"Hoy es domingos y ya sólo faltarían dos días del mes que tendría para conquistarte."
Era un idiota, pensó con insistencia mientras cerraba los ojos con fuerza luchando por frenar sus lágrimas, estaba tratando con todas sus fuerzas no continuar en ese lamentable y depresivo estado que había adoptado desde aquella dolorosa noche pero no podía, seguía doliendo tanto como ese día.
Esa noche había llegado a su casa llorando como un recién nacido asustando a su hermano mayor y a su cuñado que cada día se notaba más angustiados al verlo en ese deplorable estado de ánimo, llevaba encerrado en su habitación desde esa noche, mientras ellos y Venus luchaban a diario por hacerlo sonreír pero era inútil, lo extrañaba tanto como dolía recordar sus devastadoras palabras.
-Mi baby deer precioso-llamó alegremente su hermano mayor mientras ingresaba a su habitación tal como hacía siempre-¿Adivina quién es un gran hermano mayor y te trajo ese pastel tan caro que te gusta?-cuestionó con una enorme sonrisa.
-No tengo hambre-musitó haciendo que la sonrisa de Chen desapareciera en segundos.
-Pero es tu favorito, está muy rico, pruébalo un poquito-suplicó.
-No gracias... tal vez más tarde-negó con un susurro y trató de sonreírle también.
-Lulu-murmuró con tristeza.
-Estoy bien-prometió.
-Él no vale la pena, no te merece-aseguró esforzándose para controlar su enojo.
-Y-yo... estoy bien-su voz se quebró en la última palabra y Chen corrió a su lado para abrazarlo.
-Por favor déjame ir a darle una paliza-suplicó.
-¡No!-exclamó angustiado-No vayas a lastimarlo por favor-imploró.
-¡¿Cómo puedes defenderlo luego de lo que te hizo?!-cuestionó furioso deshaciendo el abrazo tan rápido como si su cuerpo le quemara-¡Mira nada más como te tiene ese miserable!-lo señaló.
-Lo sé pero... sigo queriéndolo-sollozó.
-¡¿Cómo puedes continuar con eso?!-cuestionó rabioso.
-¡Kim Jongdae!-llamó fuertemente Minseok desde la puerta-¡No estás ayudando en nada a Luhan al venir aquí ha atormentarlo, discúlpate!-ordenó.
-No, lo que he dicho es todo verdad-afirmó molesto.
-Ahora-repitió con ese tenebroso tono de voz que bien podría ser utilizado en una película de terror.
-Lo siento-dijo rápidamente.
-No... -habló en voz apenas audible el menor-Yo soy quien lo lamenta, estoy siendo una molestia.
-Claro que no lo eres pequeño-dijo Minseok con voz maternal y se sentó en la cama a su lado para poder abrazarlo-Esto siempre pasa con los corazones rotos pero pronto pasará, ya verás-aseguró sonriente.
-Eso espero-suspiró-Tan sólo por favor no vayas a hacerle nada-pidió mirando a su hermano.
-No lo haré-prometió y sin perder más el tiempo fue corriendo a unirse al abrazo.
Ninguno se atrevió a dejar al menor solo y ambos se quedaron ahí hablando de esos temas en los que Chen era un experto, puras estupideces. Intentaban por lo menos sacarle una sonrisa pero eso al final fue totalmente imposible.
Venus apareció dos horas después con esa usual actitud tan... tan suya y dejaron que se quedaran solos, tal vez él podría conseguir animarlo un poquito por lo menos o eso era lo que ambos deseaban. Los dos mayores fueron directo a la cocina para preparar la cena pero ninguno podía dejar de pensar en algo que hacer, Chen suspiró profundamente y por fin se atrevió a hablar.
-Tenías razón-declaró dejando en evidencia lo culpable que se sentía por su tono de voz y sus expresiones-Yo no debí dejar que hiciera esto, por mi culpa ahora...
-No es tu culpa-se apresuró a decir-No podías saberlo.
-Pero si lo sabía, lo supe en el segundo en que vi a ese tipo y dejé que Lu continuará con esa locura.
-Culparte no sirve de nada ahora, ambos tenemos que mantenernos en una pieza para ayudar a Luhan-le recordó dejando a su mano acariciar el rostro de su novio.
-La verdad tengo miedo-confesó.
-¿Miedo?
-Luhan nunca ha sabido cómo manejar la tristeza-suspiró afligido-Cuando mamá y papá murieron Luhan no supo afrontarlo y se descontrolo, se volvió rebelde y agresivo, hacía lo que se le venía en gana siempre, se metía en problemas todo el tiempo y tal vez de no ser porque lo arrestaron y lo asustaron con la posibilidad de ir a prisión, tal vez no hubiera cambiado. Ahora temo porque eso vuelva a pasar-explicó angustiado.
-Eso no va a ocurrir-aseguró-Los dos-tomó su mano con fuerza-Juntos vamos a hacer que eso no pase de ninguna forma-una sonrisa amorosa se dibujó en sus labios apoyando sus anteriores palabras.
-Tienes razón-sonrió también dando un suave apretón a la mano contraria.
-También debes prometer que realmente vas a cumplir con lo que le dijiste a Luhan-murmuró e infló adorablemente sus mejillas.
-¡Pero eso no se vale!-chilló inconforme.
-Tienes que hacerlo-sentenció-No puedes volver a pegarle a Sehun, ya van tres veces.
-Pero él lo merece, además, el muy bastardo continúa volviendo-gruñó.
Minseok se quedó serio luego de recordar todas las veces que Sehun había ido a buscar a Luhan, Chen no lo había dejado llegar a él en ninguna de ellas e incluso ya había advertido al portero del edificio que Sehun tenía prohibida la entrada, la imagen de la desesperada mirada de Sehun le provocó un pinchazo de culpabilidad y tuvo que morderse el labio inferior para tratar de disminuir esa fea sensación.
-Jongdae-susurró apenas-N-no crees que tal vez... tal vez deberíamos escuchar lo que Sehun nos quiere decir.
-¿Estás bromeando, verdad?-inquirió con el ceño fruncido.
-E-es que él... él de verdad se ve desesperado y también regresa una y otra vez... ¿por algo será, no?
-No, él no va a volver a acercarse a Luhan y es definitivo-sentenció.
-Pero...
-Chen tiene razón-la voz de Venus se hizo presente llamando la atención de ambos mayores-Ese idiota no tiene derecho alguno a volver a verlo, no merece eso-dijo seriamente.
