Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Compañero de vida por ravenK

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Jujou Romantica no me pertenece.

 

Originalmente, era para un reto de MY sin embargo, como pertenece a la linea temporal de Rebel, lo pondre por aqui.

Notas del capitulo:

Un poco acerca del pasado de los Asahina y su baby Kaori <3

14vo reto literario “Bodas de plata”, Junjou Romantica/Compañero de vida





Era una mañana tranquila en la editorial Marukawa shoten, el clima estaba agradable afuera, sin embargo, el clima artificial hacia maravillas para mantener a una cómoda temperatura a todo el edificio... Kaori Asahina (24) caminaba por los corredores que llevaban a las oficinas de los altos administrativos de Marukawa Shoten, en sus brazos traía un par de documentos en que requerían el visto bueno del presidente Ryouichirou Isaka. Sabía que al jefe no le gustaría que estuviera deambulando por ahí sin supervisión.

Rodó los ojos, aun a pesar de que el ya se había casado y estaba formando una familia, aun lo veía como un jovencito. Era su padre, después de todo.

Pero a medio camino un movimiento en su vientre provocó que hiciera una mueca- Ahora no, niños… estoy trabajando- acarició su prominente vientre de casi ocho meses y al parecer, sus bebés entendieron que debían mantenerse quietos.
Entro a la oficina, poniendo su mejor rostro, los encontró trabajando tranquilamente, Ryouichirou al frente y Kaoru a un costado de él, en medio de ellos, había una planta… de la cual no recordaba el nombre, pero desde que tenía memoria siempre había estado con ellos… “¿será la misma de aquella vez…?”

Ryouichirou le sacó de sus pensamientos- ¿Kaori? ¿Viniste hasta acá tu solo?- Kaori rodó los ojos, sus padres estaban por demás insoportables cuidándolo a cada paso, Asahina se levantó llevándolo a sentarse en una silla- Estoy bien, solo traje algo para que firmes- puso los documentos en el escritorio, Ryouichirou chistó con molestia- para eso tienes ayudantes ¿Por qué no lo mandas con uno de ellos? Kaori…recuerda que…-
-Si, ya entendí dad… yo solo quería darme la vuelta por aquí, me aburría en mi lugar-

-Pero entiende Kaori, tú estás…-

-Embarazado, lo sé, créeme papa- señaló su vientre- tus nietos se encargan de recordármelo cada día y todas las madrugadas… necesito distraerme un poco de este par de revoltosos- Isaka suspiró resignado y lo miró cariñosamente, era verdad, iba a tener nietos, dos niños que desde ya eran los terriblemente mimados por Ryouichirou y Miyagi, quienes llenaban de atenciones al padre. Si bien, cuando se enteraron que serían dos, todo se fue de cabeza de alguna forma encontraron un equilibrio, aún les costaba dejar que Kaori hiciera algunas cosas por su cuenta.

-Porque será que me recuerdas a alguien- Kaoru comentó mientras se devolvía a su lugar, Ryouichirou chistó con molestia pero no dijo nada y prestó atención a los documentos que le había traído Kaori, el muchacho miró el escritorio de su padre, había un par de fotos aquí y allá, una capturó su atención, estaba cerca de las notas adhesivas, tomó el marco en sus manos y sonrió con nostalgia, era una foto del día de su boda, en ella estaban Kaori y Yuusei, totalmente empapados y llenos de barro, realmente era una foto poco convencional para enmarcar, pero a Ryouichirou parecía gustarle… su vista siguió vagando por el lugar hasta detenerse en una imagen negra a simple vista, pero Kaori sabía que era.



-¿Cómo lo está llevando Yuusei?- preguntó Ryouichirou de pronto, sacándolo de sus pensamientos- Bien, le está yendo muy bien, ha conocido mucha gente y eso le abruma, pero ha sabido manejarse- y era verdad, siendo como era, Yuusei se las había visto negras para interactuar con las personas, pero lograba tener un trato cordial con ellos y hasta era agradable una vez que lo llegaban a conocer.


