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I WILL TRY TO FIX YOU por traublemaker

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Notas del capitulo:

Ehhh aquí regresé con la segunda parte, me salió más largo de lo que creí, pero bueno, espero que lo disfruten. 

Minho estaba frente a una puerta marrón, con la mano en el timbre, pero sin tocarlo ¡Vamos Minho! Se daba fuerzas, y tocó el timbre.

A los pocos segundos se abrió la puerta dejando ver a un joven delgado, con el cabello rubio, solo un poco más bajo que Minho, tenía la piel muy blanca, unos ojos gatunos hermosos y delineados y una boca pequeña con forma hermosa. El corazón de Choi se detuvo por un momento, no solo porque al fin conocía al padre de su hijo, sino por la belleza del joven. Sus manos empezaron a sudar, sentía el cuerpo como una gelatina y ni siquiera podía hablar.

-Hola ¿Eres Minho verdad?- saludó el rubio con sensualidad, a lo que el contrario solo asintió. Key sonrió, llevo sus delicadas manos a los hombros del alto haciendo que caminara y entrara por completo a la habitación. – Siéntate y ponte cómodo- le susurró al oído.

Choi por su parte solo obedeció, se sentó en un sofá rojo y puso sus manos en sus rodillas tratando secarse el sudor de las mismas. ¿Por qué no decía nada? Él no era así, no era tímido, mucho menos callado.

-¿Quieres algo de tomar?- Key se acomodó al costado del alto empezando a acariciar sus piernas.

-So-Solo a-agua, por favor- el rubio le regaló una sonrisa y se puso de pie para traer el vaso de agua.

Minho pudo expulsar el aire que había retenido sin darse cuenta, poco después el joven rubio apareció con el vaso de agua caminando hacia el más alto de forma muy sensual con un movimiento de caderas que dejarían con la boca abierta a cualquiera.

-Aquí tienes- dijo con una voz muy suave, Minho recibió el vaso con las manos temblorosas mientras que Key se sentaba a su costado… muuuuuuy cerca de él.

Apenas dio un pequeño sorbo y el moreno dejó el vaso en una pequeña mesa frente a él, se agarró las rodillas, nervioso, mientras miraba de frente.

-Entonces…- se escuchó la voz del rubio muy cerca de su oído- ¿Empezamos?- dijo mientras ponía una manos en la pierna izquierda de Minho empezando a acariciarla, maldita sea… la voz de Key era muy erótica.

Minho tembló cuando el rubio mordió levemente su oreja, cerró los ojos cuando sintió unos besos en su cuello, cuando de pronto sintió unas manos traviesas empezando a desabrochar la camisa, despertó del trance y alejó suavemente al rubio.

-ehhh ¿Por qué mejor no nos conocemos un poco?- preguntó Choi nervioso, a lo que Key rió suavemente.

-Cobro por horas, cariño, si me pagas el tiempo que uses, no hay problema- respondió sin perder esa mirada coqueta ¿era así con todos sus clientes? Minho no se podía imaginar como un ser que se veía tan frágil y delicado tuviera un trabajo como ese, el hombrecito rubio era simplemente hermoso, a pesar que todo su cuerpo irradiaba sensualidad y coquetería, su mirada era triste y hasta perdida, Choi se compadecía un poco de Key.- Pero hasta antes de las 9, que tengo otro cliente- dijo restándole importancia, pero se notaba un poco de incomodidad en su voz.

-No, te pagaré su tiempo también- Soltó el pelinegro sin pensarlo, el rubio se sorprendió, pero luego solo sonrió.

-Clientes son clientes, cariño- ufffff cada vez que “cariño” salía de la boca del rubio, Minho no podía evitar estremecerse.

-Te pagaré el doble- ¡Cierra el pico, Minho! ¡Controla tu maldita boca! Ahora que lo vio, el moreno no podía imaginarse al rubio siendo tocado por viejos pervertidos que marquen de manera morbosa a ese hermoso ser. El rubio abrió los ojos, se quedó un rato callado, pero luego acomodó una de sus piernas al costado de Minho, y en un movimiento rápido ya estaba a horcadas en el regazo del alto.