-Es-está bien... supongo-aceptó de mala gana al final.
-¿Y Luhan?-preguntó preocupado Chen.
-Se quedó dormido-informó afligido, odiaba ver a su mejor amigo de esa forma-Les iba a decir cuando los escuche hablando, también me venía a despedir, surgió algo y tengo que atenderlo-explicó apesadumbrado.
-Bien, hasta mañana entonces-dijo educadamente Min.
-Adiós-se despidió rápidamente dejando solos a los otros dos.
-Es un buen niño-comentó Chen dejando boquiabierto a Minseok ya que jamás creyó presenciar ese momento tan improbable-¿Qué?-preguntó confundido al ver como su novio se había alejado de él y empuñaba una sartén.
-N-no teme acerques engendró de Satanás-advirtió fingiendo estar aterrado-¿Quién eres y que has hecho con mi novio?-exigió saber.
-¡Minnie!-chilló dramáticamente haciendo una pataleta en su lugar.
Minseok se echó a reír entonces, no había podido resistirse a hacer eso lo cual debía ser una preocupante señal de que la idiotez de su novio comenzaba a contagiársele.
***
« ¡Luhan te odia, no quiere volver a verte así que mantente muy lejos de él! »
Esas palabras no lo habían dejado en paz desde el primer día que Chen se las había escupido a la cara y el ojo morado, el labio partido y el pómulo amoratado eran contantes recordatorios para él y la verdad lo merecía, había sido un idiota con Luhan en más de una ocasión, era obvio que él no iba a tolerarlo todo él tiempo, tal vez eso era lo mejor y debía desistir de ir a buscarlo.
-El vestido era tan hermoso-escuchó decir a su madre y eso le recordó que se suponía que estaba cenando con su familia y la que pronto sería su familia política.
-Mamá-se quejó su hermano mayor-No digas eso que me entran más ganas de ver como se ve mi linda novia con el-lloriqueó.
-Lo siento, lo siento cariño-dijo risueña haciendo que todos en la mesa rieran.
Todos menos él que en realidad ya no encontraba motivos para hacerlo, le habían arrancado algo del pecho, Luhan se había llevado con él todas sus emociones cuando había decidido marcharse, lo había dejado vacio y miserable, todos lo notaban y algunos hasta se lo decían.
«Últimamente pareces realmente triste Sehun, ¿pasó algo entre el pequeño Luhan y tú? »
Había preguntado con preocupación el siempre amable Suho.
« ¿Qué está pasándote Sehun? Habías comenzado a hacerlo tan bien, cada vez que te veía bailar yo era capaz de experimentar todas las bellas emociones que intentabas transmitirme pero ahora… es como si te hubieran quitado la motivación, es como ver a un autómata bailar… y ya no sé si podrás hacerlo para la competencia que se acerca.»
Su profesora también se lo había señalado en su último ensayo e incluso había dicho que probablemente perdería aquella gran oportunidad pero a él realmente le daba igual porque ya había perdido demasiado, a su mejor amigo y a Luhan, su dulce Luhan ya no deseaba verlo y eso era muchísimo peor que perder aquella oportunidad que bien podría tirar a la basura solamente por una sonrisa suya.
-Yo… disculpen si soy indiscreta pero… no puedo no preguntar qué fue lo que le pasó a Sehun-dijo la madre de la prometida de su hermano.
-Bu-bueno… -comenzó nerviosa su madre-L-lo asaltaron, sí eso-aseguró.
-Pero que horror-soltó algo dramáticamente el padre de su cuñada-Las calles cada día están peor.
-Es lo que yo digo y todo es culpa de la misma sociedad por no poder controlar a la juventud de hoy en día, ellos cada día están peor, se la viven perdiendo el tiempo en lugar de estudiar cómo se debe-comentó su arrogante padre.
-Tiene toda la razón señor Oh-apoyó su tonta cuñada.
-Estos niños de ahora solamente piensan y hacen puras tonterías pero los padres tienen la culpa por no educarlos como se debe-siguió hablando-Hace poco por ejemplo, hace poco Sehun llevó a la casa a un mocoso de lo más irrespetuoso-dijo con desdén.
Sehun levantó la mirada al instante para poder mirar con odio a su padre que lo ignoró por completo y continuó hablando.
-Oh, ese niño-soltó indignada su madre de solamente recordarlo-Era de verdad desagradable pero afortunadamente Sehun pudo darse cuenta del tipo de persona que es y rompió todo lazo con él-aseguró muy aliviada.
-¡¿Y tú que demonios sabes?!-exclamó furioso sin poder aguantarse más, se puso de pie violentamente y golpeó con ambas manos la mesa-¡Tú no conocías a Luhan en lo absoluto! ¡La única razón por la que él no te agradaba fue porque no tuvo miedo de escupirte a la cara la horrible persona que eres!
-¡Oh Sehun!-llamó rabioso su padre-¡¿Cómo te atreves a hablarle de esa forma a tu madre y sólo por un chiquillo insignificante?!-exigió saber.
-¡Luhan no es alguien insignificante, el es maravilloso y yo soy un estúpido muy afortunado por haberlo conocido!-quería llorar en esos momentos pero no podía hacerlo frente a ellos de ningún modo.
-¿Qué clase de hijo eres que prefiere a ese desconocido antes de a su propia familia?-cuestionó su madre con la voz rota.
-De la clase que es echado a un lado por su familia, de la clase que tiene que vivir pensando que es una vergüenza solamente porque se niega a ser igual a su hermano mayor, de la clase que ustedes rechazan, de esa clase soy-masculló-Y Luhan no es un desconocido, él es la persona que yo amo-dijo con orgullo.
Todos en la mesa se quedaron en shock luego de aquella revelación por parte del más joven de todos los ahí presentes, la familia de su cuñada y ella parecían en otro mundo, su hermano mayor abría y cerraba la boca sin decir realmente nada, su madre estaba blanca como un fantasma y su padre comenzó a reírse de la nada.
-Bien-habló entre risas-No me importa que quieras hacer tus acostumbrados berrinches para llamar la atención pero... ¿fingir ser gay?-inquirió visiblemente divertido-Eso es demasiado hasta para ti. En fin, haré como que no pasó así que siéntate y sigamos comiendo que ya las personas nos miran raro-indicó.
-No estoy fingiendo nada... yo lo quiero-afirmó.
-Ya estuvo bien de bromas de mal gusto Sehun-advirtió su padre lanzándole una mirada asesina.