-Me alegro por él- Kaori sonrió y dejó la foto en su lugar, entonces la curiosa planta llamó su atención de nuevo – ¿papa, te puedo preguntar algo?

-¿Qué pasa?-

-Esa planta… es la misma que teníamos en Houston? Me parece familiar- Ryouichirou prestó atención a la planta y negó con la cabeza – Se parece pero realmente no es la misma, tuvimos que deshacernos de la otra-

-¿Por qué?- preguntó Kaori, tratando de hacer memoria, realmente no recordaba lo que había sucedido con esa planta.

-Bueno, hubo un incidente con la anterior, el macetero se rompió- suspiró mirando a Asahina, quien seguía enfrascado en su trabajo, pero Ryouichirou sabía que estaba prestando atención. Isaka terminó de firmar los documentos y se los entregó a su hijo- Anda, ya quedó, procura no irte tarde- Kaori se levantó cuidadosamente al mismo tiempo que Asahina hacia ademán de ir con él- Si, si, Yuusei pasará por mí a las cinco, estoy bien, puedo ir hasta mi lugar sin que hagan un drama, nos vemos después- cuando Kaori salió del a oficina, Kaoru se dirigió a Ryouichirou- ¿Por qué le dijiste eso?-

-Porque no quiero recordar momentos vergonzosos- Asahina se dirigió al castaño, tomando su cabeza para besarlo- No todo fue vergonzoso, si mal no recuerdo ese día cumplimos veinticinco años juntos ¿no recuerdas?- Ryouichirou asintió sin mirarlo a los ojos y con un gesto le espetó- Créeme, ha sido el peor aniversario que hemos tenido…-

¿En serio? Yo lo recuerdo de otra forma…- Ryouichirou enarcó una ceja- ¿me puedes ilustrar entonces? Porque yo solo me veo gritando como loco intoxicado en el hospital y tú con un caro traje arruinado por la salsa de mejillones que te vomité encima-

Veamos…- Asahina se sentó en la silla que Kaori había ocupado, a su mente volvían recuerdos de aquel día…







-.-.-.-.-.-

-Kaori, ¡baja a desayunar!-

-¡Ya voy Daddy!- Kaoru sirvió un par de huevos revueltos y un poco de jugo para su hijo, quien bajó con su mochila al hombro y se sentó ruidosamente en la mesa, Asahina estaba aliviado de ver a su hijo reluciente y animado, a comparación de la semana pasada donde un fuerte resfriado lo obligó a quedarse en cama un par de días debido a su asma.

-¿Y papa?- preguntó con la boca llena, Kaoru le reprendió con la mirada- lo siento… donde está papa?-

Esta dormido, ayer se desveló puliendo los detalles de la edición matutina-

Ahh- Kaori dio un trago a su jugo antes de decir- Hoy me pasaré la tarde en el centro recreativo… ¿me hablarás cuando este todo listo?- Kaoru asintió sonreído, amaba la dulzura de su hijo y como este era su cómplice en muchas ocasiones… como la de hoy.

Por supuesto, tú eres parte esencial del plan-

¿Pero aun así, no se supone que solo las parejas deben de…- Asahina lo interrumpió- tu eres nuestro mayor tesoro, hijo, estoy seguro que nada le gustaría más a Ryouichirou que compartir este momento con ambos, como familia- Kaori asintió convencido y se dispuso a terminar su desayuno, entonces ambos castaños recogieron lo que habían utilizado y Asahina dejó una nota en el refrigerador, había mucho que hacer y poco tiempo.



