Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La razón de mi odio por kurerublume

[Reviews - 259]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡DISCULPEN! Las dos semanas anteriores fueron algo caóticas en la Uni.

Escribí un cap un poquito más largo, y ya espero en Dios no volver a demorar tanto en satisfacer esta sed de yaoi xD

GRACIAS POR SUS REVIEWS, ya pasamos de los 120 :') en verdad, muchísimas gracias por su apoyo. En la brevedad comenzaré a responderlos todos.

DISFRUTEN

CAPÍTULO XVII: Desde el inicio, mi presa


¡Dos malditos meses! Ese estúpido cachorro humano no se ha aparecido en todo ese tiempo, es como si en serio fuera una cría sin uso de razón, sin capacidad de comunicarse. Eso me desespera de una manera tal, que logra que mi humor sea peor.


-¿Por qué has estado así? – de nuevo Suria me cuestiona, como si fuera mi madre, como si de verdad le importara.


-No es de tu incumbencia, Suria.


-Sí que lo es, estoy cansada de que siempre me respondas así. Somos amigos, ¿lo olvidas?


-No he olvidado nada – esto comienza a tomar un nivel que no pretendo alcanzar, no es justo que me desquite con ella. Lo sé – Discúlpame, es verdad que he estado muy…


-¿Amargado? – suelto una risilla.


-Sí, mis disculpas. Como eres mi amiga, seguro sabrás cómo funcionará esto. En el futuro te lo haré saber.


-Bien, ¿sabes? Sólo intuyo que tiene que ver con el cachorro humano, aunque me pregunto por qué.


-Bueno, lo sabrás.


Estos dos meses me he dedicado a ser un verdadero tigre: indomable y salvaje. No miento cuando digo que en serio he estado de pésimo humor, como si el hambre me invadiera, como si una necesidad no satisfecha siguiera latente y estuviera torturándome constantemente. Casi no he hablado con los de aquí, ni se diga con Indira; su comportamiento ha sido algo molesto y diferente a la que conocí.


Tal vez esta sea la nueva rutina.


Una parte de mí dice que me conforme, otra que me comporte peor… y hay otra pequeña que me repite que tenga más paciencia. Y no precisamente porque esa parte sea buena, sino porque conoce el comportamiento de los animales; Kian volverá, tiene que hacerlo.


Y así, como si el espíritu de la selva o como si algún dios hubiera intercedido… el cachorro volvió. Una tarde tranquila, la cual se tornó excitante en cuanto su olor dulce fue percibido por mí. Me puse sobre mis cuatro patas en un segundo, dirigiendo mi vista hacia donde sabía que aparecería.


Vi su cabello reflejado por un poco de luz, ese hermoso color; y sus ojos verdes buscando. Y también… ¿otro cachorro humano? Es un poco más alto que él, de ese modo Kian de verdad se ve tan enano. Van juntos ahora, ambos sonríen. Supongo que eso le sienta bien al cachorro, no me atrevería a asegurarlo.


-¡Yamir, apúrate! – grita Kian.


-¿Por qué? ¿No puedes sin mi ayuda?


-No empieces, ayúdame rápido con esto, Yamir bobo– hablan en la lengua que usan actualmente los humanos, por lo que no logro entender muy bien lo que dicen. Así que se llama Yamir el nuevo cachorro; no es tan hermoso como Kian, pero igual se debe de ver muy bien asustado como cualquier otro humano.


En eso, esos ojos verdes se encuentran con los míos, sólo para desviarlos inmediatamente. ¡Ah! Así que solamente estabas tratando de ignorarme en estos momentos, bien.


 Me llevan al otro cuarto para darme de comer, esos dos están juntos ayudándose para que nada salga mal. Escucho que trajeron una porción menor a la normal, así que Yamir sale por busca de más.


El silencio domina.


Kian está incómodo, yo sólo disfruto.


-¿Shere Khan? – pregunta casi susurrando.


Decido no responderle, si bien ansío lanzarme sobre él y hacer que me tema, es mejor copiarle el estúpido juego que lleva ejecutando estos meses sin mi consentimiento. Porque sí, soy rencoroso. Así de sencillo.


-¿Shere? – vuelve a preguntar y me recuesto para voltear hacia otra parte. No me importa, quiero que aprenda –Por favor. Yo…


- ¡Aquí está! – justo cuando iba a ceder un poco, aparece el otro cachorro humano atrás de Kian.


- Gracias, Yamir. No tardaste nada.


- Bueno, cuando haces lo que te gusta, es obvio. En especial con alguien tan agradable como tú – Abraza despreocupadamente al pelirrojo, sonriéndole como sólo otro humano podría hacerlo.