-Al principio era molesto e irritante tenerlo siempre pegado a mí pero al final me acostumbré porque en realidad no era tan malo como imaginé, de hecho comenzó a gustarme su compañía, también descubrí que me gustaba cuidarlo porque es muy torpe y siempre está metiéndose en líos-sonrió al decir eso-Me comenzó a gustar verlo todos los días y el día que me vio bailar y aplaudió de esa forma yo... me sentí completo por primera vez, me hizo recordar porque yo disfruto bailar, él me hace feliz y necesito demostrárselo, lo necesito y quiero a mi lado cada segundo de mi vida-habló completamente decidido.
Pero aunque para él ese discurso había sido el mejor que había dado en su vida no lo fue para su padre del que recibió una bofetada, escuchó a su madre comenzar a llorar y a su hermano consolarla pero lo más triste fue que también pudo sentir como el poquito afecto que le quedaba hacia ellos desaparecía.
-¡¿HOMOSEXUAL?!-gritó encolerizado su padre-¡¿Tantos años de haberte inculcado una buena educación y moral para esto?! ¡¿Qué acaso no te da vergüenza decirnos una abominación semejante de esta manera?!
-¿Qué fue lo que hicimos mal contigo Sehun? ¿Por qué nos haces sufrir así?-preguntó su madre sollozante.
-¡No pero esto no se queda así, ningún hijo mío será un rarito!-sentenció asqueado-¡Te olvidaras de ese chiquillo, su cara, su nombre y hasta que lo conociste siquiera! ¡Dejaras también esa ridiculez de ser bailarín que seguro fue allí donde te metieron estas estúpidas ideas y comenzaras a trabajar en algo de provecho!
-No-masculló entre dientes.
-¿Qué has dicho?-gruñó amenazante el mayor.
-¡DIJE QUE NO!-gritó-¡No voy a renunciar a mi sueño y mucho menos al amor de mi vida solamente porque mi familia sea un nido de víboras!
-¡Pequeño bastardo!-rugió el furioso hombre y nuevamente su mano se elevó pero en esa ocasión alguien lo detuvo.
-Suficiente-dijo la bella y desconocida joven de rubio cabello-No me quedaré viendo como le hace esto a su hijo únicamente por sus estúpidos prejuicios, debería estar feliz porque él ha encontrado el amor.
-No se meta señorita-gruñó, apartó la mirada de la joven regresándola a su hijo que ya caminaba hacia la salida del restaurante-¡Oh Sehun sí cruzas esa puerta te olvidas de que tienes padres!-amenazó.
-Tranquilo-sonrió amargamente-Me olvide de eso desde el minuto que entendí que al único hijo que en realidad querían no era a mí-y sin más abandonó el lugar.
Había un molesto sentimiento que se hacía más pesado con cada paso que daba, un sabor amargo se había impregnado en su boca y aunque sus ojos ardían deseosos por dejar correr sus lágrimas también se sentía libre por fin, era como si hubiera abandonado una tonelada de concreto en aquel restaurante.
-¡Oye!-escuchó a lo lejos pero no se detuvo-¡Hey detente!-exigió esa persona y él siguió ignorándola-¡Ya Sehun, no hagas que corra en tacones!-chilló escandalosamente y él se detuvo entonces para girar a verla.
-Kyung Jin-susurró al ver al chico, o más bien la chica rubia.
-Vaya que caminas rápido-se quejó.
-Yo...
-A decir verdad fue un bello discurso hasta... bueno eso-murmuró algo incómodo.
-¿Lo viste?-sonrió con amargura.
-Pues claro, nada más falto que te subieras a una mesa y gritaras: "Soy Oh Sehun, creo que soy gay y amo a Luhan"; o algo así-sonrió levemente.
Sehun se encogió de hombros pues le costaba hablar sin dejar al descubierto su voz débil, Venus desvió la mirada sintiéndose incómodo y deseoso por hacer la pregunta que picaba en su lengua, se aclaró la garganta y lo dejó salir sin más demora.
-Y... ¿qué harás ahora?
-No sé-admitió con honestidad-Supongo que ya me las arreglare-volvió a encogerse de hombros.
-Yo... para ser honesto mi apartamento es muy grande para mí solo, había estado pensando en conseguirme un compañero o algo pero no me animaba del todo por lo de mi trabajo pero tú ya sabes y si quieres... -dejó la frase en el aire.
-Gracias-susurró él mostrándole una sonrisa.
-No hay problema, no podía dejarte botado así como así, Luhan no iba...
-No vayas a decirle nada de esto a él por favor-pidió apresurado luego de que escuchó su nombre.
-Okay, okay, tan sólo relajante-pidió recibiendo lo que creyó fue una afirmación de parte del rubio-¿Y ahora?
-Tengo que ir a casa de mis padres-explicó.
-¿Para?
-Recoger mis cosas.
-No te parece que...
-Solamente tomaré lo que yo conseguí con mi propio esfuerzo aunque en realidad eso es casi todo lo que hay en mi habitación-explicó con cansancio. ¡Dios!, iba a darle una jaqueca.
-Bien, llamaré entonces a mi chófer para que nos ayude-sonrió ampliamente y Sehun únicamente pudo asentir.
Una hora y media más tarde ambos entraban al bonito apartamento del menor, Sehun miraba impresionado desde la puerta hasta que Venus lo llamó indicándole que lo siguiera para mostrarle a detalle el lugar.
-Bien, el lugar cuenta con una habitación principal, obviamente la mía, a la que por cierto no puedes entrar nunca, y la tuya que será la de huéspedes que cuenta con baño propio, esa es la cocina-señaló hacia el espacio que era dividido de la sala de estar por una gran barra de granito-Y la sala de estar ya la conoces porque estas parado en ella, así que eso sería todo lo que tienes que conocer entonces sígueme que te llevo a tu habitación-indicó.
Ambos llegaron a una pequeña habitación amueblada sencillamente, había una cama, una cajonera y un escritorio, era lo único pero para él estaba bien, ingresó a la que sería su habitación cuando Venus le cedió el paso y dejó su maleta sobre la cama dejando a sus ojos viajar por la habitación.
-¿Cómo está Luhan?-preguntó por fin, había querido preguntar desde que había visto a Venus pero no había logrado reunir el suficiente valor hasta ese momento.
-Mal-murmuró molesto.
-Tengo que hablar con él-dijo más para sí mismo que para el otro.
-¿Para qué? ¿Para herirlo otra vez?-cuestionó enojado.