Isaka Ryouichirou despertó con la madre de los dolores de cabeza, la luz del sol le daba directo en el rostro y maldijo cubriéndose con una almohada, así pasó un par de minutos hasta que se volvió insoportable y decidió levantarse – Maldición… un fuerte mareo le hizo sentarse en la cama, esperando que el mundo dejara de dar vueltas ¿se había enfermado? Esperaba que no, detestaba estar enfermo. Miró la hora en el despertador y suspiró, por suerte hoy entraba tarde al trabajo, aunque dudaba seriamente si podría resistir el día.
Con pesadez se levantó dirigiéndose al baño, esperando que con eso disminuyera en algo el dolor, pero por desgracia no sucedió; ya una vez en la cocina buscó alrededor algo de comer, decidiendo que nada le gustaba, tomó una fruta del refrigerador y al cerrarlo, encontró una nota en la pared.
¿Salimos esta noche?* Kaoru
Ryouichirou suspiró, amaba que Kaoru hiciera cosas como esta… aunque le gustaría que fuera un poco más expresivo… era condenadamente difícil leer las notas que dejaba sin tratar de descifrar lo que intentaba decir.
Maldición, el ingles era tan difícil a veces.

Ryouichirou terminó su manzana y se dispuso a recoger un poco la casa, estaba en esa tarea cuando llegó a su mente algo en lo que no había reparado –¿cita entre semana? ¿En que estará pensando este hombre?-

No tuvo la respuesta hasta un par de minutos después, que su celular comenzó a sonar con un recordatorio.

25

¿Un número? Al principio no lo entendía, pero conforme los segundos pasaron, la respuesta surgió repentinamente.

¡Hoy cumplían 25 años juntos!

Si bien, su estatus legal apenas llegaba a los cinco, desde que comenzaron a salir, ya llevaban todo ese tiempo como pareja.
25 años.
25 años.
¡25 AÑOS!

Ryouichirou sintió la adrenalina subir al mismo tiempo que se odiaba por no recordarlo antes... ¿así que por eso Asahina lo invitó a salir? ¿Qué tendrá planeado el hombre? Isaka se sintió terriblemente mal ya que el no había preparado nada.

Miró el reloj de la cocina, apenas iba a ser el medio día. Aún tenía tiempo para buscar algo super genial para Kaoru… o eso esperaba.
Decidió no ir al trabajo ese día y dedicarse a buscar el regalo perfecto para Kaoru… ¿Qué tan difícil podría ser?


-.-.-.-.-.-.-.-.-.-


Ryouichirou se sentó pesadamente en una de las bancas del centro comercial…eran las cinco de la tarde y aún no tenía el regalo de Kaoru…
¿Una corbata? Poco original

¿Un perfume? Kaoru no usaba colonia, le irritaba la piel

¿Ropa interior? Eso se veía tan…impersonal.

¿Dulces, chocolates? Kaoru no era muy fanático de lo dulce.

-Eres un genio, Ryouichirou…- se dijo a sí mismo, al tiempo que llevaba una mano a su cabeza, el dolor no se había ido en todo el día, si acaso disminuyó solo un poco cuando comió algo, pero eso solo fue un engaño ya que seguía ahí.

-Maldición…- decidió que debía volver a casa y arreglarse, ya le pagaría a Kaoru con sexo alucinante el aniversario… - quizás podría llegar y decir “haz lo que quieras conmigo” o desnudarme y ponerme un gran moño rojo… si, no sonaba tan mal- murmuró para sí, entre la fatiga del momento y la urgencia por un regalo, surgen las ideas más alocadas…

Ryouichirou se levantó del asiento dirigiéndose a la salida, al pasar por una tienda de electrónicos se detuvo un momento, observando lo que transmitía una de las pantallas, era una especie de resumen semanal de los juegos que hubo esta semana…
Y de nuevo, la sensación que había tenido cuando recordó su aniversario, le golpeó como rayo:

-¡Demonios!- lo había olvidado por completo… el juego de los Astros era hoy y Kaori le rogaba casi a diario poder ir a verlos. Ryouichirou también gustaba del deporte, pero no había tenido tiempo de conseguir los boletos, ahora le esperaba el rostro acongojado de su hijo durante un par de días, este juego era importante debido a que era ya las semifinales…


Decidió entonces que era el peor amante y padre del mundo marcho a su auto, ya hallaría la forma de compensar a Kaori también.
Y como si el destino no estuviera conspirando contra él, mientras abría el auto la voz de su hijo le llamó sorprendido- ¿papa? ¿no deberías estar en casa ya?- Ryouichirou se sorprendió de verlo ahí, pero se encogió de hombros- vine a comprar unas cosas- Kaori frunció el seño al ver que no tenía nada en las manos- es decir, quería comprar algo pero al final no me decidí- Ryouichirou entró en el auto para evitar más preguntas- ¿vas a subir?- le habló un poco tosco, pero ya no quería perder más tiempo, Kaori negó con la cabeza- Yo aun tengo cosas que hacer… regresaré temprano- Ryouichirou hizo una mueca, pero lo dejó ser, por ahora no parecía recordar el dichoso juego y era mejor así.