-No puedo rechazar esa oferta y más aún si tengo que pasar el tiempo contigo- susurró cerca del rostro del contrario. Cuando respondió el celular y escucho esa voz grave se sorprendió, la mayoría de sus clientes era mayores, y los jóvenes sonaban desesperados, este era diferente, hasta podía decir que sonaba nervioso. Y cuando el rubio vio a Minho en la puerta de su departamento, casi se le va el alma, era realmente atractivo, la ropa le quedaba entallada y se podía ver un cuerpo bien formado, solo podía pensar en poner sus delicadas manos en ese cuerpo moreno.

Key nunca besaba a sus clientes, pero en ese momento estaba muy tentado a romper esa regla, los labios del alto eran muy atractivos, se veían esponjosos y brillantes, ya que Minho pasaba su lengua por ellos muy seguido, la vista del rubio no se quitó de los belfos de Minho por un buen rato, cosa que puso al contrario muy nervioso y de alguna manera… excitado. Esa mirada lasciva que estaba recibiendo era de verdad muy tentadora, casi pecaminosa, pero no estaba ahí por eso.

-Ehhh ya que tenemos más tiempo, hablemos- dijo Choi quitando con mucho cuidado al rubio de su regazo, comprobando así que el contrario no era nada pesado y eso hacía que su imagen frágil tenga más sentido.

Key bufó algo frustrado, cuando por fin quería disfrutar realmente de un cliente este se negaba a acostarse con él, pero en parte eso lo alegraba, probablemente si Minho accedía rápido al sexo, la imagen de caballero y hombre amable, que el rubio se creó en la cabeza, se habría ido y se habría sentido algo decepcionado.

-Bien, Minho… hablemos- dijo Key acomodándose de costado en el sofá, puso su codo en la parte de arriba el mueble, para así poder apoyar su cabeza en su brazo, así podía además admirar mejor al sexy moreno frente a él, que por cierto con la mirada atenta del rubio, se puso aún más nervioso.

-Cla-Claro- rayos, de verdad Choi se desconocía, nunca había estado tan nervioso cerca de otra persona- ¿Eres de aquí, Key?-

-Sí, nací y viví aquí hasta los quince años.- Allí a Minho le entró curiosidad, Key se veía muy joven, y Yoogeun ya tenía seis años ¿A qué edad el rubio había quedado embarazado?

-¿Qué edad tienes?-

-Veinticinco- respondió tranquilamente el rubio. Choi se sorprendió muchísimo, entonces tuvo a Yoogeun a los diecinueve, se perdió en sus pensamientos por un momento, hasta que la suave voz de Key lo sacó de ellos- Bien, ya preguntaste… mi turno- dijo coquetamente- ¿Qué edad tienes tú?- Minho ignoró completamente el hecho de que Key lo tuteara y no hablara formalmente.

-Treinta y dos- respondió el moreno algo cohibido.

-¿Enserio? Wow… no los aparentas, pensé que ni llegabas a los treinta, ¡siguiente pregunta!- aclamó- ¿Tienes pareja?- Minho no esperaba esa pregunta, pero decidió responder con la verdad.

-Sí, estoy casado y tengo un hijo- Key ni se inmutó solo sonrió asintiendo, por ello el alto se sorprendió, y su expresión debió ser muy exagerada ya que el menor lo notó.

-Te sorprenderías la cantidad de casados que me buscan- dijo finalmente - ¿Qué edad tiene tu pequeño?-

-acaba de cumplir seis- respondió el moreno atento al rubio, quien ante la respuesta se puso un poco tenso, pero se recuperó rápido, poco a poco Minho trataría de entrar al tema- ¿Te gustan los niños, Key?-

-Sí, me gustan mucho- respondió con algo de melancolía- Entonces, Minho ¿Cuánto tiempo llevas casado?-

-Ocho años, aunque estuve con Taemin tres años antes de casarnos-

-Taemin… lindo nombre- dijo Key tratando de ser amable y a la vez tenía curiosidad por la persona que tenía el corazón del moreno, esa persona tenía mucha suerte, evitando, claro, el tema que ahora mismo se encuentra con un prostituto.

-Hmmm- Minho solo asintió incómodo y un poco frustrado, recordar a Taemin en ese momento no era buena idea.

-No pareces feliz ¿Sucedió algo?... Claro si me lo quieres contar- Pasaron unos minutos hasta que Minho decidió hablar.

-Mi matrimonio ya no… funciona- dijo suavemente.

-Ohh pero habla con tu esposo, tal vez…- Key no terminó con su discurso de animación.

-Él me engaña-

-Lo- Lo siento mucho- no se esperaba eso, ¿Quién engañaría a ese hombre? No lo conocía mucho, pero se podía ver que era muy amable y amoroso. Realmente, el tal Taemin era un estúpido.