-Por supuesto que no, yo lo quiero, no le haría daño-se defendió.
-¿A no?-soltó con ironía-¿Por qué dijiste aquello entonces?-interrogó.
-Porque soy un idiota, estaba cansado de todo lo que Baekhyun decía y decir eso fue lo único que se me ocurrió para hacerlo callar pero me olvidé que Luhan estaba en ese lugar y que fácilmente podría escuchar eso-explicó algo frustrado.
-Sí bueno, eso suena sin duda como algo que Luhan haría, él escucha algo que no le gusta y huye sin quedarse a averiguarlo todo-resopló.
-Yo necesito explicarle como fueron las cosas pero su hermano no me deja verlo.
-¿Y por qué no desistes y ya?-inquirió seriamente-Esta obviamente es una prueba de que no deben estar juntos, Luhan es demasiado emocional e impredecible para ti, es obvio que nunca vas a poder controlarlo y mucho menos entenderlo, lo mejor sería dejarlo así-aseguró.
-No.
-Mira Sehun, sé que Luhan te dijo que era una broma mía eso de decirte que yo estaba enamorado de él pero no lo es, yo de verdad siento algo por él y estoy seguro de que puedo hacerlo feliz. Lo único que yo necesito es que tú te alejes, yo incluso te prometo que lo convenceré de que pueden ser amigos y tú podrás verlo cuando quieras, tan sólo déjalo en paz-pidió suplicante.
-No, voy a recuperarlo-afirmó.
-Pero...
-Acabó de ser echado a la calle por mis padres luego de haberles confesado que estoy enamorado de Luhan, él es todo para mi ahora y no voy a perderlo sin luchar, si quieres puedes intentar conquistarlo pero yo no voy a dejar que me lo quites sin pelear-soltó seriamente.
-Bien dicho-sonrió satisfecho-Haremos algo, déjame hablar con Luhan y convencerlo de que tiene que escucharte, yo te diré cuando tengas que buscarlo-propuso.
-¿De verdad?-inquirió dudoso.
-Lo adoro pero yo no sería nunca su felicidad, tú si lo eres así que como yo no puedo hacerlo feliz tengo que hacer lo posible para ayudarlo a alcanzar su felicidad, es por él que hago esto-explicó.
-Entiendo-asintió.
El rubio se acercó a él logrando que lo mirará con confusión cuando colocó sus manos sobre sus hombros y lo acercó un poco hacia él.
-Muchas gracias Kyung Jin-dijo antes de besarlo en la mejilla-Tengo que salir, nos vemos-una sonrisa cálida se extendió en sus labios y se marchó luego de revólver cariñosamente su cabello.
Las mejillas de Venus se habían tornado rojas desde que Sehun lo había besado y el color en ellas se intensificó luego de que él se fuera, la puerta el baño se abrió y de ahí vio salir a su primo que le sonreía con diversión obligándolo a retomar la compostura.
-Muy conmovedor, por un segundo me creí eso de tu amor por Luhan-comentó divertido.
-Eso no es mentira, Luhan tiene un lugar especial en mi corazón-afirmó.
-Sí pero tu corazón debe ser como un hotel con millones de habitaciones-se burló.
-Eso no quita que Lulu tengo la mejor de las suites-suspiró dramáticamente haciendo reír al mayor-¿Qué piensas?-cuestionó más seriamente refiriéndose a Sehun.
-Que es un idiota impulsivo igual a Luhan, son tal para cual y vamos, cualquiera que pueda enfrentarse y aceptar el rechazo de toda su familia por él sin duda vale la pena-aseguró.
-Tienes razón ahora solamente tengo que lograr que Luhan acceda a verlo-suspiró dramáticamente.
-Lo lograras, tú eres irresistible-dijo mientras pellizcaba sus mejillas y reía al escucharlo chillar.
***
"Es el último día, se acabó."
Sintió nuevamente como las lágrimas comenzaban a traicionarlo siendo interrumpidas por el choque de la puerta con la pared, se incorporó a medias y logró ver a Venus parado en la puerta con una pose de diva, su amigo ingresó y rápidamente fue a su armario de donde empezó a sacar ropa.
-¿Q-qué haces?-preguntó desconcertado y con la voz rota.
-Vas a levantarte ahora mismo e iras a buscar a Sehun para hablar con él porque el troglodita de tu hermano no va dejarlo pasar así que iras tú-sentenció.
-¿Qué?-cuestionó sorprendido.
-Ya escuchaste, tienes que escucharlo o vas a arrepentirte, él también te necesita y ya lo hice esperar mucho-sonrió con malicia al recordar todas las veces que le había dicho al rubio que Luhan no quería hablarle aunque en realidad él no le había dicho nada todavía, su cara de desesperación y decepción era realmente divertida.
-No quiero, no necesito oír que quiere terminar con todo-murmuró conteniendo las ganas de llorar.
-¡Tú!-chilló Venus apuntándolo con su dedo-¡¿Crees que yo vendría aquí diciéndote que debes ir a buscarlo para que te haga más daño?!-inquirió.
-Bue-bueno lo que pasa…
-¡La respuesta es no!-casi gritó con su aguda voz de rata e hizo una equis con los brazos-Irás-sentenció.
-¿Para qué? ¿Qué caso tendría?-susurró con tristeza.
-Valdrá la pena y necesitas verlo, él también te necesita aunque no puedo decirte la razón porque se enojaría conmigo-rodó los ojos al decir eso ultimo-También le entregas esto-dijo extendiéndole un sobre.
-¿Qué es esto?-preguntó desconcertado.
-Es su sueldo de esta semana, entiendo eso de que quiera cooperar con los gastos de la casa pero no se lo he pedido y además hace suficiente en hacer todo el trabajo de limpieza por mí además de sacar a los tipos que se ponen pesados y sí, también ese miserable sueldo no me alcanza ni para goma de mascar así que devuélveselo por mí-dijo sonriente.
-¿Su sueldo? ¿Gastos de la casa? ¿Trabajo de limpieza?-preguntó más que confundido-Espera… ¿Sehun está viviendo contigo? ¿Por qué?-cuestionó.
-¿Por qué no vas y le preguntas por ti mismo?-preguntó de vuelta sonriéndole de una resplandeciente manera.
-¿Qué pasó?-siguió preguntando.
-Lo único que voy a decirte es que de verdad te necesita y que tal vez quieras apresurarte porque solamente estará una hora practicando donde tú ya sabes, te recomiendo ducharte y ponerte eso-señaló el conjunto que había puesto en la cama.