-De acuerdo, no llegues tarde-

-Sí, si-

Conforme conducía por las calles su mente volaba años atrás, aún le parecía algo increíble que cumplieran 25 años juntos… sin contar que se conocían desde niños. Recordó con agrado algunos momentos graciosos con Kaoru, su primera cita oficial, como el hombre se ponía nervioso al momento de saludarse en un lugar desconocido… a pesar de que Ryouichirou le proponía actuar sin tantos protocolos en sus citas, el hombre era siempre tan recto; no era que le avergonzara Ryou, sino que no sabía cómo relajarse alrededor de él, cosa que Isaka se encargó de remediar.

Parpadeó al llegar a un alto, pues sus ojos se nublaron por un par de lagrimas que amenazaban con caer, pues ahora recordaba el momento en que se enteró de que estaba esperando a Kaori; desconcierto y frustración, miedo y un absoluto terror al futuro le invadieron; lloró y gritó, golpeo a Kaoru y luego lo besó.

Y entonces terminaron la noche en el hospital, donde a pesar de todo este mar de sentimientos confusos, el amor surgió. Ahí, en esa pantalla negra se mostraba la nueva vida que le fue encomendada, ahí Ryouichirou conoció el amor incondicional por segunda vez.
Kaoru, como siempre, estuvo ahí para él. Compartiendo ahora un lazo que los unía en el más profundo de los compromisos, su legado, su hijo. Y ahí Ryouichirou lo vio llorar por segunda vez en su vida, pero esta vez no eran lágrimas de un niño asustado y temeroso, sino de un hombre absolutamente feliz.

Entonces Ryouichorou lo amó, si se podía, un poco más.

No todo fue felicidad, pues la noticia no fue bien tomada por sus padres, Ryouichirou entonces tomó la decisión junto con Kaoru de marcharse al extranjero, pues tenían un par de contactos donde podrían trabajar y así, después de casi quince años más, los tres vivían armoniosamente.

Veinticinco años…- mientras seguía conduciendo algo llamó su atención a lo lejos, una florería estaba por cerrar, suspiró, unas flores no eran algo especial pero al menos servirían, así que llego al local y estacionó en frente.

Ryouichirou observaba los diversos ramilletes que adornaban la estancia, el olor a rosas y jazmines era un poco abrumador, pero le gustaba; había orquídeas, lilas, dalias y margaritas en su izquierda, rosas de muchos colores a su derecha. Ryouichirou estaba perdido en este bosquecillo encantador.

Entonces una tendera se dirigió al castaño -¿Busca algo en especial?-

No estoy muy seguro- contestó Ryou mareado de tanto color, la chica sonrió y le ayudó un poco- ¿Cuál es la ocasión?- Isaka por fin encontró su centro, cerrando los ojos se llevo el dedo índice y pulgar al puente de su nariz- mi pareja y yo cumplimos 25 años hoy-
-¡Vaya! Esa sí que es una ocasión especial… veamos, ¿su flor favorita?-

-¿Eh?- Ryouichirou estaba desconcertado, miró a la tendera confuso- De su esposa, ¿Cuál es su flor favorita?-

-Ahh, en realidad no lo sé… nunca le he regalado flores- decidió dejar que la chica creyera que era una mujer, era más fácil así- un ramo de rosas bonito estaría bien… pero realmente quiero que signifique algo… ¿las flores tienen significado, no?-

-Así es… depende de lo que quiera darle a entender – La chica lo meditó unos instantes y luego se volvió hacia el mostrador, sacando un gran libro- dígame lo que quiere decirle a su esposa y buscaré una flor que lo haga- Ryouichirou lo medito un momento, había un mar de palabras que quería decir pero nunca lo había hecho antes ¿Cómo esperaba que con una flor pudiera decir todo eso? Esto le estaba generando un dolor de cabeza.