-No, no importa, creo que dejó de funcionar antes que sepa que está con otro hombre… supongo que solo era costumbre y el hecho que tenemos a Yoogeun.

Siguió la conversación por un largo rato, con temas triviales, ambos acompañantes se contaron de todo, incluso reían mucho, parecía que eran amigos de años, pero por sobre todo ambos se daban cuenta que el otro había hecho un pequeño – o tal vez grande- cambio en su vida.

-¡Oh Dios! Ya son las 10 pm, me tengo que ir- dijo el alto, el tiempo se había pasado volando, entre tazas de café y risas.

-Es cierto, lo siento, no me di cuenta de la hora- Key desconocía ese sentimiento de tristeza que se creó en su pecho al darse cuenta que Minho se iría y se quedaría solo…. Nuevamente.

Minho se puso su chaqueta que en algún momento de la conversación desapareció de su cuerpo, mientras se dirigía a la puerta, sacó algunos billetes de sus billetera y se los tendió a Key, sabía que el rubio necesitaba el dinero, sino no trabajaría vendiendo su cuerpo.

-Pe-pero nosotros no…- Key se sorprendió por la acción del mayor, no esperaba que Minho le pagara, después de todo no hubo sexo.

-Tómalo, te dije que te pagaría el tiempo que use, sino lo recibes será como si no hubieras trabajado… además yo solo necesitaba hablar con alguien- Key quería negarse, realmente quería hacerlo, pero sabía que le hacía falta el dinero, sino lo aceptaba sería un día de pérdida, no tomó el acto de Minho como una ofensa, ya que sabía que este se había dado cuenta que necesitaba solvencia económica, el alto lo hacía por amabilidad. Con algo de vergüenza tomó el dinero. Minho sonrió- Espero verte pronto, Key- dijo acercándose y dando al rubio un ligero beso en la mejilla. Se despidió con la mano y se fue.

El rubio sonrió, hace mucho que sus sonrisas no eran verdaderas y se sintió muy bien hacerlo. Miró el dinero en sus manos y se dio cuenta que incluso había más de lo acordado.

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-¿Minho? Hace días que no sé de ti ¿Dónde estás?- se escuchaba un voz en el teléfono.

-Cálmate, Taemin… Estoy en un viaje de negocios, me quedaré unos días más-

-¿Unos días más? Te fuiste sin avisar, y parece que no te importara dejarme solo con…-

-Taemin si te preocupa Yoogeun, mi mamá se ocupará de él, ahora me iré a dormir, deberías hacer lo mismo-

-Pero Minho….-

-Adiós, Taemin- Y colgó

Al llegar al hotel, Minho se dio cuenta –recién- de que tenía varias llamadas perdidas de su esposo, así que lo llamó, y se percató que ahora la voz de Taemin lo irritaba, no sabía si era porque al saber de su infidelidad empezó cierto rechazo hacia su esposo, o si era que la suave voz de Key rondaba en su cabeza y no se quería ir.

Se acostó olvidándose completamente de su esposo, con la imagen de cierto rubio en la mente y recordando el buen momento que pasó junto a él.

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Hubo un encuentro más entre el Key y Minho, este último le llamó para que se fuera a verlo a su departamento, el rubio aceptó y nuevamente Minho pagó por el tiempo de otro cliente, aun le incomodaba la idea de que hombres desconocidos tocaran al rubio, Key podría estar muy acostumbrado a esto, pero si Choi podía evitarlo entonces lo haría.

La tercera vez que se vieron fue en la estación de trenes, cuando Minho volvía a Seúl.

-¿Key?- Minho había visto una cabellera rubia muy conocida, así que no dudó en acercarse.

-¡Oh! ¡Minho!- Key dio la vuelta encontrándose con el moreno que portaba una maleta mediana.- ¿Qué tal? ¿Te-te vas?- no sabe porque el hecho de saber que Minho se iba lo entristecía ¡Dios! ¡Apenas se habían visto dos veces!

-Ehh sí, regreso a Seúl ¡Pero regresaré pronto!- no había necesidad de aclarar eso, pero lo hizo, la mirada triste del rubio lo motivó a hacerlo.- ¿Y tú qué haces aquí?-

-Espero a un familiar que llegará de Jeju-

-Ohh entiendo- Ambos querían seguir la conversación, ambos se sentían como imanes que se atraían uno al otro, lamentablemente el tren de Minho llegó y tuvo que irse.