-Sí-se puso de pie al instante y corrió al baño.
Venus sonrió triunfal en cuanto lo vio desparecer, Luhan apareció poco después y él lo ayudó lo mejor que pudo con su demacrada imagen, le dio un abrazo para desearle suerte y luego se encaminó a la puerta.
-Sal rápido que yo distraigo a Chen, espera la señal-indicó.
-¿Cuál es la señal?
-La sabrás reconocer-le guiñó coqueto.
Luhan esperó pacientemente algo, escuchó la puerta de la habitación de su hermano mayor cerrarse de golpe y se concentró en espera de cualquier cosa.
-¡Chennie hyung~!-escuchó la chillona voz de Venus-¡Damé amor Chennie hyung~!
-¡O-oye, ¿qué haces?!-y ese era Chen.
-¡Dame un besito Chennie~!
-¡Aléjate de mí loca!
-¡Chennie sólo un besito~!
-¡Aléjate! ¡¿Qué demonios crees que estas tocando?! ¡Auxilio que me violan! ¡MAMI!
Y esa fue la señal y sin perder más tiempo salió a toda prisa de su hogar con rumbo a la universidad de Sehun, sabía que eran vacaciones pero él le había dicho que tendría acceso a la sala de prácticas para poder perfeccionar su presentación, bajó de a dos las escaleras del subterráneo y se dedicó a correr gritando “lo siento” a las posibles víctimas de su empujones, apenas consiguió entrar al tren y en todo el viaje se mantuvo golpeando el suelo con su pie.
Salió del vagón de la misma intempestiva forma, tropezó tres veces al tratar de subir las escaleras, casi es arroyado por una bicicleta pero milagrosamente consiguió llegar en una sola pieza, para su mala fortuna las instalaciones estaban cerradas y cuando intentó colarse el vigilante lo detuvo.
-Tengo que entrar-dijo ansioso.
-No, las instalaciones están cerradas niño-sentenció.
-Mi novio está ahí adentro y tengo que verlo cuanto antes, es muy importante-insistió.
-¿Tu novio?-preguntó para asegurarse de no haber escuchado mal.
-Sí, se llama Oh Sehun y está ahí adentro practicando para un evento muy importante-explicó.
-Creo recordar a un muchacho rubio con ese nombre-dijo pensativo.
-Lo ve, él está aquí y yo tengo que verlo-suplicó.
-Imposible, espéralo afuera-indicó.
-¡No!-chilló-¡Tengo que entrar a verlo!-exigió mientras hacía una pataleta.
-Ya dije que no-sentenció inflexible.
-Pero…
-Lu-Luhan-llamó alguien a sus espaldas y él se giró a toda velocidad.
-¿Tú?-su ceño se frunció al instante al ver a Baekhyun ahí.
-N-no espera por favor-pidió al ver a menor tratar de alejarse-Yo… lo único que quiero es hablar contigo, se trata de Sehun por eso por favor te suplico que me escuches-prácticamente le estaba rogando y Luhan no tuvo corazón para decir que no.
-Bien pero que sea rápido y al primer insulto me voy-advirtió.
-No vas a arrepentirte-prometió mostrándole una sonrisa autentica, esa que solamente había visto que le mostraba a Sehun.
***
Suspiró con fuerza mientras arrastraba sus pies a la salida, el ensayo lo había dejado hecho polvo y su profesora no había parado de regañarlo por sus constantes fallos que por cierto eran demasiado tontos, se estaba planteando muy seriamente abandonar la idea de presentarse para aquella competencia.
Levantó la vista cuando le faltaba muy poco para llegar a las puertas del lugar y sus ojos se abrieron desmesuradamente cuando pudo ver a Luhan, el menor estaba llevando sus manos a su boca y su cuerpo había comenzado a temblar, a su lado se encontraba Baekhyun diciéndole algo y sin pensarlo dos veces corrió hacia ellos.
-¡LUHAN ESPERA POR FAVOR!-gritó Baekhyun cuando el menor se fue corriendo.
-Abra la maldita puerta ya-le ordenó al guardia que miraba todo inmóvil.
Baekhyun lo miró entonces y se quedo en shock, se quejó audiblemente cuando su mano apresó fuertemente su brazo y quiso llorar al ver todo el odio que los ojos de Sehun destilaban a hacía el nada más.
-¡¿Qué le has hecho?!-exigió saber.
-Y-yo únicamente… únicamente tra-trate de hablar con él-balbuceó, Sehun lo liberó y al verlo alejarse no pudo detenerse y tomó su mano-Sehun yo no…
-¡Ya basta de esto Baekhyun!-casi le gritó-¡Te quiero pero no de la forma que tú quieres y debes entenderlo, yo amo a Luhan y si de verdad quieres que sigamos siendo amigos debes aceptarlo o tendrás que mantenerte lejos!-advirtió, se liberó sin problemas y aunque dudo en marcharse al ver como los ojos de Baekhyun se llenaban de lágrimas igual se fue dejándolo ahí.
-¿Joven se encuentra bien?-preguntó preocupado el vigilante al ver como él adorable muchacho comenzaba a derramar gruesas lágrimas. Baekhyun intentó sonreírle pero no pudo, sacó su celular y marcó el número de la única persona que podría decirle algo para que se sintiera mejor aunque fuera un poquito.
-¿Baek?
-Lo hice Chan-susurró con la voz temblorosa.
-¿Y cómo te sientes?-preguntó dulcemente porque sabía que el pequeño estaba llorando y no quería que se sintiera peor de cómo debía sentirse.
-Yo… se siente fatal-sollozó-Pero estoy feliz porque ahora él no estará solo.
-Hiciste lo correcto Baekkie-aseguró.
-Eso creo-susurró y se encogió de hombros aunque sabía que Chanyeol no podía verlo-¿Po-podríamos vernos?-preguntó suplicante.
-Claro que sí pequeño-dijo cariñosamente.
-Es-está bien, voy a tu casa-informó.
-¿Baekhyun?-lo llamó antes de que cortara la llamada.
-¿Di-dime?
-Estoy muy orgulloso de ti puppy gruñón-rió luego de decir eso.
-Gracias Chanyeol-pudo sonreír levemente luego de escucharlo reír, él de verdad lo hacía sentir mucho mejor.
-Te espero.
-Sí-dijo y también asintió antes de colgar la llamada y dirigirse a casa del mayor.