Quisiera que dijera que yo pienso en ella todo el tiempo… que mi amor es infinito y también… que es la segunda mejor cosa que me ha pasado- Ryouichirou evitaba ver la cara de la florista, era vergonzoso admitir esto en voz alta…

Bueno, puedo preparar algo para usted, deme treinta minutos y lo tendré listo- Ryouichirou asintió y comenzó a pasearse por la tienda, el aroma a rosas y jazmines era aturdidor en algunas artes, pero su nariz pareció habituarse, entonces llego a un pequeño jardincito de tulipanes.
Sonrió con nostalgia “Quizás podría decirle que agregue unos cuantos, bueno depende de cómo quede el ramo”

Los tulipanes eran la flor favorita de Kaori, el chico dibujaba mucho esas flores en sus obras, sobre todo cuando comenzó a pintar, agregar ese detalle podría significar algo, ¿no?

Finalmente la florista llamo a Ryouichirou, observó el ramo bastante sorprendido, no era muy ostentoso pero si llamativo. Los pensamientos y crisantemos hacían un juego extraño, pero no parecía malo- Es poco usual mezclar ambos – comenzó la chica- por lo general son flores secundarias, la gente siempre pide rosas o claveles…- la florista sacudió un poco las hojas – el crisantemo significa eternidad, pero también entre la misma flor hay variaciones, escogí violetas porque significan amor eterno, con esta flor le está diciendo que no puede vivir sin ella…- Ryouichirou asintió, sin saber que mas hacer- por otro lado, los pensamientos tienen significados más ambiguos, el pensamiento multicolor significa que siempre la tiene presente en su mente y le pide que haga lo mismo- la mujer vio su obra, no parecía muy conforme con el resultado, Ryouichirou leyó su mente- ¿Y si agregamos tulipanes?- la mujer se encogió de hombros, extrañada y fue a la sección donde estaban, trayendo de vuelta un par de tulipanes rojos - ¿los tulipanes significan algo también, verdad?-

La florista asintió, se veía un poco sorprendida- de hecho, los tulipanes rojos significan eternidad también, pero señor, debo decir que estas flores aún no habían brotado hasta hace unas horas… tiene suerte, sobre todo porque no es temporada de tulipanes- Ryouichirou no dijo nada y observo a la chica trabajar, ahora el ramo parecía más vivo y llamativo, hermoso-

-Su esposa va adorar este ramo – comento la chica mientras le cobraba, Ryouichirou sonrió sacando la cartera- eso espero-


- ¡Kaoru! ¡Kaori! Ya regresé- Ryouichirou se extrañó al ver todo apagado, adentrándose más a su hogar, se encontró con el televisor apagado, frunció el seño, a esta hora Kaori estaba viendo su programa favorito y Asahina ya estuviera en la cocina haciendo la cena -¿Dónde…?- antes de poder preguntarse el paradero de su familia, su visión se posó en una hoja sobre la mesa:

“7:30 pm Minute maid”

¿El estadio?- rápidamente reconoció la letra de Asahina, se preguntó si acaso habia conseguido los boletos para el partido… - al menos uno de sus problemas podría ser resuelto, pero aun así le extrañaba que Kaoru atendiera el partido también cuando el no era un gran fanatico del deporte.

Le dio un vistazo al reloj en la pared y soltó una maldición al saber que eran ya las siete, tardaba poco más de media hora en llegar al estadio y más aún con el juego a punto de empezar.

Ryouichirou estacionó varias cuadras antes del lugar, gruño con frustración pues ahora tenía que caminar un gran tramo, miró el asiento a su lado donde reposaban los tulipanes; suspiro al darse cuenta que no debió haberlos traido, pero quería ver el rostro de Kaoru al entregarle el ramo, por desgracia tendría que ser al final del juego.