-Te veré pronto- dijo tímidamente el rubio. Choi se había dado cuenta que en realidad Key era muy tímido y su comportamiento coqueto y descarado era solo una fachada.

-Hasta luego- respondió el alto, aun sin querer irse y sin saber cómo despedirse, sin pensarlo dos veces soltó su maleta y rodeo con sus brazos el delgado cuerpo del rubio.

No saben cuánto tiempo pasó, solo sabían que inevitablemente luego de conocerse nada en sus vidas sería igual y Minho estaba más seguro de recuperar al progenitor de Yoogeun.

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-¿Ahora me ignoras?- Taemin sonaba molesto

-¿Podemos hablar en casa? Ahora mismo tengo mucho trabajo- Minho trataba de calmarse y no pararse a encarar a su esposo, que desde que llegó de Daegu tiene la idea de que le es infiel, ¡Por Dios! ¡¿Podía ser más descarado?!

-¿Mucho trabajo? ¡Claro! ¡Te acumulaste de trabajo por estar de viaje revolcándote con quién sabe quién!-

-Taemin, no digas tonterías. Cálmate y hablamos en casa, no sé siquiera por qué viniste hasta aquí-

-Tu-Tú secretaria me parecía sospechosa- dijo algo dudoso, pero eso a Minho lo molestó aún más, se levantó del asiento con una mirada furiosa que puso nervioso al contrario- N-No me mires así… e-ella se nota muy interesada en ti- Minho avanzó hacia su esposo lentamente sin quitarle la mirada de encima.

-¿Crees que te engaño con Irene?- Una sonrisa irónica rondaba en su rostro, se detuvo justo frente al más bajo- ¿Y si así fuera?- Estaba jugando sucio, pero sabía que Taemin tenía cierto cargo de culpa por su infidelidad, había leído una vez que las personas infieles creían que sus parejas también los engañaban, ahora lo demostraba, nunca había acercamientos más que necesarios con Irene, no negaba que ella era muy linda, pero incluso ella no se acercaba mucho a su jefe porque tenía su propio novio. Así que la idea de Taemin era totalmente ridícula.

-¿Estás hablando enserio, Minho?

-Claro que no, eso es algo estúpido- respondió el alto riéndose de manera que molestó a Taemin, quien salió molesto de la habitación.

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Las semanas pasaron, las discusiones con Taemin eran más frecuentes, pero había algo que Minho no olvidaba y es que cada vez que veía al pequeño Yoogeun se acordaba del rubio. Era inevitable, incluso pasó noches sin poder dormir pensando en Key. ¿Estaría bien? ¿Habrá tenido más clientes? Esa idea lo descolocaba un poco, le desagradaba en absoluto, aun no podía aceptar el trabajo del rubio. ¿Estaría pensando también en él? Y esa era la pregunta que lo dejaba sin poder dormir. ¿Por qué rayos no se lo quitaba de la cabeza? Cada vez que trataba de pensar en otra cosa esos ojos felinos llegaban a su mente, y esa boquita en forma de corazón… ¡Tenía que volver a verlo!

Sin siquiera pensarlo bien, ya estaba tomando el tren a Daegu.

Ni bien bajó del tren, sus pies se dirigían rápidamente al departamento del rubio, pero cuando llegó paró en seco. ¿Y si estaba con algún cliente? Su boca se torció en una mueca de desagrado. Diablos, estaba tan desesperado en verlo que ni siquiera pensó en eso. Suspiró derrotado, sacó su celular y se dispuso a llamar al rubio.

La primera vez no atendió la llamada, pero se escuchó el sonido del celular dentro del departamento. Así que Key sí se encontraba ¿Qué estaría haciendo que no atiende el celular? Minho volvió a intentarlo y escuchó murmullos del rubio, como si estuviera maldiciendo. Hasta que se escuchó su voz al otro lado de la línea.

-¿Sí?- Su voz sonaba agitada. ¿Y si había interrumpido en pleno acto con un cliente? Oh rayos, Minho estaba cada vez más nervioso.

-¿Key?-

-¿Minho? ¡Oh lo siento! No miré la pantalla del teléfono-

-¿Estas en casa?-

-Ehh sí- respondió algo dudoso.

-Bien, ábreme estoy afuera- Bien el hecho que el alto se haya imaginado a Key con otra persona lo hizo molestar y su petición sonó más como una orden.