- Vale, ya entendí – sus ojos verdes voltean a verme con algo de pena – Yamir.


- ¿Qué? ¿Crees que puedas abrazarme igual? ¿O tus bracitos te lo impiden? – veo una expresión que no había notado antes en Kian, un puchero.


- ¡Ya verás! – dice para comenzar a abrazarlo, poniéndose casi rojo por el esfuerzo.


- Aprietas tan fuerte, Kian. ¡Seguro que me rompes! – comienza a reírse de manera muy similar a… Suria.


 


                                                                       ***


-Hueles tan bien, Kian.


- ¿Qué? –eso me ha sorprendido mucho. Siento su nariz pasearse sobre mi cabeza. En eso también me están abrazando, este abrazo se siente diferente - ¿Yamir?


- ¡Disculpa! Yo... lo siento. ¿Te asusté?


- No, sólo me tomó por sorpresa.


- ¿Y si te dijera previamente que quiero abrazarte?


-Tampoco así, puedes hacerlo cuando gustes.


-Eres tan injusto.


- ¿Por qué?


-Porque si lo dices de esa manera, querré hacerlo cada que te vea – su cara se pone triste, y apenas ahí lo comprendo. Nuestra amistad no será la misma. Creo que le sigo…


- ¿Todavía te gusto? – sale de repente de mi boca, ni siquiera lo pensé. Mi amigo se queda en silencio, baja la mirada y mi pecho duele.


- Obviamente. No podría dejar de hacerlo de la noche a la mañana. ¿Te molesta?


-No. Aunque parece que a ti sí.


-Yo le diría más bien, pena – eso tiene más sentido. No necesito más para volver a abrazarlo.


-Yamir, te quiero. Yo… - antes de que pueda seguir hablando, un rugido nos asusta. Nos separamos y ha sido Shere Khan el que ha hecho ese sonido. Parece… ¿molesto?


Imposible.


-Creo que quiere que le demos de comer – comienza a reír y yo hago lo mismo, aunque algo forzado porque en serio me asustó. Yamir comienza a acercarse y yo lo agarro de la muñeca.


- ¡Espera! Yo… quiero hacerlo, ¿está bien?


- Debes tener cuidado con lo que dices.


- ¿Cómo?


- ¡Ahhh! Olvídalo. Ten, te cedo este honor – se va con una sonrisita, no sin antes darme un golpecito en el hombro.


-Sí… - Me acerco con cuidado hacia mi precioso tigre. Algo en su expresión me dice que de verdad está molesto. No sé por qué – Oye Yamir, ¿puedes pasarme mi botella?


-Pero está hasta el otro lado.


- Por favor, ¿sí?


- Seguro te aprovechas de mi bondad y mis sentimientos por ti. Entonces ahorita regreso.


- ¡Oye! Yo no me aprovecho de ti, sólo te pedí un favor. Puedes decir que no y ya – admito que quería que se fuera para poder hablar con Shere Khan, pero no tenía que decir eso. Yo no estoy aprovechándome de nada. Eso me haría… - No soy una mala persona, ¿cierto?


- ¿Qué? Kian, sólo estaba bromeando.


-Es lo que siempre dices – aviento la comida de Shere para caminar rápidamente hacia la salida. Yamir me sujeta.


-No eres una mala persona. Tranquilo – no comprendo. Y así, de la nada y de repente, jalo de su cuello para acercarlo a mi cara. Cierro mis ojos y le doy un beso. Abro mi boca para que sigamos besándonos. Yamir duda al principio, sus dedos comienzan a sujetar mi cintura para jalarme más a él. Se siente muy bien, tiene una textura muy suave. Siento cómo se separa un poco de mí – Kian – su voz suena tan diferente, algo grave. Sus ojos brillan de una manera muy linda.


- Yamir, perdón por eso – parpadeo varias veces, como si hubiera regresado a la realidad.


- ¿Sabes? Si algo te puedo decir, es que uno no se disculpa por dar un beso. Mucho menos uno correspondido – me besa la frente – sé que no fue por amor, sé que fuiste impulsivo. Aunque, al menos pude probar tus labios – pasa su pulgar sobre mi labio inferior – será mi maldición.


- ¿Maldición?


-De querer probarlos otra vez y no poder hacerlo – me arrincona contra la pared.


- Yo…


- Te quiero – besa mi mejilla y se separa de mí – aunque todo sería más fácil si pudiera odiarte.


- No, no me odies.


-Bobo, eso lo veo imposible. Vámonos de una vez.


