CAPITULO XI: Compañera
Un extraño olor llama mi atención, es dulce… pero no es Kian, es de alguien más. Comienzo a inquietarme por una extraña razón, no comprendo del todo por qué estoy de esta manera, es inusual. Además de todos los humanos que se huelen detrás de estas paredes, no sé qué planean, no sé por qué están ahí. Esto no me agrada, cuando los humanos se juntan son para cosas perversas.
Este olor es diferente en todo sentido, sé que Kian está cerca pero no es él. De cierta manera, me provoca, ansío saber qué se oculta detrás de esto. Estoy seguro que el cachorro humano me contará todo.
El día transcurre prácticamente sin problemas, me han dado de comer y los demás no me han molestado mucho. Ese olor casi exquisito sigue estando ahí, del otro lado, justo en ese lugar en el que los humanos pasaron días trabajando. Anochece muy pronto a mi parecer, quiero que Kian me explique todo. El procedimiento es prácticamente el mismo de la vez pasada, estamos frente a frente, y yo, a la expectativa de que él empiece a conversar.
-Shere, hola – sonríe ingenuamente mientras me recuesto.
- ¿Me quieres explicar? – suelto esa pregunta ya que por lo visto mi paciencia no es muy buena.
- ¿Qué cosa? – ladea su rostro en busca de una respuesta, ni siquiera su intuición le ayuda, qué frustrante.
-Explicarme qué estaban haciendo en la tarde, y estoy seguro que sabes qué hay del otro lado – abre un poco sus ojos, y se hace para atrás.
-Eso, no sé si sea bueno que yo te lo diga, Shere Khan.
-¿Qué? Si te estoy preguntando directamente a ti, es porque sé que puedes darme la respuesta que busco, así que, no me hagas perder la paciencia – se aleja más al decir lo último. Parece que tengo que ser muy cuidadoso con este cachorro miedoso, no soy tonto, sé que hay que hablarle “bonito” a las crías, pero no se me da – por favor, cachorro humano. Comprende que tengo el presentimiento de que es algo malo – al parecer eso le tranquiliza porque vuelve a acercarse a mí.
-Shere Khan, por favor, no vayas a sorprenderte o enojarte, pero lo que está del otro lado… es un tigre hembra – dice susurrando aún más, casi en mi oreja. ¡No puede ser cierto lo que me está diciendo!
***
-Sorpresa, Kian.
Los patrones son diferentes, no puede ser, no puede ser… ¡otro tigre!
-¿C-Cómo? ¡Papá, qué alegría!
-Nos buscaron, un señor ayudó a la remodelación del lugar y a la captura de este tigre, es hembra.
-Qué buenas noticias, seguro que a Shere Khan le agradará una nueva compañera.
-¡Claro! Con ella podremos aumentar el número.
-¿De qué hablas?
-El propósito de esto es lograr que Shere Khan y ella, se apareen.
Algo no me agrada, me siento mal. Saber que mi bello tigre y ella… no sé por qué, pero no quiero no me agrada la idea. Mis papás se ven muy contentos, así que también debo de sonreír. Me pregunto si se llevarán bien y si Shere Khan querrá…
-Kian – Como una aparición, este morenito está también en la habitación, sonriéndome.
-H-Hola, Yamir torpe, ¿dónde andabas? – Pregunto sujetando su brazo para llevarlo afuera, mis papás están distraídos celebrando con sus compañeros - ¿por qué no fuiste a la escuela?
- Porque estuve ayudando a mi padre con todo esto, me pidió ayuda y como pocas veces lo hace, no pude negarme. Sabes que esto es lo que quiero hacer de grande, y la verdad me gustó. Lamento si te preocupé – ahora todo tiene sentido, estuvo afuera estos días por eso. No sé qué decir ahora, ya que me siento como una señora enojona.
-Disculpa por casi haberte regañado, Yamir.
-No te preocupes, igual fue mi culpa. Es sólo que no tuve tiempo de avisar.
-Comprendo, bueno, regresemos.
-¿No dijiste que me darías una respuesta apropiada? – volteo hacia otra parte, algo avergonzado.
-Ahora no es buen momento, además de que estoy enojado contigo – inflo mis cachetes y pretendo entrar de nuevo con mis padres. Antes de que abra la puerta, Yamir me da un beso en mi cabello, generando que me sonroje más.
-De acuerdo.
Volvemos a entrar y es ahí donde mi papá comienza a platicar conmigo. Al parecer, no estaba muy de acuerdo con la idea al principio… ¿la razón? Porque el que está ayudando pidió uno de los cachorros que nazcan de esta unión. Quiere decir, que ese señor se lo llevará a quién sabe dónde y no dejará que sea libre. Mi papá me explica que a pesar de todo, accedió porque es una buena oportunidad para todos, incluso para Shere Khan, pero no sé…
En la noche, decido volver a reunirme con mi bello tigre, hoy parece estar de mal humor, y eso es decir mucho. Al final le cuento la verdad, y parece que eso le sorprende más, mucho más de lo que yo esperaba.
-¿Qué? ¿Es eso cierto?
-Lo es, Shere Khan. Aunque no te harán daño, lo juro.
-¿Cómo puedes jurar algo así? Maldito cachorro humano, ¿cómo no me lo dijiste de inmediato?
-P-Porque… no sabía cómo, por favor no te enojes conmigo, Shere Khan. Apenas me enteré hoy – algo pasa que se tranquiliza un poco, se sienta frente a mí y parece inhalar con fuerza.
-Bien, ¿para qué la trajeron? – qué vergüenza, en definitiva se molestará si le digo la verdad.
-Para que sean amigos – intento decir de manera natural, sonriendo.
- Ya veo, es bueno hacer amigos, supongo – algo en su tono no me agrada, es justo como mi mamá le hace cuando está enojada pero habla bonito y con una sonrisa. ¡Oh, Dios! Seguro que es lo mismo, está molesto.
-S-Shere… quieren que tengas cachorros con ella – al final decido decirle, con un poco de tristeza en mi voz. Una clase de risilla sale de mi tigre.
- Al menos no puedes mentir por mucho tiempo. En fin… escucha, cachorro humano, no estoy de humor. Me voy.
Se da la media vuelta y desaparece. Me entristece, pareciera que nunca puedo hacer bien las cosas: ni con Yamir, ni con mis papás, ni con Shere Khan… todos siempre se enojan o se decepcionan conmigo, no es que haga todo mal, pero ¿por qué con las personas que me importan pareciera que sucede siempre? Si miento, me va mal, pero si digo la verdad también. Aunque honestamente, prefiero ser sincero, eso hace que no me quede con el peso de una mentira. Estoy seguro que decir la verdad ayuda, aunque ahora Shere se haya enojado, igual y cuando conozca al tigre hembra le agrade y se lleven bien.
Incluso, puede que sí acaben teniendo cachorros, no me imagino a Shere Khan siendo papá. Estoy seguro que será todo un reto para mi papá y sus compañeros. Además de que no sé cómo sea su nueva compañera, Indira.