-¿Enserio?- La voz del contrario seguía un poco agitada. A los segundos, se escuchó el seguro de la puerta para luego ser abierta.

Detrás de la puerta apareció un rubio con el celular en el oído, con una bata delgada y completamente empapado, genial, ahora Minho no sabía si agradecer eso o no. Entonces Key no estaba con un cliente, se estaba duchando, por eso no contestó la primera vez, había interrumpido su baño, pero verlo mojado con las piernas y el pecho al descubierto no ayudaban mucho a su cordura y la desesperación de ver al rubio. Agregando que al más bajo se le dibujó una sonrisa en la cara y sin pensarlo se lanzó a abrazar al recién llegado.

Choi se quedó impactado por un momento, pero luego correspondió al abrazo, se sentía tan bien estar así, olvidó por un momento que Key lo estaba mojando y que casi lo tenía desnudo. Claro, que luego se acordó y se alejó lentamente del dueño de casa.

-Oh lo siento, te mojé- dijo Key aun sonriendo.

-No te preocupes- Ambos entraron al departamento.

-Bien, iré a cambiarme ¡Ya vuelo!- soltó Key, mientras corría a su habitación.

Luego Minho invitó a Key a comer, este aceptó gustoso, canceló todas sus “citas” y se dirigieron a un restaurante lujoso. Minho no sabía por qué, pero no le importaba gastar el dinero con Key, aunque este le dijo que vayan a un lugar menos costoso, pero el alto insistió.

-¡Esto está delicioso!- dijo el rubio con la boca llena de pasta- La comida italiana es mi favorita, mi abuela solía cocinarme mucho de ella.

-¿Tu abuela?-

-Sí, ella era como mi madre ¿sabes? Mis padres murieron en un accidente cuando tenía cuatro años, mi mamá no tenía hermanos, la familia de mi papá nunca estuvo de acuerdo con su matrimonio, así que me rechazaron, ninguno de ellos quiso cuidarme luego de su muerte, así que mi abuela materna cuidó de mí.-

-¿Qué sucedió con ella?- Minho estaba un poco afectado por la historia, ¿quién podría rechazar al ser frente a él?

-Murió cuando cumplí catorce años, justo el día de mi cumpleaños, por eso no me gusta celebrarlo- La felicidad que Key había desaparecido en un instante, y ahora Minho se culpaba por ello, no debió preguntar.

-Yo... lo siento –

-No te preocupes, pero ahora cuéntame de ti- dijo el rubio tratando de forzar una sonrisa-

-De mí no hay mucho qué decir, crecí en una familia normal, tengo un hermano mayor, pero me alejé de ellos y sobre todo de mis padres debido a que querían que me haga cargo de su empresa, pero yo me enamoré del diseño de interiores, así que me rebelé y salí de casa. Entré a la universidad con una beca y pude estudiar lo que quería, allí conocí a Taemin… el resto supongo que lo sabes-

-¿Y cuándo él quedó embarazado?-

-¿Eh? No, no, Yoogeun es adoptado… Taemin no pude tener hijos- Key se puso algo tenso y esto no pasó desapercibido por el moreno, así que cambió de tema.- Por cierto hasta ahora no sé tu verdadero nombre.

-¿Mi nombre? Hace mucho que no me llaman por él- respondió el rubio con algo de melancolía- Kim Kibum- dijo finalmente.

-Kibum…- repitió el alto con una sonrisa, sabía que si el menor le dijo su nombre, era porque le tiene confianza y él estaba feliz por ello.

La conversación siguió con temas más triviales, sin tocar, claro, el tema del matrimonio de Minho y el pasado de Kibum.

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Los días pasaron rápidos, Kibum y Minho se veían frecuentemente. Choi le dijo al contrario que podía dejar su trabajo y le ayudaría, por supuesto que Key se negó, si había algo que caracterizaba al rubio era que era bastante orgulloso e independiente, y Minho lo sabía. Pero valía la pena intentar que deje su trabajo ¿verdad? Al obtener una respuesta negativa, el alto visitaba seguido al rubio con la intención de “pagar su tiempo”, este en parte lo agradecía, pero sentía que se estaba aprovechando del alto.

Minho creía que ya era tiempo de volver a Seúl, extrañaba mucho al pequeño Yoogeun, pero antes tenía que despedirse de Kibum, y allí estaba frente a su puerta a punto de tocar el timbre, pero sucedió algo que lo alarmó, escuchó un grito que claramente venía del rubio.