Se apeo del auto y comenzó a caminar por el lugar, esquivó puestos con souvenirs y fanáticos del equipo, sacó su móvil para llamar a su esposo cuando dos brazos lo envolvieron con un abrazo de oso.

-Feliz aniversario- murmuró aspirando su cuello, Ryouichirou se dejó llevar y sonrio levemente- Eres muy romántico para citarme aquí…-

-Pensé que sería diferente-

Sí que lo es- Ryouichirou se giró para mirar a su esposo de frente, llevo una mano a su mejilla contemplándolo; un par de arrugas aquí y haya surcaban su hermoso rostro, pero solo le hacían ver más atractivo- Kaoru…- después de todo el mar de pensamientos y sentimientos que experimento a lo largo del día, al igual que la nostalgia por los recuerdos de su vida a través de todos estos años le ablandaron el corazón, pocas veces Ryouichirou se permitía ser sentimental, y ahora, era uno de esos momentos.

-Te amo, Kaoru… siempre lo he hecho- Asahina se mostró extrañado, pero no dijo nada, solo suavizó su mirada y acercó sus labios- yo también, Ryouichirou-sama, aishteru- muy pocas veces volvían a hablar en japonés y Ryouichirou se encontró regocijándose al escuchar esa palabra. Decir “te amo” en Japón tenía connotaciones diferentes, siendo “aishteru” la más significativa…

A pesar de que Kaoru aun no dominaba el inglés, su japonés era más que adecuado. Siempre correcto y ecuánime, un perfecto caballero.
Su beso fue interrumpido por una vocecita que ambos adoraban, diciéndoles que el partido estaba por comenzar, Ryouichirou se despegó de Kaoru y ambos, tomados de la mano, se dirigieron al estadio.


-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-



Isaka Ryouichirou acicalaba la planta de su oficina, su fiel compañera también tenía sus años… a pesar de que se había “quebrado” hace tiempo, logró rescatar algunas raíces y pudo crecer de nuevo, Ryouichirou chasqueo la lengua, no le gustaba sentirse viejo y así se sentía ya que kaori y Kaoru habían sacado el tema a colación.

Pronto cumplirían 25 años de matrimonio “legal”… tendría que planear algo mejor que en el simbólico…
Cenar en el restaurante después del partido no fue buena idea, aun le provocaba un estremecimiento el ver mejillones y por lo general, evitaba ese tipo de comidas.

Pero al final había valido la pena, pues su regalo habia funcionado, Asahina estaba feliz –como solo él sabe demostrarlo- y aún hoy en día, conserva disecadas cada una de las tres flores del ramo original.

-Quizás otro ramo no sea mala idea…- su línea de pensamiento se vio interrumpida al escuchar que alguien tocaba la puerta al punto de derribarla -¡¿Quién diablos?!- al otro lado, un hombre bajito y cara infantil a pesar de que casi tenía su edad, lo miró con preocupación-

-¿Kisa-san? ¿Qué pasa?-

-Isaka-san, es su hijo, en el elevador… creo que ya es hora- los colores se fueron de su rostro, el terror absoluto le cubrió como un pesado manto y sus pies no respondían.

-¡Ryouichirou!- la potente voz de Kaoru lo trajo de vuelta, enfocó su mirada mas allá del rostro preocupado de Kisa y vio a su esposo, parecía preocupado, pero mantenía la calma.

-Kaori…-

-Lo sé, vamos-

Y solo eso basto para que recobrara el dominio de si, su hijo lo necesitaba, ahora más que nunca y él no le iba a fallar.







Habian pasado 8 largas y frustrantes horas, amigos y familiares de Kaori estaban en la sala de espera, aguardando noticias, de vez en cuando Ryouichirou salía e informaba, además se tomaba un descanso, para el también era difícil todo esto, no soportaba ver a su hijo en el dolor y no poder hacer nada más para ayudarle.

