Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La razón de mi odio por kurerublume

[Reviews - 259]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Pues buens tardes... o noches. Como prometí, el siguiente capítulo.

LocaSuelta, WENISA y HirokiChan, en breve respondo sus reviews, no sin antes agradecerles su apoyooo.

Espero les guste el cap.

CAPÍTULO XXIX: Quieren alejarte de mí

 

Al amanecer, no espero a que despierte por completo para comenzar a besarlo desesperadamente. Me niego y me aterra creer que anoche fue sólo un sueño del que pronto despertaría. Ese cuerpecito junto a mí, dándome una sensación inigualable al tiempo que lo aprieto más a mi cuerpo para profundizar lo más pronto ese beso.

 

Para mi orgullo y felicidad, abre sus ojitos al tiempo que me sigue el juego y saca su lengua para encontrarse con la mía. Sin saber muy bien por qué, alzo una de sus piernas para meter dos dedos de golpe. Un quejido es lo que escucho y antes de poder apartarlos, le escucho con su tierna voz.

 

-Déjalos – suspira dulcemente y cierra los ojos.

 

Comienzo a moverlos, explorando nuevamente ese cálido interior que no tiembla al ingresar otro de mis extraños dedos. Algo delgados para mi gusto, pero que sirven a la perfección para esto.

 

 Sólo escucho gemidos por parte de Kian al tiempo que su cadera vuelve a moverse hacia adelante y atrás; su rostro enterrado en la parte de mi pecho mientras sus dientes comienzan a morderme para ser menos indiscreto… o marcarme como suyo, no sé, pero es un deleite para mí.

 

-Casi no has comido – es verdad que muy en la noche conseguí algunos frutos con una pereza y dolor increíble. Lo que menos quiero es que mi pareja esté mal alimentada, eso ni siendo humano ha cambiado, de hecho, pareciera haber aumentado - ¿quieres que te traiga al…?

 

-No – suspira rápidamente – sigue, sigue, Shere Khan.

 

Me encanta verlo tan entregado a mí, tan dispuesto a mi cuerpo, a mis deseos; tan abierto a algo que jamás debió de haber sucedido. Va lo mismo en mi caso.

 

Cuando logro hacer que termine, masajea suavemente mi pene para que pueda descargarme.

 

Con cuidado lo cargo en mis brazos para llevarlo al agua. Temo dañarlo, ya que en definitiva dejé mis marcas en su piel. Creo que estamos algo destrozados, incluso mi lomo arde y mi cintura duele como mil demonios.

 

Lo acaricio debajo del agua mientras beso su carita.

 

-¿Estás mejor así? – lamo descuidadamente su mejilla y bajo hasta su pecho; lo limpio como yo sé.

 

-S-Sí, gracias, no tienes qué hacer eso – lo noto inquieto en mis patas… brazos. Desde hace cuánto que ansiaba abrazarlo de esta manera. Si bien ya lo he hecho antes, esta se siente más especial al percatarme de todo lo que, en mi forma animal, había querido hacerle incluso sin saberlo.

 

-Quiero – sigo limpiándolo aunque ya sé que el agua hará esa tarea por mí, pero me importa poco – listo, puedes seguir tú mismo – gruño sabiendo que tengo que mantener mi tacto lejos de él o terminaré necesitando su piel y voz más de lo que ya lo hago. Espero no ser el único que se siente así, sería deshonroso para mí, un tigre.

 

Sorprendentemente ningún animal nos ha molestado.

 

Me encanta.

 

Cada decisión que he tomado hasta dejarnos aquí, fue la mejor.

 

-¿Y tú ya estás mejor así? – masajea tímidamente mi cuerpo y sobretodo, mi espalda que en serio arde – disculpa, te lastimé – dice apenado – lastimé tu espalda – sus ojos intentan esconderse de los míos y no lo permitiré.

 

-Está bien. Supongo que con estos cuerpos tan desprovistos de protección, es normal. Disfrutamos mucho. Bésame, Kian – le ordeno para acunar sus mejillas y lograr que acate mi orden. No puedo creer que esté preocupado por eso y no por las marcas que yo le dejé a él.

 

Cachorro humano tenías que ser.

 

Pero algo en mis narinas me pone alerta. Ese olor, uno conocido y molesto para mí. Indira se acerca peligrosamente. La ventaja es que el viento está a mi favor y por ellos seguro está más lejos de lo que su olor aparenta. Aunque me parece sorprendente haberlo percibido, incluso con este olfato tan pobre. ¿Será que no perdí por completo eso?

 

-¿Shere Khan?

 

-Tenemos que irnos. Vístete rápido – sin preguntarme por qué, me obedece gustosamente.

 

Cualquier cosa que implique a Indira, no puede ser buena. Seguro está molesta porque escapé. Aunque no sé qué querrá, pero tampoco quiero saberlo.

 

Con mucha prisa, logro que estemos listos, listos para correr. Pero sé que estamos en desventaja, Indira nos acabará encontrando a pesar de que ya puse distractores en diferentes partes de la selva. La pregunta es cuánto tiempo logré darnos.

 

No sé qué debería hacer.