Tocó el timbre y escuchó un “¡Ayuda!” eso bastó para alejarse un poco y dar una patada a la puerta que se abrió por la fuerza, al ver dentro del departamento vio la razón de los gritos de Key.

El rubio estaba semidesnudo en el sillón, con apenas una camisa, mientras forcejeaba con un tipo, Minho vio que Kibum estaba con marcas de golpes había sangre por algunas partes de su cuerpo y la casa, su sangre hirvió y se lanzó contra el tipo.

Los golpes no se detenían, Kibum estaba en el suelo agarrándose las rodillas y llorado desesperado. Choi había logrado poner debajo de su cuerpo al sujeto y daba puñetes en su rostro, que estaba lleno de sangre, el alto no podía detenerse, el saber que ese hombre se atrevió a tocar y maltratar a su Kibum lo puso como perro rabioso. Los sollozos del rubio lo hicieron salir del trance, puso de pie al sujeto y prácticamente lo lanzó fuera del departamento, para luego ir directo donde estaba el frágil rubio.

Kibum abrazó a Minho mientras soltaba gruesas lágrimas, el alto trataba de calmarlo, acariciaba su cabello y también repartía pequeños besos por la cabecita rubia. Lo alzó en brazos para llevarlo a la cama, cerró como pudo la destrozada puerta del departamento y fue en busca de un botiquín. Ignoró por completo el hecho que Key estaba prácticamente desnudo frente a él, no dijeron ni una sola palabra mientras Minho curaba las heridas del contrario, el desgraciado había lastimado el hermoso rostro de Kibum.

Una vez que terminó de curar las heridas, se deshizo de la camisa ensangrentada del rubio y le puso una camiseta grande, se encargó de hacer acostar correctamente a dueño de casa, cuando estaba a punto de levantarse, el rubio agarró sus mano.

-Quédate conmigo, por favor- dijo con la voz quebrada. Minho no pensaba irse, pensaba en ir al cuarto de invitados, pero no pudo negarse a la petición y se acomodó al costado de Key.

Los dos estaba en la cama, Kibum se abrazaba con fuerza al cuerpo del alto ¿Qué habría pasado si Minho no llegaba? Aun no se recuperaba del shock, sin darse cuenta empezó a llorar nuevamente, agarrando con fuerza la camiseta de Choi, este se abrazó aún más al rubio.

-Tranquilo, yo te cuidaré- susurraba, le partía el corazón escuchar los sollozos de su acompañante. Se separó un poco y le alzó el rostro.

Su mundo por un momento se detuvo, ese hermoso rostro, esos ojos rojitos por las lágrimas, esa boquita que tenía un pequeño corte por los golpes anteriores, aun así, ese rostro era perfecto para Minho, sin pensarlo, se acercó al rostro de Kibum y deposito un suave beso en sus labios, se alejó lentamente y vio que este tenía los ojos cerrados, no se resistió y volvió a acercarse, volvió a probar esos labios, que se sentían un poco salados por las lágrimas, pero era un sabor exquisito para el alto, tomó la mejilla de Kibum y ambos empezaron un beso lento, pero muy íntimo, el pequeño corte hacía que le ardiera un poco a Kibum, pero no se detuvo, ese beso era una de las pocas cosas buenas que le pasó en la vida y no estaba dispuesto a dejarlo. Minho había olvidado lo que era besar con cariño, incluso con amor, ahora se daba cuenta que probablemente nunca lo supo o lo sintió, era la primera vez que un beso le movía su mundo, prácticamente todo su interior estaba enloqueciendo. Entonces se dio cuenta que estaba inevitablemente enamorado del progenitor de su hijo.

-Yo siempre estaré contigo- susurró Minho sobre los labios de su acompañante, este se acurrucó y cayó dormido.

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Al día siguiente Minho prácticamente obligó a Kibum a hacer sus maletas, ya que lo llevaría a Seúl, no quería que ocurriera otro episodio como el de la noche anterior, su orden sonó tan imponente que Kibum no desobedeció.

Ambos se encontraban en el tren, el rubio estaba dormido en el hombro del alto, este ya tenía una idea de lo que haría al llegar a Seúl.

Lo primero que hizo fue conseguir un hotel para Kibum, para luego irse a su oficina y arreglar todo lo que había dejado en ese tiempo y luego iría a su casa… para terminar todo con Taemin.