Aun no dilata lo suficiente… Harada-sensei cree que tal vez necesite cesárea- llevó una mano a su frente mientras se sentaba, Shinobu, también acongojado se colocó a su lado- Todo saldrá bien, Isaka-san, Kaori es fuerte y tiene a Yuusei con él, ambos lograrán pasar por esto- era algo en lo que podía confiar, a pesar de sus reservas, Yuusei había demostrado ser un hombre noble y digno de su hijo, tras aquellas puertas notaba el enorme apoyo y consuelo que el joven le daba, tanto así que se sentía sobrando ahí, pero Kaori insistía en que se quedara.
Inesperadamente, Harada salió, solo una mirada y Ryouichirou supo que era el momento.


Después de lo que pareció la hora más larga y dolorosa de su vida, Ryouichirou vio como su primer nieto era retirado del cuerpo de su padre y llevado por una enfermera para que segundos después el doctor recibiera al segundo, los gritos de Kaori ensordecían sus oídos, pero no podía dividir su atención entre la maravilla de ver por primera vez a sus nietos y balbucear lo hermosos que eran a su hijo, quien se esforzaba por verlos también.

-¡Ya nacieron! Mi amor, lo lograste, ¡lo hiciste excelente! ¡Te amo tanto!- pocas veces Yuusei era efusivo, pero ahora el joven irradiaba alegría y la más absoluta felicidad y orgullo… Kaori sollozó dejando que Yuusei le besara incontables veces, Harada lo felicitó también y en segundos le presentaron a sus hijos, ambos varones.

-Hola mis bebes… l-los amo tanto…- Kaori, totalmente exhausto se volvió a su padre- si lo son, papa... son hermosos- Ryouichirou dejó escapar una lagrima mientras acariciaba el rostro sudado y cansado de su hijo- iguales a ti, lo hiciste bien, Kaori, lo hiciste bien- las palabras se le atoraban en su garganta, tragando el nudo de lagrimas suspiró con alivio al ver que todo había salido perfecto.


Yamato Yoh, Minato Yoh- vio a los niños en los cuneros, aun era demasiado pronto para decir a quien se parecían, pero Ryouichirou aseguraba que eran idénticos a Kaori, mientras que Shinobu alegaba que eran iguales a Yuusei; su apellido terminaba con él y el de Asahina en Kaori, pero no importaba, después de todo, lo importante era que ellos eran su familia, no importa el nombre que tuvieran, además no le importaba demasiado a estas alturas después de todos los problemas por los que pasaron.

-Son tan pequeños… me recuerdan a Hiroko cuando nació…- comentó Ren quien era abrazado por Toshizo, Ryou sonrió al verlo también embarazado, en poco tiempo nacería el pequeño Masamune y volverían a este lugar a recibirlos. Por ahora, sus nietos eran los que acaparaban toda la atención.

-Que se siente ser abuelo, Isaka?- comento Akihiko en tono jocoso, Ryouichirou le respondió con altanería- No lo sé, dímelo tu… es más, puedes darme un consejo o dos- sabía que no podía molestar al autor con eso al ver la sonrisa en su rostro, el hombre amaba a su nieta con locura y la malcriaba igual que a su hija, puesto que eran casi de la edad… aun así, debía intentarlo.

Los pequeños se removieron, llamando la atención de todos, a continuación Nowaki ayudado por una enfermera los cargó y los llevó al panel para que los familiares pudieran verlos de cerca antes de que los llevaran a la habitación donde Kaori los esperaba para alimentarlos, Ryouichirou los miró intensamente, sintió la mano de su esposo envolver la suya y darle un apretón, ambos tenían la misma línea de pensamiento.
Los años habían pasado, los problemas e inseguridades del pasado se habían superado, las alegrías y dichas eran atesoradas, y sobre todo, el amor y devoción siempre presentes, les habían permitido llegar a este lugar.



25 años era un numero, solo fue un número simbólico hace casi diez años… y en unos cuantos meses, volverá a serlo, era mucho el tiempo que habían estado juntos, y por eso se contaba, porque cada segundo era único y especial, como este, cuando la vida les maravillaba de tal forma.
Y esos momentos eran especiales… porque los compartía con él, quien fuera su amigo, su amante y su esposo… su compañero de vida: Kaoru.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).