***
-¿Hacía dónde se dirigió?-preguntaba a nadie en particular mientras corría en busca de su pequeño revoltoso.
Logró verlo a lo lejos desaparecer en la entrada del subterráneo y se obligó a correr más rápido a pesar de que las piernas le dolían, bajó los escalones de a dos, chocó casi con todos pero paran cuando logró alcanzarlo las malditas puerta ya se habían cerrado, los ojos de Luhan no dejaban de derramar lágrimas mientras lo miraba incrédulo a través de las puerta del tren.
-¡LUHAN!-gritó su nombre mientras golpeaba las puertas del vagón.
Lo vio decir algo pero no podía escucharlo, el tren comenzó a avanzar y él lo siguió hasta verlo desparecer por aquel oscuro túnel, se negaba a perder un minuto más esperando el siguiente tren así que corrió hacía la calle, no tenía dinero para un taxi y lo mejor que se le ocurrió fue saltar a la calle para que algún auto, el que fuera, se detuviera.
El pobre conductor del auto negro apenas tuvo tiempo de frenar luego de que el loco rubio apareciera de la nada, estaba por gritarle mil y un maldiciones pero de la nada el loco rubio subió a su auto y ocupó el asiento del copiloto dejándolo atónito.
-Arranca-ordenó impaciente Sehun.
-¿Acaso estás loco? ¿Quién demonios eres?-preguntó alarmado el pelinegro.
-Me llamó Sehun y tengo que llegar al hogar de mi novio ahora-dijo lanzándole al desconocido una mirada amenazante.
-N-no, y-yo no…
-Te daré mi billetera pero vámonos ya-exigió y sin importarle lo peligroso que fuera se las arregló para conseguir pisar el pie que el desconocido tenía en el acelerador.
-¡¿QUÉ HACES PSICÓPATA?!-gritó el aterrorizado hombre que apenas podía mover el volante para no terminar estrellándose.
-Gira ala derecha-ordenó-No imbécil, no a tu derecha sino a mi derecha-indicó.
-¡Voy a morir!-chilló el pobre hombre.
***
Se encerró en su habitación a llorar en cuanto había llegado a su casa maldiciendo una y mil veces por ser tan estúpidamente cobarde e idiota, la imagen de Sehun golpeando las puertas del tren lo atormentaba al igual que las palabras de Baekhyun que no dejaban de repetirse.
«Lo lamento mucho Luhan, todo lo que pasó entre Sehun y tú no es más que mi culpa… yo estaba celoso y no paraba de fastidiarlo… fue por mi culpa que él dijo todo eso porque yo no dejaba de presionarlo y él tan sólo explotó… él te quiere de verdad, me lo dijo e incluso se enfrentó a sus padres por ti sin importar que lo echaran de su casa y de sus vidas… él te ama de verdad y yo te prometo que ya no voy a molestarlos pero por favor perdónalo… »
¿Quererlo?, debía de estar bromeando, seguramente Sehun lo odiaba luego de todo lo que había provocado por comportarse como un niño idiota y continuaba haciéndolo, no tenía cara ni valor para mirarlo a los ojos luego de todo eso.
“¡Rayos! Seguramente soy lo peor que le ha pasado en la vida.”
***
Al final, para su buena suerte y contra todo pronóstico Sehun consiguió llegar al edificio de Luhan con vida y sin ser arrestado por la policía, se bajó del auto a toda velocidad no sin antes lanzarle su billetera al semi-inocente hombre que lo había llevado hasta ahí, entró corriendo con rumbo al elevador pero antes de poder entrar a él el portero lo sujetó de la camiseta y lo detuvo.
-Usted tiene la entrada prohibida-le recordó el molesto hombre.
-No ahora por favor, tengo que ver a mi novio-dijo luchando por liberarse.
-Lo lamento chico pero ordenes son ordenes-se encogió de hombros despreocupado.
-Le daré mi celular si me deja ir-negoció.
-¿Su celular?
-Sí-respondió con impaciencia.
-¿Qué celular dice que tiene?-inquirió con interés.
-Un ¡Phone 6, es suyo pero suélteme-pidió.
-Trato-dijo feliz el hombre-Tal vez le agradaría saber que el joven Luhan está solo en casa aunque llegó algo alterado-comentó sonriendo traviesamente cuando el menor le entregó su teléfono.
-Muchas gracias-dijo apenas antes de correr a las escaleras y comenzar a subirlas de a dos.
Ahora no tenía billetera ni celular pero valdría la pena si conseguía hablar con Luhan y de paso lograr que lo perdonara, casi se desmaya cuando finalmente consiguió llegar al piso de Luhan y milagrosamente pudo sacar más fuerzas para llegar a la puerta del apartamento del menor, buscó rápidamente en su mochila las llaves del departamento de Luhan que le había robado a Venus, lanzó su mochila a cualquier rincón en cuanto la puerta estuvo abierta y escaneó toda la sala de estar donde Luhan no estaba.
“Su habitación.”
No se molestó en llamar a la puerta y simplemente entró tan rápido como podía, sus ojos se conectaron de inmediato con los cristalizados ojos del menor que lo observaba incrédulo desde la cama, vio lágrimas caer desde sus preciosos ojo y sintió su corazón romperse en mil pedazos.
-No por favor-suplicó. ¿En qué momento se había acercado tanto para abrazarlo?-No llores pequeño-suplicó.
-T-tú… -tartamudeó.
-Estoy aquí, todo está bien, lo lamento tanto-susurró acariciando su cabello-No debía decir nada de eso, fue muy estúpido de mi parte, lo siento, lo siento mucho.
-No-sollozó.
-Lu por favor…
-¡No!-lo cortó-Todo esto es culpa mía… so-solamente te he traído problemas… t-te pedí no traicionar mi confianza pero… pero he sido yo el primero en desconfiar de ti… y-yo… de-debí decirte lo que escuche y esperar por una explicación lógica pero e-en lugar de eso huí como un niño inmaduro y me aleje… y… y… y ahora por mi culpa tus padres te dieron la espalda y… yo no merezco que estés aquí ahora-berreó.
-No, no es culpa tuya, tranquilo-pidió con dulzura.
-Pero…
-Lo de mis padres no podía evitarse Luhan, ellos iban a darme la espalda tarde o temprano, es obvio que si no pudieron apoyarme con lo que es mi felicidad tampoco me apoyarían en nada más-explicó tranquilamente.
-¿T-tú felicidad?-inquirió sin comprender.
-Tú-respondió mirándolo a los ojos.