 

-¿Qué pasa, Shere Khan? – está preocupado y sólo le respondo acariciando su bello cabello y olfateándolo nuevamente.

 

-Creo que estamos en peligro. No te preocupes, te pondré a salvo.

 

-¿A salvo de quién o dónde?

 

-Calladito – sí, me sigue gustando darle órdenes; y dudo que eso cambie.

 

Con algo de esfuerzo logro que obedezca mis órdenes.

 

Pero algo me deja inquieto, demasiado. Tengo esta sensación de que esta pudo haber sido nuestra última noche juntos y que… ya no lo volveré a tener como antes.

 

Esa espinita me fastidia tanto que, antes de ayudarle a subir a ese árbol, lo tomo del brazo para comenzar a desnudarlo, al menos las prendas que no usé como distractores.

 

-S-Shere – siento cómo se pega a mi cuerpo para acariciarlo por donde le da la gana. Lo noto también muy ansioso por besarme y no lo hago esperar; yo también lo acaricio donde quiero. Masajeo sus suaves nalgas, recordando aquella primera vez que las vi y que me entró curiosidad por saber cómo se sentirían y por qué tenían esa forma. Ahora lo comprendo, permiten que hacer el amor sea más placentero, es esa entrada hacia uno de los mayores goces que he conocido.

 

-Ahora sube –le doy un último beso – y no lo olvides, no bajes, por nada, ¿entiendes?

 

-Pero…

 

-¡Sólo hazlo! – si bien mis palabras han salido duras, las dije con mucho amor y preocupación. Si algo le llegara a pasar a Kian por mi culpa o la de Indira, perdería la cordura.

 

Le cuesta un poco a mi cachorro humano, a mi pareja, subir hasta donde le indico. Ahí sé que estará a salvo. Una vez asegurado, comienzo a caminar no muy lejos de ahí.

 

Sólo esperando a que llegue. Y sé que lo hará como ataque sorpresa.

 

-¿S-Shere?

 

-Indira.

 

-¿Qué significa esto? Hueles a él, pero un humano, ¿cómo? – comienza a dar círculos alrededor de mí.

 

-No puedo decirte, perdería la gracia – en eso, se detiene.

 

-¿Desde cuándo aceptaste volverte tan débil como ellos? ¡¿Desde cuándo aparearse con ellos está bien?! – comienza a gruñir y lanzar zarpazos a los árboles - ¡Contesta! – se detiene frente a mí, completamente alterada - ¡¿Cómo lograste esto y por qué razón?! ¡¿En serio por ese maldito cachorro humano?! No puedo creerlo, de verdad eres patético. Creíste que ahora podrías estar con él, ¿en esa forma? Entonces dime, ¿cómo lo vas a salvar?

 

-¿Qué?

 

-En esta forma no puedes detenerme, no podrías salvarlo de mi ataque. Lo entiendes, ¿cierto? Así que ya déjate de juegos y regresa.

 

-No ando en juegos, y sobretodo, ¿para qué regresaría? – jalo aire para intentar calmarme - ¿es que no te das cuenta que ahora tú también puedes ser libre?

 

-¿Libre? Querido, yo no la conozco ni pretendo hacerlo. Toda mi vida encerrada me ha dado cierta seguridad continua, ¿y sabes lo que pasaría conmigo si regreso sin ti y sin estar preñada? ¡Me van a vender a un peor lugar! Porque no cumplí mi principal propósito. Así que por eso deja de andar esparciendo tu semilla en lugares inadecuados, no puedes preñar a ese despreciable cachorro humano, así que mejor ríndete – lo que dice es cierto, pero…

 

-Tienes razón, ¿pero en qué momento he dicho que quiero hacer eso? – aunque es obvio que me encantaría tener crías con Kian – para nada. Consigue a otro, yo ya encontré mi lugar – zanjo el asunto, listo para irme, pero sin darle la espalda a Indira.

 

-Tu lugar es aquí, pero no con él, ¡jamás! – se retira rápidamente en dirección hacia… ¡imposible!

 

Corro lo más rápido que puedo, percatándome que ese hermoso olor está desapareciendo. Cuando llego al árbol, ya no está.

 

No está.

 

¡Kian no está!

 

¡Lo alejaron de mí! ¡Me lo arrebataron!

 

Un peso que jamás, jamás en mi vida había sentido, comienza a devorarme. La sensación de pérdida; impotencia total; una sed incontrolable por venganza. Todo esto al mismo tiempo que una pequeña luz a la que me gusta, pero secretamente, llamarle amor, me obligan a correr en dirección hacia donde fue Indira.

 

Pero en este cuerpo y en estas condiciones me es difícil. La cintura y espalda me duelen demasiado, mi garganta se siente seca y mi pecho… vacío.

 

No importa cómo, recuperaré a Kian, a mi pareja, a mi cachorro humano.

Notas finales:

Pues se han llevado al cachorro humano. Y en el siguiente se verá todo lo que hará Shere Khan por volverlo a tener a su lado.

¡Gracias por leer!

Y si les interesa:

Eternos Enemigos (humanoscon centauro, minotauro y sátiro)

 

¡¡BESOOOOOOS!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).