                                                                                     ***


Anocheció y olí a mi cachorro favorito acercarse. Sus pasos pequeños y tímidos. Simplemente me apresuro para recostarme en la entrada.


- Shere Khan. Ven – su vocecita me obliga a voltear hacia él.


- Así que fácilmente le dices a los demás que los quieres.


- ¿De qué hablas?


-Del otro cachorro al que le dijiste eso.


- ¿Por eso te veías molesto?


-No.


-Pero rugiste cuando…


-Dije que no.


-Bien.


- ¿Hoy no me invitarás a ir al otro lugar? – dije eso maliciosamente. Su rostro pálido se vuelve rojo.


-No. No.


- ¿No te gustó el baño que te di, cachorro humano?


-Eso no…


-Porque yo lo disfruté. Deberíamos repetirlo, ¿no crees?


-No lo creo.


- ¿Por qué? ¿Te excitaste?


-C-Calla.


- ¡Ohhh! Así que fue eso, y todavía me dices que me calle. Eso está mal. Eres un cachorro mal adiestrado. Entonces no vengas aquí a hablarme, si no me dejas salir, la próxima vez que vengas aquí te devoraré la mano y desfiguraré tu rostro – su expresión cambia, se queda pensando un poco. Cierra sus ojos y se mueve incómodo.


-B-Bien. Espera un poco – es tan fácil que este cachorro caiga. Me sorprende que siga vivo. Lo primero que haré, será sacarle información para saber qué hacer. Regresa en poco tiempo, abre la puerta y llegamos al otro cuarto.


- Muy bien. Ahora, explícame por qué estuviste todo el día cuidándonos – me siento frente a él, con autoritarismo.


- Mi papá y su colaborador salieron, nos dejaron a cargo a Yamir y a mí.


- ¿Por cuánto tiempo?


-Se suponía que sería hasta mañana, pero hace rato me enteré que será toda la semana – otros 6 días, no estaría mal.


- ¿Y eso?


- Problemas con el que nos trajo a Indira y así.


- ¿Vive lejos?


-Algo.


-Bien.


-No está bien, ya lo extraño.


-Eso es porque sigues siendo un cachorro – se pone triste de un momento a otro.


- ¿Es malo?


- Claro que no, con el tiempo dejarás de serlo.


- ¿Y también abrazas a cualquiera? – no puedo evitar que salga con un tono algo molesto.


- No, sólo a las personas que quiero.


- ¿Sólo personas?


- Bueno, a mis mascotas igual. Quiero decir, a todo ser vivo que sea lindo.


- ¿Y yo no lo soy? – sus ojitos verdes se abren, si supiera cuánto disfruto molestarlo de esta manera.


-Pues… no sé.


-Así que eres tan sincero, eso me agrada. Por ello debes responder mi pregunta: ¿te excitaste cuando te limpié?


-Shere, no quiero responderte eso.


- Tienes que hacerlo, te advertí qué puede pasar. No creo que quieras que ese hermoso rostro tuyo se vuelva deforme por mis garras.


-N-No – me acerco cautelosamente a él, comienzo a dar círculos a su alrededor. Aprovecho para olfatear su cabello y un poco de sudor que brota de él de manera muy tenue.


- ¿No? Entonces contesta esto, ¿por qué saliste corriendo y dijiste que no volverías a verme?


-Eso fue porque…


-Porque te dio pena – susurro en su oído de espaldas a Kian – Y tuviste el atrevimiento de desaparecer por bastante tiempo. En fin, planeo tener mi compensación a la brevedad, por ahora te puedes ir. Mañana a la misma hora, cachorro humano.


-V-Vale.


-No me digas que te asusta que esté tan cerca de ti.


-Claro que no, aunque parece que lo haces a propósito.


-Tal vez – dejo salir una risilla en su oído – no puedes culparme, así soy; salvaje.


Toma apenas unos minutos para que se largue de mi vista, con ese olorcito tan particular de ese pequeño combinado con el miedo, puedo escuchar sus latidos acelerarse. Se muestra ansioso por estar lejos de mí, si supiera que esa emoción es todo lo contrario; lo que busca es más cercanía, lo digo más que nada por esa fragancia. Está listo para aparearse, de hecho, es lo que su cuerpo anda buscando.


Seis días, serán suficientes para hacer que ese cachorro humano caiga poco a poco. Ya no puede escapar, desde el momento en el que comenzamos a conversar, fue mi presa.

Notas finales:

¿Les ha gustado? ^^ ¡Espero que sí!

(6 días serán sufientes  ¬w¬)

CUÍDENSE MUCHO, BESOS n.n)/


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).