-Pero… ¿cómo es posible que me quieras luego de que te demostré lo tonto que soy?-cuestionó afligido.
-No eres un tonto o bueno no lo eres la mayoría del tiempo por lo menos-rió ligeramente al verlo el puchero del menor-Bromeo pero aunque fueras un niño tonto las veinticuatro horas del día y los siete días de la semana seguirías siendo mi niño tonto.
Una sonrisa preciosa se dibujó en los labios del mayor mientras con sus pulgares limpiaba las lágrimas de su rostro con todo el cuidado del mundo, Luhan de verdad que se sentía muy afortunado en esos momentos porque cualquier otra persona le hubiera dado la espalda a un mocoso así de problemático como lo era él.
-Ya no llores-pidió nuevamente-No me gusta verte llorar-un suave beso se presionó en su frente y Luhan no pudo evitar suspirar cuando finalmente su corazón comenzó a latir de nuevo.
Sus miradas volvieron a conectarse y Luhan dejó que su cuerpo actuara por cuenta propia, los labios de Sehun le dieron la bienvenida de inmediato logrando miles de bellas sensaciones explotaran en su pecho, lo había extrañado tanto y ahora estaba ahí tan dulce y cariñoso como Luhan no había ni llegado a imaginar de él. Comenzó a necesitar aire pero no quería dejarlo ir todavía ni nunca, sería maravilloso poder permanecer pegado a sus labios toda la eternidad.
-Espera, espera-pidió Sehun cuando el pelinegro mostró intenciones de profundizar el beso.
-¿Qué pasa?-preguntó nervioso, ¿se habría arrepentido?
-Antes cuando estábamos en casa de Chanyeol tú dijiste que no podías llegar lejos con alguien con quien no tuvieras una relación seria-le recordó.
-Lo recuerdo pero…
-¿Quieres ser mi novio Luhan?-preguntó seriamente.
Luhan sintió su cara volverse totalmente roja entonces, ¿eso de verdad estaba pasando o se había caído y golpeado en la cabeza?, sintió los dedos de Sehun entrelazarse con los suyos luego de que tomara una de sus manos y no pudo detener el nada masculino gritito que salió de su boca mientras se lanzaba sobre Sehun.
-¡Sí! ¡Sí! ¡Sí! ¡Mil veces sí!-chilló demasiado feliz como para contenerse.
Lo escuchó reírse por su eufórica respuesta, sus brazos lo estrecharon fuertemente contra su cuerpo y sus labios besaron varias veces su cabello, el menor levantó el rostro recibiendo como recompensa un dulce beso en los labios. ¿Cuántas veces un humano podía ser capaz de sentir que flotaba sin despegar los pies del suelo? Luhan no sabía y la verdad ya había perdido la cuenta de cuantas veces sentía eso desde que conocía a Sehun.
Los labios de Sehun se sentía como suaves plumas sobre los suyos, era la primera vez que experimentaba ser lo más valioso para una persona que lo trataba con tanto cuidado como si temiera que se hiciera polvo, sus manos comenzaron a acariciar lentamente su espalda y no fue hasta que su lengua pidió permiso para entrar que se obligó a despertar de su sueño y apartarse.
-Espera-pidió apresurado.
-¿Qué sucede? ¿Voy muy rápido?-preguntó preocupado.
¿Ir rápido?, Sehun estaba loco al pensar eso, estaba siendo tan delicado que Luhan comenzaba a creerse eso de ser de cristal, no era nada de eso, era solamente que debía decirle algo pero le daba mucha pena.
-No es eso es… -su rostro volvió a tornarse rojo y Sehun lo miró con mucha más atención-Yo realmente quiero pero… es que… no he… no he hecho esto desde hace más de un año-confesó totalmente avergonzado.
-¿De verdad?-preguntó aparentando estar muy sorprendido.
-¡Claro que hablo en serio!-chilló indignado-Yo ya sé que ser amigo de Venus puede hacer que todos piensen que soy como él pero no es así-afirmó haciendo un mohín.
-Lo sé solamente bromeo-aseguró sonriente-Y sí te hace sentir mejor es la primera vez que estoy con un chico-trató de animarlo.
-¿Se supone que eso debe hacerme sentir mejor?-su ceño se frunció y Sehun se encogió de hombros.
Ambos se quedaron en silenció durante largos minutos hasta que finalmente fue Sehun quien se movió, Luhan lo miró sin entender que pretendía cuando se paró frente a él, puso sus manos sobre sus hombros y luego de eso no le fue nada difícil comprender sus intenciones luego de que suavemente comenzara a empujarlo hasta que estuvo recostado totalmente en la cama.
Sus mejillas se tiñeron de rojo y desvió la mirada a otro lugar cuando el acercó su rostro, lo escuchó reírse de su infantil y vergonzosa actitud, iba a quejarse pero tan rápido como abrió la boca volvió a cerrarla para no chillar al sentir el primer beso en su sensible piel.
Cerró los ojos quedándose muy quieto y comenzó a contarlos todos uno a uno, fueron siete en total empezando desde su hombro y subiendo hasta que podía sentir su respiración sobre su oído que debía estar muy rojo entonces.
-No tengas miedo Luhan, sé que hacer, no te lastimaría de ningún modo-prometió y Luhan entonces si chilló cuando besó su oreja-Te oyes como un pequeño ratón-se burló.
-Y-ya cállate-ordenó abochornado.
-Es lindo-aseguró esperando que eso disminuyera la vergüenza que Luhan sentía-Luhan me gustaría poder besarte-pidió.
Se obligó a girar el rostro para poder cumplir con esa petición, lo vio sonreír y creyó que iba a desmayarse, sus labios lo acariciaron superficialmente sin llegar a besarlo realmente, le resultó algo gracioso darse cuenta que estaba temblando pero no tenía frío, de hecho llevaba horas sintiendo la cara caliente.
El beso que tanto había esperado po fin llegó y fue suficiente para dejar su memoria en blanco lista para grabar cada segundo de lo que comenzaba a suceder, Sehun seguía besándolo como si fuera de cristal.
Lo tocaba como si tuviera miedo y cuando sentía que hacía algo mal lo veía a los ojos pidiéndole una disculpa con la mirada, Luhan se sentía estúpido al estar ahí paralizado mientras que Sehun hacía todo aunque no estuviera seguro de cómo actuar.