-¡¿Dónde estabas metido?! ¿Sabes que incluso ya inauguré mi galería? ¡No estuviste ahí conmigo! Pasé mucha vergüenza sin mi esposo ahí- Taemin gritaba ofuscado.

-¿Y Jongin?- preguntó indiferente el moreno

-¿Jongin? ¿Qué tiene que ver él? –

-Pues pensé que como tu amante tenía más derecho de estar ahí que yo- soltó con indiferencia, el enojo por el engaño se le había quitado ya hace tiempo.

-¿Q-Qué?- pregunto nervioso el menor

-¡Oh! ¿Creíste que no lo sabía? ¿Creíste que era tan tonto como para no darme cuenta que te revolcabas con Jongin?- Taemin palideció.

-Y-Yo Min-Minho…-

-Solo cállate, Taemin- escupió el alto irritado- Solo dame el divorcio- el menor abrió los ojos sorprendido.

-N-No, no, no, no … Minho, podemos arreglarlo, los siento mucho, es… es que estabas tan ocupado con tu trabajo… que, que yo me sentía solo… pero yo te amo, Minho, por favor…- Taemin hablaba muy rápido y nervioso, mientras trataba de abrazar a su aun esposo.- A-Además … Yoogeun, se lo llevarán…-

-Yo me ocuparé de eso, no me quitarán a mi hijo, quiero el divorcio y Yoogeun vivirá conmigo, no te voy a negar que puedas visitarlo, pero nuestro matrimonio murió hace tiempo, Taemin. Yo… yo ya no te amo, incluso no sé si algunas te amé, no sé si algunas vez me amaste.- Minho no se negó al abrazo del menor que ya estaba llorando- Es lo mejor…-

Taemin se dio cuenta que no podía hacer más y simplemente se dejó abrazar por última vez por el que era su esposo.

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-¿Cómo estás?- Preguntó Minho

-Pues bien, ya me recuperé, pero estoy muy aburrido sin hacer nada- Kibum hizo un puchero.

Minho iba a visitar todos los días a Kibum, este se enteró que el alto había terminado su matrimonio, no podía negar que estaba feliz, ya que quería a Minho para él, no sabía si era “amor”, pero estaba seguro que quería estar al lado del moreno, con él se sentía protegido y querido, algo que tal vez solo sintió con su abuela, tal vez después descubriría qué era exactamente ese sentimiento que crecía cada vez que veía a Choi.

Las tardes juntos, eran muy divertidas, y sí, siempre había más de un beso, Minho y Kibum parecían una pareja, aún no habían formalizado nada, al menos todavía no era necesario, ambos sabían que sus sentimientos aun florecían y ellos estaban dispuestos a esperar. Pero siempre Minho se encargaba de decir al rubio que lo quería y que pronto estarían juntos oficialmente, este se negaba por una razón en especial.

-Ten-Tengo que contarte algo- soltó una vez Kibum

-Dime, gatito-

-Quiero ser completamente sincero contigo, quiero que sepas todo de mí, de mi pasado para que estés seguro que quieres estar conmigo- Kibum aún estaba un poco inseguro, ya que dudaba mucho que Minho quiera estar con un ex prostituto.

-Bummie, te dije que si es sobre tu ex trabajo, no me importa, no tienes que contarme tu pasado, sé que te duele hablar de ello-

-No, no, yo quiero contarte- Minho entonces solo asintió- Cuando mi abuela falleció, estuve un año huyendo de las autoridades que me querían llevar a un orfanato, entonces conocí a Park Chanyeol, era muy bueno conmigo, era mayor que yo, en ese entonces tenía quince años y él dieciocho, nos hicimos novios, él era de Seúl, entonces me trajo… Yo… yo no sabía que él me haría eso…- se quedó callado por un momento- Cuando llegamos aquí, él cambió completamente, empezó a golpearme, me violó varias veces y… él empezó a vender mi cuerpo, me vendía a sus amigos y conocidos, de alguna manera me acostumbré ¿sabes?. Cumplí dieciocho años, ahí logre irme a vivir solo, solo que me di cuenta que no podía conseguir otro trabajo, no podía estudiar, Chanyeol aún me vigilaba y me prohibía todo.- Kibum lentamente empezó a derramar lágrimas, recordar todo eso realmente era doloroso- Una noche llegó borracho al lugar donde vivía, entonces me violó una vez más, pero no uso protección, siempre lo hacía, pero esa noche no, entonces sucedió lo que temía, quedé embarazado. Chanyeol se enteró y me abandonó… en parte lo agradecía ¿sabes? Porque sería libre al fin, pero tenía un bebé en el vientre, no me atreví a abortar. Me mudé a otro lugar, ya que ya sabía lo que haría y las personas que vivían me conocían y no podían enterarse. Estuve todo el embarazo solo y encerrado, hasta que el bebé nació y … yo… yo lo di en adopción, Minho- Entonces el llanto se volvió más fuerte, el alto abrazó al rubio muy fuerte- me arrepiento muchísimo, Minho. Y-Yo tendría un niño ahora, pero no podía tenerlo, él no podía crecer con alguien como yo, con un prostituto fracasado…- Minho lo calló con un beso, no quería seguir escuchando, no podía seguir escuchando.

