no le gustaban su trabajo- eso asombró a Minho.

-¿Trabajo? ¿Qué trabajo?-

-¿No lo sabes? Nunca dio su nombre real, “Key” era el nombre que utilizaba para trabajar… él …vendía su cuerpo- dijo algo incómodo el señor. Entonces Minho podía darse una ligera idea de porqué “Key” dio al pequeño Yoogeun en adopción- Pero era un buen chico, era educado y muy amable, un par de veces le invité platos de comida ya que veía que no tenía- recordaba el hombre mayor.

-¿Recuerda algún bebé?- preguntó Minho

-¿Bebé? No… ¿Tuvo un bebé?- Preguntó el señor asombrado- En los últimos meses que estuvo aquí no salía de su departamento, y tampoco había ehhh .. clientes.-

-Bien… ehh gracias por todo- hizo una reverencia el alto dispuesto a irse.

-Espera muchacho- dijo el señor haciendo que Minho girara a mirarlo- una vez me dijo que no era de Seúl, que antes vivía en Igok-dong de Dalseo-gu.

-¿Dalseo-gu? ¿Eso no queda en Daegu? – Preguntó el alto algo ansioso, el señor asintió. Minho sonrió- Gracias de verdad- hizo una reverencia de noventa grados y salió corriendo.

Tenía un viaje que hacer. Llamó a su madre rápidamente para que ella se encargara de Yoogeun, fue a su casa por algunas cosas y por último tomó el tren que iba a Daegu, en dos horas empezaría su búsqueda.

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Lo primero que hizo Minho al llegar a Daegu fue buscar un hotel, dejó las pocas cosas que tenía y se fue en busca de Key.

Igok-dong era un lugar pequeño, pero al parecer ese día no tuvo suerte, no había nadie quien supiera de Key. En la noche recibió una llamada de Taemin, el cual no contestó y tampoco su esposo insistió.

Al segundo día, pasó por algunas calles y preguntaba a algunas personas por Key, pero nadie sabía nada. Estaba a punto de rendirse cuando vio un pequeño bar, tal vez entrar y tomarse unos tragos no le haría nada mal.

-Una cerveza, por favor- pidió, el barman abrió una botella pequeña y se lo tendió. Minho suspiró cansado empezando a mirar el lugar. Era pequeño, pero empezaba a llenarse, claro si era aproximadamente las ocho de la noche.

-Pareces frustrado- dijo el barman

-Lo estoy- respondió el alto

-¿Puedo preguntar por qué?- ahí Minho recién vio al barman, era un poco más bajo que él, tenía el cabello castaño y una sonrisa amable- En mi trabajo más hago de psicólogo, créeme-

-Busco a una persona, pero no hay manera de encontrarla, tengo pocos datos- respondió y suspiró cansado.

-¿Cómo se llama? – Preguntó el castaño

-Ese es el problema, ni siquiera tengo su nombre real, lo único que sé es que le dicen “Key”-

-¡¿Key?!- preguntó sorprendido el barman- ¿Por qué buscas a Key?- Minho lo miró sorprendido.

-¿Lo conoces?- Lo miró muy fijo- ¿Sabes dónde lo puedo encontrar?-

-¿Para qué los buscas? ¿Eres uno de sus clientes?- respondió el bajo con duda

-No.. no… espera él…- dijo incómodo

-¿no sabías que era un …?-

-¿prostituto?- completó el alto- sí, lo sabía, solo que no sabía que lo seguía ejerciendo- dijo Minho algo triste- ¿Sabes cómo lo puedo ubicar?-

-Yo no- dijo el castaño- pero él te puede decir- señaló a un tipo bajito que estaba en una esquina del lugar- es uno de sus clientes.-

-Gracias- dijo el alto empezando a caminar en dirección al hombre, pero se detuvo y giro en dirección al barman- ¿Cuál es tu nombre?-

-Jinki- respondió sonriendo

-Gracias, Jinki-

El tipo estaba tomando una bebida azul. Minho se acercó y le tocó el hombro

-Hola- saludó cortésmente- ¿Puedo hablar contigo?- preguntó señalando a un costado ya que al parecer el bajo estaba con algunos acompañantes.

-Claro- dijo algo dudoso. Y ambos muchachos se alejaron un poco de la multitud.

-Mi nombre es Choi Minho- le tendió la mano presentándose.

-Kim Jonghyun- respondió el otro.

-Estoy buscando a alguien y me dijeron que tú tenías contacto con él- explicó el alto bajo la atenta mirada del al parecer platinado (ya que por las luces no se podía ver bien el color).

-¿A quién?-

-Lo llaman Key ¿Lo conoces?-

-Claro- respondió restándole importancia al tema- ¿Quieres sus servicios? – dijo algo burlón. Minho pasó saliva algo incómodo.

-Ehh sí, ¿sabes cómo ubicarlo?- preguntó.

-Tengo su número- Minho abrió los ojos sorprendido y asintió tratando de controlar su felicidad. El bajito buscó sacó su celular, buscó entre sus contactos y le dio el número a Minho, este le agradeció- que lo disfrutes- dijo y se fue.

Minho miraba su celular con el contacto guardado, no lo llamaría ahora, ya que era muy tarde. Mañana escucharía la voz del progenitor de Yoogeun.

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-¿Aló?- Minho tembló ante la respuesta, no esperó a que respondiera tan rápido.- ¿Hay alguien ahí?- La voz era suave y tranquila.

-Eh-Eh sí… ¿Key?-

-Sí, soy yo- ¡Dios! Sus manos sudaban y temblaban ¿Por qué rayos estaba tan nervioso?-

-Me llamo Minho…- decía lento

-Minho- repitió la voz sensualmente- ¿Qué deseas, Minho?- ¡Es la voz más sensual que escuchó en la vida! Y su nombre sonaba tan bien…

-Sí ehh quiero que … nos veamos-

-Entiendo ¿Cuándo?-

-Ahora- soltó Minho sin pensarlo, cosa de la que se arrepintió cuando escuchó una risa suave en la otra línea.

-Lo siento, cariño, ahora no puedo ¿Te parece a las 6pm?-

.Cla-Claro.

-Bien ¿Quieres que vaya o vienes?-

-Yo-Yo voy- ¡¿Por qué seguía tartamudeando?!

-Bien, anota la dirección, Minho- Ahhh un escalofrío pasaba por el cuerpo del alto cada vez que esa voz pronunciaba su nombre.

Minho anotó los datos y terminó la llamada.

¿Y Ahora?

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Notas finales:

Si llegaron hasta aquí... ¡Muchas gracias! porque como se habrán podido dar cuenta, en esta parte no hay mucho Minkey -nada de hecho- pero entienden todo el contexto de la historia. En la segunda parte aparecererá Key y será la mejor parte.

Nos leemos pronto.

Traublemaker

 


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