Suspiró profundamente y se atrevió a besarlo entonces, él estaba tan nervioso como Sehun pero se esforzó en demostrarle que todo estaba bien y que no iba a desparecer si lo besaba como él quería, el mensaje fue bien recibido e incluso lo agradeció.
La torpeza fue despareciendo poco a poco al igual que las prendas que cubrían sus cuerpos, fue entonces que Luhan volvió a sentir toda la vergüenza del mundo y tomó una almohada para cubrir su rostro pero no lo detuvo, él siguió recorriendo su piel con sus dedos, sus labios y la fresca brisa que provocaba su risa cada vez que Luhan se sorprendía con algo que hacía y gimoteaba contra la almohada.
-Luhan deja eso por favor-pidió enternecido, era demasiado lindo en esos momentos.
-No, ignora esto y sigue-habló contra la almohada.
-Pero quiero besarte-le recordó.
-Lo estás haciendo, me estás besando-aseguró.
-En los labios Luhan.
-Avísame cuando quieras y moveré un poco la almohada para que puedas hacerlo-prometió.
-Luhan no voy a hacer tal cosa-bufó.
-Ya cállate y continua-ordenó impaciente.
-Luhan quiero ver tu rostro-pidió.
-Cuando acabemos lo veras tanto como quiera, te daré una fotografía con mi autógrafo incluso-dijo, Sehun suspiró sonoramente sin saber que más hacer hasta que logró tener una idea.
-Déjame besarte-pidió.
El menor se estremeció al sentir su cuerpo sobre el suyo, sus temblorosas manos descubrieron sus labios permitiendo que Sehun volviera a besarlo hasta robarle el aliento y la almohada que terminó muy lejos en el suelo, se encontró con su cariñosa sonrisa cuando se atrevió a abrir los ojos que también fueron besados al igual que todo su rostro.
Las muchas sensaciones de su cuerpo, la mirada de Sehun, sus dulces besos y las interminables caricias terminaron por aturdirlo hasta lograr que nada que no fueran suaves suspiros y tímidos gemidos salía de sus temblorosos labios.
Su corazón estaba a punto de atravesarle el pecho y su cuerpo no paraba de tiritar, había intentado cerrar los ojos para no ver nada y sentirse menos tímido pero eso únicamente hacía que todo se intensificara al doble y temía volverse loco por eso decidió dejar de intentarlo.
-Seré suave-susurró él con su embriagante voz-Abrásame tan fuerte como quieras.
Luhan asintió ya que no lograba darle sentido a las palabras que debería haber dicho, la incomodidad y un leve pinchazo de dolor le arrancaron un gemido demasiado audible, sus uñas se clavaron en la piel de Sehun y juró haberlo abrazado tan fuerte como para haberle roto alguna costilla.
Su cerebro dejo de funcionar cuando Sehun comenzó esa sensual y lenta danza que lo envió a otra dimensión, escuchaba sus voces combinarse en una sola cada vez más audible con cada minuto que pasaba y los labios de Sehun continuaban torturándolo como si no fuera suficiente con todo lo demás.
-Te amo-musitó él.
Su corazón se infló de felicidad luego de escucharlo decir eso, su cuerpo estalló de placer y aunque lo intentó de verdad su boca no pudo articular el te amo que también quería decir resultando en algo parecido a un gemido sollozante.
Sintió su cuerpo derretirse cuando Sehun lo abrazó con fuerza, era capaz de volver a llorar pero no lo hizo y en su lugar sonrió como un idiota abrazándolo con fuerza como intentando fundirse con él.
-Yo también te amo-logró decir al final.
Ambos rieron sin razón aparente, Luhan cerró los ojos por unos segundos solamente pero para cuando los volvió a abrirlos la luz del sol ya era de colores naranjas y rojizos, sentía suaves caricias en su espalda y al mirar a su izquierda se encontró con la sonrisa de Sehun.
-Tengo hambre-fue lo primero que dijo.
-Es una gran idea, vayamos a preparar algo-propuso.
-Está bien pero deberás cargarme-informó perezosamente.
-Bien-aceptó de buena gana y se puso de pie.
Luhan desvió la mirada rápidamente al pensar que él todavía no tenía ropa pero al mirarlo se dio cuenta que estaba vestido a medias, miró su propio cuerpo que también había sido cubierto con un pijama, sonrió agradecido y se las arregló para ponerse de pie para colgarse de la espalda de Sehun.
-Podría acostumbrarme a esto-bromeó.
-Yo no-bufó su novio que era quien tenía que llevarlos a ambos hasta la cocina.
-¿Se divirtieron?-preguntó traviesamente Venus que estaba sentado en sofá individual en la sala de estar.
-¿Qué haces aquí Kyung Jin?-inquirió confundido Sehun, Luhan en cambio al ver a su amigo no tardo en sentir su rostro enrojecer.
-Oh nada-sonrió-Luego de que Chen escapara como una rata cobarde luego de despreciar todo esto-se señaló de pies a cabeza-Decidí quedarme por si algo pasaba y vaya que fue interesante-sonrió ladino.
-¿T-tú escuchaste?-preguntó abochornado Luhan.
-¿Qué si escuche?-sonrió malicioso-El edificio entero escucho-se burló.
-Dudo que eso sea posible, tal vez los vecinos pero no todo el edificio-comentó con desinterés Sehun ignorando la cara roja de Luhan.
Pobre señora Park, seguro ahora estaba traumatizada. Escucharon la puerta principal abrirse y la escandalosa voz de Chen acompañada de la de Minseok, la sonrisa de Chen se desvaneció en el segundo que vio a Sehun y a Luhan.
-Minnie hyung~-canturreó Venus y corrió a abrazar al perplejo chico.
-T-T-T-T-T-Tú… -balbuceó Chen apuntando con su dedo al rubio.
-Hola cuñado-saludó sonriéndole con malicia.
Pudo jurar que el rostro de Chen se puso azul antes de desplomarse en el suelo, Minseok al ver a su novio caer salió de su trance y corrió a socorrerlo.
-Si serás exagerado-se quejó Luhan mirando mal al inconsciente mayor.
-Déjalo, seguro se le pasa pronto-dijo despreocupado Sehun y siguió su camino hacia la cocina.
-¡Luhan!-chilló Jongdae y se levanto de golpe al verse ignorado.
No lo aceptaba, no era posible, era inaudito y comenzó a llorar por eso.
-¿Jongdae?-llamó su preocupado novio.
-¡Minnie!-lloró desconsolado arrojándose a los brazos de su novio-¡El tempano de hielo se cenó a mi baby deer!
Fin.