-Shhhh, lo hiciste por una razón, yo sé que él está en un buen lugar ahora, hiciste lo correcto… -  Kibum había sufrido mucho y él trataría de arreglarlo.

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El tema de divorció iba a demorar un poco, tal vez un par de semanas o meses, mientras pasaba ese tiempo Taemin se fue de casa, y sí, se fue con Jongin, quien también terminó su matrimonio.

Minho pensó que ya era tiempo de decirle toda la verdad a Kibum, no sabía cómo reaccionaría este, pero sabía que querría a Yoogeun, porque Kibum seguía queriendo a ese hijo que no pudo tener. Además que con el divorcio, tendría que arreglar los documentos para que declaren a Kibum como padre biológico y no se llevaran al pequeño. Yoogeun era un niño inteligente, Minho había hablado con él y le explicó un poco la situación, el pequeño entendió entonces que tenía otro papá, no lo tomó mal, solo estaba algo confundido, pero ya cuando creciera Choi se encargaría de aclararle todo.

-Kibum…- Minho entró lentamente a la habitación de hotel donde el nombrado estaba.

-¡Minnie!- Kibum corrió a abrazar al alto y a darle un beso de bienvenida.

-Bummie, tengo que hablar contigo- dijo serio, haciendo preocupar al bajo.

Ambos tomaron asiento, entonces Minho le contó todo a Kibum, desde que adoptó a Yoogeun, hasta que viajo a Daegu para encontrarlo, también le contó que no esperaba enamorarse de él, solo quería buscarlo para que el pequeño recuperara a su padre biológico. Kibum no se lo creía, entonces no pudo evitar llorar, nunca se esperó esa noticia, sus sentimientos estaban todos mezclados, no creí que saber algo de su hijo lo alegraría tanto, siempre se resignó a que nunca lo volvería a ver y más aun no podía creer que podría tener una familia, porque Minho lo llevaría a conocer a su pequeño y serían una pareja oficial, tendría un hijo con Choi Minho, y ahora estaba más que seguro que lo amaba.

Sus manos temblaban mucho, su cuerpo parecía gelatina. Justo en ese instante estaba en la sala de la casa de Minho esperando a que el alto llegue con Yoogeun de la escuela. En eso se abre la puerta y lo ve entrar… el niño tenía una sonrisa hermosa.

Yoogeun lo vio ahí sentado y lo miró con curiosidad, acercándose a Kibum.

-¿Tú eres mi otro papi?- dijo con inocencia. A Kibum se le llenaron los ojos de lágrimas. ¡Dios, era un llorón! ¡Pero un llorón feliz!. El pequeño puso su manita en el rostro del rubio, este puso su mano encima sintiendo la calidez de su… hijo, era su hijo. No pudo evitarlo y rodeó al niño con sus brazos. Soltaba pequeños sollozos sin perder la sonrisa, entonces alzó la vista y vio al moreno, ese hombre que había cambiado su vida, ese hombre que llegó sin avisar y lo agradece, ese hombre del que esta infinitamente agradecido, ese hombre que arregló su destrozada alma y ese hombre del que está perdidamente enamorado.

Ahora sabía que por fin tendría una familia y por fin podía sentir amor.

 

◊ ◊ ◊ ◊ ◊ ◊ ◊ ◊ ◊ FIN ◊ ◊ ◊ ◊ ◊ ◊ ◊ ◊ ◊ 

Notas finales:

¿Qué les pareció? Espero que les haya gustado. Espero que los lectores fantasma se animen a comentar, me esforcé mucho es este que es mi primer mpreg, quisiera saber sus opiniones u.u 

¡Nos leemos!

Traublemaker


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